Hey, wonderful people~ I'm back. Y lo sé, lo sé, dije que me aparecería antes de Navidad, pero han sido tiempos raros; y no quería traerles algo pésimo, (traigo cosas malas, pero no tanto).
Espero puedan darle una oportunidad a este pequeño. Es como una colección de one-shots. Así puedo actualizarlo cada que algo bueno salga y ustedes pueden apalearme, o lanzarme a la piscina, o mandarme a los dragones que quieran :')
Sería bueno saber si aún me quieren en el fandom :(
Disclaimer: Free! no me pertenece. No recibo remuneración económica a cambio y hago esto sin fines de lucro.
De saber que su día se convertiría en un completo desastre, mínimo, hubiera tomado el tren esa mañana para ahorrar aquellas energías que gastó en su decisión de irse a pie. Porque después de que comenzara a llover a mitad de su trayecto a la Universidad, (y de tener la grandiosa idea de echar a correr), el día fue empeorando; sino es que nadar en su propia ropa no era lo suficientemente infortunado.
Haruka entonces entró a su salón, (elevando su ánimo no ser el único en ese estado tan deplorable), y notó a Makoto en uno de los asientos del medio, 'seco' y con una sonrisa deslumbrante; Fisioterapia, la clase que tomaban juntos.
Más tarde, -entre ir a casa y regresar de ella con ropa limpia, todo en tiempo récord-, Haruka comió, entrenó, estudió y repasó, hasta que recordó la nueva receta que estaba practicando y se fue a casa.
Su rutina no era tal, y anhelaba constantemente la vida pacífica de Iwatobi. Hoy, había sido excepcional porque no vería a Rin por webcam como todos los días; el pelirrojo le había dicho días atrás que iba a estar tan ocupado que regresaría muy cansado a casa y que sólo se iría a dormir. Obvio que Haruka hizo berrinche, "no es como si fuera la primera vez" le había dicho, pero Matsuoka insistió.
Dicho todo esto, entonces, Nanase no entendía qué demonios hacía Rin abrazado a su cuello después de saltarle encima cuando fue a abrir la puerta de su departamento. El tiburón le había sonreído tan abiertamente, que Haruka temió que los pixeles la arruinaran. Porque era tan nítido, tan increíble. Tan real.
Correspondió al beso que los ojos llorosos y rojos de Rin pedían a gritos silenciosos.
Desde luego, tocaron el cielo con las manos en un arrebato de pasión sobre el sofá, y todo lo demás fue como flotar sobre una nube: empacaron ropa de Haru a una velocidad impresionante, alcanzaron a tomar el avión rumbo a Australia antes de despegar y cayeron rendidos durante el viaje.
.
El primero en despertar fue Rin, de verdad cansado de tomar en un día dos vuelos y no tener descanso entre ellos, (aunque había tenido una muy buena recompensa). Admiró, con una sonrisa, el rostro durmiente de su chico: tan quieto, tan tranquilo. Besó su mejilla y esperó. Hasta que el sonido de los altavoces llegó a oídos de ambos y despertó a Haruka.
Habían llegado a Sydney.
Lo que sucedió luego del aterrizaje es cosa que queda entre ambos, entre un acuario, una cafetería, un atardecer y sus cuerpos exhaustos sobre la cama de un hotel de cinco estrellas, ("No era necesario que te lucieras").
Pues bien, que los días transcurrieron lentos a partir del instante en que sus miradas se cruzaron al despertar. Y no temieron despedirse después, con tal de verse otra vez.
Con la promesa de 'hablar en el silencio a gritos' una vez más en el futuro.
So, el primero de muchos lml
Gracias si llegaron hasta aquí, mañana publico otro, si me da tiempo.
Gracias por todo el apoyo :")
-MsH-
