Hermosa

Korra observaba todo atentamente, cada persona en la fiesta, los que se acercaban a saludar, los que la miraban por curiosidad. Eso nunca pararía, ella es el avatar, siempre habrá alguien con curiosidad hacia ella. Pero eso no era lo que más llamaba su atención, su constante vigilancia era hacia una persona en específico y todo el que se acercara a ella.

"Es hermosa" pensó. "Demasiado hermosa".

Este hecho no era un problema siempre que fuera ella quien observara esa belleza, pero cuando otras persona se sentían atraídos por ella comenzaba esa horrible sensación.

"Celos" suspiró.

No podía culparlos de un todo, todo en ella te tentaba a acercarte. Sus deslumbrantes ojos, sus delicados labios teñidos de un provocativo rojo, su cara angelical y que denotaba peligro a la vez, su precioso cabello color azabache. Pero si solo fuera eso, Korra dirigió la mirada al vestido de gala que llevaba Asami esa noche, un vestido rojo ceñido al cuerpo. No mostraba en exceso pero tampoco dejaba mucho a la imaginación. Se notaban sus hermosas curvas, cada parte quedaba resaltada, le quedaba perfecto.

Aun así no perdonaba las miradas indiscretas de los hombres que se acercaban a ella, quería golpearlos, tal vez solo noquearlos hasta que la dichosa fiesta acabará. Varias miradas fulminantes alejaban a la mayoría, solo unos pocos valientes se acercaban. Es demasiado posesiva, ella lo sabía, pero cuando amas a alguien no se puede evitar, querer cuidar a esa persona con tu vida. Eso no es malo ¿o sí?

Asami empezaba a notar pequeños gestos que hacia la joven avatar, a veces de enfado, otras veces como si se perdiera en sus pensamientos. Eso le preocupaba un poco, rara vez se veía a la chica tan espontánea tan sumergida en su cabeza. Decidió acercarse a ella, al fin y al cabo ella la ama, cualquier preocupación que tuviera la compartirían.

Korra, amor, ¿sucede algo? – pregunta la chica de cabello negro mirándola a los ojos.

Korra estaba tan metida en sus pensamientos que no notó la cercanía de la otra joven, le sonrío, al menos logró escuchar la pregunta que esta le hizo. Tenerla a su lado hacia que desapareciera cualquier sensación incómoda de ella, era un tranquilizante para ella, es lo mejor que le pueda pasar.

Solo pensaba en lo hermosa que eras – la miró a los ojos y le tomo la mano. Esa chica podía volverla loca de celos, pero todo valía para tenerla a su lado. Porque se aman y ese sentimiento puede ganarle cualquier otro.