Capítulo 1
I never tried to be a hero
You took us from the stars to zero
Dolía. Tenía el corazón roto. Destrozado era la palabra que lo definía exactamente. Sin embargo, Marinette no podía dejar desbordar su tristeza, no podía permitirse el lujo de abandonarse a sus sentimientos negativos. Tenía que controlarlos. Respiro una vez, dos, a la tercera logró reprimir las lágrimas y salió del baño rumbo a sus clases. Como si nada hubiera pasado.
Entró al aula y saludó a sus compañeros con una sonrisa mientras se dirigía a su asiento. Nadie notó nada diferente en ella a excepción de una persona. Adrien Agreste supo inmediatamente que esa sonrisa era falsa, no iluminaba su rostro. Y, sintiéndose miserable, se hundió en su asiento sin atreverse a voltear y mirarla.
Si tan sólo ella no hubiera dicho nada esa mañana.
Todo había empezado como un día normal hasta la entrada del colegio. Después de algunos días de incertidumbre y dudas, Adrien había llegado a la conclusión de que su amor por su lady permanecía intacto en su corazón. A pesar del consejo de Kagami, no podía cambiar tan fácilmente su objetivo.
Llegó a las escaleras y, perdido en sus pensamientos, no alcanzó a escuchar el gritó de advertencia. Salida de alguna parte, Marinette había tropezado en su loca carrera por llegar a tiempo al colegio, arrollándolo a su paso. Los dos terminaron en el suelo, su cara tan cerca de la suya que alcanzaba a notar sus traviesas pecas mientras sentía su respiración desbocada y el cuerpo de su amiga sobre él.
Ambos se levantaron rápidamente mientras ella hablaba atropelladamente y se sonrojaba debido a la mortificación.
—Adrien, discúlpame, no te vi, y de repente estabas ahí y no te vi y entonces…—
—No te preocupes Marinette, no pasó nada, pero tú ¿estás bien? — ante todo un caballero, como siempre.
—Si, claro, no tan bien como tú… errrr… quiero decir, que todo está bien si tú estás bien, esteeee… Más bien, que me gustas y estás muy bien…—
Al darse cuenta de lo que había dicho, Marinette se tapó la boca sin creer lo que acababa de hacer. Adrien se estaba riendo alegremente de los disparates que decía su amiga, pero abrió los ojos con sorpresa al escuchar las últimas palabras.
—¿Marinette?— preguntó creyendo que no había escuchado bien.
En cualquier otro momento, ella hubiera corregido su error diciéndole un montón de tonterías para despistarlo. Pero no, en esta ocasión juntó las pocas agallas que sentía y volteó a mirarlo con determinación. Verlo con Kagami en la pista de hielo había sido un aviso de advertencia que seguía resonando en su cabeza sin ton ni son.
—Adrien… yo… me gustas, me gustas mucho, y yo… estoy enamorada de ti — le confesó finalmente sin poder sostener la mirada por más tiempo. Su rostro sonrojado se veía tan encantador y Adrien sintió un extraño calor en el pecho. Pero el recuerdo de un antifaz y unos ojos misteriosos cruzaron por su cabeza en una fugaz visión.
—¡Oh, Marinette!— una sensación de desánimo y tristeza resonaba en su voz —Me siento muy halagado y sería muy feliz si pudiera corresponderte pero… ya hay alguien en mi corazón.—
Marinette escuchaba mientras sentía como su corazón se encogía con cada palabra.
—Te aprecio mucho, eres mi mejor amiga y si ella no existiera sería muy feliz con tus palabras, pero… ella está ahí— continúo él sin saber realmente como salir de la incómoda situación. —Estoy enamorado de Ladybug— la confianza que le tenía a Marinette era tal que se sorprendió revelándole su mayor secreto. Bueno, uno de sus mayores secretos.
—Oh — fue lo único que atinó a decir Marinette ante las palabras del rubio. Después de lo que parecieron horas en medio de un incómodo silencio, ella recogió su mochila que había quedado en el suelo y le dio la espalda.
—Es difícil competir contra eso. Discúlpame Adrien y, por favor, olvida lo que dije—.
A Adrien le pareció que la voz de Marinette era un balde de agua fría en su corazón.
xxxxxxxxxx
El día transcurrió sin mayores inconvenientes con la única diferencia de que intentó concentrase en cualquier otra cosa que no fuera el dolor en su corazón. Tratando de distraerse mirando hacia cualquier parte que no fuera él. Algo difícil considerando que lo tenía enfrente todo el tiempo. El timbre de salida sonó como un piadoso salvador y, contrario a su costumbre de esperar a Alya para platicar, murmuró una rápida despedida a su amiga para salir rápidamente del salón.
A pesar de vivir tan cerca de la escuela el camino se le hizo eterno. Llegando a casa, después de saludar a sus padres se refugió en su cuarto y dio rienda suelta a las lágrimas que llevaba conteniendo todo el día mientras Tikki la abrazaba y murmuraba palabras de consuelo. Ella lo sabía mejor que nadie, no podía permitir que el dolor inundara su corazón y darle la oportunidad a Hawk Moth de akumatizarla. Ser Ladybug nunca había sido una carga tan pesada.
Decidió salir a su terraza a tratar de distraerse contemplando la ciudad. Después de algunos minutos ahí lo sintió llegar pero, debido a su estado de ánimo, trató de ignorarlo con la esperanza de que se marchara. Para su mala suerte no surtió efecto.
—¿Estás triste Princesa?—
—¿Qué haces aquí Chat? ¿Algún akuma suelto? — no había estado al pendiente de las alertas y creyó que podía haberse distraído de su obligación como super heroína. Aunque la verdad, no tenía mucho ánimo de usar su traje nuevamente.
—Esta vez no, pero pasaba por aquí y me pareció que alguien necesitaba algo de apoyo. ¿Estás bien?—. La voz de Chat sonaba realmente preocupada.
Marinette volteó a ver a su compañero, él también le profesaba un amor ciego a Ladybug. A ella siempre le había parecido un poco descabellada la idea de enamorarse de alguien a quien no conocía en absoluto. Recordó aquella vez cuando él le preguntó que pasaría si Adrien no existiera, en ese momento ella no concebía un mundo sin él; ahora sin embargo…
—Dime Chat, ¿en verdad amas a Ladybug tanto como se dice? —.
Chat Noir se sorprendió con la pregunta. Había ido a averiguar cómo estaba Marinette para tratar de apaciguar la culpa que sentía desde que había rechazado a su amiga. Jamás espero encontrarla tan triste y eso lo hizo sentir peor.
—Con todo el corazón—. Descubrió amargamente que no podía mentirle, ni como Adrien ni como Chat.
—No lo entiendo, no entiendo como puedes amar a alguien que no conoces— las palabras de Marinette eran duras —¿Cómo puedes sentir amor por ella? ¿Acaso ella siente lo mismo por ti? —
—Yo tampoco lo entiendo, supongo que así es el amor—.
Las lágrimas corrían por su rostro otra vez, las palabras de Chat sólo incrementaron la ira que se había mantenido llameando desde la mañana. Marinette abrió su trampilla. Quizás lo mejor sería que Ladybug no existiera más.
—Tal vez el amor sea maravilloso, pero a mí sólo me ha traído dolor— le dijo a Chat antes de meterse a su cuarto sin decir adiós.
xxxxxxxxxx
Esa noche Adrien no podía dormir. Las palabras de su amiga resonando en su cabeza daban vueltas sin parar. ¿Cómo la miraría al otro día? ¿Podría volver a hablar con ella como lo hacía antes? Ella había sido su primera amiga, ella siempre estaba dándole ánimo, incluso lo había aconsejado cuando invitó a Kagami a salir. ¡Hasta lo había acompañado a la cita! Y resulta que estaba enamorada de él. La había herido tanto sin saberlo…
Un ruido llamó su atención, se levantó para averiguar qué pasaba y se quedó sin palabras. Nunca se imaginó verla ahí.
—¡Ladybug! ¿Qué haces aquí? ¿Pasa algo? —
Pero antes de poder decir nada más ella se acercó y lo besó. Cerrando los ojos, sin poder pensar en nada más, se dejó llevar.
Adrien había soñado con ese momento desde el primer día que la conoció, añadiendo más detalles poco a poco hasta llegar a construir una hermosa fantasía que incluía una isla, muchas frutas y un hámster como mascota. Y seguramente todo hubiera sido perfecto como en sus sueños si no fuera por un detalle: no era un beso lleno de amor y ternura como siempre lo había imaginado, ella lo besaba con furia; no había dulzura, sólo había dolor.
—¿La-ladybug´…? — Intentó decir algo, pero ella no lo permitió.
— ¡Silencio! No puedes decir nada, ¡tú no puedes decir nada! — parecía estar al borde del llanto. Siguió besándolo como si no hubiera mañana, tomando todo de él, pero sin dejar nada. Después de un tiempo interminable se alejó, marchándose sin mirar atrás ni decir una sola palabra.
Adrien se quedó congelado en su sitio mientras Plagg salía de su escondite con los ojos abiertos como platos. Ninguno de los dos tenía palabras ante lo que había pasado. Después de un instante de miradas llenas de dudas, se encontró a sí mismo vistiendo su traje negro y saliendo en busca de respuestas. Sabía que Ladybug conocía a Marinette, ¿sería su amiga? ¿Le habría contado algo? Y lo más importante ¿qué rayos había pasado?
Después de un rato buscándola sin suerte por medio París, ya iba a emprender el camino de regreso a casa cuando la encontró sentada en un tejado con una hermosa vista al Sena. Se acercó tratando de pasar desapercibido, pero ella siempre sabía cuando él estaba cerca, ni siquiera volteó a mirarlo.
—Hola Chat— su voz sonaba apagada.
—¡Mi Lady!— Trató de sonar casual a pesar de que por dentro era un manojo de nervios—Te vi saliendo de la mansión Agreste, ¿pasa algo?—.
Ladybug se tensó de inmediato, definitivamente no tenía previsto que Chat la viera salir de ahí. Suspiró con todo el desánimo que se había instalado en ella. Pensó que, tal vez, si dejaba salir las palabras que estaba guardando en la boca del estómago desde la mañana todo estaría mejor.
—Chat, ¿recuerdas cuando te conté que había alguien más? —
Él asintió tragando duro, expectante de cada palabra que salía de su boca.
—Era él… Adrien Agreste… era él… yo lo amaba. — Dijo en un susurro tan bajo que, si sus sentidos no fueran potenciados al máximo debido al poder de su traje, seguramente no la hubiera escuchado.
Por un instante Chat sintió que el cielo se abría para él. ¡Era él! ¡Ladybug estaba enamorada de él! Todo este tiempo se había sentido celoso ¡de sí mismo! La ironía era tal, que casi se suelta a reír a carcajadas hasta que algo hizo clic en su cabeza. ¿Ella dijo amaba?
—¿Y… ya no lo amas?—
—Lo odio— dijo ella con la voz helada y, lanzando su yoyo, se alejó de ahí.
*******
Nota de la autora.
Hola! Les presento la segunda historia que publico, todo un logro para mi.
Es una pequeña historia que lleva dando vueltas en mi cabeza desde hace unos días. Calculo que serán 3 capítulos y ya escribí 2 así que terminaremos pronto.
Generalmente escribo bajo el influjo de la música, las canciones son las que inspiran las escenas y me gusta poner pequeños fragmentos al inicio de los capítulos que, según yo, tienen que ver con lo que está pasando. Esta ocasión me la he pasado escuchando a LP y el fragmento en turno pertenece a la maravillosa Other people.
¿Me pregunto si alguien entiende la reacción de Marinette?
Gracias por leer!
