Capítulo 01 Karen

Esa noche el Caldero Chorreante estaba casi vacío. Eran casi las 20 y mucha gente había terminado sus compras hacía varias horas y se habían marchado a sus casas. Con el resurgimiento del Innombrable, la gente tenía mucho miedo y solían regresar a sus hogares más temprano que antes.

Entre los comensales de esa noche, que no eran más de 15, se encontraban Remus Lupin, antiguo Merodeador y Profesor de Defensa en Hogwarts, y Tonks, Auror del Ministerio. Ambos eran miembros de la Orden del Fénix, y desde hacía unas semanas pareja.

Mientras cenaban, hablaban sobre Voldemort, el Ministerio de la Magia y la chance de que Harry fuera a los Cuarteles de la Orden pronto. Durante ese verano, Harry había escrito pocas cartas, que además eran breves. En una de ellas, mencionaba que había encontrado un trabajo de verano pero que no podía revelar cual era por razones personales.

Repentinamente, la puerta del bar se abrió y un joven de no más de 15 o 16 años entró. Estaba bastante pálido, temblaba y su remera estaba llena de sangre. Su cara indicaba la posibilidad de que fuera a vomitar muy pronto.

Remus y Tom, quien atendía el bar, se acercaron a él inmediatamente, mientras los demás ocupantes del lugar veían la imagen con horror y comenzaban a susurrar cosas sobre que el chico pudiera haber asesinado a alguien.

"Un baño. Voy a vomitar." Dijo el joven tan pronto como los dos hombres se acercaron a él.

Entre los dos lo llevaron a un pequeño baño donde el chico vomitó tan pronto como se acercó al inodoro. Tanto Remus como Tom, lo vieron con preocupación por los siguientes 40 minutos donde solo vomitó.

Cuando paró, se apoyó contra la pared y se quedó allí en silencio. Antes de que los dos hombres pudieran preguntar algo, se escuchó un ruido de teléfono. El chico buscó una cosa entre sus ropas y sacó un celular unos segundos después.

"L. A. S. Harry Potter al habla." Dijo el chico con voz temblorosa.

"Harry??" Preguntó Remus sorprendido cuando escuchó su nombre.

"Alex, aguarda un segundo." Dijo Harry al teléfono, antes de dirigirse a Remus: "Consíganme ropa y una toalla. Explicaré todo más tarde." Acto seguido se volvió al celular.

"Dile a Tonks que consiga ropa de la casa y que le avise a Dumbledore para que venga." Instruyó Remus a Ton que asintió y salió del lugar.

"No, no hubo nada que pudiera hacer..." Decía Harry por teléfono a la persona que lo llamaba. "Sí, la policía llegó antes de que la convenciera de algo... Estoy en un lugar... Necesito unos minutos para recomponerme del shock, Alex... Sí, estoy bien solo que shockeado... Vomité por casi 40 minutos antes de que llamaras... ¿Tiene que ser ahora?... De acuerdo dime el dónde y el cuándo y estaré allí..."

"Toma." Le dijo Remus al joven entregándole una pluma y un pedazo de pergamino, cuando este comenzó a buscar algo entre sus ropas, obviamente algo para escribir.

"Dime." Dijo Harry y comenzó a escribir algo en el pergamino.

"Gracias." Dijo el joven mago devolviéndole la pluma a su antiguo Profesor, guardando el celular y el pergamino en una pequeña agenda que sacó de sus pantalones.

"¿Qué pasó?" Dijo Dumbledore entrando en ese momento con ropa y viendo la sangre de la remera de Harry.

"Más tarde." Dijo el joven antes de sacarse la ropa y comenzar a bañarse, dejando la ropa que trajo el director cerca de la bañadera.

"¿Dijo algo?" Le preguntó el Director al Hombre Lobo cuando ambos estaban fuera del baño.

"Poco." Contestó Remus antes de que le contara la conversación telefónica que Harry había mantenido hacía unos minutos.

"¿Estás seguro que dijo L. A. S.?" Preguntó el anciano mago con preocupación.

"Sí, ¿qué significan esas letras?" Inquirió Remus con curiosidad y preocupación en su voz.

"Es la abreviatura para Línea de Asistencia al Suicida. Trabajo allí." Explicó Harry mientras los 3 regresaban a la parte principal del bar y se sentaban en una mesa con Tonks.

"Estás pálido, Harry." Comentó la Auror claramente preocupada.

Antes de que alguno de los 3 pudiera responderle a eso, varios Aurors entraron seguidos de Amelia Bones, Percy Weasley, Dolores Umbridge y Cornelius Fudge.

"Bingo. En una sola noche debo enfrentarme a ustedes 3, el Ministerio y en un rato a la policía. Llamen a los periodistas y todo el mundo estará aquí." Murmuró Harry a los adultos que lo acompañaban con enojo en su voz.

"Señor Potter, queda bajo arresto." Informó el Ministro a Harry dirigiéndose a su mesa con sus acompañantes.

"¿Bajo que cargo se me arresta?" Preguntó el joven revisando la hora en su reloj.

"Sospechas de actividades criminales." Dijo Umbridge con un tono de superioridad.

"Basados en..." Interrogó el estudiante comenzando a revisar su agenda y leyendo algunas cosas de ella, sin mirar o prestar atención al Ministro o los demás.

"Se lo ha visto con ropas ensangrentadas." Respondió Madame Bones seriamente.

"¿Esa es su prueba para arrestarme?" Dijo Harry con un tono de incredulidad. Antes de que le pudieran contestar, el joven siguió: "Madame Bones, sin ofender, pero hay miles de maneras en que me pude manchar la ropa de sangre sin tener eso que ver con actividades criminales o asesinatos, como parecen creer ustedes."

"Por ejemplo." Dijo Fudge como retando a Harry a que diera una explicación.

"Averígüenlo ustedes mismos. Yo debo ver a la policía para dar ciertas explicaciones. Y por cierto, a ustedes no debo darles ninguna explicación, ya que el suceso por el cual terminé ensangrentado no tiene nada que ver con el Mundo Mágico." Dicho esto, Harry se levantó de la silla, pero su marcha fue detenida por los dos Aurors que acompañaban al Ministro.

"Retírense de mi camino o lo retiraré." Amenazó Harry con un peligroso tono de voz a los adultos.

"Inténtalo." Se rió uno de los Aurors.

Harry tomo del hombro al hombre y lo barrió al suelo con un leve movimiento de su pierna izquierda. El otro se adelantó con su varita en mano para detener al joven, pero Harry solo lo esquivó y el Auror cayó al suelo luego de golpearse contra la mesa donde Fudge y los otros se encontraban.

"Como dije, a ustedes no les debo ninguna explicación." Comunicó el joven mago a los adultos antes de dirigirse a Tom: "Regresaré en unas horas. Quisiera un cuarto listo, dormiré acá esta noche." Sin decir nada más, salió del local.

"Síguelo." Ordenó Dumbledore a Remus, quien asintió y salió del local en búsqueda del joven.

"Envíen Aurors aquí y arréstenlo en cuanto llegue." Ordenó Fudge a uno de los Aurors cuando se recuperaron del ataque.

"Me temo, Cornelius, que el Sr. Potter tiene razón. No lo podemos arrestar basados en las manchas de sangre. Sugeriré que averigüen las razones de ella antes de intentar un nuevo arresto." Le comunicó Bones al Ministro antes de marcharse también del bar.

"Averigüen todo asesinato o muerte cercana aquí donde Potter pudo haber estado involucrado." Ordenó Umbridge a los Aurors, enojada con los sucesos y el no haber podido arresta a Harry.

"Sí señora!" Dijeron los Aurors y salieron del lugar. Momentos después, Fudge y los otros dos acompañantes también se fueron.

"¿Cree que Harry se vio involucrado en un asesinato?" Le preguntó Tonks a Dumbledore.

"Habrá que esperar a Remus para obtener respuestas, pero no, no lo creo." Dijo Albus mientras ambos se sentaron a esperar el regreso de Harry y el hombre lobo.

****

Remus alcanzó a Harry cerca del Caldero y lo acompañó todo el camino hasta su destino: un pequeño restaurante a 6 cuadras del bar. Ambos entraron y el joven comenzó a mirar alrededor buscando a alguien.

"Harry, por aquí." Llamó una señora anciana al joven. Tenía pelo gris, vestía traje formal y estaba sentada con un hombre de 45 años más o menos.

"Alex, este es Remus Lupin un conocido. Remus, ella es Alexandra mi jefa en L. A. S." Presentó Harry a los dos adultos.

"Sr. Potter, soy el detective Milo McDaniel, Departamento de Policía de Londres. Trabajo en Homicidios." Se presentó el hombre mostrando una placa policial.

"Mató a su padre ¿verdad?" Preguntó Harry sin preámbulos cuando él y su acompañante estaban sentados.

"No parece sorprendido por esto." Declaró el Detective, escribiendo algo en un block de papel.

"Le sugiero que lea esto, Detective. Lo escribí con lo que Jen me contó en sus llamadas." Dijo Harry entregándole su agenda al policía, quien comenzó a leerle detenidamente con interés.

"¿De que hablan?" Le preguntó Remus a Alex confundido.

"Jen era una chica de 16 años que solía llamar a L. A. S. y Harry fue quien hablaba con ella. Hoy lo llamó y le dijo que iba a suicidarse y que quería despedirse." Comenzó a explicar la mujer.

"Harry la convenció para que se reunieran cara a cara, con la esperanza de que pudiera hacerla cambiar de opinión. Jen decidió darle la oportunidad y se encontraron en el zoológico.

"Al parecer, la policía la buscaba porque había asesinado a su padre, un alto General de Ejercito, y la encontraron en el zoo cuando hablaba con Harry. Jen al ver a la policía, se puso el arma en la boca y se disparó, muriendo en el acto.

"Harry trató de reanimarla por unos segundos pero era tarde, y antes de que la policía pudiera hablar con él, se escapó corriendo de allí. Me contactaron para que hablara con ellos. Habitualmente no lo hubiera hecho, pero la orden viene de muy arriba." Explicó Alex mientras McDaniel terminaba de leer la agenda y se la devolvía a Harry quien se la guardó en su bolsillo de nuevo.

"¿Sabía que había matado a su padre antes de reunirse?" Preguntó el oficial, anotando más cosas en le block.

"No. Me dijo que las cosas entre ella y su padre habían empeorado y que no había marcha atrás, que por eso se iba a suicidar. Quería convencerla de no hacerlo, pero la llegada de la policía no me dejó ni siquiera intentarlo." Informó Harry con tristeza y unas lágrimas en sus ojos.

"¿Tenía alguna idea de que las cosas podrían llegar a este final?" Preguntó el oficial entregándole un pañuelo al mago para que se secara las lágrimas

"Ella nunca mencionó la posibilidad de matarlo, pero sí hacerlo sufrir como él había hecho con ella. Los abusos que Jen sufrió de su padre, o al menos los que me contó, están escritos allí." Explicó el joven señalando su agenda, devolviendo el pañuelo.

"¿Le sugirió que lo denunciara a la policía?" Inquirió McDaniel escribiendo más cosas.

"Me dijo que lo había intentado, pero el poder que su padre tenía habían hecho desaparecer las denuncias y hacer como que nunca habían existido o hechas." Continuó Harry mientras Alex y Remus leían las notas del joven.

Mientras Harry y Milo continuaban hablando, Alex y Remus leían horrorizados las notas del joven mago: la chica había sufrido torturas, violaciones, abusos físicos y mentales, además de otras varias cosas de parte de su padre.

"Uno de los peores casos que he visto." Dijo la anciana luego de que terminaran de leer la agenda.

"¿Le sorprende las 2 muertes?" Preguntó Remus tentativamente.

"¿Del padre o de la hija?" Inquirió Alex. Antes de que Remus le respondiera, agregó: "Ninguna de las dos en absoluto. Jen lo hubiera hecho antes sino fuera porque Harry empezó a hablar con ella. Los dos teníamos la esperanza de que las cosas cambiaran y no terminaran así."

"Gracias por su tiempo, Sr. Potter. Lamento haber tenido que llamarlo para esto en este momento pero desde el Gobierno quieren resolver esto lo más pronto posible y usted parecía ser el único con las respuestas." Explicó McDaniel antes de estrechar manos con el joven y retirarse.

"¿Estarás bien?" Preguntó Alex a Harry con preocupación.

"Necesitaré tiempo para estarlo." Contestó el joven mago antes de agregar: "Necesito algún tiempo antes de regresar. Divídanse mis llamadas entre ustedes."

"No necesitas regresar sino estás en condiciones para hacerlo. No le debes nada a nadie de allí." Informó la anciana muy seriamente.

"Quizás no lo haga. Es probable que salga de la ciudad pronto." Dijo Harry abrazando a su jefa y levantándose de la silla para salir. Antes de irse de la mesa, giró hacia Alex y le dijo: "Si llama Karen, comunícamela. Soy el único que puede evitar que siga el camino de Jen."

"Lo haré." Prometió la señora, antes de anotar un teléfono en un papel y dárselo a Harry: "Si necesitas hablar con alguien, llámame a este número las 24 horas del día. Te escucharé cuando lo necesites."

"Lo haré." Prometió el joven antes de salir del local y comenzar su regreso al Caldero Chorreante, con Remus cerca de él en todo momento.

Cuando entraron, Albus, Tonks y Tom los estaban esperando. Harry fue directo a Tom y le pidió la llave de su habitación, yéndose a dormir de inmediato. Dumbledore le hizo una seña a la Auror para que fuera con él. Tonks asintió y fue tras él.

"¿Qué averiguaste?" Preguntó Albus seriamente cuando él y Remus estaban solos.

Durante los siguientes 20 minutos, el ex-Profesor relató todo lo sucedido en el restaurante en la reunión que había sido mantenida. Cuando terminó, Albus estaba visiblemente preocupado.

"Habrá que llevarlo a los cuarteles en la mañana. Quédate aquí con Tonks y llámame tan pronto como lleguen Fudge y los Aurors en la mañana. Haré los arreglos en la casa para su llegada." Informó el Director antes de irse y Remus se dirigió a la habitación de Harry, donde Tonks esperaba en la puerta.

****

Cuando a la mañana siguiente, Harry bajó a desayunar, su cara estaba demacrada y había claras señales de que había dormido muy mal, si lo había hecho en absoluto.

Remus y él se sentaron, mientras Tonks había ido a Privet Drive a recoger las cosas del joven. Harry había sido informado que iría a Grimmauld esa misma mañana.

Mientras desayunaban, Harry tomó el Profeta y comenzó a leerlo. Como sospechaba, estaba en la primera página bajo el titular "Harry Potter ¿Asesino?" Ni siquiera se molestó en leer el artículo. Sabía que sería basura pura.

"¿Cómo anda nuestro asesino favorito?" Preguntó Fred, cuando él y su hermano llegaron al bar para entrar al Callejón, sentándose a comer.

"Tan graciosos como siempre, ¿eh?" Preguntó Harry con tono sarcástico untando una tostada con manteca.

Antes de que los mellizos contestaran dos cosas sucedieron. La primera fue la llegada del grupo del Ministerio que había estado allí la noche anterior, y la segunda fue el sonido de su celular que indicó que alguien lo llamaba.

"Encárguense de ellos. Esto es más importante." Dijo Harry a Remus y los mellizos antes de atender el celular diciendo: "L. A. S. Harry Potter al habla."

"¿Dijo L. A. S.?" Preguntó Madame Bones a Remus antes de que alguno de sus acompañantes pudiera hablar.

"Trabaja allí." Asintió Remus.

"La sangre no es de un asesinato, ¿entonces?" Preguntó Bones seriamente.

Antes de que pudiera ser contestada esa pregunta, Harry dijo: "Karen ¿dónde estás?"

"Se acabó, Harry." Respondió una llorosa voz del otro lado.

"No se acabó, Karen. Déjame ayudarte." Imploró el joven en tono desesperado.

"¿Qué es L. A. S.?" Preguntaron varios magos al mismo tiempo.

"Línea de Asistencia al Suicida." Indicó Dumbledore entrando en el bar y entregando una copia de un diario Muggle a Madame Bones y Fudge, antes de agregar: "Lean el articulo de la primera página."

El grupo de trabajadores del Ministerio tomó el periódico y comenzaron a leer el articulo mencionado. En él, se daba noticia del asesinato de un General del ejercito por parte de su hija, quien luego se había suicidado en el zoológico de Londres.

"¿Qué tiene esto que ver con Potter?" Preguntó Umbridge confundida. Amelia solo apuntó a un párrafo del texto.

"La policía" decía el texto "habló con el joven Harry Potter, quien trabaja en la Línea de Asistencia al Suicida, también conocida como L. A. S., quien relató a los oficiales que la joven había sufrido varios abusos de parte de su padre. También señaló que el General había hecho desaparecer todas las denuncias que sui hija había presentado en su contra..."

"Consígueme una caja de cigarrillos y un encendedor Muggles YA!" Ordenó Harry a Fred dándole un billete de dinero Muggle, antes de volver a hablar por teléfono.

"No sabía que fumara." Comentó Tonks a Remus mientras el mellizo salió del bar para cumplir con el pedido. Remus sacudió la cabeza indicando que tampoco él lo hacía.

"Me temo Cornelius, que la orden de arresto queda sin efecto." Dijo Bones rompiendo el papel que tenía en la mano.

"Karen, aguárdame un segundo." Dijo Harry a la chica con la que hablaba, antes de dirigirse a Amelia: "Esa orden no, pero esto sí." Harry le dio unos sobres y regresó a hablar por teléfono.

Madame Bones los abrió y comenzó a leerlos en silencio. Eran 4 en total y uno la sorprendía más que el otro. El primero tenía el documento de Emancipación a nombre del joven mago, firmado por un juez Muggle.

"Lee esto." Le dijo Amelia a Albus antes de abrir el segundo.

Este era una demanda civil contra el Ministerio de la Magia y el Diario El Profeta por la suma de 1.500.000 de Galeones por calumnias e injurias en su contra por las declaraciones y artículos en su contra durante el pasado verano.

"Esta demandando al Ministerio." Dijo escuetamente la Jefa del Departamento de Leyes Mágicas al Ministro entregándole el sobre, antes de abrir el tercero.

En ese, había una denuncia penal contra Dolores Umbridge con varios cargos en su contra que incluían el haber dado la orden para que los Dementores atacaran Privet Drive, el uso de la pluma en sus detenciones y el intento de uso de un Imperdonable en su contra.

"Dolores Umbridge, está bajo arresto." Declaró Amelia con mucha seriedad mostrando los cargos en su contra. Dos Aurors se encargaron de arrestarla de inmediato en medio de las protestas de Fudge, Percy y Umbridge.

"Una demanda, la emancipación, el arresto de Umbridge, ¿qué más falta?" Preguntó Fred a Remus, habiendo escuchado lo que había sido dicho, mientras le daba los cigarrillos y el encendedor a Harry, quien prendió uno de inmediato.

"El quiebre de todo contacto con el Ministerio y sus leyes, reduciendo el posible contacto, en caso de haber uno, al mínimo y necesario hasta nuevo aviso. En otras palabras, deja de respetar lo que el Ministerio haga o diga de ahora en más." Dijo Madame Bones leyendo el contenido del sobre y mostrándoselo a los demás.

"Hijo de un Merodeador tenía que ser." Susurró Remus a Albus con un tinte de diversión en su voz. Dumbledore asintió en consentimiento a estos dichos.

"¿Reconoce este nombre?" Le preguntó Harry al Director de repente mostrando un papel con un nombre escrito: Karen Hiller.

"Debería comenzar este año en la Escuela." Indicó Dumbledore asintiendo.

"Al menos llevo esto a otro terreno." Murmuró el joven mago antes de regresar su atención al llamado que atendía.

Antes de que alguien pudiera agregar algo más a cualquiera de los asuntos, varios periodistas entraron al Bar, y cuando vieron a Harry, fueron hacia él de inmediato comenzando a lanzar preguntas:

"¿Es verdad que asesinó a alguien, Sr. Potter?"

"¿Se ha pasado al lado Oscuro?"

Harry, aún con el celular en su oído, le dirigió una mirada a los adultos que claramente decía: "O me los sacan de encima o mato a alguno!"

"Me temo que el Sr. Potter no hará declaraciones en este momento." Les comunicó Dumbledore a los periodistas, haciendo que estos giraran su atención al Director en vez de al estudiante.

"¿Que declaraciones hará por este caso?" Preguntó el periodista del Profeta.

"Estas." Dijo Dumbledore dándole el sobre que contenía la demanda de Harry al Diario.

"Fred, George, ¿Bill está en Gringotts hoy?" Preguntó Harry anotando algo en un papel. Cuando los mellizos asintieron, el joven agregó dándoles el papel: "Necesito que me conteste cuanto tardaría en hacer esto lo antes posible."

Los mellizos lo abrieron y leyeron lo escrito. En el papel estaba escrito una orden para retirar 25.000 Galeones de su bóveda y abrir una nueva con ese dinero a nombre de Karen Hiller. Fred tomó el papel y salió del bar en dirección del Callejón para hablar con su hermano mayor y cumplir el pedido de su amigo.

"Esto debe ser una broma!" Dijo el periodista del Profeta luego de leer la demanda.

"No lo es." Aseguró Madame Bones quien permanecía en el lugar por si Harry necesitaba ayuda legal en el Mundo Mágico. Fudge y Percy se habían ido para tratar de arreglar las situación con Umbridge y los demás asuntos que Harry había comunicado.

Con esta noticia, más las sospechas de asesinato, a las que nadie había contestado nada, todos los periodistas comenzaron a bombardear a Harry con preguntas de nuevo. Muy pronto, el joven perdió su paciencia con los periodistas, tomó la pluma de uno y la quebró en dos, haciendo que todos los demás se callaran.

"Espérame un segundo, Karen." Dijo Harry a la niña con la que hablaba por celular antes de dirigirse a los periodistas: "O me dejan de molestar o comenzaré a lanzar maleficios contra todos ustedes a diestra y siniestra, además de presentar demandas judiciales contra sus medios por atosigamiento contra mi persona. Si no se han dado cuenta, estoy con una situación muy delicada entre las manos, además de hablar por teléfono celular. Si tienen preguntas, metanselas en..."

"Harry!!" Gritaron Remus, Tonks y Dumbledore antes de que el joven terminara sus palabras, que era un insulto sin ninguna duda.

"...donde mejor les quepa." Terminó la frase el estudiante antes de retomar la comunicación telefónica.

"Si iba a terminar esa frase así, yo soy un Squib." Dijo George a Remus irónicamente.

"Seríamos dos entonces." Asintió el Hombre Lobo mientras Tom echaba del local a los periodistas, argumentando que perturbaban a la clientela.

"Me quedaré a beber algo, Tom." Dijo el padre de Luna Lovegood, editor del Quibbler, buscando alguna excusa para no ser echado también.

"Puede quedarse, pero no preguntarle nada al Sr. Potter." Informó Tom seriamente.

"Bill dice que tardaría 45 minutos como mucho." Le dijo Fred a Harry regresando del Banco.

"Le daré 1000 Galeones a él si lo hace en 20!" Prometió el estudiante, sin sacarse el teléfono del oído. Fred salió de nuevo en dirección al Banco para comunicar el mensaje.

"Está jugando todas sus cartas." Murmuró Remus a Dumbledore quien asintió en asentimiento a esto.

Mientras las negociaciones de Harry continuaban y los demás adultos la seguían en silencio y expectantes por saber su desenlace, por la chimenea llegaron Molly Weasley, con Ginny y Ron. Los 3 estaban sorprendidos con lo que se encontraron: Harry hablando por celular y paseándose por el bar; Remus, Tonks, George y Dumbledore sentados en una mesa junto a Amelia Bones escuchando atentamente las palabras del adolescente; el padre de Luna en otra, haciendo lo mismo; y una pluma partida al medio en el suelo.

"Dice que tienes un trato!" Exclamó Fred llegando corriendo en ese momento. Viendo a su madre y hermanos, que ninguno de los demás había notado, saludó mientras se sentó al lado de Remus: "Hola Mamá, hola chicos."

"¿Qué sucede?" Preguntó Molly a Albus luego de que todos se saludaran y los 3 Weasleys se agregaban al grupo en la mesa.

"Harry está jugando una carrera contra el tiempo." Dijo Albus antes de explicarle a la Matriarca Weasley toda la situación, o al menos lo que ellos sabían de ella.

"Karen escúchame con atención: puedo ayudarte. Si es necesario, pediré yo mismo tu custodia legal. Déjame ayudarte!" El tono del adolescente era de suplica y desesperación.

"No te la darán siendo un menor, Harry. No puedes ayudarme en esto a pesar de todas tus intenciones." La niña estaba llorando ante la impotencia de que nadie pudiera ayudarla.

"Tal vez no me den tu custodia, pero quizás pueda hacer que alguien te adopte." Dijo Harry repentinamente girando toda su atención al grupo de adultos. Más precisamente a Molly.

"¿Está sugiriendo lo que yo creo?" Preguntó una sorprendida Ginny a sus hermanos mayores y a su madre.

"Que la adoptemos nosotros." Dijo Molly entendiendo las intenciones de Harry.

"Está lanzando manotazos de ahogado. Se juega el todo por el todo." Dijo Tonks a los 4 jóvenes Weasleys.

"Si tú aceptas Molly, puedo conseguir los papeles legales en 3 horas." Prometió Amelia viendo que otra negativa podría ser la última y que la situación no arribaría a un final feliz.

"¿Hablas en serio? ¿No me bromeas con eso?" Preguntó una aturdida Karen con la propuesta.

"Necesito una respuesta ya o la pierdo." Dijo Harry a la Sra. Weasley en un tono desesperado.

"Si nuestra opinión sirve para algo, Mamá..." Comenzó Fred.

"...estaríamos felices de tener otra hermana menor." Finalizó su hermano mellizo.

"Sería lindo dejar de ser la menor de la familia." Agregó Ginny viendo, al igual que sus hermanos, que la decisión de su madre dependería mucho de lo que sus hijos dijeran. A su lado Ron asintió.

"Estaré encantada de recibirla en la familia." Aseguró Molly con una sonrisa.

"Comenzaré con el papeleo de inmediato." Prometió Amelia dejando el bar y yendo a su trabajo.

"Karen, si tú aceptas, puedes ser adoptada. Conozco a la familia que lo hará y confío en ellos ciegamente. Faltas tú nada más." Dijo Harry encendiendo el tercer cigarrillo desde que Fred se los había traído.

"Acepto." Fue la respuesta del otro lado del teléfono.

"Dime donde estás e iré a buscarte." Pidió el joven tomando un lápiz y un papel y escribiendo una dirección en él.

"¿Y?" Preguntaron todos al mismo tiempo cuando Harry colgó.

"Aceptó. Debo ir a buscarla." Comunicó Harry antes de marcar otro número: "Soy Harry, pásame con Alex, es una emergencia."

"¿A quien llama?" Preguntó Ginny confundida a los otros.

"A su jefa en L. A. S." Contestó Remus mientras escuchaban lo que el joven decía.

"Todo está bien... Sí, lo resolví todo sobre Karen... La adoptará una familia amiga... Confío en ellos, Alex... Necesito que me hagas un favor enviando un e-mail... Sí, es a Speedrat... Dile que haga una donación a una cuenta a nombre de Karen... De veinte que la haga... Adivina quien hará esa donación... Estoy loco, lo sé... Te llamaré en unas horas... Adiós." Finalizó la charla el adolescente, colocando su celular en su bolsillo derecho.

"¿Qué significa eso de 'donación', Harry?" Preguntó Dumbledore con un sospechoso tono de voz.

"Como reza un viejo dicho: 'Menos averigua Dios y perdona', Profesor." Dijo Harry con una misteriosa sonrisa, antes de agregar: "Vuelvo en un rato con Karen." Dicho esto, salió del bar corriendo.

"¿Dónde está Harry?" Preguntó Bill entrando en ese momento.

"Se fue a buscar a nuestra nueva hermana." Informó Fred antes de que él y su hermano mellizo fueran al Callejón para abrir su negocio.

"¿A buscar a quién?" Preguntó el mayor de los pelirrojos a su madre confundida con sus últimas palabras.

"Ahora seremos 8, Bill." Sonrió Ron a su hermano antes de que se le explicara toda la situación y el pedido de Harry.

"Y yo que pensé que iba a comenzar a tener sobrinos antes que nuevos hermanos." Fue el único comentario que hizo Bill, antes de mostrar su apoyo a la decisión de su madre y hermanos.

****

Poco más de 30 minutos más tarde, Molly y Bill esperaban a Harry y Karen en la misma mesa de antes. Tonks había sido llamada por los Aurors y debió marcharse poco después de que Harry se fuera. Albus y Remus debieron regresar a Grimmauld por distintas razones: Dumbledore para reunirse con algunos miembros de la Orden y el Hombre Lobo para preparar un cuarto para la niña. Ron había ido al Ministerio para poner al tanto de la situación a su padre, mientras que Ginny tenía la misma misión solo que con Charlie.

"¿Por qué buscabas a Harry, Bill?" Preguntó Molly de repente recordando la entrada de su hijo mayor buscando al joven.

"Me pidió que retirara 25000 Galeones de su bóveda y los depositara en una nueva a nombre de Karen." Explicó Bill, omitiendo el detalle de los 1000 Galeones que recibiría por hacerlo tan rápido.

En ese momento, la puerta del local se abrió y Harry ingresó seguida de una niña de 11 años. Temía pelo largo y rojo, aunque no tan brillante como el de los Weasleys. Vestía unos jeans y una remera negra con un dibujo de un ángel en ella. Era delgada y algo pequeña, pero no tanto como lo era Harry a su edad.

"Algo bueno tiene: es pelirroja." Se rió Bill mientras los dos se acercaban a su mesa.

"Karen, te presento a la Sra. Weasley y a Bill, madre y hermano de uno de mis mejores amigos y quienes te adoptarán. Sra. Weasley, Bill, ella es Karen." Presentó Harry cuando los 4 estaban sentados en la mesa.

"Gracias." Dijo Karen a los dos pelirrojos con una sonrisa.

"Sra. Weasley, mientras ustedes hablan y se conocen mejor, Bill y yo iremos por las cosas de Karen. Nos encontraremos en el Callejón para la varita y sus ropas en 2 horas, ¿de acuerdo?" Propuso Harry a todos, obteniendo consentimiento de los otros 3.

"¿Hiciste lo que te pedí?" Le preguntó el joven de pelo negro a su acompañante tan pronto como la entrada al Callejón había sido activada y ambos estaban adentro.

"Me debes 1000 Galeones." Contestó Bill asintiendo.

"Tómalos de mi bóveda." Dijo Harry mientras comenzaban a comprar los elementos de los estudiantes de Primer Año, y Harry compraba los suyos propios también.

Su primera parada fue la compra de los elementos de Pociones. De allí se dirigieron a comprar las cosas para las clases de Astronomía, pergaminos y plumas para anotar en clase y otros elementos para la vida cotidiana. De allí fueron a la librería.

"Este no le puede faltar." Comentó Bill a Harry agregando una copia de 'Quidditch a través de los años' a los libros para la niña.

"Tampoco este. Es amante de la historia." Dijo Harry comprando una copia de 'Historia de Hogwarts' también.

"¿Cómo entraste en L. A. S., Harry?" Le preguntó el pelirrojo a su acompañante repentinamente, mientras el alumno de Sexto Año compraba los suyos.

"No es una historia de la que desee hablar." Respondió Harry con un tono cortés pero a la vez lapidario, indicando que no hablaría de ello.

"Problemas a la derecha. De los grandes." Dijo el pelirrojo de repente, haciendo que Harry girara su vista hacia ese lugar.

"Déjame adivinar: eso se lo debemos a Fudge, ¿verdad?" Comentó el joven estudiante, viendo a Lucius Malfoy y a su hijo haciendo compras también.

"En el banco, corre el dato de que Lucius pagó más de 1000000 de Galeones al Ministro para el perdón. Viene de uno de los lugares más altos de la jerarquía la información." Informó Bill a su acompañante.

"Bueno, bueno, que acontecimiento. El asesino Harry Potter anda libremente por el Callejón Diagon. ¿Buscando victimas, Potter?" Comentó con una sonrisa despreciativa al joven.

"Sí, y usted es el elegido." Respondió Harry apuntando su varita peligrosamente a la garganta del rubio.

"Haz algo y te encerrarán de por vida, Potter." Amenazó Lucius apuntando al joven con su varita, mientras que Bill apuntaba su varita a Draco para que no se moviera de su lugar.

"Eso sucedería si estuviera obedeciendo lo que el Ministerio diga, Sr. Malfoy. Le sugiero que le pregunte al idiota de su amigo, el Ministro, sobre los sobres que recibió esta mañana." Dijo Harry antes de hacerle una señal a Bill para que se fueran de allí.

"A mí no se me derrota así de fácil, Potter. Pronto morirás al igual que tus padres y el cobarde de tu padrino." Siseó el Mortífago en un peligroso tono de voz al joven.

"Usted fue derrotado por 6 adolescentes si se ha olvidado, Malfoy. No me tiente porque si lo decido, su amo va a parecerle un niño comparado conmigo." Respondió Harry antes de apuntar su varita a los genitales de Malfoy y susurrar: "Castrarus." Acto seguido, el joven y Bill salieron del local, ignorando los llantos de dolor de Malfoy.

"Eso fue muy bajo, Harry." Comentó Bill antes de agregar: "Espera que se enteren los mellizos!"

"Tengo genes de los Merodeadores en la sangre, Bill. Desde ahora, Voldemort y sus sirvientes, van a conocer el lado malo de mí." Contestó Harry con una sonrisa diabólica antes de ir a la tienda de los mellizos.

"Recuérdenme nunca estar en contra de él!" Dijo Bill a sus hermanos antes de estallar en carcajadas y contarles lo que Harry había hecho.

"Un golpe muy bajo, Harry!" Se rió George.

"Pero uno excelente sin dudas!" Asintió su hermano entre las risas de los 4.

"¿Qué fue excelente?" Preguntó Charlie entrando al local con Ginny en ese momento.

"Harry castró a Lucius Malfoy!" Dijo Bill aún retorcido de la risa.

"¿¿¿HICISTE QUÉ????" Preguntaron los dos pelirrojos sin creer lo que habían escuchado.

"Le hice un favor al mundo evitando más hijos suyos." Respondió Harry simplemente.

"Harry, amigo mío, me alegraste todo el verano!" Dijo Charlie entre carcajadas.

"Mamá no estará muy feliz cuando lo sepa." Dijo Bill seriamente cuando el grupo dejó de reírse.

"Tacha eso, la Orden querrá mi cabeza!" Contradijo Harry.

"¿Por qué querríamos tu cabeza?" Preguntó Dumbledore entrando con Remus, Molly y Karen a la tienda.

"Digamos que Lucius Malfoy no va a poder tener más hijos de ahora en adelante." Dijo Fred con una risa.

"¿Y por qué es eso?" Preguntó Molly confundida.

"Lo castré hace 10 minutos!" Respondió Harry con una sonrisa muy parecida a la de los mellizos.

Cuando el grupo de adultos escuchó esto, hubo 3 reacciones diferentes. Remus se cayó al suelo de la risa. Albus intentaba mantenerse serio, para no seguirlo. Molly, luego de superar el shock inicial, comenzó a gritarle enojada a Harry y a darle un sermón.

"Tranquila, no muerde." Le aseguró Fred a Karen que veía preocupada la escena de Molly y Harry.

"¿Seguro?" Preguntó la niña algo temerosa.

"Ellos dos siguen vivos y no creerías las cosas que han hecho durante todos sus años en la casa y el Colegio." Dijo Ginny apuntando a los mellizos, antes de agregar: "Ellos dos son Fred y George, son mellizos."

"No me hubiera dado cuenta si no me lo decían." Dijo Karen con algo de sarcasmo.

"Sarcástica la chica." Comentó Charlie a sus hermanos, mientras su madre terminaba el sermón, luego de que Harry la callara de un grito.

"Sra. Weasley, tengo varios dolores de cabeza así que no me los empeore!" Exclamó el joven, dando por concluida la charla.

"Sigue teniendo ese carácter podrido del año pasado." Comentó Ginny a sus hermanos.

"Espero que este año no lo saque a relucir muy seguido." Dijo Remus escuchando sus palabras.

"Te apuesto 10 Galeones a que antes del fin del primer día en los Cuarteles lo hace." Dijo Fred al hombre lobo.

"Gracias pero no estoy con ganas de perder dinero." Fue el único comentario del antiguo Merodeador.

"¿Qué falta comprar de la lista aparte de la varita?" Preguntó Harry cambiando de tema rápidamente.

"La mascota. Compramos las túnicas hace un rato." Dijo Molly mostrando unas bolsas.

"¿Gato o lechuza?" Preguntó Harry a Karen.

"La rana es la última mascota que recomendamos." Dijo Fred antes de que alguien sugiera ese animal como mascota.

"Tenemos malas experiencias con ellas." Agregó George.

"Siempre me gustaron los gatos." Dijo Karen muy decidida.

"Primero Ollivander y luego la tienda de mascotas." Comunicó Harry saliendo del local con Karen y Molly. Mientras los otros Weasleys, Dumbledore y Remus los esperarían en el Caldero Chorreante más tarde para almorzar.

La tienda de Ollivander estaba tal cual Harry la recordaba de su primera visita hacía ya 5 años. El local estaba casi vacío excepto por una niña que compraba su varita con su madre. La niña le recordaba a Harry de alguien pero no la ubicaba.

"Hey, Harry!" Dijo Hannah Abbot entrando en la tienda y saludándolo.

"Hola Hannah. ¿Cómo has estado?" Preguntó el Gryffindor mientras la niña seguía probando varitas sin resultado.

"Bastante bien." Dijo la chica antes de preguntar por lo bajo: "¿Continuaremos con el Club de Defensa este año?"

"Deberé hablar con Dumbledore para hacerlo legal. Si el Director lo aprueba, lo seguiremos." Dijo Harry haciendo referencia al club que él y Hermione habían creado el año anterior, con el fin de enseñarle a otros como defenderse si eran atacados.

"Hablaré con los demás y les pasaré el mensaje." Prometió la joven antes de saludar a Molly: "Hola Sra. Weasley, ¿cómo le va?"

"Bien. ¿Qué haces aquí, Hannah?" Preguntó Molly cordialmente.

"Ella es mi hermana menor." Comentó la alumna de Hufflepuff apuntando a la niña que probaba varitas.

"¿Otra Hufflepuff?" Preguntó Harry a Hannah.

"Gryffindor con toda seguridad." Comentó Hannah antes de preguntarle a su compañero de año, apuntando a Karen: "¿Quién es ella?"

"Hannah, ella es Karen, la nueva miembro del Clan Weasley. Karen, ella es Hannah una amiga mía del colegio." Presentó Harry a las dos chicas.

"La Sra. Weasley la adoptó haciéndome un favor." Explicó el joven cuando Hannah lo miró sorprendida con la presentación de la niña.

"Encantada de conocerte, Karen." Dijo Hannah estrechando la mano de la pequeña con una sonrisa.

"Igualmente." Dijo Karen con una sonrisa.

"¿Casa?" Inquirió la joven de sexto Año a Harry.

"Apostaría mis fichas por Ravenclaw, aunque podría terminar también en Hufflepuff." Contestó Harry mientras la hermana de Hannah terminaba de intentar con las varitas.

"Mira Hannah ya tengo mi varita!" Exclamó la niña saltando de alegría.

"Lo vi, Anne." Contestó la adolescente antes de decir: "Mamá, Anne, él es Harry Potter. Harry, ellas son mi madre y mi hermana."

"Encantado." Dijo Harry saludándolas cordialmente, mientras Molly intercambiaba palabras con la madre de Hannah.

"Nos vemos en la estación." Se despidió Hannah de Harry unos momentos más tarde saliendo del local con su familia mientras Karen iba hacia Ollivander.

"Harry Potter, tanto tiempo." Saludó el hombre viéndolo.

"Han sido seis años ya desde mi visita." Contestó Harry recordando la vez que había ido allí a comprar su varita con Hagrid.

"Una varita muy especial la suya." Comentó Ollivander con seriedad.

"Lo es, lo es." Contestó el adolescente, sabiendo que Ollivander hacía referencia a la conexión que su varita y la de Voldemort poseían: ambas tenían una pluma de Fawkes, el Fénix de Dumbledore.

"¿A qué debo su presencia?" Preguntó Ollivander al grupo.

"Ella necesita su varita." Dijo Molly señalando a Karen, quien ignoraba el lazo de las dos varitas, al igual que la gran mayoría de la Orden.

Inmediatamente, Ollivander comenzó a tomar medidas de Karen y luego empezaron a probar varitas. Mientras lo hacían, Harry sintió como si fuera llamado. Era como una canción en vez de una voz.

"Ya vuelvo." Dijo el joven a la Sra. Weasley antes de salir del local en busca de la fuente del sonido.

Luego de unos minutos, la halló. Era un huevo dorado que estaba en un rincón del callejón, casi invisible. Harry se acercó hasta el huevo y lo tomó en sus manos. Era liviano y emitía calor.

"Me pregunto que clase de huevo será." Pensó el mago antes de colocarse el huevo en su bolsillo y regresando a la tienda de Ollivander, haciendo una nota mental de hablar con Dumbledore en cuanto lo viera en los cuarteles de la Orden.

Cuando entró, Karen estaba probando otra varita. Esta era de caoba y medía 16 centímetros, conteniendo una pluma de Fénix también. En cuanto la movió, de la varita salieron chispas de color azul y bronce.

"Curioso, muy curioso." Comentó Ollivander mientras envolvía la varita.

"Mismo Fénix, ¿no?" Preguntó Harry repentinamente.

"Así es, Sr. Potter. El mismo Fénix." Informó Ollivander mientras recibía el dinero por la varita.

"¿Cuántas otras varitas se han hecho con sus plumas?" Preguntó Harry antes de salir con Molly y Karen.

"Esa fue hecha este verano. Es la última pluma que he recibido de esa ave para ese propósito." Informó el anciano.

"¿Qué tiene de especial la varita?" Preguntaron Karen y Molly cuando los 3 estaban afuera del local.

"No quieren saberlo." Respondió el joven antes de ir a la tienda de las mascotas.

"No parecías muy contento con la varita, Harry." Comentó la Sra. Weasley, mientras la niña buscaba un gato.

"No es eso. Es la pluma de la varita lo que me preocupa." Comentó el adolescente.

"¿Qué tiene eso de raro?" Preguntó Molly confundida.

"Es de Fawkes. Hay solo otras dos varitas con sus plumas y una de ellas es la mía." Dijo Harry mientras Karen tomaba una gata rojiza con ojos azules.

"Es linda." Comentó Molly mientras pagaban por ella.

"Volvamos al Caldero." Sugirió Harry viendo que ya tenían todo de las 2 listas, la suya y la de Karen.

"¿De quien es la tercera?" Preguntó Molly a Harry mientras caminaban de vuelta.

"Tom Riddle." Contestó el adolescente escuetamente.

"¿Tom Riddle no es...?" Comenzó la matriarca Weasley confundida.

"Voldemort. Nuestras 3 varitas son hermanas." Dijo Harry sentándose a la mesa donde Dumbledore estaba con Bill, Ron y Ginny. Antes esa respuesta, la Sra. Weasley palideció notablemente.

"Karen tiene la tercera varita de Fawkes." Informó Harry al Director en un susurro mientras almorzaban.

"Es inesperado este evento te diré." Comentó Dumbledore con seriedad.

"Inesperado para usted, shockeante para mí." Murmuró Harry antes de agregar, mostrando el huevo discretamente: "¿Sabe qué es esto?"

"¿Dónde lo encontraste?" Preguntó Albus viendo el huevo con sorpresa.

"Hace un rato en el Callejón. ¿Por qué?" Preguntó el joven con intriga.

"Hablaremos en los Cuarteles." Contestó Dumbledore seriamente.

"Estás loco. Harry, definitivamente tú estás loco." Dijo Amelia a Harry cuando regresó al bar con una carpeta llena de papeles que se los entregó a Molly.

"Vamos, Madame Bones, Malfoy habrá hecho cosas mucho peores." Dijo Harry sabiendo que la acusación de locura se basaba en la castración del rubio.

"Aunque estoy de acuerdo al 100% con esa afirmación, conoces la postura del Ministro." Comentó Amelia seriamente.

"Y usted la mía." Contestó el adolescente con el mismo tono.

"Solo te recomendaré mantenerte alejado de Fudge y Malfoy." Contestó Bones antes de dirigirse a Molly y Karen, explicando los papeles, que eran para la adopción de la niña.

"Deberán nombrar padrinos." Informó Amelia al final de la explicación.

"Yo me anoto como Padrino." Dijo Harry antes de marcar el número telefónico de L. A. S.

"Hermione como Madrina." Agregó Ron mientras se pusieron a escuchar la charla de Harry.

"Está todo arreglado... Están firmando los papeles ahora... ¿Qué pasó con Speedrat y la donación que le pedí que hiciera?... Bien, un problema menos entonces... No, este año no vuelvo... Tranquila, si necesito hablar con alguien te llamaré, Alex... Dudo que me puedas encontrar fácilmente... Estaré todo el año en mi escuela y no se accede muy fácilmente... Manda saludos a todos por allí... Gracias por todo lo que hiciste por mí, te debo un par... Adiós." Finalizada la charla, Harry se guardó el celular en su bolsillo.

"Debía despedirme de mi jefa e informarle sobre Karen." Explicó el mago ante la mirada curiosa de todos.

"Aún no has dicho a que te referías con lo de donación." Comentó Dumbledore seriamente.

"Lo único que diré, es que si explico eso yo y un amigo iremos a la cárcel por algunos delitos." Comentó Harry con una sonrisa.

"¿Qué delitos?" Preguntaron Molly, Albus y Madame Bones seriamente.

"Speedrat, mi amigo, es un hacker. Él se mete en varias computadoras y hace lo mismo que hacía Robin Hood: le roba a los ricos y se los da a los pobres. Lo conocí por mi trabajo y me ha ayudado en algún que otro caso. Hoy a Karen le fue abierta una pequeña cuenta en un Banco Muggle con 20000 Euros en ella, totalmente imposible de rastrear hasta que ella decida acceder a la cuenta." Explicó Harry simplemente.

"Un pequeño criminal el chico. No teníamos ese lado tuyo, Harry." Comentó Fred escuchando su historia y sentándose con su mellizo a la mesa.

"Fred, discúlpame si hoy fui una máquina de dar órdenes. No contaba con mucho tiempo." Se disculpó Harry al mellizo.

"Hey, estabas corriendo contra el tiempo. Necesitabas ayuda y hacíamos eso, dártela." Dijo Fred restándole importancia al asunto.

"¿A quien se le robó el dinero?" Preguntó Madame Bones con mezcla de curiosidad y seriedad.

"Primero, lo que hicimos, no fue un robo, fue un pedido de donación, al que accedió esta persona sin saberlo, por supuesto." Explicó Harry comiendo.

"¿A quién?" Repitieron la pregunta los adultos.

"Un traficante de armas, drogas, manejador de casinos clandestinos, etc., etc., etc. Un verdadero criminal. Ese dinero no va a ser extrañado." Comentó el estudiante con una sonrisa.

"Como reza un viejo dicho: 'Quien roba a un ladrón...' "comenzó Fred.

"'...Tiene 100 años de perdón'." Terminó su mellizo.

"Oigan, yo no soy criminal. Solo soy un alma caritativa que brinda apoyo a personas que necesitan ayuda." Dijo Harry con una inocente sonrisa.

"Y nosotros damos fe de esa caridad." Susurró Fred a su oído.

"Amén a eso, Fred." Contestó Harry con una pequeña risa.

"Tú lo has dicho, Amén a eso." Asintieron los dos mellizos.

"¿Amén a qué?" Preguntaron todos los Weasleys y adultos, excepto Ron que tenía una ligera idea de que hablaban.

"A mi caridad." Dijo Harry brindando con Fred y George.

"¿Qué significa eso?" Preguntaron Molly, Amelia, Ginny y Charlie, mientras Ron trataba de poner una cara de desconocimiento a esto.

"Lo pondré así: 1000 Galeones producto del Torneo de los Tres Magos, más un joven que no quería el dinero, más 2 jóvenes necesitados de Galeones. El resultado de esta ecuación es su tienda." Contestó Harry señalando a los mellizos quienes asintieron.

"¿¿¿Tú eres el que les dio ese dinero???" Preguntaron los Weasleys mientras Ron se reía a carcajadas por la cara de sorpresa de su Madre y hermanos.

"Fui el alma caritativa que hizo una pequeña inversión a largo plazo." Explicó Harry con una sonrisa.

"Valiosa inversión fue esa." Asintió Fred a sus dichos.

"Debemos hablar de negocios más tarde nosotros 3. Como el inversor quiero una pequeña parte de productos para mi uso personal." Dijo Harry sonriendo travieso.

"¿Planeas convertirte en nuestro sucesor?" Preguntó Fred con curiosidad.

"Hay que empezar a entrenarla a ella para serlo. Yo no necesito bromas para causar el caos total." Dijo Harry señalando a Karen que los miraba confundida a los 3.

"Nosotros hacemos eso, y mamá nos mata a los 3." Susurró Fred ante las miradas de todos.

"Si enfrenté a Voldemort más de 4 veces y sigo vivo, puedo sobrevivir a su madre." Comentó Harry simplemente.

"Quizás tu sí lo hagas, pero nosotros no deseamos tentar al Hades!" Respondieron los antiguos Bateadores de Hogwarts.

"Al Hades tal vez no, pero al diablo no deberían." Comentó Harry mientras terminaban de almorzar.

"Y tú eres el diablo, ¿no es así?" Preguntó Fred curioso.

"¿Dudaban de eso?" Contestó el Buscador mientras todos iban a la Chimenea a usar la red Flu.

"¿Ahora eres el Diablo?" Preguntó Dumbledore mientras Molly le explicaba a Karen como usar los polvos Flu y el grupo comenzaba a ir a los cuarteles.

"Soy el Ángel Negro, traigo la vida y la muerte por igual. Le recomendaré que de ahora en más no me encuentre del lado incorrecto. El viejo Harry Potter ha muerto y el nuevo no es amistoso con sus enemigos." Le advirtió Harry antes de usar la chimenea.

Antes de que desaparezca, Dumbledore vio algo que lo sorprendió: en la parte trasera de su pantalón Albus vio la culata de un arma 9mm.

"¿Qué hace Harry portando un arma?" Se preguntó el Director antes de ir a los Cuarteles cerrando el grupo.