Nada es mio!

Esto lo escribí hace un mes aproximadamente, admito, no es de lo mejor que puedo dar ya que estoy pasando por un lapsus creativo, pero... tuve la necesidad de subir este One-Shot.

Espero que les guste

Disculpen por lo corto que es

Pau Ruby Malfoy


Noches:

Nada era como ella lo había imaginado, de hecho, ni siquiera se le acercaba.

Nada era como lo había soñado, como había deseado que fuera su vida.

Estaban escondidos, confinados en esa pequeña casita, escapando de ese maldito que quería asesinarlos.

Vivía con miedo, miedo a que los descubrieran, a que les arrebataran la felicidad, a que borraran todo lo que habían logrado conseguir en ese tiempo.

Ella despertaba todas las noches exaltada, desesperada, asustada por una pesadilla que no lograba recordar o que... no quería recordar.

James no lo sabía, pero, cada noche despertaba nerviosa, miraba hacia todos lados, buscando esa figura que la atormentaba, al no encontrarla volteaba su mirada hacia la derecha, donde su esposo dormía placidamente, con ese cabello revoltoso completamente desordenado. Sonreía al verlo tan calmado, eso la ayudaba a relajarse.

Se levantaba, tomaba su bata y salía de la habitación en completo silencio, cerraba la puerta suavemente y se dirigía a la habitación contigua, entraba en esta deseando no despertar al niño que dormía allí.

Se acercaba a la cuna y lo miraba. Sus ojos se llenaban de lágrimas.

Era tan parecido a James… eso era lo que ella siempre había deseado, que ese niño se pareciera a él, al que, sin dudas era el hombre de su vida, el amor de su vida.

Suspiraba o hasta a veces lloraba, el bebe se movía, claramente molesto por el ruido. Lily acariciaba suavemente el rostro del pequeño.

- Tranquilo amor. – decía en un susurro. – Tranquilo. – volvía a repetir y ya no sabía si era para el o se lo decía a ella misma. – Pronto todo esto va a acabar.

La voz de su madre tenía un efecto calmante en Harry, al instante dejaba de moverse y volvía a dormirse tranquilamente.

Satisfecha, la mujer, volvía a su habitación, recién en ese momento lograba dormir tranquila, cuando se aseguraba que esas dos personas tan importantes para ella se encontraban a salvo.

Mientras Lily dormía James la observaba, ella no lo sabía, pero, el casi nunca dormía en las noches, se la pasaba despierto, escuchando cada sonido, atento a cada movimiento que se producía dentro y fuera de la casa, nunca se relajaba del todo pero… intentaba parecer dormido y tranquilo cuando veía que Lily se despertaba, él sabía que ella tenía horribles pesadillas, más de una vez la había oído hablar entre sueños.

Todas las noches eran iguales, despertaba histérica, a punto de gritar, miraba hacia todos lados. James se hacía el dormido, no para no tener que enfrentarse a los miedos y la pena de su esposa, sino, para que no se asustara más, sabía que se él parecía relajado ella iba a calmarse.

Oía cada movimiento, cuando salía de la habitación y se dirigía al cuarto de Harry.

Lograba escuchar cuando le hablaba al pequeño y se le partía el corazón al escucharla llorar sabiendo que no podía hacer nada para remediar lo que estaba sucediendo, si se iba a enfrentar a ese maldito sabía que Lily se las arreglaría para encontrarlo y ayudarlo.

Él no los abandonaría nunca, no iba a dejarlos, mientras pudiera iba a protegerlos.

Ella volvía, James se hacía el dormido nuevamente, esperaba hasta que Lily estaba dormida y en ese momento volvía a sentarse sobre la cama y comenzaba a acariciar el cabello rojo de aquella mujer.

- Si mi amor. – decía en voz casi inaudible, ya no sabía si era para ella o se lo decía a sí mismo. – Pronto todo terminará.