Be happy, my love:

Isabella bajo las escaleras con un elegante vestido blanco que se amoldaba a su cuerpo, el vestido era perfectamente tallado en hermosos detalles y bordados, obra de Alice.

Dirigí mi mirada al altar donde estaba Edward, sus ojos se veian mas brillantes que nunca, el color miel adornaba su iris dándole un aire soñador, sus ojos reflejaban una emoción inimaginable, pero sobre todo amor.

Amor…

Un amor que no me es correspondido, pero a Bella si, un amor que siempre soñé pero nunca tuve, un amor imposible.

Sus manos se encontraron y los ojos chocolates de Bella brillaron, el seños Weber comenzó la ceremonia, Esme sollozaba de felicidad y la madre de Bella lloraba mientras recostaba su cabeza en el hombro de su esposo, Phil creo que se llama.

El rostro de Bella comenzó a desbordar lagrimas mientras una sonrisa se pintaba en su cara blanca, los ojos de Edward se pusieron acuosos, como si fuera a llorar. Pero eso era imposible.

Yo también lloraría, pero no de felicidad.

El señor Weber dijo la oración que casi hace que me parara de la silla y gritara. Casi.

-El que se oponga a esta unión, que hable ahora o calle para siempre.

El salón quedo en completo silencio, ni un susurro, nada.

Solo pude agarrar fuerte mi vestido y cerrar los ojos.

Dejándolo a el y a ella ser felices.