Bueno antes que nada quiero decirles como luce el OC para que tengan una buena idea de ella.
Okita Kazumi es de cabello largo y de color naranja con ojos color ámbar. Mide 1.78 m y su carácter es muy fuerte. Su deporte favorito es el baloncesto y la única persona que hacerla entrar en razón a veces es su mejor amiga, Yuuki Mei.
Descargo de responsabilidad: Los personajes son invención y obra maestra de Tadatoshi Fujimaki. Yo en realidad no poseo nada, jaja.
Capítulo 1: Un desafortunado encuentro.
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Okita Kazumi. Jugadora de baloncesto desde que tiene 9 años. Siempre ha jugado en la posición de escolta. Siempre ha querido ser titular de algún equipo.
Era lunes, día en donde Kazumi entraría por primera vez a la preparatoria. El instituto Shutoku. Lugar en donde su hermano mayor se graduó. Allí en donde sus amigos más cercanos estudian. Escuela de la cual su padre es director.
Pero ella no sentía emoción. Estaba irritada. Y todo porque no pudo traer su objeto afortunado ya que se despertó tarde.
―Kazu-chan, deberías dejar de poner esa cara ―le dijo su mejor amiga. Yuuki Mei. Ambas caminaban juntas hacia la escuela.
―No tengo otra cara, Mei-chan. Además, oha-asa dijo que hoy tendría un encuentro poco agradable ― dijo la pelinaranja.
―Bueno si, pero también dijo, y si mal no escuché, que ese encuentro desafortunado será el más afortunado más adelante.
―Mei-chan, entiende que si no consigo el objeto afortunado, no tengo posibilidad de…. ―ella fue interrumpida por un chico. Un muchacho que ella considera molesto a veces.
―¡Kazu-chan! ―la llamó Rentaro Kouko. ―Es bueno que por fin te tengamos en shutoku.
―Si, como sea ―ella dijo con indiferencia.
―¿Cuál es el problema? ―él le preguntó a Mei.
―Está un poco molesta porque no puedo…
―¡No estoy molesta! es solo que me sentiría mucho más segura si hubiera traído la cinta adhesiva conmigo. Después de todo, no es nada fuera de lo común ―murmuró. ¿Saben qué? olvídenlo.
―¿Y por qué no tomas una prestada de alguna parte? cintas hay en cualquier lado ―Rentaro sugirió.
―Tiene que ser de color azul ―informó Mei.
―¡Ya dije que se olviden de eso!
―Bueno, tus problemas solo tienes que dejármelos a mí ―dijo Rentaro. Kazumi resopló y rodó los ojos.
Poco sabía ella que habría alguien que compartiera su mismo "gusto" por escuchar el horóscopo de oha-asa. Y que esta persona asistiría a la misma escuela.
Midorima Shintarou. Antiguo titular en el equipo de baloncesto de la secundaria Teiko. El equipo más fuerte.
Miembro de la generación de milagros.
―¡Oye, Midorima Shintarou! ―el peliverde se dio la vuelta para encontrarse con un chico de cabello negro. ―Soy Takao Kazunari. Vas a entrar al club de baloncesto, ¿Verdad? yo también. Es un placer.
―¿Cómo sabes mi nombre?
Takao rio antes de responder. ―Hay pocos jugadores de baloncesto que no te conozcan ―luego su vista bajó a la mano del muchacho más alto. ―¿Qué es eso?
―El articulo afortunado que oha-san recomendó para hoy. Cinta adhesiva ―respondió con calma.
El pelinegro volvió a reír. ―¿Qué demonios es eso?
―¿Qué te hace tanta gracia?
―Hombre, es gracioso. ¿Tu artículo afortunado es cinta adhesiva? y quería decírtelo antes pero ¿a qué viene eso que dices al final de cada frase?
Midorima frunció el ceño. El chico, a su manera de ver, era realmente molesto. Superficial y molesto. Y lo peor de todo el asunto, es que no lo dejó tranquilo en lo absoluto. Y se fue hablando y hablando de temas que podrían importarle menos. Se estaba empezando a preguntar si tenía algún botón de apagado o lo que fuera para conseguir que se callara.
Solo tuvo un momento de paz, y fue cuando ingresó al baño. Él solo se descuidó dos segundo. Dos segundos que le costaron el robo de su cinta adhesiva. Takao sin duda era un ser que le causaba cólera.
―¿Qué te pasa, Shin-chan? parece que tuvieras diarrea ―ignorando el estúpido apodo que le había puesto el muchacho, lo miró como si quisiera matarlo.
―Takao, esto no es gracioso. Devuélveme la cinta adhesiva.
―Ehhh, sé que hubiera sido un grandioso chiste pero yo no la tengo.
No había motivos para desconfiar de lo que le decía el chico. Su mirada reflejaba que estaba diciéndole la verdad. Eso solo significaba….
No, esto no podía estarle pasando a él.
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A la hora del almuerzo, Kazumi subió a la azotea porque así se lo había pedido Rentaro. Sinceramente, era irritante para ella el tener que hacer eso, pero nunca se aguantaría el discurso de Mei si no iba.
―Y bien, ¿para qué me quieres? -le preguntó impaciente.
―Sabes que te dije que me dejaras todo este tema del articulo afortunado a mí, ¿cierto?
La pelinaranja frunció un poco el ceño. ―¿A qué te refieres?
―Bueno, te traje esto ―Rentaro sacó de su mochila una cinta adhesiva de color azul.
―¿De dónde la sacaste? ―preguntó Kazumi sorprendida.
―Yo sé que a ti estas cosas te importan mucho. Así que me di la tarea de averiguar eso de oha-asa. Esto es para que sepas que cuando uno quiere algo de verdad, lo consigue.
―Gracias, Rentaro. ―la chica le dijo y le estiró la mano para un apretón. No era lo que el Rentaro esperaba, pero por algo se debía empezar. Y más si se trataba de Okita Kazumi.
Al entrar a su salón de clase, Mei la inundó con un sinfín de preguntas. Si bien no era un secreto para nadie que Rentaro gustaba de ella, no quería darle falsas esperanzas ni nada por el estilo. A su manera de ver, y como ya lo había dicho antes, él era a veces molesto.
―Por cierto, Kazu-chan, ¿ya sabes a que club te unirás? ―preguntó la pelinegra.
―Baloncesto ―dijo simplemente.
―¡Genial! ¡Yo también! Kiyoshi-kun y Yuuya-kun están en el equipo masculino. Será bueno el estar unidos como cuando éramos niños.
Kazumi se encogió de hombros. ―Supongo.
―Y ya no hay nada que temer porque ya tienes tu cosa afortunada esa ―Mei señaló el pequeño objeto de color azul.
En ese momento, al salón entraron dos chicos. Uno de cabello verde (con un aura depresiva) y otro de cabello negro. Takao, que a sus ojos nada se les escapa, se percató del objeto robado que él suponía, era de Midorima. Bueno, tenía que serlo. No hay muchos fenómenos que traigan eso en su mano.
―Oye, Shin-chan, ¿lo que está sosteniendo esa chica no es tu cinta adhesiva? ―Takao señaló a una pelinaranja.
El aludido miró al lugar señalado. Y efectivamente, eso era de él. Midorima se acercó a las dos chicas y sin decir una palabra, tomó lo que le pertenece.
―¿Qué estás haciendo? ―Kazumi le preguntó enojada.
―Tomo lo que es mío ―Midorima respondió, acomodándose los lentes.
―¡Eso no es tuyo! ―la chica le arrebató el objeto. ―Y no lo vuelvas a tocar si no quieres meterte en problemas.
―No voy a tener ningún problema porque esto es de mi propiedad ―el peliverde repitió la acción de la chica. ―Me lo robaron hace una hora.
―Bueno, creo que se te zafó un tornillo porque esto es mío ―Kazumi no era una chica que se caracterice por tener paciencia.
―Si te digo que esto es mío, es porque lo es ―no, él no estaba de humor para tratar con niñas histéricas. ―Necesito tener eso para que mi suerte funcione.
―Oh, mira qué casualidad. Yo también la necesito. Escucha, como un consejo te digo que si no quieres tener verdaderos problemas, no te metas conmigo, ¿entiendes?
Midorima frunció el ceño. ¿Eso acaso era una amenaza?
―¿Ella es una chica importante? ―Takao le preguntó a Mei, que estaba viendo la discusión.
―Es la hija del director.
―¿¡Ella que!? ―Takao rápidamente paró a Midorima. ―Shin-chan, ya compramos otra cinta adhesiva ¿no? ¿Qué te parece si la dejas en paz?
―¿De qué hablas, Takao? no hemos comprado nada. Además, no está bien robar a las personas.
―¿¡Robar!? ¿¡Me estás diciendo que soy una ladrona!? ¡Eres un maldito cuatro ojos! ¡Por mi puedes pudrirte en el jodido infierno! ―Y entonces Kazumi le dio un puñetazo en el abdomen a Midorima. Un puñetazo muy fuerte.
―¡Kazu-chan!
―¡Shin-chan!
Este era sin duda el encuentro desafortunado que oha-asa advirtió. A veces el peliverde se sorprende de lo atinado que resulta ser el horóscopo. Por esa misma razón, lo sigue sin ninguna queja.
Para el resto del día, Kazumi estaba muy enojada con todo y con todos.
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Mei se acercó a la tabla en donde se publican los anuncios para los clubes, y efectivamente, allí estaba el del club de baloncesto. Lo que la desconcertó fue que no decía "femenino" por ninguna parte. Y al parecer Kazumi tampoco sabía por qué.
―¿No deberíamos preguntarle a tu papá? ―sugirió Mei.
―No. Él debe estar ocupado en este momento.
―¿Y si le preguntamos al entrenador del equipo masculino? creo que ahora están en el gimnasio.
―Es una buena idea.
Entonces las dos chicas esperaron a que la práctica y el proceso de selección acabaran para ir al gimnasio. Allí, encontraron al anciano entrenador.
―Disculpe, entrenador ―lo llamó Mei.
―¿En que las puedo ayudar, señoritas?
―Queremos saber por qué no han convocado miembros para el club de baloncesto femenino ―Kazumi le dijo sin rodeos.
―Porque no tenemos un equipo femenino ―respondió el anciano con calma.
―¿¡Qué!? ―las dos chicas reaccionaron bruscamente.
―¿Cómo que no tiene un equipo femenino? Shutoku es una escuela bastante vieja por lo que no entiendo ―la pelinaranja dijo un poco alterada.
―Hace dos años hubo una chica que quiso crear el equipo femenino pero solo se unieron tres chicas. Por lo tanto, el club no fue formado.
―¿Y si nosotras queremos crear un equipo? ―preguntó Mei.
―Primero deben llenar la solicitud, encontrar un entrenador, y finalmente lograr que por lo menos haya cinco miembros, que es el número de jugadores. ―explicó el entrenador.
―Entiendo. Muchas gracias por su tiempo ―dijo Kazumi. Ambas chicas se inclinaron y se fueron.
―¿Qué piensas hacer? ―Mei le preguntó a su amiga cuando iban de regreso a casa.
―¿No es obvio? vamos a crear el club de baloncesto femenino de Shutoku ―respondió la pelinaranja con resolución.
Mei le sonrió a su amiga. Definitivamente estos tres años en shutoku iban a ser increíbles.
¿Y que les pareció? ¿Merezco reviews? una vez leí por ahí que los reviews son amor... ¡Y yo quiero ser amada!
Esta historia es un spin-off de la historia original, que viene siendo de Kiryhara. Fue ella quien ideó a todos los locos personajes (los OC) que van a aparecer más adelante. Por eso dije que absolutamente nada me pertenece XD. Los invito a leer sus historias si quieren hacerse spoiler jaja! y si ya las leyeron y están aquí por puro destino pues entonces... ¡Bienvenidos!
Quiero decirles entonces que mi trabajo es hacer las historias de Midorima y Akashi jaja!
Ahora, quiero agradecerles a Keaty Marron y a Kiryhara por haberme ayudado y por ser mis asesoras =)
Realmente esperamos terminar estas historias y que al final, todo se conecte y tenga su sentido.
¡Muchos besos para todos! ^3^
