¡HIDASHI 4 EVAAAAAH!
DISCLAIMER: Ni Hiro, Tadashi o Big Hero 6 me pertenecen, todos sus derechos van a Disney, Marvel y asociados.
Hiro se dejó caer en el puff rojo de su cuarto, se removió la armadura y se quitó el traje.
Entró al baño, arrastrando los pies, y encendió el agua caliente.
—Hiro, siempre estaré contigo—espetó, al aire.
Se metió a la bañera y cerró los ojos.
—Si, como no. Te vas tú y se va él—se llevó una mano a la cara—. Total, no me puedo quedar ni con Baymax ni con Tadashi.
Dejó que el nivel de agua incrementara lo suficiente como para cubrirle hasta los pectorales y ahí cerró la llave.
Se sumergió completamente en el agua y cerró nuevamente los ojos.
—Sabes que te amo, ¿verdad?
Rió. —No más de lo que yo lo hago, pequeño Hiro.
Pudo sentir su miembro endurecer en el momento en el que la camisa le fue arrebatada del torso.
Con cautela, el mayor se aceró a él y empezó a meter una mano por sus pantalones.
—La tía Cass no estará hoy porque es noche de poesía, amor. ¿Quieres divertirte un poco?
Arrojó su mano a masturbar el miembro de su hermano en respuesta.
Salió del agua, las cicatrices y los moretones seguían doliendo.
Miró a su "pequeño amigo", mientras hacía una mueca e intentaba sonreír.
—Tadashi—gimió, y giró la cabeza a todos lados para verificar que nadie lo estaba oyendo.
Aunque era algo absurdo, pues su tía no estaba en casa y Baymax ya no existía.
Cerró los ojos y recordó todas esas veces en las que Tadashi se había introducido en él, haciéndolo sentir completo y amado.
Su miembro se empezó a endurecer y lágrimas caían de sus ojos mientras recordaba todas esas noches en las que, después de la explosión, se metía bajo las sábanas de la cama del mayor y se tocaba a sí mismo.
—Ven, déjame revisarte.
—Tadashi, ¡no!
El pelinegro arqueo una ceja. —¿Qué? ¿Te da miedo de que te quiera violar?
Hiro se sonrojó. —No, solo que no quiero tener relaciones ahora.
Tadashi soltó una carcajada, tomando a Hiro en sus brazos.
—Estás herido, ototo. No es como si fuera a mamarte ahora.
Hiro asintió, y abrazó a su hermano mientras una sonrisa se formaba en su rostro y un pensamiento sucio salía a flote.
—Aunque, ¿sabes? No me molestaría jugar al enfermero sexual contigo ahora, nii-san.
Abrió los ojos de golpe y dejó que los sollozos drenaran la habitación.
Había pasado tanto tiempo con su hermano que ya no era capaz de pensar en nada excepto en él.
Perseguir a el sujeto con la máscara de Kabuki, arriesgar la vida de personas (tanto de ciudadanos como de sus amigos), crear trajes, formar un equipo, querer matar a Callaghan.
Todas esas acciones habían sido impulsadas por el dolor y el sufrimiento, por la pérdida y la tristeza. Habían sido impulsadas por la miseria pura.
Gruñó, extrañaba a Tadashi. Necesitaba alguien que lo calentara en las noches frías y alguien que lo hiciera sentir completo.
Una mano se posó en su erección y empezó a frotarla, más lágrimas saliendo de sus ojos.
Al final, se corrió en el agua y cerró los ojos.
La gente pensaba que sufría por haber perdido a su hermano mayor, su figura paterna y su única familia directa.
Y en cierto modo era verdad, pero también sufría por haber perdido a su amante, a su confidente, a su pareja y a su fuente de placer.
Hiro había perdido mucho más que un hermano la noche del incendio.
