Solo para recordarles Rurouni Keshin no me pertenece, por si alguien no lo sabe pertenece a Nobuhiro Watsuki..

Un amor prohibido

Prologo.-

La primera vez que oí el apellido Himura tenía cinco años. Mi padre lo pronuncio con una rabia indescriptible en los ojos.

-¡Ineptos!-grito mi padre, no entendía muy bien por que el odiaba tanto ese apellido.

El odio no se podría decir como una actitud aprendida. Los hijos se quieren parecer a sus padres, es decir, se pasa de generación a generación, con el paso del tiempo los hijos se parecen a sus padres, ya que ellos toman varias actitudes y costumbres de estos, con el paso del tiempo, mi padre, nos transmitió los sentimientos de odio y resentimiento hacia los Himura. Yo odiaba mucho a los Himura con mucha determinación, como una niña de cinco años lo podía hacer, aunque realmente sin saber por que tanto odio hacia ellos e inclusive de quienes se trataba.

El tiempo transcurrió y me di cuenta que el odio, no empezó desde que mi hermano y la chica Himura terminaron O las seguidas discusiones de una familia a otra. ¡No! eso todo esto es desde antes de que nosotros hubiéramos nacido. La rivalidad de las dos familias existía desde hacia tiempo. No podía preguntarle a mi padre respecto a ese tema, el nunca me diría la verdad.

-Señorita Kaoru su padre la llama dice que es hora de que baje a desayunar-

-Gracias, en dile que en un momento bajo- Me mire al espejo, estaba orgullosa de lo que veía una chica delgada, de cabello negro sujeto en un coleta, piel blanca, ojos azules, con una belleza angelical, una sonrisa realmente hermosa, tenia veinticinco años y aun no había encontrado a la persona correcta para ella, sufrió mucho con mi primer amor y no quería pasar por lo mismo, bueno nadie quisiera pasar por lo mismo, tal vez y por eso rechazaba a todos los chicos que la pretendían. Por evitar aquel dolor...

Ya en el comedor, mire a mi hermano mayor Sanosuke, un chico muy atractivo, cabellos cafés, ojos almendrados, su carácter, bueno era servicial, un buen hijo, aunque no se llevara, muy bien que digamos con nuestro padre y un excelente y muy protector hermano y voltee a ver a mi padre Saito Hajime, algo particular que tenia, el color de sus ojos, un color ámbar....

-Kaoru, toma asiento- dijo Saito interrumpiendo a su hija.- la chica obedeció y tomo asiento al lado de su hermano.

-bien, padre ¿Qué es lo que nos querías decir?-pregunto un muy curioso Sanosuke.

-es un problema sumamente serio-

- ¿y cual es?- dije

-los Himura...- nos sorprendimos demasiado, hacia mucho no oíamos nada de ellos, desde que decidieron irse del pueblo todo había sido muy tranquilo en casa, en el viñedo nos había ido bastante bien desde que ellos se habían ido, ya que ellos eran, nuestros rivales en el negocio, entre ellos y nosotros, éramos los quienes surtían los vino en todo el país, pero eso no era lo malo digo que la competencia es sana pero luego, rebasan los limites y esta rivalidad entre ambas lo había superado mucho antes, lo que mas me dolía es que mi hermano sufrió mucho, en aquel tiempo.

-¿Qué tienen que ver ellos en esto?-pregunte.

- me entere que ellos volverán al pueblo- dijo mi padre, con la mirada llena de rencor.

-pero... ¿estas seguro?-

- así es chicos no hay duda de ello, su mansión, la vi hoy mientras realizaba mi recorrido a caballo, traían la mudanza pude ver a Seujiro Hiko, bajar de su coche, vi a su hijo, no aguante mas y decidí irme el solo hecho de verlos me revolvía el estomago.

Voltee y vi a mi hermano tenia la cara de sorpresa, creo que el al igual que yo era la ultima cosa que nos hubiéramos imaginado jamás, tenia cinco años que no sabíamos absolutamente nada de ellos, mi hermano tenia cierta curiosidad por preguntar por la chica Himura, pero no lo hizo.

-dime padre ¿Qué piensas al respecto?-dijo Kaoru.

-bueno las ventas bajaran....

-sabes que eso no es todo- dijo Sanosuke.

-Lo que realmente espero que no vuelvan a suceder los eventos de hace años, por eso los llame, no quiero que se involucren otra vez con ellos, ¿entendieron? Ellos te hicieron sufrir,-dirigiéndose a Sanosuke- lo saben muy bien.

-¿Entendieron?- pregunto con insistencia mi padre.

Los dos asentimos con la cabeza los dos habíamos sufrido mal de amor. Creo que ni siquiera nos dio ganas de desayunar y después de eso el desayuno quedo igual, mi hermano monto su motocicleta Harley y se fue, no creo que regrese en un buen rato, mi padre por su parte se encerró en su despacho, yo quería pensar estaba hecha un caos, así que me subía mi recamara, aun no sabia el motivo del odio entre las dos familias.


Del otro lado del pueblo vivían los Himura, una mansión, realmente hermosa con un patio divino extremadamente grande, diseñada a la perfección, en la puerta principal una enorme corona de flores, con rosas blancas alrededor y un moño negro dentro de este arreglo floral. La enorme casa estaba en un silencio pesado, como si en el aire se sintiera solo el sufrimiento.

Una camioneta de color negro se acercaba a la casa, de esta bajo una chica realmente hermosa, de cabello negro como la noche, alta, delgada, con un cuerpo excepcional, con unos pequeños pero divinos ojos cafés y con una boca perfectamente delineada, color rojo, que contrastaban perfectamente con su piel blanca, esto de daba una apariencia de belleza maligna y sus ojos mostraban una tristeza enorme.

Se quedo un tiempo admirando la casa hacia cinco años que no iba al lugar que la vio crecer, estaba feliz y enfadada a la vez, ya que solo pensar que ahí en el pueblo se lo pudiera encontrar.... a El. Se acerco lentamente a la puerta principal, observo cuidadosamente el arreglo y se fijo en el moño, estiro su brazo y sus delgadas y delicadas manos tocaron la tela suave del moño negro y su mirada se entristeció aun más, cristalinas lágrimas pasaron por su mejilla, las limpio suavemente y entro con delicadeza y clase a la casa.

Todo parecía tranquilo oyó unas voces que provenían del despacho toco la puerta delicadamente.

-Adelante- Una voz vino desde adentro.

No lo dudo y abrió la puerta lentamente, para encontrarse con su padre y con su hermano con la mirada baja, con un enorme dolor. Se acerco a su hermano mayor estaba sentado en un enorme sofá, se arrodillo para quedar a la altura de su cara, tomo su barbilla e hizo que la mirara a los ojos, el chico estaba mal y con un impulso abrazo como nunca a su hermana mientras lloraba en su hombro, ella no aguanto mas y lloro junto con el.

- lo siento mucho- dijo la chica.- si pudiera hacer algo para ayudarte-

Seujiro Hiko que se encontraba en un sillón frente a ellos solo pudo bajar la cabeza, el podía comprender a su hijo, perdió a la mujer que amaba, a su esposa, no tenia palabras para consolarlo, hacia tres meses de tal tragedia y su hijo aun no podía superarlo.

Por esa razón había propuesto que su familia regresara al pueblo, lugar que junto con su esposa había criado a unos hermosos hijos, tal vez ahí y se olvidara de tanta presión de la ciudad y tal vez empezara a asimilar de una vez esa perdida. Observo a sus hijos, verlos juntos era una dicha enorme para el.

La chica empezó a separarse del abrazo de su hermano para verle su rostro, aunque su cara estaba algo hinchada por el llanto, no se opacaba su simpatía, y es que el chico era especial, con el cabello rojo como el fuego, sus ojos de un violeta sumamente divinos y lo mas particular en el su cicatriz...

-Meg... Megumi...- Pudo decir ya un poco calmado.

-dime-

-sigues siendo tan linda como antes-

-tu no te quedas nada atrás... Ken-san-Megumi volteo a ver a su padre que se encontraba en el sillón de en frente, se acerco a el le dio un beso en la mejilla y lo abrazo como nunca.

-hay que ayudar a tu hermano a superar esto- dijo en el oído de Megumi.-claro que si- le respondió y se separo de el para cercarse de nuevo a su hermano y sentarse al lado de el.

-Ken ¿como te sientes?-

- ¿Cómo quieres que me sienta?

-Kenshin yo solo quería saber si ya te sentías mejor-

-¡ No !, aun sigo igual... perdí a la mujer que amaba... a mi esposa...-

-Ken... sabes se que es duro lo que te voy a decir pero debes seguir adelante y tener la esperanza de encontrar a una chica que te haga feliz-

- ¡¡NADIE VA A PODER OCUPAR EL LUGAR QUE TIENE TOMOE, EN MI CORAZ"N¡¡ ¿ENTENDISTE?- grito el chico.

- ¡ No ! permito que le hables así a tu hermana !- interrumpió Hiko- ella solo quiere lo mejor para ti-

- Padre... yo no se por que regresamos a este pueblo. Sabiendo que los Saito nos odian y nosotros los detestamos-

-no podemos dejar que la empresa se quede así, tenemos que hacerla funcionar nuevamente-

-¿Qué no recuerdas lo que le hizo ese chico a Megumi? Y aun así quisiste volver-

-Eso ya es quedo en el pasado, ya no importa... además nuestro padre tiene razón, no podemos dejar que el viñedo quede abandonado, es lo que nos dejaron nuestros abuelos y debemos sacarlo adelante- interrumpo la chica, con unos ojos llorosos.

-Esta bien... no dejare la herencia familiar... Solo te pido que no me hables de otra chica lo de Tomoe esta muy reciente- dijo y se dirigió a la salida del despacho y azoto la puerta tras de si.

Megumi se sentía mal por las palabras que le había dicho a Kenshin ella solo lo quería ayudar, pero exagero la muerte de Tomoe estaba muy reciente. Solo pudo susurrar.

Kenshin....


Aquí estoy jeje... espero que les agrade la historia, bueno es que estuvo corto por ser el prologo. Pero les prometo que tratare de hacer largos los capítulos y hacer emocionante el fic. Solo espero recibir por lo menos un review.

Besos.... Gracias por leerlo...

Holly Rainard.