Disclaimer: Death Note ni sus personajes me pertenece ellos son creaciones y por ende propiedad de Tsugumi Ōba y a Takeshi Obata(Jamas serán MÍOS, JAMAS) Lo unico que me pertenece es la trama, y quizás alguno que otro OC en personajes menores.

Si buscas Yaoi en base a la historia original el universo donde transcurre todo y demás, sorry my dear, este no es tu lugar, pareja Hetero "NearxLinda" NeLi y es un Alternative Universe (Universo Alternativo) ahora si no te molesta, te invito a seguir leyengo

Este FanFiction ha sido creado sin fines lucrativos por y para Fans

P.D : Ellie lee esta cosa, o juro que me pongo a llorar.


Capitulo Primero: Largo


Era marzo, finales del invierno, martes, un poco más de las 2:30 de la tarde, y simplemente estaba regresando a casa luego de clases. No es que eso fuera una escena rara, al contrarío, era lo más común en su vida, tenia una rutina muy establecida, levantarse, arreglarse, comer, clases, regresar a casa, almorzar lo que su madre le había preparado, hacer su tarea, pasar la tarde en… nada, y cenar con sus padres para terminar yendo a la cama y dormir hasta el día siguiente. Era aburrido, si, monótono y sin gracia, pero era su rutina y así le gustaba. Acomodo su abrigo y emprendió su camino. Solo, como siempre, tampoco le interesaba demasiado ir acompañado de muchas personas, o alguna en realidad, le gustaba su soledad y esperaba conservarla en su vida el mayor tiempo posible. Miro al cielo entre blanquecino por las nubes y un poco gris en algunas zonas, supuso que llovería en un rato, tenía el tiempo suficiente para no llegar empapado a su casa.

A diferencia de un 95% del colegio, y de los demás colegios del lugar, no tenia clases extracurriculares, ninguna le llamaba la atención, bueno, en realidad una lo hacia, pero su profesor lo considero demasiado avanzado para la clase, y además de alegar que prácticamente no le dejaba darla ya se ponía a explicar todo con su aire engreído. No es que lo expulsaran, pero había quedado exonerado de tales clases, tampoco es como si fuera algo muy importante él ver clases extras, tenia el mejor promedio, de su generación y en general del colegio, nada de esas clases le ayudaban o servían para algo, solo perdía tiempo.

Siguió caminando por el mismo camino de siempre, no había necesidad de cambiarlo, era eficiente, el colegio, unas calles, un parque y luego otras cuantas calles para llegar a su casa. Justo en ese momento se encontraba en medio del parque, un simple parque, ligeramente nevado por lo último del invierno. Pero cuando una ráfaga de viento, helado logrando que subiera al máximo la cremallera de chaqueta, hiciera voltear su rostro a otro lugar vería algo que calificaría como ligeramente curioso. Una chica, suponía de su edad, pegando algún volante en una cartelera que había en el lugar, en si, no le llamaba la atención que fuera una chica, – aunque si era honesto, nadie, ningún genero, le había llamado la atención-era el hecho que alguien más a parte de él no estuviera en un colegio siendo extracurricular, pero supuso, por lo que veía en películas aburridas, que estaba allí poniendo algo sobre su posible mascota perdida y por tristeza, o lo que se sintiera en ese caso, estaba poniendo anuncios sobre el animalillo extraviado, tal vez con una recompensa, cosas que llamaran a débil y aburrida curiosidad de los demás para ayudarla en la búsqueda. Y luego de unos segundos, Near regreso la vista al frente, acomodo su bufanda y siguió con el camino pautado, al darse una hipotética respuesta la hipotética situación perdió el mínimo interés que tenia, por lo que siguió con caminando, tratando de abrigarse otro poco de nuevo.

Luego de aproximadamente otros 15 minutos llego a su casa, salvándose de la lluvia que había empezado a azotar el lugar, típico del clima británico, pero agradecía no estar bajo la lluvia con el leve frió del invierno. Hizo su mini recorrido por el lugar, dejar su abrigo y blazer del uniforme donde siempre; el gato de sus padres de lo mas entretenido con la lluvia e ignorándole, luego ir hasta la cocina y ver que todo estaba listo para poder almorzar y no tener que improvisar en un fallido intento de cocinar, y posiblemente quemar la casa. Al terminaría de comer, y ahora si ser visto y neceado por "Señor Gato", aunque solo era para que le diera parte de su comida, y, como siempre, luego de ello subió a su habitación para seguir con su rutina del resto del día.


Luego de haber pasado la tarde jugando con sus juegues, haciendo su tarea y demás cosas en sus tardes más productivas que el hacer algo más en el colegio, estaría sentado en la mesa esperando a cenar, vería a sus padres disfrutar el comentar su día –que si le preguntaban, eran iguales de monótonos que los de él- para luego verlos servir la comida y comenzar a comer bastante callado. No es que no disfrutara él estar con sus padres, pero justamente ese martes, se sentía bastante desganado, no había nada interesante que pudiera acotar, y no estaba necesitado de llamar la atención de sus progenitores como para hablar de lo que había hecho en todo el día.

Termino su cena como cualquier otro día y mientras sus padres toman un postre de limón, el solo estaría tomando un poco de agua, y sería justo cuando escuche el "Es hora de decírselo" de su madre, seguro lo había dicho al verle "sumido en sus pensamientos". Lo primero que pensó, y honestamente no le agradaba la idea, era un "¡Tendrás un hermanito o hermanita! Era hijo único, la idea de ahora compartir con otro ser que solo llorara y babeara no era tentadora, por mas egoísta que fuera; pero la idea quedaría descartada al recordar que su madre no quería tener mas bebés, a demás factores como un embarazo a esa edad seria riesgoso, y tenia a señor gato, ya era como un bebé.

Siguió fingiendo ser un adolescente normal de 16 años perdido en su mundo mientras sus padres al parecer repasaban lo que fuera que fueran a decir, y se ponían de acuerdo, y luego de acuerdo en otras cosas que realmente no quería escuchar, ya no eran relacionadas directamente con el y por lo mismo, perdía todo si interés, era, mejor concentrarse en sus cosas. Y luego de unos cuantos minutos más, de que ya nadie tuviera postre su madre diría, firme y claro.

—Nate, estamos preocupados por ti— y eso si lo tomo por sorpresa, miro a sus padres curioso, esperando escuchar más, ¿Por qué estarían preocupados? Su madre carraspeo un poco y comenzó —a pesar de que sabemos que estás cómodo con tus, limitadas interacciones sociales, nos preocupa tu recreación, no tienes pasatiempos fuera de tus juguetes, no practicas deportes, y eres prácticamente el único alumno que no toma alguna clase extra en el colegio. Sí, tus profesores hablaron con nosotros sobre eso.

Y allí estaba ese tema de nueva cuenta, el no tener algo en que desperdiciar su tarde, realmente no le sorprendía que los profesores de Wammy's les fueran dicho a sus padres, de todos modos hubo una reunión de padres y profesores hace menos de una semana, obviamente el tema tuvo que haber salido a flote. Lo que si admitía que le impresionaba era el hecho que sus padres pasaran tiempo antes de confrontarlo con ello, si lo nombraran en ese momento, es que lo habían pensado desde que se enteraron, y ellos tendían a ser directos con esos temas, y con todos en realidad.

Se acomodo en la silla, subiendo una pierna esta y apoyando la barbilla en la rodilla a la par que empezaba a enrollar su cabello en su dedo índice, sabía que no seria un sermón largo, pero un sermón al fin de cuentas, y lo más seguro es que escaparía del mismo y seguiría todo igual. Y justo cuando pensó que su madre seguiría, su padre fue el sentencio.

—Tomaras clases de piano.

Y ahora si se sorprendió, incluso en sus rasgos se noto, las cejas levemente arqueadas, mas volvió a la normalidad a los pocos segundos, que sus padres anunciaran aquello era algo bastante curioso. Empezando en el detalle que era malo para la música, y que ya en años anteriores habían tratado con otros instrumentos y todos los intentos eran fallidos, sus profesores se exasperaban de él y jamás pasaban de las clases de solfeo, todos terminaban renunciando y recalcaban siempre el "Mocoso malcriado" antes de irse, Honestamente pensaba que sus padres ya había superado el que jamás tocaría algo. Near estaría por acotar algo sobre eso, pero ahora volvería a hablar su madre.

—Es normal que todos tengan ganas de explotar su lado artístico, y era eso o las de pintura. Solo queremos que explores todos los ámbitos de tu vida— y allí estaba esa sonrisa calida a la que él no se iba a poder negar, sus padres también eran bastante manipuladores, tampoco es que les podía reclamar eso, de todos modos él lo era igual o más— a demás, con las cientos de clases de solfeo ya tienes una base relativamente buena y adelantaras muchas clases— y con tono serio de nuevo— a demás, tienes 16 años, Nate, no estas en edad para hacer berrinches y dejar que tus profesores se vayan. Tomaras las clases. Fin de la discusión

Una discusión en la cual no había tenido la palabra en ningún momento. No le quedo más que acatar las órdenes de sus padres, aunque…

—Supongo que ya deben tener un maestro, ¿o me equivoco?— vio a sus padres sobresaltarse levemente, y confirmo sus sospechas, no tenían uno, lo cual era perfecto para él, mientras encontraban a uno dispuesto a enseñarle a un adolescente pasaría mucho tiempo al punto que iban a desistir de ello, no debía preocuparse por nada.

Los señores vieron como su hijo parecía tener una apenas notable expresión de haberles ganado sin siquiera intentarlo realmente, luego de vieron entre ellos para debatirlo silenciosamente, su hijo tenia bastante a de ganar, nadie querría darle clases a un adolescente, casi hombre de 16 años, menos nos la mala fama que le seguía desde niño con los profesores de música. Se vieron una última vez para que ella sentenciara muy segura de sus palabras.

—El viernes tendrás a tu profesor o profesora, no te impaciente—Ahora el pequeño detalle era el poder encontrar uno en tres míseros y escasos días.


Era martes, marzo, invierno, aunque para su desgracia, era lo ultimo del mismo, pero estaba encantada con como estaba el clima ese día, ¡y casi todos los días! realmente que Inglaterra parecía un cuento de hadas, estaba segura que en cualquier momento iba a aparecer un niño volando diciendo que fueran a nunca jamás, o un conejo que hablara, o un león… quizás un niño mago….

— ¡Lisa!

Y escucho su llamado a la realidad, sacudió su cabeza y tomo sus cosas para verse una ultima vez en el espejo, y luego mirar por la ventana y bajar a donde era requerida. Vio a su madre y le sonrió y tomo el resto de las cosas que tenía abajo, cuadernos, libros, lápices, lo típico de estudio y lo acomodo todo en el lugar que le correspondería estar. Podría tener menos de dos meses de mudada, pero su casa estaba tan bonita como si llevara años allí, no quería arruinar eso con sus desastres escolares. Al terminar miro a donde su mamá se acerco a ella sonriente.

— ¡Listo!

— ¿Segura?— inquirió su madre curiosa— ¿tienes los avisos? ¿Sabes ya a donde iremos a dejarlos? —Y la menos asentiría a ambas cosas — ¿Llevas tu…?

—Si, mamá, lo llevo, tranquila, estaré bien, será rápido, iras conmigo, no te preocupes.

Su madre solo le sonrió antes de decirle que ya fueran antes de que se hiciera más tarde. Era pasado el medio día, iría a los principales lugares donde podría dejar la información y con suerte antes de las 3 p.m. estaría en su casa viendo dibujos animados y merendando tranquila de la vida. Mientras iban en el auto, su madre comenzó a hablarle de nuevo.

—Sabes, esto no es necesario, a demás, de que hay probabilidad de que no llamen, no quiero que te vayas a poner triste por eso—Su madre siempre tan dulce, y preocupada, aunque con ese tema parecía mas sobre protectora que de costumbre, aunque en realidad ella estaba siendo mas protectora de unos meses a la fecha, igual, no tenia importancia ya.

—Lo se, pero quiero hacerlo, gano más de lo que pierdo. A demás, estoy un poco aburrida todo el tiempo sola en casa hasta la noche.

Su madre no dijo más y simplemente llego a los lugares pautados. Lisa, o Linda según sus profesores ingleses, iba dejando sus avisos, una pequeña charla donde había gente, bastante corta, tímida, rápida, mejor dicho, no quería hablar pero era retenida y las normas de buena moral le obligaban a ser amable y responder –incluso a los comentarios ligeramente despectivos de su marcado acento-, le hacía falta un poco de carácter en esas ocasiones, lo sabia y trataría de trabajar en ello. Luego de un par de horas de dar vueltas por la ciudad estaba en el último lugar, y estaba muy alegre de que lo dejara de último. Era un parque, bonito, nevado lleno de árboles con una vista preciosa, bueno, todo Winchester tenia una vista bastante arbolaria, ya eran aproximadamente las 2:40 p.m. y se dirigía a la pequeña cartelera de avisos que había en el lugar según lo indicado.

Era el lugar perfecto para el anuncio, se encontraban de todo tipo, pasaba mucha gente y no estaba exactamente muy lejos de su casa -otro motivo para ser el último lugar ya que su madre la había dejado allí y marchado a su trabajo, así que podía caminar hasta su casa sin problemas y con suerte no llegaría a perderse- mientras iba caminando acomodo su bufanda y abrigo, había empezado a hacer algo mas de frío, pero no le molestaba, amaba el frió. Y al cabo de unos minutos llego al centro del parque. Primeramente se había entretenido leyendo los demás anuncios que había allí, había de cursos de cocina, clases particulares de lo que fuera, luego venían los extraños, declaraciones de amor, incluso disculpas por cosas aun más raras. Al terminar de entretenerse se dedico a pegar el suyo, hasta una fuerte brisa le dio de lleno obligándola a cerrar los ojos y abrazar el papel, y luego de ello, la sensación sentirse extrañamente observada, cuando entro al parque no había mucha gente, así que sentirse observada le era bastante incomodo y extraño, pero como había llegado la sensación, de igual forma desapareció a los pocos segundos, regresándole su tranquilidad, ella realmente odiaba ser centro de atención.

Luego de ello pudo seguir con su labor, busco el mejor lugar para que se destacara y luego de colocarlo se dedico a admirarlo por unos minutos, sonrió y dio por terminado su trabajo para dar media vuelta y empezar a emprender camino a la salida del lugar para poder irse a su casa. Mientras estaba ya fuera aprecio el cielo, sumamente gris, y solo podía significar algo, una lluvia torrencial se aproximaba, estimaba 10 minutos y toda la ciudad estaría empapada, y si no se apuraba, ella igual.

Llego a su casa luego de una pequeña carrera justo en el segundo que las gotas habían comenzado a caer contra el suelo, apenas habían chocado un par contra ellas, había logrado el objetivo de llegar seca a su casa, aunque nadie estuviera para ver ello. Se apoyo contra la puerta de entraba para normalizar la respiración que se había agitado un poco al tener que correr, y empezó a contar. Antes del 10 lo que esperaba, pasaría

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Y se separo de la puerta para estirarse mejor.

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Y cuando iba a emprender camino a la sala.

5. Y una especie de campana sonó.

Y tal como lo había previsto, antes de contar hasta 10 sonó su teléfono, bueno el de la casa, era más fácil asegurarse de que estaba allí, seca y bajo techo si llamaban al local, a que llamaran a su teléfono, tampoco es que ella fuera a mentir sobre donde estaba, no tenia muchos lugares donde ir. Tomo el aparato y se lanzo contra el sofá para atender la llamada lo mas cómoda que podía, tenia ganas de tomar una siesta luego de ello. Coloco el teléfono en su oreja y el tono preocupado al otro lado de la línea no se hizo esperar.

—Gracias al cielo ya estabas en casa, esa lluvia es torrencial, nos preocupamos…— y empezó a escuchar a su padre de forma calmada, aunque sabía que no sería un sermón largo, tenía la suficiente pereza para apenas participar. Cuando su padre termino de hablar, sonrió aliviada, ya podría dormir un poco —Cuídate, tu hermano ya debería estar por llegar, y nos veremos en unas horas más.

Y luego de una despedida corta y casi balbuceada, se acomodo en el sofá, suspiro y antes de darse cuenta estaba dormida, esperaba que de igual forma, antes de darse cuenta, llamaran por lo de su cartel.


Near se levanto de su asiento y empezó a caminar fuera del aula de clases, ya era jueves y por increíble que sonara, estaba emocionado, en aproximadamente 24 horas la especie de apuesta que tenía con su madre acabaría. Era más que obvio que no había encontrado alguien lo suficientemente desesperado –porque para aceptar eso debía estar sumamente desesperado- que quisiera impartirle clases. Nadie quería trabajar con adolescentes, menos si ya tenían un poco de mala fama con las clases de música. Mientras iba de camino a la salida trato de estirarse un poco, desperezarse, ese día en particular estaba haciendo bastante frió, incluso había nevado bastante fuerte, según había escuchado se habían hasta cancelado las clases de fútbol y demás deportes. Lo que podía significar que en cualquier momento él llegaría a tratar de molestarle. A vece se preguntaba si era tan idiota como para darse cuenta que jamás lo hacía.

—Enano. Así que, tu mami quiere que ahora seas músico, que tierno— No le extraño el "saludo", menos el intento de insulto, eso era normal, y que supiera lo de las clases, era muy obvio, había escuchado a su madre hablar con varías personas esperando que alguna conociera al maestro perfecto, lo que era raro es que había tardado demasiado en ir a molestarle y reírse de él, esperando así herirle su ego, lastima para Mello que ninguno de esos comentarios le importaran.

El rubio vio como el, según su criterio, enano le ignoraba, seguía caminando como si nada, flojo, aburrido, lento, daban ganas de pegarle un empujón a ver si su velocidad cambiaba, pero sabía que eso sería un problema, y no tenía ganas de problemas por el momento, al menos no por hacerle daño. Busco el chocolate en uno de sus bolsillos y lo abrió para comenzar a degustar la barra de dulce y sonreír al pensar como más podía molestarlo.

—Sabes lo mejor de todo ese asunto, Near, que es otra en la que te gano, ya que yo si se tocar instrumentos y práctico deportes.

—Y por ello tus notas no suben más— y vio como el rubio apretaba la barra de chocolate hasta destrozarla, era demasiado emocional, a demás tenia razón, como no perdía su tiempo en estupideces su concentración siempre estaba impecable.

Vio como Mello estaba por apresurar el paso, enojado y refunfuñando cosas cuando justo el grito de "ESPEREN" y los pasos de alguien corriendo hacia ello se hizo notar. No tenia que girar a ver quien era, conocía su voz y el sonido de sus pasos, a demás, tampoco iba a poder evitarlo, era su vecino, vivir a unas pocas casas significaba tomar el mismo camino, y para la desgracia de Near, Matt también faltaba a sus actividades extracurriculares, era un adiós a la calma que tenía de camino a casa.

— ¿Y tú por qué te vas? Los laboratorios de informática siguen como si nada por la nevada— y allí se empezaba a escapar la calma.

—Lo se, pero ayer compre un nuevo juego, y estoy a 3 niveles de terminarlo, a demás todos se fueron por el frío, no iba a perder la oportunidad…

Y dejo de escuchar para sumirse en sus pensamientos, en su camino, ignorando el que aquellos dos tipos tuviera que seguir, al menos parcialmente, el mismo camino que él, aunque era algo difícil ignorar el tema de Mello tratando de dejarle en ridículo aunque fuera ante Matt, realmente estaba obsesionado con ganarle, o que él perdiera y al parecer, toda oportunidad era valida.

—Así que ahora Near debe tomar clases de música, es tan patéticamente divertido

—Algo había escuchado, creo que la señora River fue a preguntarle a mi mamá algo de si conocía alguien lo suficientemente loco como para aceptar eso. ¿Tienes una apuesta con tu mamá, Near? Es rara tanta insistencia para tan poco tiempo— preguntaría animado, pero al ver que el albino solo le ignoraba diría —Oye, ¡al menos puedes usar audífonos, así no se ve tan descortés el que nos ignores! — reclamo. Pero, de nuevo, le ignoro

Y el camino siguió así, Mello y Matt charlando, y Near ligeramente adelantado para evitarlos lo mas posible, aunque sabía que si ellos querían simplemente lo podían alcanzar, adelantar, dejarlo allí, pero al parecer su plan era robarle la calma, al menos hasta al parque. Una vez en el lugar Matt le sonreiría a Mello.

—Entonces, ¿Si vienes a jugar?— y como el rubio negó con la cabeza, volvería a preguntar— ¿Por qué no?

—Porque no, tengo cosas que haces, idiota— y sin más, se había ido por su camino, Matt le vería irse, se despediría y luego alcanzaría a Near, para comentarle muy divertido.

—No tiene cosas que hacer, pero su vecina nueva es muy bonita, aunque lo quiera negar, la vi solo una vez de lejos, pero es bonita, seguro va a eso— y seguiría caminando con el pecho inflado.

—Suenas muy seguro— quizás si hablaba, Matt se daría por satisfecho y se callaría

—Ya hablaste. Ahora hablemos— y su plan no había salido como quería, mientras que Matt sonreiría— bueno, no estoy seguro, solo supongo que es eso. O quizás si tiene cosas que hacer, como estudiar como loco y esas cosas en la que Mello pasa su vida entera, ya sabes, su manía por ganarte. Cosas de Mello

—Definitivamente, cosas de Mello— Porque eran cosas del rubio, su manía y rivalidad creada por él, y vivida solo por él.

Y luego de eso, silencio, al parecer Matt ya había saciado sus ganas de hablar, o por el ligero pitido que sonaba, se había puesto a jugar algo, al menos dejaría de robarle su tiempo. Salieron del parque a los pocos minutos de eso, Matt vivía a solo unas cuantas casas de la suya, y en esos casos raros de que se iba temprano compartían ruta. Y ya faltando poco mas un par de calles, su voz volvió a romper el silencio y calma de Near.

—Así que, ¿Es enserio lo de las clases de piano?— y lo vería asentir, por lo cual aguantaría una risa— Tu mamá es algo intensa con eso, pero, espero que encuentres, quizás te haga falta recreación, un poco jamás le cae mal a nadie…

Y ahora Matt había empezado a hablar del mismo tema que su madre, solo que en menos reproche, y como ya estaba harto del mismo dejo de escucharle el poco camino que quedaba a casa, aunque creyó escuchar una especie de despedida justo cuando estaba frente de ella, por lo que hizo una especie de gesto de despedida para entrar a su casa. Se desposo de todo abrigo y bufanda, vio al gato vaguear, y comenzó a caminar para ir a la cocina, encontrándose con la, rara, sorpresa de que su madre estaba allí, con una llamada telefónica, al parecer de nuevo con los tutores, y antes de poder decirle que se diera por vencida, le vio y sonriendo ampliamente.

—Hola Nate— Tono alegre, aquella expresión de todas las madres al conseguir lo que quieren, solo era una cosa, para su desgracia, esa cosa— me alegra verte antes de irme, especialmente porque lo puedes saber sin mucho tiempo de espera— y la señora haría un falso gesto de impaciencia, para luego declarar muy casual— mañana empiezas las clases, increíble, ¿No?

—Bastante—admitiría luego de ello y seguiría su madre, si realmente había encontrado alguien muy desesperado—me impresiona el que lo lograras, honestamente lo veía como algo complicado, por no decir imposible, mamá, si no fuera algo que realmente me genera desagrado, te felicitaría-

—Gracias de todos modos— y le vería seria— mañana pasare por ti al colegio, no quiero ninguna excusa, mañana empezaras tus clases— y se acercaría a darle un beso en la frente, y luego acariciar el gato para irse —por ahora, disfruta de tu tarde.

Y sin más, se habría marchado dejándole ligeramente irritado, realmente su madre estaba sumamente empeñada en aquellas inútiles clases.


Al día siguiente y tal como su madre le había dicho, justo a la hora de salida de clases estaría esperándole en la entrada del colegio con una gran sonrisa de emoción. Near caminaría hasta donde ella sin mucha prisa y entraría al auto de la misma y calmada forma. A diferencia de la mayoría de sus compañeros el no tenia ningún problema por el que su madre fuera por el hasta el colegio, era mejor, iba a caminar muchísimo menos y llegaría antes a su casa, no gastaría energía y podía concentrarse mejor en sus asuntos. Realmente el no entendía muchas cosas que otros evitaban hacer por vergüenza, teniendo que gastar energía de forma absurda e innecesaria. Pasaría el camino bastante entretenido en sus pensamientos, con suerte el profesor no iría, o lograría convencerle que el capricho de su madre no valía la pena, incluso por una vez en su vida estaba considerando tomar una siesta. Iría bastante en sus pensamientos que simplemente ignoraría el camino hasta escuchar a su madre, le vería de forma ligeramente aburrida, pero ella sabría de inmediato que era una mirada de que no le había puesto atención.

—Nate, te dije que almorzaremos y luego esperemos a tu profesora, ya debe venir en camino incluso, así que vamos, vamos.

—Claro, andando— y bajaría igual de perezoso del auto, su madre no tendía a ser así de mandona, suponía que era la emoción que le tenía así. Al entrar a casa, y ver todo como siempre, arrancaría a comer bajo la presión de su madre, aunque aun así tomaría su tiempo, con total calma y cuando vaya a darle lo que correspondía a señor gato, su madre hablaría.

—Come, Nate, te hace bien a ti, y el señor Gato ya esta gordo— y acariciaría al animal. Near solo disimularía el fastidio y terminaría el plato. Increíblemente ese día si tenía ganas de tomar la dichosa siesta para evitar la clase, pero cuando fuera a subir— ya es casi la hora, cariño, no vas a querer no estar cuando llegue la maestra— y se acercaría a peinarle un poco y limpiarle con una servilleta así no estuviera manchado.

— ¿No debes ir al trabajo, mamá?

—Esperare a ver a tu maestra para irme feliz y tranquila.

—Tengo 16, mamá no creo que eso sea necesario.

—Buen intento, pero no, es muy probable que digas que aquí no es. Serás un genio, pero eres mi hijo— y pellizcaría su mejilla para ir a sentarse al sofá y jugar con el gato.

Near le seguiría y se sentaría a su lado, pero sin jugar con el gato de su madre. Estaría viendo el reloj de a ratos, animándose internamente de que ya había pasado la hora por 10 minutos y la dichosa instructora no había llegado. Vería a su madre y le diría.

—Al parecer, madre, tu esperada maestra no llegara. Y si lo hace, no ayuda a querer trabajar con ella. Si llega tarde el primer día, que es sumamente importante, hay una probabilidad de 45% de que siga llegando tarde…

—No te emociones, cariño cuando menos lo esperes, llegara— y antes de poder decir algo más, sonaría el timbre de la casa. La señora se animaría y pondría de pie rápidamente, vería a su hijo y le sonreiría — ¿Ves cariño?, solo un poco tarde, seguro se extravió, cuando hablamos tenía una forma peculiar de hablar, seguro no es de la ciudad.

La señora se iría a abrir animada, mientras Near vería al gato que se había echado a dormir y suspiraría suavemente, su última esperanza había tomado el último tren y no la recuperaría, ahora estaba condenado a las clases del tedioso instrumento. La señora estaría sumamente animada y estaría por decirle una calida bienvenida hasta abrir totalmente la puerta y ver quien estaba allí. Era pequeña, bastante, hasta mas que su hijo, cabello largo rubio, y en general, arreglada de una manera bastante dulce. Su rostro denotaba duda y sus ojos le veían bastante curiosa, admitía que la… niña, tenía un aire muy inocente.

— ¿Señora…River? — Y al verla asentir, se animaría notablemente para acomodarse un poco y presentarse —Soy Lisa Meresi, pero puede llamarme Linda si se le hace más fácil. Hablo conmigo ayer para clases de piano para su hijo.

La señora le vería aun incrédula, ¡Ella no podía ser la maestra! si el nombre era el mismo, el curioso acento y voz suave y dulce también, pero tenía aproximadamente la mitad de la edad que había imaginado, incluso más joven, pero ¡Debía tener la edad de su hijo! Ahora aquella jovencita darle clases a su hijo…

—Pasa, por favor— realmente no sabía que más decir, aunque si lo veía mejor, no era tan malo. Alegando un poco, y con mucha suerte, a la parte hormonal que estaba segura que su hijo poseía, esté se sentiría mas motivado a tomar las clases si quien las daba era una bonita chica de su edad, solo debía tener muchísima suerte.

Linda paso y se entretuvo con la sala, era la segunda casa que entraba en la ciudad, era bonita y tenía una decoración clásica, pero realmente buscaba un piano o algo por el estilo, aunque supuso que debía estar en otra zona de la casa. Siguió entretenida viendo el lugar hasta escuchar algo similar a un gato, aunque en efecto, era un gato -bonito, peludo y muy blanco- restregarse contra su pierna de forma amigable.

—Hola amiguito— y se entretendría momentáneamente con el animal, para luego ver a la señora que se veía ligeramente nerviosa. Carraspearía para llamar su atención y diría —luce nerviosa, señora River — y suponiendo el porque, diría — No se deje llevar por mi edad, realmente estoy capacitada para dar clases de piano — y le sonreiría de manera dulce — Y por hoy solo hablare con su hijo, cosas mas de presentación que se clases. Ahora, solo queda conocer a… Nate, ¿No?

La señora pasaría saliba y luego de responderle afirmativamente iría a donde estaba su hijo, se veía aburrido y luego de que le ignorara un par de veces lograría captar su atención lo suficiente para poder al fin decirle de forma hasta nerviosa de las posibles reacciones.

—Tu maestra espera por conocerte, vamos hoy no vas a durar mucho, vamos— y se lo llevaría. Near estaría atento a ver quien era, tenía solo un poco de curiosidad de ver a quien había aceptado a tan loco trabajo. Primero vería al gato aun entretenerse en alguien, y luego a ese alguien. No podría evitar estar sorprendido, por motivos mas que obvios, pero aun si tendría un rostro neutral— Nate, ella es Lisa, tu nueva maestra. Lisa, él es mi hijo, Nate.

Si bien la cara de Near era neutral, la de Lisa no, sus ojos abiertos de par en par, una ligera expresión de asombro y una rara dificultad para elegir una serie de la palabras decentes. Al final solo lograría decir.

— ¡Debe tener mi edad! — en un grito ahogado, vería a la señora, y empezaría hablar muy suave, con tono avergonzado— pensé que era un niño pequeño, 5 años a lo mucho, hablo de él como uno.

—Tampoco tienes la edad que yo, o mi madre pensábamos— declaro Near. Realmente le beneficiaba que fuera una chica de su edad, no por motivos de interacción social, ligue o como quiera que le digieran. Pero con eso había muchísima más posibilidad de que simplemente se negara a darle clases, y él se vería librado.

—Bueno, es hijo único, tiendo hablar de el como un bebé —trataría de excusarse la señora, realmente estaba esperando que todo funcionara, solo debía de haber un si para que todo fuera oficial.

—No creo pertinente permitir que una… chica, de mi edad sea la encargada de impartirme clases— y la aludida le vería arqueando una ceja, pero seguiría — podría perderse objetividad, o choque de dos adolescentes.

—Por mi no hay problema, solo pensé que eras mas pequeño — y allí estaba lo esperado por la mayor, ¡ella realmente estaba dispuesta a seguir eso!. La señora se animaría más y tomando a su hijo de los hombros declararía.

—Pues, no se diga ni una sola palabra más. Ya tienes maestra, como te lo prometí— y lo soltaría para alejarse — los dejos para que se conozcan mejor y sepan desde que nivel trabajar.

Y sin esperar otro poco, se iría del lugar. Near vería a por donde se fue su madre y aguantaría un suspiro, luego a la chica que estaba entretenida nuevamente con el gato y diría para si, muy suavemente

"Serán unas horribles y tediosas clases"


Un par de aclaraciones, tanto como el nombre del fic como el de este primer capitulo son escalas de tempo en la musica clasica y significan.

Tempo: terminología musical hacen referencia a la velocidad con la que debe ejecutarse una pieza musical. Se trata de una palabra italiana que literalmente significa «tiempo».

Largo: es un término musical que hace referencia a la indicación del tempo más lenta de la música clásica

Allegro non Molto : Término musical referente al tempo "No tan rapido"

Y no, no tenia planeado publicar esto hoy, pero alguien (Ellie Cassal) aplico chantaje y presión, publicando ella. Como sea, espero que les guste este primer capitulo de esta historia que no planeo sea demasiado larga, o demasiado cursi... ¡o demasiad algo! lo que si tenía planeado es que fuera mi primera historia con el nuevo nick.

¿opiniones del nick?~

No prometo actualizar pronto, no sirvo para eso 3 pero nos vemos

Moony~