Capítulo 1: Uno más uno igual a desastre
"Las matemáticas poseen no sólo la verdad, sino cierta belleza suprema. Una belleza fría y austera, como la de una escultura." Bertrand Russell
…
Lo estás haciendo mal – dijo mi hermanita con el mismo tono que empleaba con sus alumnos.
Regina….- contesté apretando los dientes.
Te falta rodarlo 5 cm más a la derecha y quedará equitativo por ambas partes , ya que como lo estás colocando hay más distancia de la parte izquierda al cuadro que de la parte derecha.- replicó.
Gruñí y me giré cuadro en mano y taladro en otro.
Acabamos de llegar a la que va a ser nuestra casa durante este año y ya me estás corrigiendo , ¿lo haces aposta, verdad? – dije fingiendo estar enfadada.
Regina me sonrió y me dio un beso en la mejilla mientras cogía el cuadro y lo colocaba "equitativamente" , estaba exactamente igual a como lo había colocado yo antes.
¿Sabes? me dan pena por los alumnos que vas a tener este año, todo un año aguantando a la infame y famosa matemática Regina Mills , ¡qué hazaña más grande van a llevar a cabo esos chicos!- dije mientras la despeinaba cariñosamente.
Regina resopló.
Está claro que de las dos , yo me llevé todo el cerebro y tú el dramatismo- contestó moviendo las manos exageradamente , gesto que yo hacía cuando estaba nerviosa.
¡Hey! Eres mala… se supone que no debes burlarte de tu hermana mayor- repliqué mientras apartaba las cajas de la mudanza, el traslado de Boston a Los Ángeles había sido un continuo desastre de cajas.
Mala no querida, malvada quizás….- se rio – además eres doctorada en filología inglesa y demás lenguas muertas , creo que te sabes defender muy bien , deja de victimizar.- agregó mirándome de forma burlona.
Regina…-dije en tono amenazador.
No, ni siquiera lo pienses. Zelena ni se te ocurra- contestó mientras se sentaba erguida en el "comodísimo" sillón.
Demasiado tarde hermanita – contesté mientras me abalanzaba sobre ella y le hacía cosquillas, Regina amaba los números como buena matemática que era, pero las cosquillas eran su debilidad.
Para , Zel para … ¡Para ya !- respondió retorciéndose- ¡Vas a causar que el sistema límbico de mi cerebro colapse y si eso pasa puedes causar que las funciones motoras se alteren y tragarme incluso mi propia lengua!
¡Lo has vuelto a hacer otra vez , Gina!- contesté apartándome de encima de ella.
Regina me miró ladeando la cabeza.
Has vuelto a actuar como una obsesa del conocimiento – repliqué mirándola de reojo.
Bueno , técnicamente esa frase está mal expresada puesto que yo no estoy obsesionada con el conocimiento en general , sino mi campo, que no es otro que las ciencias y más específicamente las matemáticas científ….- pero no la dejé terminar porque le tiré un cojín
Bla bla bla, lo que sea. Es tardísimo y mañana tenemos que madrugar- dije arrastrándola hasta la única cama que teníamos completamente libre de parásitos y demás microbios que podían causarnos , a la larga , diversas enfermedades y matarnos… Cortesía de Regina Mills.
Date la vuelta- replicó Regina una vez dentro de la habitación.
¿En serio? ¿¡En serio!? Gina te he visto desnuda, ¡por dios nos bañaban juntas cuando éramos pequeñas! La única diferencia es que lo que tú tienes de tu color de pelo yo lo tengo rojo.- repliqué divertida.- está bien ya me giro.
Bonito lunar Gina- dije al cabo de tres segundos.
Conociéndote hay un 0´05% de probabilidades de que te hayas girado pero como no he oído crujir la madera bajo tu peso además de que han pasado unos 3 segundos, es casi imposible que hayas visto donde tengo el lunar con exactitud y mucho menos de noche que el ojo es más sensible a captar los detalles, así que voy a asumir que es un farol- replicó aún de espaldas.
Ahí está mi matemática preferida, ¿has terminado?- dije disimulando un bostezo.
Si. ¿Qué lado, el izquierdo , no?- contestó señalando la cama.
Deja de pensar en los microbios que nos pueden matar y acuéstate ya , Gina- contesté acomodándome mientras apaga la luz.
El colchón se hundió bajo su peso y al cabo de una hora lo único que se escuchaba era el silencio y el ruido de los coches.
…
Pov de Regina:
Me estiré y apagué la alarma , siempre me levantaba media hora antes, odiaba la impuntualidad, me gire y contemplé la mata de rizos pelirrojos que asomaban de debajo de las mantas, sonreí , estaba orgullosa de mi hermana aunque esta actuara como una cría cuando estábamos solas.
Me levanté y avancé hacia el baño mientras contaba los pasos que separan el dormitorio con el baño y descartaba aquellos que eran números primos y buscaba aquellos que tuvieran divisores.
Me cepillé los dientes de izquierda a derecha y a la inversa repitiendo el proceso, prestando especial cuidado a los colmillos y a los incisivos.
Me vestí eligiendo una camisa rojo borgoña y una falda de tubo negra a juego con mis botas de tacón y mis medias.
Me maquillé, estaba bastante orgullosa de mi fisionomía y que fuera matemática no quitaba que fuera presumida; abrí mi maletín de cuero y procedí a ordenar los libros y la tablet por tamaño y orden alfabético por último metí mi cartera y mis gafas así como diversos rotuladores para la pizarra y por último un espejito y el pintalabios.
Puse la cafetera y conté hasta diez, mi hermana siempre se despertaba cuando yo iba por el seis y medio ; y en efecto, conté hasta el seis y medio y vi como Zelena salía disparada del cuarto diciendo no se sabe que en francés, ella era así, hasta que no tomara café bien podría hablarte hasta en latín.
Al rato salió vestida con una camisa color cobre y unos pantalones negros de vestir, podía ver el broche con la piedra verde adornando el cuello de la camisa, también llevaba una chaqueta gris.
Aquí- dije tendiéndole la taza de café.
Umm , gracias Gina- contestó saboreándolo.
Zel, deberías peinarte un poco al menos- contesté , capaz y todo se había olvidado de eso.
¿Tan mal estoy?- respondió.
Asentí con la cabeza.
No sabes la suerte que tienes, calabaza, como se nota que heredaste casi todos los genes de papá y no , no quiero oír porque técnicamente mi respuesta es errónea es demasiado temprano como para que me expliques los fundamentos de las leyes de Mendel ,Gina- dijo mientras la veía irse hacia el baño.
No me llames calabaza , zanahoria- repliqué.
Touché, mon chéri- gritó.
…
Una hora más tarde….
Estábamos en la sala de profesores y la verdad es que yo y la creación de lazos sociales o "hacer amigos" como dicen el resto de personas , no era mi fuerte por eso cuando vi a Zelena totalmente integrada decidí irme a mi aula y preparar la clase.
Era un aula espaciosa lo que significaba que habrían bastantes alumnos este año , unos ,según mis cálculos, 40, al fin y al cabo estábamos en la universidad y no mucha gente le gustan las matemáticas científicas.
Destape el rotulador azul y miré la pizarra blanca, respiré hondo , aún quedaba media hora para que la clase empezara.
Empecé a copiar las paradojas de Einstein sobre el tiempo y el espacio , luego , cuando hubiera terminado de copiarlas les haría resolver un par de problemas de física cuántica , me encantaba tantear el nivel de mis alumnos , siempre, al principio de cada curso le ponía un tema que poco tenía que ver con el temario y luego empezaba por irle añadiendo aritmética, geometría , integrales , Gaus . Más propias de mi materia que la teoría de Einstein que estaba más enfocada hacía la física cuántica.
Un carraspeo a mi espalda interrumpió el hilo de mis pensamientos, odiaba cuando los alumnos llegaban tan antes de tiempo , estaba dispuesta ha echar a quien fuera cuando me topé con un hombre y digo hombre porque dada su constitución física no parecía el típico universitario, que estaba sentado en una de las sillas de la primera fila.
Sus ojos azules me miraban con diversión, arrugué la nariz con disgusto, no me gustaba su vestimenta , demasiado casual , unos vaqueros desgastados, una camisa de franela blanca y una chaqueta de cuero negra.
Levanté una ceja desafiante.
Le ruego señor…- dije esperando a que me dijera su apellido.
Robin – contestó él levantándose.
Voy a dejar de lado esa impertinencia , como iba diciendo señor…- volví a repetir haciendo uso de mi tono más autoritario.
Locksley – contestó suspirando mientras se acercaba hasta mi escritorio.
Señor Locksley, la clase aún no ha empezado, así que , si no es mucha molestia le ruego que espere fuera hasta que sea la hora o basándome en el aspecto de su vestimenta y por ende, sus modales no tiene pinta de pertenecer a esta materia.- dije mirándole con el ceño fruncido.
El simplemente mostró una sonrisa más grande.
Wow , es cierto lo que dicen de los matemáticos, son tan aburridos que no me extraña que casi ninguno se haya casado o que por ende – dijo haciendo comillas en el aire- conozca lo que es el sexo.
Yo siempre me he caracterizado por ser una persona pacífica pero eso no significa que no sea agresiva cuando la situación lo requiere y ahora mismo me veía con la imperante necesidad de hacerle tragar el borrador y golpearle con mis libros hasta que lo único en lo que pudiera pensar ese , ese, ser fueran inecuaciones.
Sin embargo, el energúmeno me ignoró y cogió uno de los rotuladores de encima de mi mesa.
Veamos- susurró pensativo colocándose casi al lado mío , mientras miraba la pizarra- esto es tan aburrido, déjame arreglarlo- dijo sonriéndome.
De repente lo veo que coge el borrador y empieza a borrar parte de lo que había escrito , para luego empezar a dibujar , incliné la cabeza curiosa intentando ahogar las ganas que tenía de matarle.
Siempre había odiado el arte , entre otras cosas por que era incapaz de dibujar nada , ni siquiera una miserable casa , mis proyectos de arte se parecían más a los de un niño de 5 años que a los de una adulta de 32 años; y la otra razón de porqué odiaba el arte era porque no era realista , es decir se basaba en idealizaciones , en aspectos que varían según la persona y el punto de vista, no eran precisos, no eran verdaderos como los números.
El sonido de la sirena me sobresaltó y me giré para observar a mis "prometedores" alumnos casi olvidando que Robin seguía detrás de mí.
Un murmullo de exclamaciones me obligaron de nuevo a girarme hacia la pizarra, era yo , era mi cara , cicatriz incluida, me acerqué ha tocarla , en una esquina casi imposible vi la firma; R H.
Pero ni rastro de Robin.
Bueno clase, mi nombre es Regina Mills y, para evitar distracciones durante la clase voy a borrar esto- dije mientras lo borraba.
Seré vuestra profesora de matemáticas este año , entre otras cosas quiero que sepáis que no tolero la impuntualidad y que , jamás , redondeo; la nota que saquéis es la nota que vosotros mismos habéis logrado- sonreí , ya había creado el pánico- tampoco tolero los errores matemáticos principales, estamos en la universidad no en primaria.
Dicho esto , ¿alguien sabe algo sobre Einstein?
…
Robin , ¿dónde demonios te habías metido? Te he estado buscando.- susurró Will dándole un codazo a su amigo.
Matemáticas- respondí yo.
¿Matemáticas? Venga ya , si tú odias las matemáticas, aunque ¿has visto a la profesora? Dicen que es una belleza y su hermana no se queda atrás- dijo.
¿Cómo se llama?- respondí interesado.
Zelena es la mayor y es doctorada en lenguas muertas así como también hizo filología inglesa , es un coco y la menor se llama Regina, estudió matemáticas y por lo que he oído también es un prodigio en su campo. Aunque para ser sinceros también he oído que es bastante… - contestó Will haciendo hincapié en la última frase.
Levanté una ceja.
Bastante ¿aburrida?- dije yo.
No es la palabra exacta , pero si ¿ya la conoces? – preguntó interesado.
Algo –respondí yo sin darle importancia.
¿Qué no me estás contando Robin de Locksley?-preguntó él.
Le he robado esto- dije sosteniendo el rotulador azul.
Will se echó a reír.
¿Y , qué piensas hacer con eso?- preguntó muerto de risa.
Vendrá a por él , esa mujer es muy maniática. Deberías verla enfadada- contesté sonriendo.
Ten cuidado Robin , es Mills , tiene influencias en el campus; no es como tú y como yo que nos hemos ganado el puesto- contestó.
Sonreí.
Vendrá , lo sé … A Regina Mills tiene pinta de gustarle un desafío – contesté encaminándome hacia la salida.
…
Nota de autora : (Ruego) por favor que dejen sus opiniones , todas son bienvenidas ;)