-uf...uf...-Sans se llevó la mano a la herida proveniente de su torso, donde emanaba una espesa sangre-vaya, niño...no digas que no te lo avise...-Susurró observando exhausto al joven que se encontraba frente a el, el cual portaba el cuchillo ensangrentado, de cabello castaño y de un jersey de color azul con rayas moradas, al menos había sido capaz de pararle durante veinticuatro reseteos, aunque cada vez que moría, volvía, eso le impedía lograr algo mas que ver la frustración en el rostro ajeno-me voy...a...a grillb...-No pudo acabar la frase antes de toser un poco de sangre, avanzando sin levantar los pies del suelo y apoyando su mano en el hombro de niño, que había permanecido inmutable durante toda la escena, antes de desaparecer en un hilo de polvo.

"Exp y LV aumentandos"

El niño avanzó por el pasillo, doblando la esquina y empezando a subir escaleras, viéndose por primera vez una sonrisa triunfal en su rostro, marcado por unos ojos abiertos y de un color rojo carmesí. Miró la puerta de la sala del trono pero negó suavemente, primero vería una sala mas ubicada un poco a la derecha, dirigiéndose allí rápidamente.

-Se ve confortable-Se oyó en la habitación de los Ataúdes, mientras que acariciaba con la yema de los dedos el marco de aquella caja con el símbolo de un corazón grabado en ella, antes de dedicar a si mismo otra de sus sonrisas y volverse, dirigiéndose a la sala del trono.

Pero no se había dado cuenta de que Justica y Valentía tenían la tapa del Ataúd levantada.

Momentos antes de la pelea contra Sans, en la sala donde alberga los Ataúdes.

-eS HOrA dE DesPErTaR, TEnEis UN iNTeNTO mAS, uSaR lA fUErZa dE dOS alMAS, TAl Y cOMo ELloS hACeN-Resonó por toda la habitación, una voz distorsionada y tan solo una sombra que acompañaba a este ser, con la suficiente fuerza de acercarse a los Ataúdes de Justicia y Valentía y moverlos, viendo como dos almas se elevaban y se mezclaban, ambas uniéndose, tomando un tono Amarillo, con marcas y líneas naranjas tapándolo, logrando así un alma nueva, un solo ser, pero faltaba lo más importante, un cuerpo. Esto llevaría mas tiempo del que habían tardado en juntarse, al menos debían prepararse aunque eso no lo sabían, tan solo seguían las directrices de aquella sombra, cual juguetes en sus manos, aunque pronto se dirigieron a la sala del trono, donde hallarían a una flor y a un Rey discutiendo sobre un humano, aunque en aquellos momentos la humanidad que residía en aquel ser era nula.

Momento actual, el humano en la sala del trono

-¿V...Ves...? T...Tan solo esperaba para poder matarlo mas fácil...N...No quería que te diera problemas...-Dijo en pleno ataque de pánico una flor, para ser exactos Flowey la Flor, la ayudante del humano durante toda su aventura, y temerosa victima en estos momentos, ya que había tratado de convencer a Asgore de que tomara las almas y, para su desgracia, el humano había oído gran parte de su conversación-Puedo ser útil, puedo ser útil, puedo ser u...¡Por favor no me mates!.

El humano no titubeó, levantó su cuchillo y lo bajó rápidamente, dispuesto a partir a Flowey en dos, pero una mano agarró su muñeca, una mano humana. Por primera vez el humano se sorprendió y dando un tirón de su brazo se alejó, mirando a su compañero de raza, un joven de cabello largo y rubio, de físico delgado y aparentemente mayor que él, aunque no por mucho, vestido de manera muy parecida al esqueleto, con una chaqueta negra, al igual que sus pantalones, pero iba descalzo, lo que más le llamó la atención fueron los ojos, no poseía color alguno ¿Era ciego? Lo dudaba, el rubio estaba mirándolo fijamente, haciendo que cada fibra de su ser temblara, tal vez fuera porque podía ver como el comando "Luchar" "Actuar" "Objeto" y "Compasión" aparecían frente a él, aunque el rubio parecía confundido rápidamente seleccionó el comando "Luchar", acercándose a gran velocidad al muchacho del Jersey azul y golpeando con intensidad su torso, lanzándole al suelo y alejando el cuchillo de él, había logrado que su barra de HP disminuyera a la mitad, todo esto ante un Flowey que no salía de su asombro, sin ser capaz de decir nada y tan solo ocultándose detrás del recién llegado.

-Q...Quien eres...-Dijo el niño que, curiosamente nunca hablaba, Flowey era la primera vez que le oia-

-N...No recuerdo mi nombre, pero...De momento llámame el que va a detenerte, ¿Cual es el tuyo?-Su tono de voz, a diferencia del niño que parecía vacio y sin vida, el suyo era mucho más sonoro, y casi podría decirse que...¿Alegre?-Veo que estabas completamenteDETERMINADOa acabar con la flor, y veo tu odio hacia mi por haberla protegido, bueno, te guste o no, y por mas determinación que tengas, no vas a lograr pararme-

-¿Y como estas tan seguro?-Respondió con ironía el niño-Y llámame Cha...Frisk, Frisk para ti-

-Sencillo, ahora mismo peleo por proteger a la flor y pararte, no me parece que vayas a hacer ninguna buena acción...Así que se puede decir que peleo por mis ideales-Se encogió de hombros, antes de mirar desafiante a Frisk y hacerle un gesto con la mano de desafío-Tu turno, intento de asesino.

Wow, primera historia publicada, y primer capítulo también, sinceramente es la primera vez que escribo aquí y en general en cualquier lugar, ante todo se varias cosas, que las almas humanas en caso normales no pueden ser tomadas por otros humanos, pero aquí hemos tenido un factor extra, y bueno, tampoco me voy a alargar mucho, gracias a cualquiera que lea este Fic, es tan solo el primer capítulo así que esperar mas, cualquier critica es bien recibida siempre que sea constructiva :3.

Capitulo dos: La pelea por el botón de Reset.