La leyenda de la sacerdotisa
By Aledith
Capitulo Uno
La sacerdotisa
Se cuenta la historia que hace muchos, muchos siglos existió una mujer, mejor dicho una sacerdotisa con poderes inimaginables, con una sensibilidad única, con una amabilidad singular, única entre muchas , también se cuenta que fue corrompida, convirtiéndose en el ser mas maligno que la historia espiritual haya imaginado, pese a ese solo son vagos rumores de lo que realmente sucedió, aunque hoy en la actualidad dentro del mundo espiritual se nombra mucho de las grandezas que hizo como de la destrucción que ocasiono, pero hay un solo rumor que dice que todo lo que hizo tuvo una justificación, que tuvo un fin, por ello comenzare a redactar lo que los antiguos pergaminos dicen, expresan e informan, mi nombre es Kagome Higurashi, Investigadora del mundo espiritual, mi propósito relevar la verdad detrás de la legendaria sacerdotisa de la perla de Shikon.
Es tarde aun para estar en la oficina- murmuraron a su espalda lo que le provoco un escalofrío único, por lo que por reflejo cerro su laptop levantándose de inmediato-
Buenas noches señor Onigumo – expreso con una leve reverencia
Higurashi felicitaciones, por la investigación que le fue asignada, espero que tenga un éxito como siempre, aunque sabiendo el tema que le ha tocado, es algo difícil obtener información de un… mito- expreso con una sonrisa hipócrita en sus labios, Onigumo era unos de los investigadores de su mismo ramo, un investigador que no obtuvo tal privilegio.
Gracias por su preocupación Onigumo, pero tengo suficiente información para saber por dónde empezar, con permiso es un poco tarde- despidiéndose de él salió de la oficina, ese sujeto le daba mucha demasiada desconfianza, al llegar al estacionamiento suspiro resignada, no habían ido por ella como tantas veces le decían y como tantas veces la dejaban plantada, se preguntaba por qué seguía con un hombre como él, un hombre casado, que solo la buscaba porque su esposa no podía tener sexo por su estado delicado de salud, eso era enfermizo y ella lo aceptaba, que bajo había caído, pero por qué pensar en eso cuando tenía un mundo antiguo de trabajo que realizar, al llegar a su casa, la vio sola como siempre, sola y oscura, entro sin más preámbulos, yendo directamente al mini bar tomando una copa de vodka, mientras pensaba en sus opciones.
Sacerdotisa de Shikon como limpiar tu nombre después de tantos siglos- murmuro cerrando sus ojos dejándolos descansar después de unas largas horas de trabajo, al abrirlos nuevamente, vio los antiguos libros comenzando a trabajar era tarde pero era excitante tener ese proyecto en sus manos que no podría dejar de pensar en ello, al ver unos dibujos algo llamo su atención, siempre que se mostraba alguna ilustración de ella se podía observar siempre la misma sobra, indago un poco mas y con desilusión leyó " las sombras que aparecen a las espaldas de ella son muestras claras de su unión con los demonios antiguamente llamados Yokais"
Pero no todos los Yokais de esas época eran violentos o sanguinario por que los clasificaron así, los humanos tendemos a temerle a lo que no entendemos- murmuro para sí misma exaltándose de inmediato cuando sintió una energía en su misma habitación-
No puedo verte pero puedo sentirte, Demando que me digas quien eres- volvió a susurrar cerrando sus ojos enfocándose más a esa anergia, asustándose un poco al percatarse que clase de energía era
Demonios- tomando su fiel rosario entre sus manos, sorprendiéndose mas al ver a ese ser frente a ella-
Un yokai?- no podía ser, ya había tenido esas experiencia, en su trabajo era más que frecuente, pero este era diferente, su porte, las marcas en su rostro y brazos, sin mencionar...
La luna- expreso aun mas sorprendida, pero el tenia su vista fija en ella, solo en ella, en su mirada pareciera que trataba de ver mas allá de lo que sus ojos mostraban, con firme determinación se enderezo levantando su rosario-
No eres bienvenido en este recinto, es sagrado, pido que te marches, de lo contrario ten…
De lo contrario que, crees que una sucia e insignificante humana puede dañarme- eran frías, sus palabras parecían congelarle los pulmones, un miedo abrazador la domino, pero por una extraña razón sabía que no podría lastimarla aunque su mirada le dijera que lo aria sin dudarlo.
Te has manifestado, los de la santa orden saben que estas aquí no tardan en venir- murmuro bajando el rosario, al ver que entre sus manos tomaba los papeles que ella había estado analizando.
Así que la estas investigando, porque ahora?- demando impecable, destruyendo ese pergamino con las fuerza del veneno de sus garras, volteando haberla mas violentamente demandando una explicación, y lo extraño era que ella…
Es un misterio, un ser como ella fue corrompida por bastardos como tu…- pero callo al sentir como la sujetaba con fuerza de los brazos sintiendo como su piel era desgarrada por la fuerza de esas garras, como el veneno asía mella en ella.
Así que bastardos como yo, humana, no sabes nada…- pero algo insólito que ni el mismo se imagino fue ver las lagrimas en los ojos de ella, no por el dolor sino por el dolor ajeno.
Lo sé, sé que no sé nada de ella, por ello estoy investigando, deseo saber la verdad, deseo que ellos sepan la verdad, que no fue una asesina porque sí, que no encontró placer al matar a los altos mandos, deseo saber el por qué, quiero la verdad.- murmuro con mas lagrimas, siempre el hablar de ella le causaba tanta tristeza, tanto dolor, quería saber la verdad de ella, quería… quería… que ella fuera libre.
Kagome Higurashi, esta no será la última vez que nos veamos- murmuro al momento de separarse, de las puertas y de las ventanas entraron varios hombres armado, revisando el lugar, habían sentido la presencia de un demonio por demás poderoso, pero les sorprendió al ver de dónde venía la presencia, al verla a ella sola y herida, la ayudaron sin pensarlo dos veces
Higurashi-sama – le hablaron pero la inconsciencia la azoto, para cuando despertó estaba en el hospital de la orden, sus brazos estaban vendados y como siempre estaba sola, seguramente la interrogarían, de lo que había pasado, pero ni ella misma sabía que había pasado, lo que la llevo hacer muchas preguntas, quien era ese demonio? Qué interés tenia? Porque ella seguía con vida? Aunque lo agradecía claro, pero un encuentro como el que ella tuvo con un ser como el, era para que estuviera muerta lo que masoquistamente le interesaba más, eso quería decir que la sacerdotisa también fue reconocida en el mundo de ellos, porque por la manera tan agresiva con que ese yokai hablo, mostraba gran pasión por el asunto, aunque…
Doy gracias al señor por no saber su nombre- murmuro mientras se levantaba de la cama viendo por la ventana, de haber sabido el nombre de ese yokai y mas sobrevivir era crear un vinculo con el…aunque…
Sabe mi nombre- susurro nuevamente cerrando los ojos fuertemente, eso creaba un vínculo débil, pero existía. Las horas pasaron y fue sometida a un interrogatorio, al liberarla, fue a su casa, tomo algunas cosas y volvió a salir, tenía que irse de la ciudad, tenía que comenzar a investigar y que mejor lugar que la supuesta tumba de ella, ya que estaba más que segura que el cuerpo de la sacerdotisa no reposaba ahí por seguridad del mismo, al llegar se sorprendió al verlo nuevamente, parado frente a la lapida, la seguridad? Donde estaba? Como entro? no podía ser, no podía ser, no podía ser!, eso solo significaba que…
Por dios santo- murmuro dejándose caer de rodillas al hacer un impresionante hallazgo-
Sorprendida humana?- pregunto sarcástico caminando asía ella tomándola del cuello con violencia alzándola a su altura, robándole drásticamente el aire, pero sin llegar a la inconsciencia
Mi nombre es Sesshomaro Tashio Lord del mundo de las tinieblas y tu desde este momento eres mía- sentencio con voz fría como el hielo, eso fue lo último que alcanzo a escuchar antes de que sus ojos se cerraran y la oscuridad la abrigara
Mi señor- se escucho una escueta voz, proveniente de un ser extraño, verde y sin gracia.
Regresaremos a nuestro mundo hoy mismo, ya tengo por lo que vine a este insignificante mundo- murmuro al verla inconsciente en sus brazos, volteando haber esa lapida vacía.
Midoriko, la profecía se está cumpliendo como predijiste- murmuro volteando haberla nuevamente, mientras se desvanecía con ella en sus brazos, sin ningún rastro que seguir, Kagome Higurashi había desaparecido de la faz de la tierra.
Continuara
Espero les agrade este primer capítulo, será corta la historia y se actualizara cada martes, espero sus comentarios como sugerencias.
Muchas gracias por leer.
