Desclaimer: Los personajes son de Stephenie Meyer y la historia es completamente mía, y queda prohibida su reproducción parcial o total sin mi consentimiento. *Por favor lean la nota del final*
Cap.1
El principio.
—Vamos, Edward, contesta mi pregunta — me volvió a insistir Emmett.
Yo resoplé inevitablemente y rodé los ojos, su pregunta era muy estúpida, "¿Qué parte de tu cuerpo preferirías que un zombie se comiese primero?", pero ya debía estar acostumbrado, llevaba conociendo a Emmett desde hace mucho tiempo y él era así, desde la escuela secundaria no había cambiado ni un ápice, ni sus preguntas insulsas tampoco, suspiré resignado y lo pensé un poco, sintiéndome totalmente tonto.
—En todo caso, sería mi boca, prefiero que se la coman y nadie me escuche gritando como una mariquita— él lo pensó y asintió concordando conmigo, yo sólo volví a rodar los ojos pero igual me reí.
—Señor Cullen, el señor Whitlock está aquí— me anunció Heidi por el altoparlante con una voz muy sugestiva.
—Que pase— fue mi fría contestación, Emmett me miró y se rió por lo bajo.
Aun me preguntaba por qué le seguía permitiendo que pasara su tiempo libre en mi oficina cuando tenía cosas mucho más importantes, aunque aburridas, que hacer.
—Vaya Ed, parece que la señorita Heidi está más interesada que nunca en ti— se burló mi amigo, echando todo su peso en el sillón de cuero que se encontraba en frente de mi escritorio, haciendo que se viera aun más burlón, sin embargo asentí.
—Sí y me temo que si sigue así deberé despedirla, lo cual no quiero ya que lleva mi agenda a la perfección— le confesé frustrado por la situación en la que me encontraba, en ese momento entró mi buen amigo Jasper, con su característico cabello rubio y el traje de oficina impecable.
—Señoritas— nos saludó a ambos sentándose confiadamente frente a mí, al lado de Emmett, igual de despreocupado que éste.
—Ricitos— lo contraatacó Emmett, yo no le decía nada, sabía que su saludo lo era más bien para molestar a nuestro amigo, aunque Jasper era unos cuantos años menor que nosotros, demostraba una madurez mucho mayor que Emmett aunque no siempre.
—Dime qué has hecho, Hale— le demandé antes de que comenzaran una guerra mientras jugaba con mi pelota anti estrés que siempre tenía a la mano, estaba orgulloso de todos y cada uno de mis logros, entre ellos mi empresa, pero eso no me libraba del estrés que esto acarreaba.
—Edward, ya te he dicho que sólo volveré a usar ese apellido cuando siente cabeza y por fin me case— dijo decidido y un poco molesto, resoplando y aflojándose la corbata de su traje.
—Para como lo veo el apellido Hale se va a perder, tú y Edward no pueden tenerle más miedo al compromiso, Edward hasta le tiene miedo a su secretaria— se burló, nuevamente, Emmett.
—Aun no entiendo por qué repeles tanto a las mujeres que parecen atraídas hacia ti Edward— negó Jasper, yo me encogí de hombros porque sinceramente tampoco lo sabía— Pero por mí no debes preocuparte, Emmett, yo sé bien quién será la futura señora Hale— dijo orgulloso de sí mismo el rubio.
— ¿Qué? Estás jugando Whitlock— le dije, me era imposible de creer que él siquiera tuviera novia, ahora mucho menos que ya tuviera prometida.
—Estoy hablando muy en serio, se llama Alice Brandon, he hecho algunos negocios con su padre— nos confesó finalmente.
— ¿La heredera Brandon? No te creo— le dijo escéptico Emmett, yo tampoco lo creía, la familia Brandon era muy conocida en el gremio industrial, pero nada los reconocía más que las dos gemas que tenían por hijas, Alice, la primogénita, y Cinthya, un poco más joven que ella.
—Está siendo fanfarrón, mejor vamos a comer, yo invito— les dije, para que pudiéramos salir de una vez por todas de la oficina.
— ¿Estás seguro de lo que has dicho? — me preguntó Jasper, en ese momento recordé con quien estaba.
—No, no puedes retractarte, has dicho que me invitas y ya no puedes decir nada— me atajó Emmett, me resigné, pero debía recordar ser más cuidadoso con lo que decía.
Salimos del edificio después de unas cuantas excusas por parte de Heidi para retenerme en la oficina, me estaba temiendo que tendría que despedirla.
Fuimos a un pequeño restaurante que estaba en el centro de Nueva York, vivir en esa gran ciudad a veces tenía sus ventajas.
Comimos relajados, los negocios caminaban sin problemas, seguramente pronto podría plantearme tomar unas vacaciones y visitar a una que otra "amiga".
Cuando estábamos terminando el celular de Jasper sonó, no el de trabajo, sino el personal, el que sólo amigos y familiares tenían.
—Hola, mamá— saludó afectuoso, sabía cuánto quería Jasper a su madre— Todo está bien, estoy comiendo con los chicos— le comentó, ella le dijo algo y después Jasper colocó el altavoz.
—Hola guapos— saludó como siempre tan afectuosa la madre de mi amigo, Lilith Hale.
—Lo de guapo lo dices por mí, ¿no es así Lilith? — preguntó Emmett, siempre confiando y agradable con ella, lo que hizo molestar a Jasper.
—Por supuesto, querido— dijo divertida— Le comentaba a Jasper que haré una fiesta por mi cumpleaños y deben venir, díganme que lo harán— prácticamente nos ordenó.
—Por supuesto, señora Hale, será un placer para nosotros— le contesté, pasar una temporada en Londres no me vendría nada mal.
—Magnifico, cuento con ustedes, quiero que todas las personas importantes estén conmigo en este cumpleaños— dijo más animada de lo normal.
— ¿Alguna razón en especial, señora Hale? — preguntó Emmett con un falso tono de celos.
—Quiero que todos conozcan a Fito, mi novio, y por todos también me refiero a tu hermana Jazzy— dijo exclusivamente a su hijo, pero esperen, había dicho ¿hermana?, ¿Jasper tenía una hermana?
— ¿Tienes una hermana? — exteriorizó Emmett mi pregunta.
—Sí, pero no te hagas ilusiones Emmett, ella es muy especial y nunca se fijaría en alguien como tú— dijo desdeñoso mi rubio amigo.
—Eso no lo sabes, si tiene los mismos gustos que tu madre seguro que sí— bromeó un poco más.
—Te lo advierto, mantente alejado de mi madre y de mi hermana, McCarthy— dijo con tono amenazante, nadie mejor que nosotros sabíamos de lo celoso que podía llegar a ser él.
—Bueno, siempre queda Alice— volvió al ataque mi amigo, provocando que la piel blanca de Jasper se volviera de un rojo escarlata.
— ¡NI TE ATREVAS! —le gritó a pleno pulmón, mostrando su cólera.
—Jasper, basta, Emmett sólo jugaba, estoy segura de que jamás se atrevería a seducir a tu hermana, aunque no estoy muy segura de ella, sabes que es toda una belleza— dijo su madre con un obvio orgullo.
Jasper bufó, pero no dijo nada más, su madre pronto terminó la llamada reiterando su invitación a su próxima fiesta de cumpleaños.
—Yo iré unos días antes para prepararlo todo en lo que ustedes dejan en orden sus empresas— nos dijo Jasper, ya más calmado y con el mismo animo de antes.
—Seguro, gracias hermano— le dijo Emmett, salimos un poco después del restaurante.
Emmett y yo nos despedimos de Jasper y subimos a mi hermoso y amado Volvo plateado, ese auto era lo más cercano que conocía al amor.
Conduje como a mí me gustaba, a bastante velocidad, y pronto llegamos al departamento que compartía con Emmett.
—Eddie, hoy te noté muy callado, ¿Está todo bien? — me preguntó mi amigo, una vez estuvimos con las pijamas puestas y cenando en la encimera de la cocina.
—En primera, no me llames Eddie, sabe que lo odio, y segunda, no lo sé, creo que lo que nos dijo Jasper esta tarde sobre la chica Brandon me descolocó un poco— Emmett adaptó su actitud de persona seria y responsable, la cual utilizaba únicamente cuando hacía negocios y cuando hablaba conmigo de ciertos temas, de alguna forma él se había convertido, por así decirlo, en mi hermano mayor.
— ¿Por qué lo dices? — me preguntó realmente preocupado.
—Pues, él parecía tan convencido, como si esa chica fuera de alguna forma su pareja ideal, su mujer perfecta— le dije por fin sacando todo lo que me había guardado por toda la tarde.
— ¿Crees que está mal? — me volvió a preguntar.
—No lo sé, es decir, sólo he visto ese tipo de determinación en unas personas— le dije pensando en los ojos brillosos y llenos de amor de aquellos seres.
—Esme y Carlisle— afirmó Emmett, sonriendo al pensar en mis padres.
—Así es, que Jasper lo tenga y yo no me hace sentir, bueno… celoso— reconocí al final.
— ¿Es por eso, Edward? — no entendí su pregunta.
— ¿Qué quieres decir?
—Que si es por eso por lo que no puedes acercarte a mujeres interesadas en ti, ¿Tienes miedo de que ninguna de ellas sea la mujer ideal para ti?
—Nunca lo había pensado de esa manera— concedí, finalmente.
—Yo creo que es eso, realmente ambos tienen problemas— dijo riendo y dejando de lado la seriedad nuevamente.
—Tú tampoco estás muy bien que digamos—le recordé, pensando en todas aquellas chicas con las que había salido y había jurado amarlas hasta la eternidad, eternidad la cual duraba sólo unos meses.
—Cometo errores como cualquier otro, no es nada grave, no es como si me hubiera comprometido con ninguna de ellas, pero sé que algún día me casaré, no será perfecto pero será con un amor de verdad, sin miedos como los tuyos y sin celos enfermizos como los de Jasper— me dijo con aires de superioridad.
—Oh, vete a la mierda Emmett— le dije entre divertido y molesto.
—Quizás debería hacerles una cita a ambos en un loquero, mañana mismo vamos— dijo decidido, frené sus ímpetus antes de que realmente lo hiciera, y para como conocía a mi amigo sabía que podría hacerlo.
—No necesito un loquero Emmett, contigo me basta y me sobra— le dije por fin relajándome un poco.
—Bien, pero si sigues con eso de alejar o alejarte de las mujeres voy a pensar que tu problema en realidad son tus preferencias y entonces tendré que mudarme con Jasper, sé que sería inevitable para ti enamorarte de mí— dijo alzando las cejas sugestivamente, sin duda Emmett era todo un caso, le enseñé mi dedo medio demostrando mi molestia por su comentario pero él sólo soltó una carcajada.
Continuamos conversando de cosas menos densas y cerca de la media noche se fue a dormir, yo me quedé un poco más, tomando una copa de Whisky, pensando seriamente en mi conversación con Emmett.
Quizás sí tenía miedo, miedo de que ninguna de aquellas mujeres fuera lo suficientemente buena, es decir, claro que había tenido citas y novias, pero nunca había tenido nada serio, prefería pensar en mis amantes como chicas que querían lo mismo que yo y no pensaban en ninguna complicación emocional, pero nada de eso me llenaba ni me satisfacía, yo esperaba, si no es que deseaba fervientemente poder tener algo como lo que tenían mis padres.
Carlisle y Esme se habían conocido en la preparatoria y desde entonces nunca habían dejado de ser Carlisle y Esme, siempre juntos, no podía concebir a uno sin el otro, parecían la pareja más perfecta que jamás hubiera existido, sin embargo, de su amor no había nacido la persona perfecta, por el contrario, yo me consideraba la persona más imperfecta que pudiera haber, era orgulloso, terco, egoísta, neurótico, vano y desconsiderado, aunque mi madre siempre me había dicho que tenía una opinión muy mala sobre mí mismo, no podía verme de otra manera, no porque fuera feo, debía añadir vanidoso y egocéntrico, era bastante atractivo, pero sentía que mi alma sí era fea.
Esto se debía a que nunca había conocido a alguien que me inspirara a cambiar, a querer darle lo mejor de mí y ser lo mejor posible sólo por esa persona, a eso tenía pánico, a decepcionarme, a sentirme herido y terminar peor de lo que ya estaba, finalmente yo no era perfecto, pero esperaba que una mujer perfecta me amará así, tal y como era.
Sintiéndome no mucho mejor conmigo mismo, me fui a la cama y traté de concentrarme en mis muy cercanas vacaciones, ese sería mi escape, unos cuantos días que pensaba aprovechar al máximo posible.
Hola guapuras hermosas, Ha pasado un largo tiempo pero aquí está como lo prometí, por el momento tengo pocos capítulos así que la publicación será un poco más lenta que la de "Manual del hombre perfecto" pero no por eso menos especial, espero que les agrade la historia, sé que hay muchas personitas que les encantó la historia y por ustedes es que traigo ahora ésta versión de Edward, de verdad déjenme saber qué les parece y si desean que continúe la historia o la deje, tengo otros dos proyectos que podría traer para ustedes pero si les gusta ésta la continuaré con todo mi corazón, (Es muy tarde ya pero espero hayan tenido una excelente navidad y año nuevo, les mando todo mi amor, ese que me han brindado en cada historia que he hecho, de verdad los adoro) Sin mas los dejo con la historia, besos de pescado hermosos, abrazos y todo mi amor, An.
