¡Hola a todos! Les dije que estaría más activa ahroa que tengo mi computadora de regreso.
Sé que debería estar escribiendo capítulos para mis otras dos historias, pero tenía que escribir esto antes de que se fuera de mi cabeza. Espero les guste. Habrá más capítulos de esta historia, así que espero les guste.
Tengo aparte un comunicado muy corto (SI NO LO QUIERES LEER, ADELÁNTATE HASTA EL COMIENZO DE LA HISTORIA CERCA DE LA DIVISIÓN DE TEXTO)
1.- Ya tengo más o menos el siguiente capítulo de "La Mutación de Spike", así que espérenlo para que quede excelente -w-
2.-¿Hay un punto dos? Claro... Tengo un capítulo muy futuro de "La luz del Amanecer" en la cual uno de los chicos (tomemos en cuenta de que tengo una razón para que los chicos sean humanos por lo menos en algunas partes de la historia) sufre un gran y terrible momento de bullyng, creo que me inspiré, y tal vez les interese. ¿Quieren que lo publique como un oneshot? O lo publico cuando llegue el momento en la historia. Por favor si les interesa déjenlo como Review ^^
Por cierto, ojalá adivinen quién está contando el texto antes de... ya lo sabrán xD
Sin más que decir, les dejo con la historia:
Disclaimer: Las Tortugas Ninja no son de mi propedad, al igual que todos sus personajes. Esta historia está basada en un capítulo de la versión de 2003, bajo mi punto de vista y la manera en la cual me imaginé la historia poco después de terminar el episodio.
Cuando estás solo, ¿a quién acudes? Cuando estás triste, ¿con quién te desahogas? Cuando estás feliz, ¿quién ríe contigo? Preguntas como estás y muchas otras son tan fáciles de responder en la mayoría de las circunstancias, pero para mi son casi imposibles de contestar. En algún momento pude haber dicho rápidamente "Tengo a mis hermanos, y ellos estarán conmigo ¡toda la vida!" pero ahora... creo que cuando eres adolescente ves muchas cosas color de rosa, y al crecer ves la realidad claramente. En mi caso, lo que se aclaró fue el futuro, el ahora PRESENTE.
Camino por las oscuras calles de Nueva York, las que ahora están completamente manchadas de sangre, pues en cualquier lugar los seguidores de Shreder se encargan de eliminar a la resistencia. Personas inocentes que se niegan a apoyar a ese desalmado mueren todos los días. Logro ver a una niña pequeña, a lo mucho ha de tener 5 años. En brazos sostiene una muñeca de trapo algo vieja, pero linda. La niña, al igual que la muñeca, usa un vestido sucio y un poco rasgado; sus rodillas se muestran raspadas. La niña llora amargamente, pidiendo entre sollozos volver a ver a su madre. Me temo lo peor. Me gustaría acercarme a ella y consolarla, para evitar que continúe llorando, pero me es imposible, pues se escuchan patrullas cerca. Si llegaran a verme podría poner en riesgo a toda la resistencia. Así es, yo pertenezco a la resistencia contra Shreder, al igual que muchos otros, como Abril.
Hace cerca de veinte años empezó todo esto. Shreder se apoderó de la ciudad por un evento que nos trajo debilidad a mi familia y a mi. Debido a esto, todos mis amigos y yo hemos caído a tal grado de tener que ocultarnos durante todo momento para evitar nuestra muerte, inclusive mis amigos humanos han tenido que esconderse entre las sombras al igual que yo para seguir con vida. Nos convertimos en fugitivos ante el nuevo gobierno de Destructor y Karai, su hija, quien se ha vuelto algo así como su guardaespaldas personal. Yo la llamaría "lamebotas personal", pero cada quién lo puede interpretar como quiera.
Olvido cualquier otro pensamiento como estos y subo rápida y sigilozamente por una oxidada escalera de escape en ese callejón. Desde las alturas observo lo ocurrido. -¡Aquí hay otro!- exclama uno de los soldados del ejército de nuestro mayor enemigo. Al instante, siete más vestidos como él aparecen. Todos rodean a la infante mientras ella solo continúa llorando y temblando de miedo. -¡Quiero a mi mamá!- grita amargamente. Los soldados se preparan. -Insectos como este hacen que la ciudad se vea deplorable- ríe. Provoca en mi ganas de patearle el trasero, pero no puedo hacer nada. -Tranquila niña- dice otro de ellos- yo me encargaré de llevarte en este instante con tu madre- mientras saca de su funda el arma que siempre debe llevar. Sé lo que va a pasar. El hombre apunta hacia la cabeza de la niña, quien aumenta el volúmen de su llanto. Sus ojos se abren como platos cuando ve la pistola mirando hacia ella, y continúa llorando. El soldado, con una enorme sonrisa, jala el gatillo. Un gran estallido retumba en las calles durante unos segundos. En ese mismo momento, los sollozos de la niña paran. La sangre de la pequeña ha salpicado toda la pared. La muñeca que en sus brazos llevaba cae al suelo, cubierta de ese espeso líquido carmesí. Ese sentimiento de impotencia se apodera de mi por completo. Debí haber evitado la muerte de esa niña, pero no lo hice. Esos sujetos sólo...sólo ríen como si de un chiste se tratara. Ganas de asesinarlos no hacen falta, pero si valor y autocontrol para dejarlos con vida, sí. Sin embargo, permito que se escapen con ese pecado sobre ellos.
Espero a que los hombres se alejen del lugar para bajar y mirar ese muro de ladrillos nuevamente. La sangre continúa fresca. Miro el cuerpo de la niña. Sus lágrimas ahora son rojas, al igual que lo que fluye de su cabeza, donde la bala hizo un pequeño y muy bien definido agujero. Sus ojos ahora miran al vacío, sin ese brillo que debería mostrar vida. Su cara muestra una expresión de terror. La muñeca sigue igual, manchada de rojo, pero parece que ya no sonríe, aunque nada ha cambiado en ella, sigue siendo la misma muñeca vieja y sucia que acompañaba a la pequeña. Tomo el joven cuerpo sin vida y lo miro fijamente. Me quedo en silencio durante un momento, incluyendo así la voz en mi cabeza con la cual hablo todo el tiempo. Finalmente decido llevar el cadáver a un lugar en el cual su alma pueda descanzar en paz, tal como Sensei decía.
He llegado cerca de un parque de la ciudad, el cual esta ahora destruido en su mayor parte. La coloco en una abertura de tierra causada por las bombas antes lanzadas y la cubro de tierra, pongo algunas flores silvestres que crecieron por ahí y dibujo una leyenda con ayuda de una bara que estaba cerca: "Una víctima más de este crudo infierno. Descance en paz esta alma inocente" Me parte el alma ver algo así, pero no puedo hacer nada. Limpio la muñeca lo más que puedo con un trapo viejo que me encontré en ese lugar, y la dejo sobre la tumba improvizada. Después de un tiempo pensando en aquél sitio, me alejo para no ser descubierto por las fuerzas de Shreder.
Me he dado cuenta del sufrimiento que existe en esta ciudad desde hace casi veinte años. Tantas cosas han pasado: la pérdida de mi brazo izquierdo, por ejemplo; la desaparición de uno de mis hermanos, la cual causó una fractura en la familia; la enorme discusión entre mis otros dos hermanos, aún viendo como se encontraba la situación; el fallecimiento de muchos seres queridos, entre ellas, la de sensei... Todo acompañado de derramamiento de sangre. Cada que pienso en esto, no dejo de pensar en una sola cosa para convenserme a mi mismo de que la realidad no es como parece:
ESTO NUNCA DEBIÓ PASAR.
NUNCA SUCEDIÓ ASÍ.
¡Éxito! ¿Qué les parece? Seguro ya saben quién narró esto 7w7 Esto es lo que pasa cuando ves el capítulo 73 de TMNT 2003 con un helado en mano en un momento de tristeza e inspiración xD
Estoy empezando a ver la serie nuevamente, pero ví una imagen muy linda de esa "saga" y quise ver el capítulo nuevamente (no me canso de verlo TTwTT) Y bueno... mi mente se puso activa y comenzó a trabajar para idear esto. ¿Les gusta? Espero que sí ^^
Quiero pensar que pronto habrán más capítulos de este fic, pero mientras tanto, los invito a leer otras de mis historias, como "La Mutación de Spike" (les aviso a quienes ya la están siguiendo que ya tengo una idea en mente acerca del rumbo que tomará esta historia -w- les va a gustar), "A Falta de Ideas" o algunas otras que tengo por ahí.
Acepto cualqueir comentario, ya sea positivo o amenaza de muerte =D
