Disclaimer: nada de lo que podáis reconocer me pertenece, todo es propiedad de J. K. Rowling. Escribo fics sin ánimos de lucro.
N/A: ¡Hola, de nuevo! Aquí empiezo una nueva serie de drabbles. Esta vez me estoy inspirando en los cromos de las ranas de chocolate o, mejor dicho, en las personas que aparecen en esos cromos. Seguramente sea una idea tonta y aburrida pero me vino a la cabeza y no he podido quitarme la idea. Así que lo voy a hacer :D Son 101 cromos ergo este fic constará (con un poco de suerte) con 101 capítulos.
Espero que lo disfrutéis.
"Merlín"
Merlín está emocionado.
Sabe que está cerca. Está a un paso de distancia de lo que quiere conseguir. Siente como si tuviera hormigas bajo la piel y su corazón late acelerado. Sin embargo, sus manos no tiemblan mientras coloca el pelo de unicornio a un lado de la madera.
Coloca la mitad de la varita sobre el suelo, junto a su otra parte. Un círculo rodea a las dos mitades y runas crean palabras ilegibles para quien no las haya estudiado. Lo ha preparado todo al detalle pero repasa los ingredientes minuciosamente en su mente.
El círculo, las runas (todo dibujado con cuarzo ahumado), el pelo de unicornio, la madera de abedul...Está todo, sólo falta la electricidad del rayo. Ha estado trabajando en el encantamiento durante años, casi tantos como en la fórmula necesaria para crear un catalizador de la magia.
Merlín junta las palmas de las manos y deja que las palabras se deslicen por su boca.
—Shanti Silva Fasto Verum—susurra.
Se produce una luz cegadora y, cuando todo se despeja, Merlín mira el resultado de sus investigaciones. Toma con cuidado la madera, milagrosamente unida, y la desliza entre sus dedos.
—Aguamenti—prueba uno de los encantamientos más sencillos de todos los que ha creado y ríe histéricamente cuando funciona.
Ha creado la primera varita de la historia.
Muchas gracias por leer :)
