Era una noche como otra cualquiera en Elm Street, al menos eso pensaba Freddy, quien se encontraba afiliando sus garras para la noche siguiente antes de irse a dormir, me explico, Freddy es un demonio nocturno, sus poderes en el mundo de los sueños son más débiles durante el día, por lo que el prefería descansar mientras los demás trabajaban y viceversa.
Freddy, exhausto y aburrido, hizo aparecer una cama simple, de sábanas blancas y una mullida almohada.
No fue hasta unas horas más tarde cuando Freddy se despertó repentinamente, debido a que, algo, algo grande y feroz que emitía gruñidos se encontraba al lado de su cama, sin embargo él no podía verlo porque se encontraba mirando hacia la pared, pero podía sentirlo; podía sentir su húmeda y fría respiración chocar en su nuca, sentía que algo, pasaba su larga y viscosa lengua lamer su cuello, y Freddy, pese a ser un demonio feroz y sanguinario, por primera vez en su vida sentía miedo, tenía miedo de aquello que le lamia el cuello, tenía miedo de lo que estaba chocando su aliento contra su mejilla; tenía miedo del ser que había posicionado sus dos patas delanteras al lado de su espalda, notando dos garras, debido a la textura del colchón y al ruido que producía el monstruo Freddy pudo deducir dos cosas.
La primera, que andaba a cuatro patas, y que, gracias al colchón y el ruido del suelo, supuso que sus patas delanteras eran garras, y las traseras, debido al ruido que hicieron cuando el monstruo se subió a la cama eran pezuñas, como las del mismísimo demonio, sin embargo no podía comprender como aquel ser se había metido en el mundo de los sueños; si era un ser terrenal era obvio que dormía, pues los mortales sienten cansancio y duermen, y, al mismo tiempo, sueñ si era un ser sobrenatural como él, desconocía quien era, solo él podía meterse en el mundo de los sueños, pero esa cosa había entrado, y él ni siquiera se había dado cuenta, algo extraño ya que el piso incluso percibir las entradas de Jason al mundo de los sueños durante su combate, pero ¿Por qué no con esto? Con aquello que ahora se había subido a cuatro patas encima de él, provocando que Fred cerrara los ojos notando el hocico de aquella cosa en su mejilla.
La segunda, es que aquella cosa, le susurró al oído diciendo-se que estás despierto...- con una voz aguda, la de una mujer, él le cálculo de unos 17 años más o menos, pero, esa voz,... La conocía,...No, era imposible, ella estaba muerta, él mismo la asesinó, no podía tener el suficiente poder para entrar así en su mundo, ni ese físico, ni aún con toda la magia negra del mundo.
Su instinto le decía que se quedase quieto, pero el tenía que verla, tenía que asegurarse de que lo que estaba pensando era mentira,.Con miedo, se giró lentamente, cual es su sorpresa, que cuando estuvo cara a cara con esa bestia, reconoció el rostro de Nancy Thompson,el cual está bastante poseía dos garras gigantes similares a las de las águilas en lugar de brazos, unas patas de cabra en lugar de piernas, pero lo más macabro, lo más tenebroso, lo que hizo que Krueger pegara un brinco en su cama arrodillado y con la espalda pegada a la pared fue el rostro de Nancy; desfigurado, pútrido, lleno de ronchas de carne mohosa, con los dientes casi negros; sus ojos, ahora estaban vacíos, y sus cuencas negras derramaban pequeñas gotas de sangre y con el pelo enmarañado, sus brazos ahora, eran huesudos, largos, recubiertos de una piel pálida que parecía agrietada como una muñeca de porcelana rota.
Él no necesito más, supo que Nancy había vuelto para vengarse y antes de sumergirse en una mar de oscuridad, pudo escuchar a Nancy decirle.- ¿Te acuerdas de mí?
Freddy, exhausto y aburrido, hizo aparecer una cama simple, de sábanas blancas y una mullida almohada.
No fue hasta unas horas más tarde cuando Freddy se despertó repentinamente, debido a que, algo, algo grande y feroz que emitía gruñidos se encontraba al lado de su cama, sin embargo él no podía verlo porque se encontraba mirando hacia la pared, pero podía sentirlo; podía sentir su húmeda y fría respiración chocar en su nuca, sentía que algo, pasaba su larga y viscosa lengua lamer su cuello, y Freddy, pese a ser un demonio feroz y sanguinario, por primera vez en su vida sentía miedo, tenía miedo de aquello que le lamia el cuello, tenía miedo de lo que estaba chocando su aliento contra su mejilla; tenía miedo del ser que había posicionado sus dos patas delanteras al lado de su espalda, notando dos garras, debido a la textura del colchón y al ruido que producía el monstruo Freddy pudo deducir dos cosas.
La primera, que andaba a cuatro patas, y que, gracias al colchón y el ruido del suelo, supuso que sus patas delanteras eran garras, y las traseras, debido al ruido que hicieron cuando el monstruo se subió a la cama eran pezuñas, como las del mismísimo demonio, sin embargo no podía comprender como aquel ser se había metido en el mundo de los sueños; si era un ser terrenal era obvio que dormía, pues los mortales sienten cansancio y duermen, y, al mismo tiempo, sueñ si era un ser sobrenatural como él, desconocía quien era, solo él podía meterse en el mundo de los sueños, pero esa cosa había entrado, y él ni siquiera se había dado cuenta, algo extraño ya que el piso incluso percibir las entradas de Jason al mundo de los sueños durante su combate, pero ¿Por qué no con esto? Con aquello que ahora se había subido a cuatro patas encima de él, provocando que Fred cerrara los ojos notando el hocico de aquella cosa en su mejilla.
La segunda, es que aquella cosa, le susurró al oído diciendo-se que estás despierto...- con una voz aguda, la de una mujer, él le cálculo de unos 17 años más o menos, pero, esa voz,... La conocía,...No, era imposible, ella estaba muerta, él mismo la asesinó, no podía tener el suficiente poder para entrar así en su mundo, ni ese físico, ni aún con toda la magia negra del mundo.
Su instinto le decía que se quedase quieto, pero el tenía que verla, tenía que asegurarse de que lo que estaba pensando era mentira,.Con miedo, se giró lentamente, cual es su sorpresa, que cuando estuvo cara a cara con esa bestia, reconoció el rostro de Nancy Thompson,el cual está bastante poseía dos garras gigantes similares a las de las águilas en lugar de brazos, unas patas de cabra en lugar de piernas, pero lo más macabro, lo más tenebroso, lo que hizo que Krueger pegara un brinco en su cama arrodillado y con la espalda pegada a la pared fue el rostro de Nancy; desfigurado, pútrido, lleno de ronchas de carne mohosa, con los dientes casi negros; sus ojos, ahora estaban vacíos, y sus cuencas negras derramaban pequeñas gotas de sangre y con el pelo enmarañado, sus brazos ahora, eran huesudos, largos, recubiertos de una piel pálida que parecía agrietada como una muñeca de porcelana rota.
Él no necesito más, supo que Nancy había vuelto para vengarse y antes de sumergirse en una mar de oscuridad, pudo escuchar a Nancy decirle.- ¿Te acuerdas de mí?
