INSTINTOS ANIMALES

GUNDAM WING

HEERO – DUO

AU, OOC, ONE SHOT

BY : SHINIGAMI ELY CHAN

Disclaimer : Esta es una historia para fanáticos que toma como base los personajes creados por Kōichi Tokita, sin fines de lucro.

ONE SHOT QUE PARTICIPA EN LA QUINTA CONVOCATORIA DE : " GUNDAM WING YAOI EN ESPAÑOL " ( PAGINA DE FACEBOOK )

- Es increíble, no sé cómo deje que me convencieras – hablaba un joven castaño de ojos azules, mientras comenzaba a recoger su ropa por toda la oficina.

- Santurrón – respondió un joven castaño de ojos violetas que desnudo le miraba desde el sofá – Si algún desconocido te escuchara, pensaría que te obligo a hacerlo conmigo.

- Vístete – fue la orden que escucho, antes de notar como su ropa era recibida por su cara.

- Sin duda, sigo diciendo que me encanta lo amoroso que eres después de nuestros encuentros – colocando su camisa.

- ¿Sabes lo que pasaría si alguna de ellas entrara? – ignorando el sarcasmo de su pareja.

- Nada que no puedan superar con algunos años de terapia– sonrió el de cabello largo – Pero… – interrumpiendo el reclamo - Para tu tranquilidad, Hilde las llevo de paseo y a tomar un helado – notando el desconcierto en los ojos azules – Le pedí el favor, ya que estabas insoportable.

- Nh – mirando con atención al trenzado – Lamento eso – comenzó a disculparse, al notar la serie de moretones y mordidas que podían apreciarse en los hombros y espalda del trenzado.

- El gran empresario Heero Yuy pidiendo disculpas – cubriendo su boca con la mano, en señal de sorpresa.

- Idiota.

- Aun así me amas – sacando su lengua.

- Jamás puedo hablar en serio contigo – terminando de subir sus pantalones.

- Claro que puedes, de lo contrario no sería tu asistente personal – acercándose para hacer el nudo de su corbata – además, deberías saber que no tienes nada por lo que disculparte, me agrada saber que a pesar de los años, sigo siendo el único que puede liberar al animal que vive en tu interior – sonrió al notar el ligero brillo en los ojos de su pareja y como este sujetaba su cuello para besarlo, esta vez sin la prisa y brutalidad que caracterizaba sus encuentros de oficina.

En general el empresario Yuy era un hombre sabio y tranquilo, que no solía perder los estribos con facilidad, pero las pocas veces que eso ocurría, todos sus empleados deseaban estar en cualquier otro lugar. Todos excepto uno, su asistente y pareja desde hacía más de 10 años, el único hombre que amaba su trabajo, no solo por el tiempo y conocimientos que compartían, sino por la serie de beneficios que venían al saber dominar a la pequeña y salvaje bestia que vivía en el interior del de ojos azules. Aunque eso no ocurriera tan seguido como él quisiera y todo por…

- ¡Trajimos helado!- escucharon las voces de sus pequeñas, por lo que se separaron con un suspiro.

- Siempre tan oportunas – sonrió el trenzado – Espero que el mío sea enorme y de chocolate – tomando la mano del de ojos azules que le miraba con una sonrisa y se limitaba a seguirlo.