Capitulo 1:

¿Cuánto más podía aguantar? Sentía que estaba a punto de desfallecer. Definitivamente no tendría que haber aceptado cuidar a Megumi, ¿Por qué lo había hecho?... Por que no pudo resistir la cara de suplica de su mejor amiga, y mucho menos podría haber desilusionado a la niña.

Se veía tan entusiasmada con la idea de quedarse con ella y dormir en la habitación de su amiguita Nanako. Desde que Serena y Rai se volvieron a encontrar después de esos cuatro años Megumi, y Manako se volvieron amigas inseparables.

La verdad es que ella no lo hubiese pensado ni dos segundos si hubiesen sido otras las circunstancias.

Pero ahí estaba cuidando a la niña y era por ella y por Nanako que había podido resistir hasta ese momento, sin embargo no estaba segura de cuanto más podría hacerlo y con todo el dolor de su alma y de su corazón tomo el teléfono y marco al móvil de Rai.

Mientras entraba la comunicación, recordó por que no tuvo más opción su amiga de dejarla con ella. Todos… absolutamente todos estaban invitados a esa fiesta, amigos y conocidos de su amiga de la infancia… nadie faltaría y Rai era muy desconfiada y no dejaba que nadie desconocido cuidara a su hija.

Era cierto que ella también estaba invitadota, pero en cuanto recibió la noticia por parte de Rai, se había negado rotundamente, tuvo que confesarle en ese momento algo hubiera querido evitar de por vida, pero no tuvo opción, estaba insistiendo demasiado y si bien sabia que su hermano y ella no estaban en su mejor momento de amistad, no entendía cual era el motivo por el se negaba tan deliberadamente a asistir al compromiso de este.

-¡estoy enamorada de tu hermano!- había gritado desconsolada, la insistencia de su amiga por que le contara la verdad había sido tal que ella había explotado. Y se sintió liberada. Lo dijo. Finalmente lo había dicho. Y ya no había retorno. Había escondido su cara entre sus manos mientras dejaba escapar sus lágrimas. No quería ver el rostro de Rai. Se quedo esperando que reaccionara que le gritara que le dijera algo… pero nada paso.

Cuando levanto su cabeza para enfrentar a su amiga, noto que la veía con asombro ¿Cómo había aguantado tanto tiempo callada? ¿Cómo nunca antes se había desahogado? Y contrario a todo lo que esperada ella, Rai a había sentado en el sillón para abrazarla y consolarla.

-lo siento, de verdad lo siento- dijo abrazándola con fuerzas -si lo hubiese sabido antes… no hubiese insistido para que él te invitara a su compromiso- una lagrima escapo también del rostro de la morena –todo es mi culpa… ya había aceptado que no iría cuando me lo dijiste el primer momento pero… no lo se… cuando traje a Megumi… comprendí que de verdad no irías… yo… lo siento- Serena se separo de su amiga.

-olvídalo… -y trato de fingir una sonrisa, aun que su mirada estaba apagada –yo ya eh decidido que eso haría y es lo que voy a hacer-

-Serena- susurro Rai acongojada, y volvió a abrazarla

Y de eso ya había pasado más de tres horas. Eran cerca de las once de la noche y las niñas ya dormían, lo que era un alivio para ella… en cierta forma, por que si se desmayaba, como era lo que estaba sintiendo desde hace más de una hora, y si bien hacia ya unas cuantas semanas que se estaba sintiendo mal, nunca pensó que llegaría a tales extremos, y las niñas quedarían sola.

Finalmente la llamada entro y cuando respondieron del otro lado, su cuerpo se tenso, sintió que su corazón se estrujo, y las palabras no salían su boca. Emitió un ligero gemido mientras se decidía si responder o no. Pero ese mareo volvió nuevamente y recordó por lo que había llamado. Se armo de valor y finalmente hablo.

-pásame… a Rai- dijo con voz entrecortada

-no puede atenderte en este momento- se escucho por fría respuesta – ¿es importante?-

-si por favor, pásamela-

-¿paso algo con Megumi?- pregunto tan distante como siempre.

Y dudo, dudo por que no iba a decirle justo a él que era lo que estaba pasando.

-n no, pero necesito hablar con ella- trato de estar firme al hablar, aunque sentía que en cualquier momento se iba a ir la voz, su cuadro estaba empeorando, y que él estuviera del otro lado de la línea empeoraba las cosas

-lo siento llama en otro momento-

-maldición pásame a tu hermana de una vez- si estaba desesperada, tenia que hacer volver a su amiga como sea. Pero también se sorprendió ella misma ¿le había gritado? No sabía de donde había sacado las fuerzas pero lo hizo. Bien al fin una vez lo había enfrentado y se olvido de todo un segundo, cuando obtuvo por respuesta un gruñido haciéndola estremecer de satisfacción, y un momento después la voz de Rai la hizo volver a la realidad.

-¿Serena? ¿Qué sucede?- se escucho la voz preocupada de Rai

-lo siento Rai es solo que no me siento muy bien, ¿podrías venir por Megumi Y Manako? De verdad lo siento es que…- pero su amiga no la dejo terminar. La conocía muy bien y sabia que si la estaba llamando en medio de la reunión era por que verdaderamente estaba pasando algo importante. Sobre todo si también le pedía que se hiciera cargo de Manako

-no te preocupes ya salgo para allá- y colgó la comunicación

Serena se sintió aliviada dio un fuerte suspiro y se relajo un poco en el sofá donde estaba sentada dio una ultima mirada a las escaleras, rogando que ninguna de las dos niñas despierte y cerro los ojos.

No supo cuando tiempo estuvo así, pero llego a la conclusión de que o se quedo dormida o finalmente se desmayo. Los golpes en la puerta eran cada vez más fuerte, y hubiera querido avisar que ya iba si no fuera por que no tenia fuerzas ni para articular palabra. Se levanto y un mareo la invadió por completo, camino a tientas sujetándose de algún mueble que encontró en el camino y logro abrir, solo para encontrarse el rostro preocupado de su amiga.

-¡serena!... estas…- ¿iba a preguntar que si estas bien? Obviamente que no por que en cuanto estuvo en el umbral vio como sus ojos se cerraron y si no hubiese sido por la figura masculina que venia de detrás de ella hubiera caído de lleno en el suelo -¡serena!- exclamo asustada

-la llevare a su habitación… tu llama al medico- ordeno la voz del hombre

-pero… -tenia los ojos tan abiertos que parecía que se saldrían de sus orbitas, ¿en que momento había salido tras ella?, sacudió su cabeza para despejar todo interrogatorio interno, ese no era el momento –arriba, dijo señalando las escaleras –pero ten cuidado de no despertar a las niñas- dijo con el semblante preocupado.

Vio como Darien desaparecía al final de la escalera mientras buscaba en una pequeña libreta el teléfono de algún medico, tendría que tenerlo algo… pero nada. Tal ves lo mejor seria llevarla directamente al hospital, pues allí le harían estudios si es que eso también era necesario.

-Maldición- la libreta cayó de sus manos temblorosas debido a los nervios. Ya había notado desde asía unas semanas que serena no estaba bien del todo, estaba más delgada y su piel se estaba tornando cada vez más blanca.

Volvió a tomar la libreta entre sus manos y girar las hojas una por una. Nada encontró.

Decidió ir a consultar con Darien, y subió las escalares lo más rápido que sus piernas le daban. Cuando llego al piso de arriba se encontró con varias puertas. ¿Cuál era la habitación de Serena? No podía abrir todas, podría despertar a las niñas. Camino tratando de no hacer ruido, pero no por eso con menos prisas, hasta que diviso una al final que estaba entreabierta y la luz en ella estaba encendida. ¿Cómo había encontró Darien la habitación de Serena? Sacudió su cabeza nuevamente. Ese no era el momento para ese tipo de preguntas, pero lo cierto es que esa casa era nueva para ella, mucho más para su hermano considerando que no se hablaban con Serena desde que se volvieron a encontrar.

Abrió un poco más la puerta y se encontró con Darien acomodando a Serena en la cama

-no, no encontró ningún teléfono- dijo mientras se acercaba

Darien se volteo para verla. Estaba con el entrecejo fruncido acaso… ¿estaba preocupado? Claro que si, se dijo a si misma. Después de todo había sido muy amigos anteriormente pero… ¿solo amigos?

-llama a la Señora Mizuno, aun debe estar en la fiesta- y se volteo de nuevo para ver a Serena

-la madre de Amy- se golpeo la cabeza con la palma de la mano –claro que tonta- busco en su bolso que aun tenia en la mano y mientras marcaba el numero observo de reojo, vio como su hermano se sentaba a un lado de Serena y quitaba un mechón de pelo del pálido rostro de su amiga.

Para cuando la doctora llego ya había pasado más de media hora y Serena aun seguía inconsciente. ¿Qué era lo que le estaba pasando a su amiga? Serena era una persona fuerte y siempre alegre, nunca nada la molestaba y siempre trataba de salir de sus problemas con el mejor semblante posible "de nada sirve deprimirse" esa eran las palabras de ella "mucho menos si no tiene solución, solo hay que poner nuestra mejor cara y salir adelante"

Observo a su hermano recargado en la pared del pasillo, también estaba ensimismado en sus pensamientos mientras veía la puerta cerrada de la habitación de Serena mientras la doctora la revisaba.

Había pasado algo entre ellos, ahora estaba segura.

La puerta se abrió y la doctora salio.

-Rai ¿podría hablar con tigo?- dijo mientras le indicaba que entrara y observo a Darien que se acercaba –a solas-

Darien para cuando Darien volvió a su sitio las dos mujeres ya estaban dentro.

-no puedo saber nada si ella honesta despierta, necesito saber algunos síntomas, por ahora lo único que se es que se le bajo la presión, pero nada más. Tú ¿sabes algo más?-

Las dos mujeres estaban ya junto a Serena y Rai le tomaba la mano

-Ah estado un poco mal estos días, ha bajado un poco de peso y esta más pálida que de costumbre, pero es todo lo que se, eh tratado de que me diga algo, pero Serena es muy hermética en sus cosas cuando se lo propone- dijo mientras la angustia se reflejaba en su rostro.

Serena parecía querer despertar

-¡Serena!- los ojos se le iluminaron

La rubia estaba tratando de abrir los ojos, pero estaba aturdida. Se llevo la mano a la cabeza aun con los ojos cerrados y lanzo una pequeña quejan con su garganta producto del dolor de cabeza

Para cuando pudo abrir los ojos completamente se encontró con el rostro afligido de Rai y las lagrimas que peleaban por caer en el.

-¡Rai!... ¿que… que fue lo que paso?- pronuncio con dificultad –y… - un olor nauseabundo la invadió y su estomago se revolvió por completo -¿Qué… que es ese olor?- pregunto conteniendo las nauseas

Rai la vio desconcertada, miro asía los lados y se encontró con un frasco de perfume que estaba junto a la cama de su amiga sobre su mesa de noche. Recordó que en cuanto entro a la habitación la primera vez, Darien le pidió algo fuerte para reanimarla y eso fue lo único que encontró. Y entendió que el olor al que se refería era por que había quedado impregnado bajo su nariz cuando Darien le apoyo el frasco.

-te desmayaste… Darien trato de reanimarte con un… - Serena no aguanto más

No supo de donde había sacado las fuerzas, pero salio corriendo hasta el baño, ante la atónita mirada de su amiga.

Había escuchado el nombre del sujeto que era el responsable de todo lo que le estaba pasando… bueno no era que ella se hubiese negado, pero no le importo, las nauseas fueron más fuertes y se olvido al instante de o que acababa de escuchar y en cuanto llego al lavabo, su estomago tiro lo poco que había podido ingerir ese día

Rai se acerco inmediatamente y la tomo por los hombros tratando de sí reconfortarla un poco.

Cuando Serena ya no tuvo nada en el estomago, se enjuago la boca para quitarse un poco de ese horrible sabor amargo y se lavo la cara, tomo una toalla que Rai le había alcanzado y trato de volver a recostarse.

Tuvo que hacerlo con la ayuda de la morena, las piernas le temblaban, no tenia fuerzas para nada y ese mareo que parecía no querer dejarla.

Solo cuando salio de baño noto la presencia de la Doctora Mizuno.

-lo… lo ciento… es… que no la había visto- dijo con vos entrecortada. Y no dijo más nada hasta que se volvió a recostar

-Serena… ¿Qué otros síntomas has tenido?- pregunto

Serena supo al instante que no podía mentir. Se recostó sobre el respaldar de su cama y se quedo viendo con pena sus manos apoyadas sobre u almohadón blanco que tenia en su regazo. Se mordió los labios tratando de tomar valor para comenzar a contar.

-bueno…- y dudo

-¡Serena!... di de una vez que es lo que esta pasando- Rai había fruncido el ceño

-empezó hace como tres semanas, tengo mucha nauseas y mareos, no eh comido casi nada desde entonces y lo poco que como- miro al interior del baño con pena- no dura mucho en mi estomago

-ah de ser algún virus estomacal ¿verdad doctora?- pregunto esperanzada, tratando de borrar la primera cosa que vino a su mente.

Pero la Doctora ignoro la pregunta –podrías dejarnos a solas- dijo a Rai

-pero… -iba a protestar pero Serena la detuvo. Que más daba, de todas formas pensaba decírselo, y necesitaba alguien a su lado en ese momento.

-esta bien, no hay problema con que se quede… puede preguntar lo que quiera-

-estas segura- pregunto un poco escéptica. Serena movió la cabeza –bien entonces dime ¿Qué posibilidades hay de que estés embarazada?

Rai sintió que se le detuvo el corazón, y dejo prácticamente de respirar cuando vio que su amiga apretaba el almohadón en su regazo con fuerza. Levanto su vista para verle a los ojos y noto que sus mejillas se habían tornado de un tono intenso.

-¿Qué tan efectivas son las pruebas rápidas de embarazo?- pregunto sumamente avergonzada y miro de soslayo la reacción de su amiga

-un 99.9 por ciento- afirmo la doctora

-pues entonces un 99.9 por ciento- y volvió a morderse el labio mientras observaba a su amiga con pena.

"Embaraza" pensó Rai. Abrió los ojos tan grandes como pudo y cuando salio de su asombro, le dedico a su amiga un dulce sonrisa y la abrazo -debiste habérmelo dicho- dijo con vos que quebrada -¿Por qué no lo hiciste?- Sintió entre sus brazos el cuerpo de su amiga como se tensaba, entonces la tomo por los hombros para alejarla un poco y observarla a los ojos.

Serena huía a su mirada analítica ¿Qué era lo que le ocultaba? Serena no era así, no le ocultaba nada a excepción de lo que había pasado con su hermano y ya había sacado la conclusión de que años atrás, ese había sido el motivo de su distanciamiento, pero… ¿Quién era el padre del bebe? Si estaba tan enamorada de Darien… Entonces sus ojos volvieron agrandarse por la sorpresa, Serena no se hubiese entregado a nadie si no estaba enamorada, no era de ese tipo de chicas.

La cólera se apodero de ella mientras fijaba su mirada en la puerta de la habitación cerrada.

Se levanto como un rayo –es mi hermano ¿verdad?- y no espero respuesta, ¿Por qué hacerlo Si estaba segura? Camino asía la salida

-por favor Rai- suplico la rubia y se levanto lo más rápido que pudo para detenerla

-¿Qué espere que?- dijo casi gritando –ese tendrá que darme unas cuantas explicaciones de su comportamiento-

-Rai…- pero sus piernas no aguantaron más y cayo de rodillas al suelo

-Serena- Exclamaron Rai y la doctora asustadas y la ayudaron a acomodarse nuevamente en su cama

-será mejor tener esta platica en otro momento, estas muy estresada y tienes muy baja la presión… creo que lo mejor es internarte para tenerte controlada y te alejes de los problemas por un tiempo- dijo la doctora

-pero…- iba a protestar pera la doctora la interrumpió

-iré a hacer una llamada al hospital pera que me esperen con una habitación lista para ti- dijo y salio del dormitorio

Hubo un largo silencio luego de eso, Serena no se animaba a hablar pero las lágrimas salían sin que ella pudiera impedirlo.

Rai se sentó junto al ella y le tomo la mano

-tranquila Serena- ya veras como todo saldrá bien-

-Nanako… -

-ella estará bien, tranquila, le pediré a Darien que se quede aquí con las niñas y yo iré con tigo al hospital-

-Por favor Rai, no le digas nada a Darien hasta que se case, no quiero ser un impedimento para que lo haga-

-la fiesta… no era lo que pensábamos… pero creo que no es momento de hablar de eso- volvió su vista a la puerta. Parecía un poco más relajada -¿Cómo es que llegaron a esta situación?- pero se lo pregunto más para si que para su amiga

¿Cómo habían llegado hasta esa situación? Eso mismo se preguntaba ella. ¿Cómo? Entonces su mente regreso tres meses y medio atrás. Cuando después de tanto tiempo de estar lejos del país ella regreso y se lo volvió a cruzar a Darien en su vida.

Continuara…

Notas de la autora:

Bien ya se que dije que tenia que estudiar y mucho, peor no me aguante. Hace algo de tiempo que esta historia venia rondando en mi cabeza y hace más de una semana que esta capitulo esta terminado. Iba a subirlo el 16 de diciembre ya que es una fecha muy especial para mi por que mi bebe cumple sus dos añitos, pero llegue a la conclusión que no iba a tener el tiempo suficiente con los preparativos de la fiesta, y mucho más si considero que cae justo en medio de mis fechas para los finales.

Solo espero que esta historia sea de su agrado. Por lo pronto ahora creo que me pondré a estudiar.

Muchos saludos a todas y cuídense mucho

Silene-luna