Adaptación de #Ian
Capítulo 1
Llevaba una semana durmiendo en su auto, no le quedaba más dinero, dos años trabajando con Kudo y el muy idiota se muere, dejándolo sin trabajo y sin casa.
Desde niño se las arreglo solo, no conoció a sus padres ya que lo abandonaron cuando nació, lo único que conocía era la calle, aprendió a robar carteras y billeteras, relojes y colgantes, pero con eso no pagaba un alquiler, éste auto era todo lo que poseía.
Para Blaine la vida pasaba lento, tenia veintidós años y desde que tiene memoria, vive el día a día en la calle, entre orfanatos y reformatorios, aunque tenía una apariencia juvenil con sus risos negros alborotados y sus ojos color ámbar, podía decirse que parecía un muchacho de familia bien. Conoció a Kudo, un hombre oriental, reacio, que lo hacía robarle a los proveedores de su negocio después que él les pagaba, pero tenía comida y un techo, al menos el depósito era un techo, pero el viejo murió de un infarto y él quedo en la calle.
Tenía hambre, salió del auto y el frío de Chicago comía los huesos, camino hasta el parque central, sabía que en la avenida cercana la gente siempre se detenía a comprar alguna baratija y era su oportunidad para robarle a algún incauto.
Había caminado dos cuadras y ya tenía tres billeteras, era más fácil robar celulares, pero ese negocio lo manejaba gente que no le gustaba la competencia y no quería perder los dientes por unos dólares.
Abrió una billetera mientras caminaba, sacó el dinero y lo guardo en el bolsillo de su pantalón, tiró la misma hacia un costado, e hizo lo mismo con otra, alguien tiro de su hombro girándolo para verlo.
-Vaya... ábrela.- dijo un hombre de unos cuarenta años, castaño, de tez blanca, sus ojos marrones lo observaban atentos.
Blaine abrió la billetera que no tenía nada y lo miro con el seño fruncido.
-La verdad te felicito, no lo note hasta que te la llevaste.- dijo el hombre.
-Váyase al diablo.- dijo Blaine arrojando la billetera y siguió caminando como si nada.
-Cuando eres joven es más fácil, yo ya no puedo hacerlo, pero si te interesa...tengo un trabajo para ti.- comento el hombre caminado a paso lento detrás de él.
Blaine se giro y lo miro a los ojos.
-Que mierda quiere?, le robe una cartera que no tenía nada, felicidades!, es más ingenioso que yo, ahora váyase y déjeme en paz.-
-Ya sé que puede ser frustrante, ya te lo dije, yo lo hice cuando era joven y ahora busco a alguien que lo haga por mí.- respondió el hombre con una sonrisa amable.
Blaine lo estudio unos instantes, y las palabras que el desconocido dijo.
-Esta ofreciéndome robar para usted?.- pregunto.
-Sí, básicamente...Me llamo Chad Morrison, tengo...un grupo de personas trabajando para mi, y me falta alguien como tú.-
-Tiene una banda de delincuentes.- dijo Blaine para ser claro.
-Si...si quieres usar ese término, tengo una banda de delincuentes y necesito a alguien como tú.-
-No gracias.- dijo Blaine y volvió a su camino.
-Tendrás casa y comida gratis, el dinero se reparte en partes iguales, y lo que hagas con el, es cosa tuya.- el hombre esperaba una respuesta afirmativa después de eso.
Blaine se detuvo mirando al frente, necesitaba dinero, y un techo, el auto era sumamente frío y ni hablar de comida.
-Que hay que hacer?.- pregunto Blaine girando para verlo al rostro.
-Por ahora, solo vigilancia, pero debes estar dispuesto a usar un arma por si la necesitas.-
El tema del arma no le gustaba, pero si le iban a pagar por vigilar al menos lo intentaría.
-Podrás irte cuando desees, si eso es lo que preocupa.- dijo Chad observando su indecisión.
-Bien, acepto. Pero no mataré a nadie.- dijo Blaine decidido.
-No te pediría eso...esta es la dirección, es una vieja pensión.- Chad escribió en un pedazo de papel la dirección y se lo entrego. -te estaré esperando.-
Blaine lo tomo y vio al hombre caminar hacia el lado contrario, le parecía confiable, por primera vez, sentía que alguien era confiable.
...
Llego durante la tarde al lugar, una vieja pensión estaba frente a él, algo en su interior le decía que ni bien entrara, toda su vida cambiaria.
Toco la puerta mirando hacia los lados, llevaba con él un pequeño bolso con sus pertenencias, un hombre de color, de cabello corto y negro, fornido y con tatuajes en sus brazos, la abrió.
-Tú eres el de la billetera?.-
-Si.- respondió Blaine atento a los movimientos de éste.
-Bien, pasa.- dijo el hombre y se hizo a un lado para dejarlo pasar.
La sala no era muy grande, habían dos pasillos a los lados y otra habitación en medio de ambos, miro a su alrededor, no era un lugar muy aseado, pero tampoco un nido de ratas, no habían muchos muebles ni nada costoso.
El hombre de color se dirigió hacia la habitación que estaba frente a nosotros, la única visible al menos.
-Chad!, tu muchacho esta aquí.- dijo apoyado en el marco de la puerta.
-Me alegra verte.- dijo Chad mirándolo con una media sonrisa. -Él es Akibombo, pero le decimos Aki...yo...no sé cómo te llamas.- comento caminando hacia él.
-Blaine Anderson.-
-Eres algo Trent Anderson?.- pregunto Chad.
-No.- dijo Blaine sin mucho entusiasmo, su apellido era muy común.
-Bien, ven te presentare al resto de los muchachos.- dijo Chad haciéndole un gesto para que entrara a la habitación.
Resulto que la habitación era la cocina, o algo parecido, había una mesa bastante grande, y dos hombres sentados con un mazo de cartas, otro muchacho estaba sentado sobre una repisa mirando hacia un televisor que estaba amurado en el otro extremo de la habitación.
-El es Alan Sunday, y su hermano William.- dijo Chad señalándolos, y ellos levantaron la mano en forma de saludo. -Y el es Kurt.-
El joven que estaba sentado lo observo detenidamente y volvió su vista al televisor mirando las noticias.
Blaine lo miro unos segundos de mas, no había saludado y francamente parecía que no se había dado cuenta que estaba parado a unos escasos metros de él, pero esos segundos que sus ojos se fijaron en los de él, bastaron para ponerlo nervioso.
-El es así, no lo tomes personal.- dijo Chad. -te mostrare tu habitación.-
Camino mirando de soslayo al muchacho sentado sobre la repisa, llegaron a un pasillo y caminaron hasta casi el final, habían unas cinco habitaciones, Chad se detuvo frente a una puerta, la tercera.
-Esta es tu habitación, aquella que está en el fondo es la mía, esta que esta junto a la tuya es la de Kurt, estas están desocupadas, el resto duerme en el otro pasillo.- dijo Chad de pie junto a él.
A Blaine le pareció extraño que ellos dos durmieran solos y el resto del otro lado, pero decidió no preguntar.
-Bien.-
-Acomoda tus cosas, luego pasa por la cocina y así hablamos...- dijo Chad mientras volvía a la cocina. -y...bienvenido a la banda.-
Blaine observó a Chad retirarse, se giro y miro su habitación no era una suite pero al menos estaba limpia, dejo su bolso sobre una silla, la cama parecía confortable, y había un pequeño mueble junto a ella con una lámpara, a un lado de la cama había una ventana que daba al patio trasero, y en un rincón un mueble para la ropa. No sabía si hacia bien en quedarse, Chad parecía confiable, pero el resto era extraño, especialmente el muchacho llamado Kurt, lo ponía nervioso.
Dejo el bolso dentro del mueble y volvió a la cocina, miro hacia atrás, por el pasillo para ver las otras dos habitaciones, negó con la cabeza y siguió caminando, escucho las voces del resto, cuando entró a la cocina, el hombre de color, francamente podía medir dos metros, estaba cocinando algo en la estufa, el muchacho seguía sentado en la repisa mirando atentamente el televisor, los dos hombres que eran hermanos, de los cuales no recordaba sus nombres, estaban con Chad mirando algo parecido a un mapa sobre la mesa.
-Hay que tomar esa calle, no tenemos salida a la avenida por la otra.- dijo William señalando una línea en el mapa.
-No...a esa hora estará horrible el tráfico, quedaremos atrapados.- contradijo Alan a su hermano.
-Blaine, ven así estas al tanto.- dijo Chad mirándolo.
Éste se acerco y observo el mapa y a ellos.
-Hace un par de meses, se me acerco un hombre que conocí hace mucho, tiene una joyería, y me propuso un trato, debía robarle una joya, ésta,- dijo Chad mostrándole una imagen de un collar con un colgante rojo muy grande con forma de diamante. -y podía llevarme lo que quisiera, siempre y cuando robará ésta y luego se la entregara, él quiere venderla en el mercado negro y cobrar el seguro por el robo, nosotros venderemos el resto y nos quedaremos con el dinero, mas algo que me dará por el favor.- explico Chad.
Blaine abrió los ojos de sorpresa, no pensó que sería algo tan grande, pero era evidente que para ellos era algo fácil.
-Kurt ya ubico la joya dentro del local, y las que tienen más valor, tú conducirás un auto, Alan y William irán y volverán contigo, Aki y yo iremos con Kurt adelante de ustedes, es muy importante, muy importante que no pierdas de vista el auto de Kurt, ni te alejes de él, entiendes?.-
Blaine asintió con la cabeza.
-Sabes conducir verdad?.- pregunto dudoso Chad.
-Si claro.- respondió Blaine.
-Ok, necesitamos la mejor salida, la más rápida hacia la avenida principal, cuando lleguemos al puente, tomamos el camino por atrás de la fábrica abandonada y volvemos aquí...Kurt... Kurt!.- llamo Chad.
Este desvío su atención del televisor hacia Chad, William apago el televisor mirándolo serio.
-Estas aquí Kurt?.- pregunto Chad mirándolo a los ojos.
Él afirmo con su cabeza y se acerco a la mesa, parecía un cachorro regañado, Chad le dio una mirada de desaprobación y volvió a mirar el mapa.
-Kurt...tomaras esta calle, la que es paralela al local, y seguirás hasta aquí, doblas hacia arriba, la carretera está a dos cuadras de ahí, luego seguiremos hasta el puente, el resto lo sabes no?.- pregunto Chad.
Él afirmo con la cabeza nuevamente pero no dijo nada, Blaine lo observaba extrañado, creía que tal vez era mudo, o algo limitado de pensamiento, además parecía un niño, tenia rasgos de niño, sus ojos tan claros lo hacían perderse la conversación, él estaba ajeno al escrutinio que ejercía Blaine, analizándolo, tenía un gran magnetismo sobre él, nunca se había fijado en un hombre hasta que conoció a Kurt. Sus pensamientos lo sacudieron, estar viendo a ese muchacho fijamente, estaba perturbándolo.
-Blaine ira detrás de ti, si te desvías, él se desvía, entiendes.- dijo Chad mirándolos a ambos.
Kurt asintió y observo a Blaine, sus miradas se cruzaron por segunda vez y Blaine sintió una corriente eléctrica atravesar su cuerpo, desvío su mirada hacia el mapa pero de soslayo observaba de vez en cuando a Kurt, él lo ponía nervioso.
-Tienes alguna duda?.- pregunto Chad a Blaine.
-Eh?...- pregunto Blaine mirando a Chad. -no, solo conduzco siguiéndolo a él, entendí eso.-
-Bien. Alguien tiene alguna duda?.- pregunto Chad a sus hombres.
-Yo...- dijo Alan levantando la mano. -iremos al club a festejar?.-
Chad negó con la cabeza sonriendo al igual que Aki y William.
-Cuando todo termine...mañana a las seis los quiero a todos levantados, escucharon?, William enseñarle a Blaine el auto y asegúrate que todo éste bien.- dijo Chad.
-Ven muchacho.- pidió William caminando hacia la puerta de salida.
Kurt los siguió con la vista, Blaine podía sentirlo mientras salía de la pensión, realmente se sentía nervioso cerca de él.
-Debes dejar el auto encendido, siempre.- dijo William mientras ambos caminaban hacia un lado de la pensión, en un callejón habían dos autos estacionados.
-Bien.- respondió Blaine.
-Este es el tuyo.- William abrió el auto de atrás y lo hizo ingresar y sentarse del lado del conductor. -Aquí están las llaves, enciéndelo.-
Blaine se sentó en el auto y cerró la puerta, William se apoyo en la ventanilla y lo observó, encendió el auto con facilidad y reviso el tablero, y el interior del auto.
-Parece un violín no?. Chad lo envió al taller para asegurarse que este diez puntos para mañana, no quiere errores, ese lo maneja Kurt, es de él, no le gusta que le toquen el auto, es un poco paranoico.- comentó William.
-Hace mucho que esta con ustedes?, perece un niño.- pregunto Blaine.
-Kurt no es un niño, tiene veinte años, y yo hace...cinco años que estoy con Chad y Kurt ya estaba con él, es como el hijo, no sé desde cuando se conocen, como veras Kurt no habla mucho.-
-Es mudo?.- pregunto curioso Blaine.
-No, está loco...- dijo William mirando hacia la calle. -él es de los que hacen lo que le pides al pie de la letra, y un día alguien dijo dispara y mato a uno, eso dicen, también dicen que es un hijo perdido de Chad y que tiene sus genes...la realidad es que hace lo que Chad dice sin preguntar, no habla mucho, y todos lo respetamos, él se comporta bien, nosotros también.-
Blaine se quedo pensativo, la idea que estuviera loco no la había imaginado, tal vez era así. Se bajo del auto y William saco un cigarrillo.
-Fumas?.- preguntó William.
-No.-
-A Chad no le gusta que fumemos dentro, dice que dejo de fumar hace diez años y aún se tienta.-
-Mmm...tú y tú hermano entraron a la banda juntos?.- pregunto Blaine.
-Sí, robábamos autos para un idiota, hasta que Chad apareció con algo mejor, vivíamos del otro lado de la ciudad, sabes, nos vamos mudando después de un tiempo, no es bueno quedarse, la policía es traicionera.- dijo William dando una pitada a su cigarrillo, el hombre parecía amable, de unos cuarenta años, cabellos castaños y ojos del mismo color, en eso si se parecía al hermano, aunque eran de fisonomía diferentes.
-Traicionera?-
-Chad les paga para que no molesten, pero a veces se pasan de listos y te corren.- dijo William.
-Y Aki?, así le dicen?.- pregunto Blaine.
-Akibombo...el llego hace tres años, un día apareció y nunca se fue, es buena gente, y agradecido con Chad, no sabemos su apellido, creo que no tiene.- comento William.
Blaine observo el lugar, era bastante grande para una banda de seis personas.
-Es de Grecia...la pensión, es una amiga de Chad, tenía que hacerle refracciones y se la cedió por un tiempo.- comentó William al ver a Blaine observar todo.
-Mmm...-
-Que hacías antes tú?.- pregunto William.
-Trabajaba para un chino robándole a sus proveedores, pero murió y me quede sin trabajo.- dijo Blaine sintetizando su historia.
William levanto las cejas y tiró la colilla de su cigarrillo.
-Te daré un consejo...cuando Chad te diga que tengas todo listo, deja un bolso con tus cosas preparado en el auto, nunca se sabe cuando tendrás que salir de la ciudad, todos hacemos eso, hace mucho que estamos aquí, y eso a veces no es bueno, no tenemos enemigos pero como ya te dije, la policía es traicionera y no querrás salir huyendo con lo puesto.-
Blaine lo observo, era evidente que sabía de que hablaba.
Entraron nuevamente a la pensión, ya era de noche, Kurt estaba sentado sobre la repisa mirando televisión, él lo observó analizando lo que William le dijo, desvío su mirada al aparato amurado a la pared, y estaban dando las noticias, volvió a observarlo mientras se sentaba en una silla, le llamaba la atención la concentración que tenia Kurt, como si estuviera esperando una noticia.
-Aquí hay tazas para todos, pero cada uno tiene la suya.- dijo William abriendo una puerta de la repisa. -luego elige una, normalmente pedimos comida, a menos que Aki cocine como lo hizo esta noche, y todos aportamos para que sea más armoniosa la convivencia.-
Blaine asintió con la cabeza y miro a Aki, este le sonrió mostrándole todos los dientes, se notaba que era una buena persona a pesar de su aspecto de pandillero.
Chad y Alan no estaban en la cocina, él observo todo y dio un suspiro, esta sería su nueva vida, al menos por este momento, no sabía cuánto duraría pero espera que todo saliera bien al día siguiente.
Muchas gracias Anna Alejandre Ferrer por la portada. :)
