ok aqui vamos!este es mi primer fic, por lo tanto les advierto que no es sorpresa que sea un dasastre como yo T_T
aun asi, por favor dejen review! y opiniones :S
Chapter 1
Era un día lluvioso. Las gruesas gotas de agua caían como pesadas piedras del oscuro cielo, descargando toda su furia contra la tierra. No había nadie en las ahora desiertas calles, y muy pocos vehículos eran vistos. La mayoría de las tiendas y restaurantes estaban cerrados dado al increíble clima, cosa que casi nunca sucedía en su país. Todas las familias se refugiaban en sus hogares dado que tanto los colegios como las universidades dieron por suspendidas las clases. Las calles parecían sencillamente muertas.
Siempre había llovido en su casa, pero hace mucho que no llovía de esta manera. Mirando por la ventana de su casa al macabro espectáculo natural, se perdió una vez más en esos lazos que lo llenaban de aquel oscuro sentimiento, más oscuro y frio que la tristeza, el cual ni siquiera después de dos siglos parecía abandonarlo, sino más bien por el contrario. Un pequeño vehículo que se detuvo en frente de la entrada de su edificio lo saco de sus pensamientos y lo devolvió a la tierra. Un hombre vestido con un largo abrigo y sombrero negros salió corriendo del auto en dirección a la puerta.
Se preguntó quién querría hablar con su jefe en estos precisos momentos, pero que sea quien sea, parecía tener algo extremadamente importante que hacer con él como para venir a su oficina en estos momentos.
Bajando las escaleras hacia la sala principal para ver quién era el hombre que había llegado, escuchó una voz familiar que discutía con su secretaria:
-Lo siento mucho señor, pero el Primer Ministro no puede atenderle en estos momentos, tiene que pedir una cita por adelantado.
-Pero señorita, usted no entiende, yo no busco hablar con el señor Primer Ministro! Yo necesito hablar con...
-Mr. Brown?-lo interrumpió el joven que ya había bajado las escaleras y se encontraba observando sorprendido al hombre que tenía adelante.- Es un gusto verlo, pero que lo trae por aquí en estos difíciles tiempos?
-Mi señor! Qué bueno que lo encuentro! Necesito hablar con usted… es muy importante.
El joven se quedó mirando perplejo al hombre que estaba parado enfrente de él; su expresión no podía ser más aterrada y estaba temblando ligeramente.
-Pase a mi oficina Mr. Brown- dijo el joven calmadamente mostrándole el camino.
El hombre lo siguió a paso acelerado, entrando por la puerta que le mostraba el joven y quitándose el sombrero, dejando así al descubierto una tupida melena negra, y unas gruesas cejas.
El joven le indico que se sentara en la silla de una pequeña mesa redonda al lado de la ventana, mientras que le servía una taza de té negro, el cual había preparado unos momentos antes de la llegada del hombre.
-Es usted muy amable señor- dijo el hombre recibiendo con manos temblorosas la taza de té de porcelana.
-No es nada mi querido amigo- dijo el joven sentándose en la silla enfrente de su invitado e invitándole un plato con dulces- A que debo su sorpresiva visita esta vez?
El hombre le dio un sorbo a su cálido té y miró fijamente al joven.
-Mi señor… esto es terrible… no se ni por dónde empezar… estaba tan preocupado… usted tenía que ser el primero en saberlo… todo esto tiene que ver con usted señor… intente buscar una solución… algo que demostrara que esto era mentira… pero no pude señor… no pude…- el hombre hablaba con una vos agitada y temblorosa, parecía que en cualquier momento se echaría a llorar.
-Mr. Brown cálmese por favor! Que es lo que sucede? - pregunto el joven poniendo una mano en el hombro del hombre para intentar calmarlo.- Que es eso tan importante?
-Mi señor, este clima, estas lluvias… no son las mismas de siempre… no son normales.
-Ya me di cuenta de eso- dijo el joven desviando la mirada al cruel goteo de su ventana.
-En dos días, se ha inundado una costa completa de nuestro país… y los daños son increíbles…
-Ya me di cuenta de eso también- dijo el joven levantando la mano y bajando la manga, dejando ver así una larga cicatriz.
-Señor… me temo que esto no es casual.
-A que se refiere Mr. Brown?
-En los últimos tres meses, yo y mi grupo de científicos, meteorólogos y geólogos hemos estado estudiando las fases del clima en nuestro país y sus alrededores. Dado a los efectos del calentamiento global, en estos momentos hay increíbles desastres naturales en todo el mundo. Nuestro país es uno de ellos.
-Está diciéndome que estas lluvias son frutos del calentamiento global y sus efectos secundarios?
-Así es señor… pero hay algo más, algo mucho más grave…
El hombre guardó silencio y cerró los ojos con fuerza, parecía como si se armara de valor para continuar.
-Se aproxima un diluvio en nuestro país señor- dijo finalmente.
El joven quedó paralizado. Mirando fijamente con los ojos muy abiertos al hombre que tenía sentado enfrente sintió como si un balde de agua helada se le callera encima.
-Un…diluvio? – pregunto el joven abriendo aún más los ojos.
-Así es señor. Al parecer nuestro país, al encontrarse por sobre el Ecuador y en medio del Greenwich, se encuentra en un lugar ideal entre los dos hemisferios, de modo que no está en las zonas desérticas del planeta ni en las zonas demasiado frías del mismo, si no en una zona que recibe una mayor parte las lluvias mundiales, y con los efectos de evaporación de ríos, lagunas y mares de un lado del mundo, lo lógico es que la otra parte del mundo sufra de inundaciones corrosivas.- el hombre hizo una pausa- nuestros estudios muestran que nuestro país sufrirá la más larga y poderosa inundación de todas, causando así un diluvio que básicamente…-el hombre hizo otra pausa, una más difícil esta vez-…dejara al país entero bajo el mar… con la llegada de una larga y poderosa tormenta final.
El joven sintió un terrible escalofrío recorrer toda su espina dorsal y por primera vez en todo el día sintió que se quedó sin palabras. El miedo por su gente le llego como una fuerte punzada al pecho y por primera vez en mucho tiempo sintió como el pánico y la desesperación lo invadían lentamente, por más que su rostro lucia casi pacifico. El hombre se dio cuenta de esto con tan solo mirar en los profundos ojos esmeraldas del joven, ya que no importa que tan bien sabia ocultar sus verdaderos sentimientos, para alguien que podía ver el verdadero ser que mostraba a través de sus ojos, era un libro abierto.
-Mi querido señor… lo siento tanto… intentamos buscar medios para prevenir esto y también para detenerlo… pero fue imposible…- la voz del hombre se redujo hasta hacerse un susurro- nosotros… le juro que nosotros…que yo…
-Cuánto queda? – preguntó el joven con la mirada ahora perdida en un lugar de la habitación.
-I beg your pardon?- preguntó el hombre que no había comprendido en un principio.
-Cuanto tiempo me queda… hasta el diluvio? – se aclaró el joven aun con la mirada perdida
Mr. Brown guardó silencio por un momento y también desvió la mirada. Cuando por fin pudo volver a mirar al joven a los ojos, percatándose del extraño brillo que emitían, se aclaró la garganta y respondió con voz quebrada:
-Unos estimados seis meses señor.
Los dos guardaron un silencio sepulcral por unos instantes, perdidos en sus pensamientos. Las gotas de la lluvia sonaban como balas intentando penetrar en vano el vidrio de la ventana, como si de eso dependiera todo su esfuerzo.
El joven miró por un momento las balas de agua que golpeaban su ventana, hasta que por fin cerró los ojos y una voz que parecía muy lejana de aquel lugar se escuchó a través de sus labios:
-Le agradezco mucho el que haya venido Mr. Brown, usted es sin duda el mejor geólogo de nuestro país, y no me sorprendería que también del mundo. Si hay alguien de quien me gustaría haber oído esta noticia es de usted. Tomaré las medidas necesarias para proteger mi población. Lo único que puedo hacer por usted es darle las gracias por todo lo que ha hecho por mí. Me encargare de enviarle un pasaje de mi parte a usted y toda su familia a cualquier lugar en el mundo que desee, solo hágame el favor de enviar su respuesta antes del viernes- terminó el joven con voz suave pero decidida.
-Señor usted…- el hombre miro al joven con una mezcla de tristeza y compasión- sí señor, se lo agradezco mucho.
Los dos se levantaron se sus respectivas sillas y se encaminaron hacia la puerta. Ya saliendo de su oficina el hombre le entregó una carpeta de documentos que sacó de su bolso.
-Estos son los planos e informes de nuestras últimas investigaciones. Incluyen teorías y archivos detallados acerca del estado de nuestro país y su progreso. Revíselos en cuando tenga tiempo y deseo señor.
-Lo haré Mr. Brown. Le agradezco nuevamente por todo lo que ha hecho por mí.
-Fue un gusto señor…
-El gusto fue todo mío. Que tenga buen viaje.
-Mr. Brown parecía querer decir algo más, pero se contuvo y se limitó a despedirse con un "Cuídese señor, y que tenga suerte" para luego darle la mano y salir por la puerta principal hacia el vehículo que le esperaba en la tormenta.
El joven se quedó mirando la puerta por la que acaba de salir el hombre unos instantes, para luego darse vuelta volviendo a su oficina.
El silencio de su oficina se volvió más pesado, y el ruido de la lluvia más fuerte, de modo que casi podía sentirla sobre su cabeza. Si hay algo que de verdad detestaba era tener esa sensación; siempre llegaba cargada de horribles recuerdos, cada uno llegaba como una fuerte punzada al corazón, y dolían mucho más que cualquier arma de tortura que alguna vez se haya empleado en su contra.
Tratando de evadir los sentimientos que volvían a llenarlo, se concentró en los planos y archivos que le fueron entregados por Mr. Brown. Bastó una sola mirada a la mayoría de ellos para darse cuenta de la situación en la que se encontraba. Suspirando se levantó de la mesa y empezó a pasearse por la habitación. Al llegar al teléfono dudó un momento, pero al final se resignó a marcar el número.
-Allo?– se oyó una irritante voz del otro lado de la línea.
- France, its me.
- Angleterre? Que sucede mon cher? a que debo tu llamada?
- Necesito hablar contigo. Ven a verme en cuanto puedas.
(N/A) espero que les haya gustado el primer capi ^^ pronto seguire aunque tal vez un poco lento T_T
saludos!
