Disclaimer: Los personajes de Naruto pertecen a Kishimoto-sama y no hay ganas de lucrar con esto.
Advertencias: AU, tal vez algo de OoC, lemon, mucho lemon (menores quedan advertidos).
N/A: Mi primer SasuHina, espero sea de su agrado… aquí vamos :D.
Secretos
"Palabras que no son dichas, sólo pensadas y esfumadas, para no generar reacciones adversas,
porque alguien nos hizo su fiel guardián o por la simple carencia para afrontar las circunstancias de la sinceridad.
Es el otoño en contraste con mis demonios, los que temiste... los que me dan noches de insomnio,
se extienden a cada segundo por mi mente.
Naufraga por mi pecho la tristeza, la de mi corazón que rompiste.
No quiero estar ahí cuando seas de alguien más el sueño.
Me marcho a un lugar donde no duela tu recuerdo.
Obligándome a siempre quererte aunque no pueda tenerte.
Donde lo que siento se guarde junto al tiempo.
Y así te conviertas en el más valioso de mis secretos."
Caminaba tranquila por los pasillos de instituto, su última clase del día había concluido, bajó las escaleras abandonando así el edificio de clases y se dirigió al que estaba justo enfrente, el edificio que albergaba los dormitorios, el suyo quedaba en el cuarto piso, miró la hora en su reloj, las dos con treinta, le daba tiempo de darse un baño, incluso de leer un poco antes de su cita, sonrió y apresuró su paso por las escaleras.
Llegó a su habitación y no le extrañó el no encontrar a sus amigas ahí, después de todo en esos días cerca de la graduación, los dormitorios estaban casi vacíos, además a Sakura e Ino les encantaba la idea de ayudar con la decoración del salón principal.
Los dormitorios eran para tres personas, espaciosos parecía un pequeño departamento, después de todo Konoha Gakuen era la mejor academia del país. En la parte de arriba dormían Sakura e Ino y Hinata tenía su cama en la habitación de abajo cerca de la sala y la chimenea, pues siempre había sido muy friolenta y le gustaba leer al calor del fuego, además de que todo le quedaba más cerca que a sus amigas, incluido el baño con el jacuzzi; dejó sus libros en el escritorio de la sala, caminó al baño, abrió el agua caliente y vertió la esencia de lirios que tanto le gustaba.
Mientras el jacuzzi se llenaba, en su recamara se quitó el uniforme y dejó listas sus ropas. Fue de nuevo a la sala y seleccionó un libro del estante, lo dejó sobre el mismo escritorio y puso algo de música para relajarse mejor.
Se metió al agua y cerró los ojos disfrutando del ambiente, quitándose la tensión de las últimas clases. Sin duda alguna extrañaría el instituto, en especial esos baños de agua caliente después de las clases.
Tres pisos más arriba se encontraban los cuartos de los chicos, en uno de ellos se escuchaba un ajetreo fuera de lo normal. Un rubio molestaba constantemente a su amigo, canturreaba y bailaba de arriba abajo con su traje nuevo que usaría en la graduación, gritando a todo pulmón que Sakura había aceptado ir al baile con él.
Sasuke estaba acostado boca arriba en su cama con su reproductor de música a todo volumen, que en realidad no funcionaba mucho ante la voz chillona de Naruto, que estaba haciendo tal ruido que le comenzaba a agotar la paciencia.
—Teme, ¿qué tal si la piso?, no sé bailar muy bien. —Decía Naruto con un leve deje de preocupación en la voz—. ¿O sí no le gusta cómo voy vestido? O sí, o sí...
—Escúchate dobe, pareces una mujer. —Refunfuñó Sasuke, levantándose y quitándose el reproductor que nada le servía y lo arrojó entre las almohadas, quedando sentado en la esquina de la cama—. No sé porque haces tanto escándalo por un estúpido baile.
—Un estúpido baile para el que ya te preparaste. —Confirmó Naruto haciendo enfadar aún más a Sasuke que lo fulminaba con la mirada.
Ambos quedaron en silencio por algunos minutos y Naruto de nuevo habló.
—Sasuke, ¿ya hablaste con Hinata-chan?
—Aún no. —Respondió con la cara más seria de lo habitual, trayendo a su mente varios recuerdos de un mes atrás.
Naruto notó de inmediato el cambio repentino de humor de su amigo, y no quiso seguir abrumándolo con los problemas familiares y volvió al tema inicial.
—Teme, es que si no sale como lo pensé, ¿y si le tiro el ponche encima? —Se atormentó Naruto—. ¡Me golpeará! —Soltó con cara de puchero—. Teme, teme... ¡teme!, ¿estás escuchando lo que digo?
—Sólo la mitad —respondió Sasuke dejándose caer nuevamente encima de la cama, con las manos sobre la cara, dando a entender el peso que tenía encima, trataba de pensar en las palabras adecuadas, para explicarle a Hinata un asunto tan importante.
Naruto frunció el ceño y arqueó una ceja en señal de fastidio y tomó un cojín que le lanzó a Sasuke por la cabeza.
—¡Dobe, ¿qué te pasa? —gritó lanzándole el cojín de regreso.
—¡No me estás poniendo atención! —Respondió Naruto—. Podría tratarse del mejor día de mi vida y tú... —Sasuke no lo soportó más, vio la hora que era y pensó que tal vez Hinata no se molestaría si la viera antes de lo acordado.
—Olvídalo me voy, te veo más tarde —discutió sin dejar que Naruto terminara de hablar, se levantó y salió del dormitorio dejando atrás tremendo portazo y a un Naruto perplejo.
Naruto suspiró profundo, considerando por un momento la situación que atravesaba su amigo, y se sintió algo estúpido por estarlo fastidiando, cuando en realidad él necesitaba de su apoyo o algún consejo que le hiciese más fácil la tarea, puesto que al Uchiha jamás se le daría el mostrar sus sentimientos, porque él jamás lo admitiría, pero le preocupaba la realidad por la que estaba atravezando.
—o—
Sasuke caminó hacia la baranda del séptimo piso en donde se encontraba su dormitorio, respiró el aire fresco, miraba el patio de la institución, el movimiento que había era bastante, pero eso era lo que menos le importaba, posicionó su mano en el puente de la nariz oprimiéndolo, tratando de pensar o de relajarse. ¿Cómo era que el tiempo se le había pasado tan rápido?, ¿cómo era que él, Sasuke Uchiha no había podido hablar con Hinata con tiempo para que ella asimilara la situación?
Se dispuso a bajar las escaleras. Llegó al cuarto piso y recorrió el camino que se sabía de memoria hacia el complejo trecientos ocho donde se encontraba la recamara de su novia. Tocó la puerta pero nadie abría. Volvió a tocar y esta vez llamó.
—Hinata, abre. —Ordenó y esperó unos segundos sin obtener respuesta—. ¡Hyûga que abras! —mencionó de nuevo.
Acercó su oído a la puerta y escuchó música giró la perilla de la puerta y se dio cuenta que esta estaba abierta.
Entró despreocupadamente caminando a través de la sala, parecía que estaba solo, si Sakura e Ino estuvieran ya se habría dado cuenta, mantener calladas a esas mujeres era imposible, además lo más seguro era que estuvieran en los preparativos de la graduación, abrió la recamara de Hinata y no la vio dentro.
Sasuke pensó que alguien había olvidado el reproductor encendido, caminó de regreso por la sala para apagarlo, pero una leve vocecita proveniente del cuarto continuo llamó su atención, tal vez alguien se estaba duchando. Aproximándose lentamente a la puerta, reconoció la voz que alegre tarareaba la canción que se reproducía.
Hinata se estaba bañando y antes de que él se diera cuenta, miles de pensamientos ya habían recorrido su mente. Recordó la vez que la encontró en esa situación, cuando la buscaba y abrió la puerta equivocada, y que no desaprovechó el hecho de que ya estuviera desnuda. Tampoco esta vez lo haría. Se quedó en total silencio cuando la puerta del baño se abrió, la chica salió y continuaba cantando mientras iba a su cuarto, no se dio cuenta de los pasos que la seguían.
Sasuke agradeció el no haber apagado la música pues amortiguaba cualquier ruido que él hiciese, ya no le sorprendía lo descuidada que Hinata llegaba a ser en ocasiones.
Hinata entró a su recamara y dejó la puerta abierta como era su costumbre, lo que le facilitó al Uchiha una exitosa infiltración en los aposentos de la Hyûga, se posicionó de tal manera que ella le daba la espalda.
La miró quitarse el exceso de agua del largo cabello azulado y cómo apoyó una pierna en la cama y después la otra para secarse las gotas de agua que aún le quedaban en la nívea piel, Hinata aventó la toalla a la cama y desabrochó la bata que llevaba, esa escena cada vez era más excitante y Sasuke no se dio cuenta a qué hora se puso detrás de ella; con mucho cuidado acercó su boca a su oído sin que se diera cuenta.
—Te ayudo —susurró con voz ronca y sensual, mientras posaba sus manos en los hombros de la chica, deslizando la bata sigilosamente por sus brazos—. Hueles delicioso.
—Sa-Sasuke-kun. —La chica brincó de sorpresa y enrojeció de pies a cabeza—. ¿C-cómo entraste? m-me a-sus-tas-te —fue lo que alcanzó a susurrar, pues la bata que cubría su cuerpo desnudo cayó al suelo, la respiración extasiada del moreno en su oído le erizó la piel y una de las manos de Sasuke que ya recorría su abdomen rozó con intención la base de uno de sus senos, antes de masajearlo suavemente—. S-Sasuke-kun nos pueden descubrir, t-tendremos problemas si te encuentran aquí.
—Tú lo provocaste, no deberías bañarte y dejar la puerta abierta, además ahora es más seguro que en otras ocasiones, todo el mundo está pendiente de la graduación —mencionó con voz intrigante y triunfante, pasando la punta de su lengua por el lóbulo de la oreja de la chica, antes de abalanzarse a su cuello como vampiro sediento de sangre.
—Sasuke-kun e-espera. —Intentaba controlarse ella también, puesto que ya conocía hasta donde era capaz de llegar su novio—. S-Sasuke-kun l-las chicas no tardan e-en volver. —alegó como último recurso.
—Sabes que tardaran horas —respondió girando el cuerpo de la chica, para finalmente atraparle los labios en un profundo beso, con esa pasión arrebatadora e inaguantable que lo caracterizaba, mientras que sus manos viajaron por la cintura y después a sus caderas. En esos momentos Hinata supo que estaba perdida.
Sasuke dio unos paso hacia delante obligándola a ella a retroceder hasta que sus piernas toparon en la orilla de su cama y calló de espaldas al colchón con el chico encima de ella, definitivamente estaba perdida, ya no funcionaría ningún pretexto, además el Uchiha tenía razón jamás los habían sorprendido.
—"No nos descubrirán". —pensó la chica—. Está bien Sasuke-kun, pero es la última vez aquí. —Señaló no muy convencida de que así fuese, pues en las reglas del instituto lo estipulaba, los chicos no debían estar en las habitaciones de las chicas, pero ellos dos siempre supieron sobrellevar la situación, y el hecho de que estuviera prohibido lo hacía más emocionante y apasionante.
—Eso dijiste anteayer y la vez anterior y la anterior a la anterior. —Su voz estaba cargada de ego—. ¿O no es así?, ¿en verdad quieres que sea la última vez? —Pegó su cuerpo al de la chica haciéndola emitir un gemido que le indicó que no sería la última ocasión, al menos en las semanas que les quedaba en el instituto.
Sasuke se levantó apoyándose en sus rodillas para tomarla de la cintura y centrarla más en la cama, se quitó la chaqueta negra que traía mientras observaba con lentitud el cuerpo de la chica, ella al notarlo se ruborizó un poco, a lo que el moreno sonrió para luego otorgarle una segunda ronda de apasionados besos y caricias en el cuerpo.
La mano de Sasuke recorría el contorno izquierdo de Hinata hasta llegar a su pierna que la levantó y separó un poco para acomodarse entre ella, su boca bajaba de sus labios al cuello de la chica, dibujando un camino de saliva hasta sus pechos, que quería saborear sin embargo se vio interrumpido por el timbre de su celular, que sin despegar la boca de la piel de Hinata, habilidosamente lo sacó de su pantalón para levantar y colgar, lo aventó al otro lado de la cama.
De nuevo se apoyó en sus rodillas, permitiendo que Hinata quitara su molesta playera del camino, cuando inesperadamente sonó otra vez el celular. Sasuke no hizo caso y atacó la boca de la Hyûga. Apenas en cuanto necesitaron aire Hinata habló.
—Sasuke-kun t-tu celular —comentó entre leves jadeos, mientras el celular timbraba de nuevo.
—No importa —balbuceó mientras desabrochaba con una mano el botón de su pantalón, pero el celular timbró por cuarta ocasión.
—Sa-su-ke-k-kun, debe ser importante para ¡ah!... —Hinata se aferró con fuerza a las sabanas, Sasuke había posicionado su boca en la parte más sensible de la chica—. Pa-ra insistir tan-to —expresó con la respiración entrecortada, por el placer que los labios de Sasuke le proporcionaba en el último rincón de su cuerpo.
Sasuke finalmente se hartó por tanto sonido del celular lo tomó y al fijarse de quién provenía la llamada su cara se puso seria y un tanto molesto por la desagradable interrupción contestó ante la mirada curiosa de Hinata.
—¿Qué demonios quieres Itachi?...
—o—
Sakura e Ino caminaban de vuelta a los dormitorios, terminarían con la decoración del salón la semana siguiente. Además querían ir de compras, al final de cuentas era fin de semana y a los estudiantes se les permitía salir.
—Ino, ¿crees que Hinata quiera ir con nosotras? —preguntó Sakura mientras comenzaban a subir las escaleras del primer piso.
—No lo creo, en la clase con Kurenai-sensei me dijo que tiene una cita con Sasuke-kun, parece que saldrán este fin de semana de la escuela —contestó convencida—. Deberían poner un elevador.
—Ya veo. —Sakura suspiró y trató de ocultar la tristeza de su voz antes de que la rubia se enterara—. Ino te quejas sólo por subir cuatro pisos de escaleras, alégrate que no nos tocó en el último —contradijo a Ino entre risitas mientras daban vuelta al pasillo—. Oye, ¿no es ese Sasuke-kun?
—¿Por qué no lleva playera bajo su chaqueta? Espera, lleva su playera en la mano. —afirmó Ino cuando Sasuke se acercaba a las dos por el pasillo, al parecer iba a las escaleras.
—Hola, Sasuke-kun. —Saludaron las dos al unísono.
—Hn. —Ambas obtuvieron de respuesta un monosílabo, que no se les hacía raro, pero en esa ocasión Sasuke en verdad se veía molesto.
—¿Qué le pasa? —preguntó Sakura con una ceja levantada en señal de asombro.
En esos momentos Hinata se asomó por la puerta principal del dormitorio encontrándose con las caras curiosas de sus amigas, que la miraban con ojos acusadores y divertidos a la vez.
—Hina-chan, ¡estás muy despeinada! —dijo Ino con cara de averiguar más, Sakura por su parte se tragó todo su sentir y como siempre fingió la felicidad que no sentía, al final de todo le agradaba ver a Hinata feliz.
—¿Por qué Sasuke-kun lleva su playera en la mano? —cuestionó acosadoramente Sakura entre risitas.
—Ch-chicas, b-basta. —Hinata enrojeció tal cual tomate ante los comentarios de sus amigas.
—Hey, hey, lo hicieron verdad —alegó Ino con malicia.
—¡No Ino-chan! —exclamó Hinata, antes de caminar adentro del dormitorio, seguida por sus amigas con unas risitas juguetonas.
—Entonces, ¿cómo explicas que llevara su playera en la mano?...
—S-Sakura-chan —bufó resignada y respiró profundo para comenzar con una explicación—. Esta vez no sucedió nada.
—¿Estás bien? —interrogó Ino al notar la cara preocupada de su amiga— ¿Qué pasó Hinata?
Hinata caminó a la sala seguida de sus entrometidas amigas, que querían saber la razón de su preocupación y el porqué de la actitud de Sasuke. Todas tomaron asientos alrededor de la mesita de centro, Hinata suspiró y les empezó a relatar algunas cosas de lo sucedido...
—Sasuke-kun y yo estábam... —Se detuvo por un instante, pues a pesar de que sus amigas sabían lo que sucedía entre ellos, no les iba a contar los detalles de lo ocurrido—. Estábamos platicando.
—¿Platicando?... sí, es por eso que estás despeinada —comentó Sakura con ironía y un tanto molesta de Hinata siempre saliera con rodeos.
—¡Sh! Sakura, déjala continuar —la cayó Ino inmediatamente.
—Yo me terminé de bañar y no me di cuenta cuando entró...
Hinata clavó la mirada en la ventana observando hacia fuera, perdiéndose en sus memorias y recordando cada detalle de lo que pasó, tal era su distracción que continuó con el relato olvidando por completo omitir esos detalles que se quería guardar, haciendo más creciente la curiosidad de sus amigas.
—Su celular timbró en un muy mal momento, interrumpiéndonos, era Itachi su hermano, platicó con él unos minutos, después se puso su chamarra, levantó su playera yo me puse mi bata...
Sus amigas la veían con cara de asombro por su palabras y reían en lo bajo por lo descuidada que era Hinata, claramente ni ella sabía bien lo que decía.
—Y me dijo que me vería más tarde, que tenía que atender algo con urgencia y se marchó, luego me encontré con ustedes en la puerta, así que no sé bien lo que sucede.
—Oh, ya veo, entonces ustedes platican desnudos. —Ilustró Ino a sus compañeras, con una entonación pícara y divertida.
Las tres se quedaron viendo y posteriormente Hinata analizó lo dicho antes, enrojeció y se tapó la cara con ambas manos, pues quiso guardarse los detalles y al final se los contó todos.
—Ino, que bueno que llegamos justo cuando terminaron de "hablar", si no hubiéramos visto tremenda conversación. —Bromeó Sakura que también se divertía con el comentario de Ino.
—¡C-Chicas! —expresó Hinata tomando un cojín de los sillones y tapándose con él, estaba tan roja que pareciese salirle humo por las orejas.
—Hey Hinata nunca nos habías dicho que Sasuke era así de bueno —musitó Sakura riendo—. Y dime Hina ¿Es divertido hablar desnudos?
—Le diré a Sai que intentemos hablar desnudos, aunque para ser sincera no creo que lo logremos —comentó Ino con la ceja levantada considerando la posibilidad.
Hinata se destapó la cara y las tres se miraron por unos momentos, luego todas se soltaron a reír.
—No creo que lo logres Ino-chan —respondió Hinata olvidándose de la bochornosa situación.
—Pervertidas —les dijo Sakura a las dos riéndose todavía.
—Celosa —contestó Ino— como tú no lo has hecho te dan celos.
Las chicas volvieron a romper en carcajadas, y Hinata comprendió entonces que más que extrañar el instituto Hinata extrañaría sus pláticas fuera de lo normal, puesto que tenían decidido vivir juntas después de la graduación, pero no sería de lo mismo estando todas en una carrera distinta.
—o—
Sasuke subió a toda prisa las escaleras hasta llegar a su dormitorio, abrió la puerta y vio a Naruto saliendo de la sala con un rammen instantáneo en las manos.
—Parece que ya se te quitó el mal humor —le dijo Naruto en tono burlesco mirando el cabello de su amigo—. Péinate y por cierto Itachi te espera —mencionó indicándole la sala con los palillos que traía en la mano.
Sasuke lo fulminó con la mirada se quitó la chaqueta y la arrojó a una silla y caminó hacia la sala. Itachi estaba de frente a la chimenea, vestía un traje negro con camisa blanca y una corbata roja, claramente venía de la oficina. Observaba las fotografías que había ahí, tomó una entre sus manos, que particularmente llamó su atención, esos ojos blanquecinos de la chica que se encontraba retratada.
—Debo suponer que ella es Sakura, la novia de Naruto. —Itachi dio la vuelta mirando a Sasuke a la cara, habló sin el más mínimo conocimiento.
—Te equivocas ella es Hinata —aclaró Sasuke con voz firme—. Y Sakura no es la novia de Naruto.
—No creí que tuvieras tan buenos gustos, hermanito —comentó burlonamente Itachi, le encantaba hacer enojar a Sasuke.
—¿A qué demonios vienes Itachi? —Sasuke se fue directamente al grano, puesto que no tenía tiempo que perder, según él, en idioteces.
—Veo que te interrumpí en algo importante. —Señaló el peinado de Sasuke.
Sasuke bufó en señal de fastidio, miró el reloj en su muñeca y se sentó en uno de los sillones. Itachi también lo hizo iba a comenzar a hablar, cuando Naruto salió a toda prisa atravesándose por la sala y despidiéndose al mismo tiempo, cerró la puerta, Itachi sonrió y le dirigió de nuevo la mirada a Sasuke.
—Papá me mandó a hablar contigo —soltó dejando a Sasuke sorprendido—. Ya sabes lo que quiere, y yo por mi parte te diré que es lo mejor. Estarás mucho más preparado si estudias fuera. Además tendrás el privilegio de dirigir directamente los hoteles de Francia, durante tu estadía allá.
—Lo sé, papá me lo comentó. —Sasuke aspiró profundamente—. Dile que ya tomé una decisión, me iré, pero él ya conoce las condiciones.
—Sasuke, me alegro que tomarás la decisión acertada, pues sabes que yo no estaré mucho tiempo en la dirección, ese cargo no es para mi.
—Si me disculpas tengo cosas que hacer —Sasuke se levantó del sillón y se dirigió al baño aventando los zapatos por el camino y desabrochándose el pantalón.
—Parece que necesitas refrescarte, claro después de tales acontecimientos hasta yo lo haría.
—¿Cómo lo supiste? —le preguntó restándole importancia al comentario de su hermano mayor.
—Me lo acabas de confirmar, además tu respiración era demasiada agitada cuando contestase el teléfono, y por lo que Naruto dijo yo sólo saque conclusiones. Sasuke ya pasé por esa edad. —Finalizó el mayor de los hermanos caminando a la salida del dormitorio—. ¡Ah! lo olvidaba el departamento se queda solo este fin de semana, te podría ser de utilidad.
—Hn —contestó Sasuke pero muy en el fondo pensó en sacarle provecho, pues había dejado un asunto pendiente. Sonrió de medio lado y se encaminó a ducharse.
Continuará...
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Agradecimientos a Jorge-kun por sus buenas respuestas que me ayudaron a concluir este capítulo.
Besitos. [Edit 04-Ene-2011]
