Disclaimer: Nada es mío, todo es de Jotaká.

Cari, gracias por el beteo, eres un sol.

Esto va dedicado a Maite, que si no fuera por ella jamás me habría imaginado a Sirius y a James como algo más que amigos y hermanos. xD Espero que lo disfrutes.


No supo por qué, pero en un momento indeterminado llegó a la conclusión de que lo mejor que podía hacer era darse una ducha fría para dejar de pensar estupideces. Vale, que siempre fue capaz de ver sexo hasta en lo más inocente, pero habían cosas que salían de todo límite y pensar en uno de sus mejores amigos, en su hermano de ésa manera, era definitivamente cruzar todos los límites establecidos en el universo.

El agua relajaba sus músculos y evitaba que le diera vueltas a la imagen de James vestido sólo con el pantalón del pijama y rascándose el estómago mientras murmuraba con la voz ronca por el sueño si alguien había visto su camisa. Sí, no era la primera vez que lo veía así, pero quizás la culpa la tuviese el puto sueño que había tenido y por el cual despertó totalmente empalmado.

Sirius, es James, ¡James! Tu hermano, tu mejor amigo, un condenado y jodido heterosexual de mierda que está enamorado de Evans… ¡Y tú también eres heterosexual, por todos los magos! Eso era lo que se repetía una y otra vez mientras su cabeza descansaba en la pared de la ducha. Era James, con esa sonrisa que destilaba travesuras y ése corazón que debía ser enmarcado para que las generaciones futuras pudiesen conocerlo; James, su amigo, aquél que cuando supo su apellido hizo caso omiso a todo lo que se decía de éste. JamesJamesJamesJames…

La ducha no estaba funcionando, por lo que cerró el grifo y desechó la idea de hacerse una paja rápida para bajarse la calentura; no quería imaginar qué cosas pasarían por su mente mientras sus manos se deslizaban de arriba a abajo. Envolvió sus caderas con una toalla y respiró profundo. Sabía que pronto alguno de sus amigos reclamaría el baño, pero nunca pensó que el culpable de su estado se colara en el lugar así como así.

Se miraron fijamente por un par de segundos y James sonrió mientras se llevaba las manos a la nuca en ese gesto tan típico suyo. Él, por supuesto, se quedó allí, inmóvil, aguantando la respiración y prometiéndole a Merlín que dejaría de insultar a su madre mentalmente si lo sacaba de ésa maldita situación lo antes posible. Pero, al parecer, el mago estaba ocupado en otros asuntos, ya que ignoró sus ruegos de manera deliberada.

James comenzó a sacarse la ropa y Sirius maldijo su suerte, la cual definitivamente estaba jodida por llevar el apellido Black sobre sus hombros. ¿Por qué mierda le pasaban esas cosas a él? En el último tiempo no le había hecho tantas bromas a Slytherin en general ni a Snape en particular, como para que el universo se lo jodiera de esa manera.

—¿James?

El aludido lo miró y se detuvo justo antes de bajarse los pantalones.

—Dime.

No era la primera vez que lanzaba improperios mentales contra James Potter, pero sí fue la primera vez que los pensó con verdaderas intenciones.

—Jimmy, siempre supe que me tenías ganas, pero ¿tienes que ser tan evidente al extremo de querer ver cómo me visto?

James rió y, para desgracia de Sirius, se acercó a él. Todavía tenía las manos en la cinturilla de los pantalones y una puta sonrisa que no presagiaba nada bueno. Deseó golpearse la cabeza, abrazar a su madre, besar a Snap… No, definitivamente no deseaba eso, por muy malas que fueran las cosas, jamás lo desearía.

—Canuto, lo descubriste, siempre he deseado mirarte en cueros.

Sirius pensó seriamente en suicidarse solamente para ir a patear el culo de ese Dios muggle al que se le atribuía la creación del universo. ¡Jodido enfermo de mierda! Llevó una de sus manos hasta el nudo de la toalla y salió con paso presuroso del lugar. No, no, no, no, no… Sirius, siempre has estado en contra del incesto ¡y James es tu jodido hermano!. Se vistió más rápido que en toda su vida y, sin importarle nada más, salió de la habitación rumbo a una de las torres. Le importaba una mierda si eran las diez de la mañana o si se perdía las clases del día, necesitaba fumar y lo necesitaba en ése instante o terminaría loco o, peor aún, haciendo algo de lo que después se arrepentiría.


¿Críticas? ¿Galletas? ¿Tomatazos? Todo será bienvenido.