Hola que tal, esta vez vengo con una historia Sasusaku. Me encantan los dramas escolares. Esta no es la típica historia donde Sasuke es el chico popular y Sakura la chica ignorada. Ojala amen la historia tanto como yo, disfrútenla y amen el Sasusaku. Decidí ese nombre simplemente porque me agrada, es una de mis canciones favoritas de mi banda favorita, One Direction. Y por supuesto más adelante tendrá sentido.

Espero que puedan ayudarme dándole like a mi página de Facebook EAUchiha-Fanfiction y a mi Facebook personal Anne Kristina Rodríguez (en mi perfil está el enlace directo a ambos perfiles) desde allí estaré pendiente de ustedes y publicaré sobre mis próximas actualizaciones.

Agradecimientos especiales a mi Beta: Hikari Takaishi Y

Espero que la lectura sea de su total agrado.

Los personajes de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto.


Prólogo

No soy el típico chico popular de secundaria, más bien soy todo lo contrario. Para mí es bueno hasta cierto punto. A veces cómo me gustaría que fuera diferente. Más bien, soy algo así como la oveja negra entre las personas que me rodean.

Pero, primero me presentaré. Mi nombre es Uchiha Sasuke, tengo dieciséis años. Soy considerado el nerd de mi escuela. Estoy en primero de preparatoria.

Se preguntarán ¿Por qué soy la oveja negra? Simple. Mi mejor amigo es uno de los chicos más populares de la escuela. Su nombre es Uzumaki Naruto, él es rubio, ojos azules, de contextura delgada, una estatura normal para un chico de su edad y en mi opinión extremadamente molesto. Siempre me he preguntado cómo es que yo, un chico callado y retraído, soy amigo de alguien tan extrovertido como él. Pero bueno, bien dicen que los opuestos se atraen. Somos amigos desde que tengo memoria, sus padres eran amigos de los míos. Sin embargo sus padres murieron en un misterioso accidente, quedó huérfano. Actualmente vive con su padrino Jiraiya. Naruto es una de las pocas personas que me entiende.

Otra persona es Uchiha Itachi, mi hermano mayor. Al igual que Naruto, es muy popular. Él tiene algo que Naruto no, y eso es inteligencia. Aunque, no es por presumir pero yo soy más inteligente que Itachi. No por nada soy considerado el nerd y tengo, sin mucho esfuerzo, el mejor promedio de toda esta escuela llena de imbéciles.

Mi hermano es dos años mayor que yo y está en último año. Tiene el cabello negro, unos mechones rebeldes cuelgan cerca de las mejillas para enmarcar el rostro y tiene una larga cola de caballo atada en la parte posterior de su cabello. Ojos negros, acompañados por unas extrañas ojeras que, en vez de hacerlo ver menos atractivo, logran todo lo contrario. Su contextura delgada es marcada por unos cuantos músculos, sin llegar a exagerar y su piel es pálida. Tiende a dejar sus músculos a la vista gracias a que siempre lleva su uniforme desarreglado. Tiene su propio club de fans, él dice que es molesto pero a la vez divertido. En mi opinión, no es nada grato tener un grupo de descerebradas siguiéndote todo el día. Afortunadamente para mí, soy ignorado por todo el mundo.

Con respecto a mí, no es mucho lo que tengo que decir. Tengo el cabello negro con reflejos azules, me caen dos mechones a ambos lados del rostro; mi peinado es desordenado, según Itachi parece una cola de gallina. Tengo piel pálida, ojos negros cubiertos por unas gafas de aumento que cubren la mitad de mi rostro. Mi hermano dice que si decidiera usar lentes de contacto, mis ojos serían tan cautivadores como los suyos. A mí, eso me trae sin cuidado. Siempre llevo el uniforme bien puesto, no me preocupo mucho por mi aspecto pero tampoco es que me vista mal. No me quejo de mi estatura, de hecho soy uno de los más altos de mi clase, mi contextura es delgada. Me gusta encerrarme en mi mundo, ya sea estudiando o leyendo un buen libro. Nunca he tenido novia, todas son molestas y tontas. Las únicas veces que tengo vida social, es cuando salgo con mi único amigo a cualquier parte, excepto las fiestas que hacen los populares. Primero muerto, antes que ir a esos lugares.

Vivo con mi hermano y mi padre Uchiha Fugaku. Mi hermosa madre fue Uchiha Mikoto, ella murió de cáncer de útero cuando yo tenía siete años. Mi padre es jefe de la policía, mi hermano seguirá el legado familiar, mientras que yo tengo otros planes. A mi padre no le molesta en absoluto mi decisión, él dice que mi inteligencia puede ser utilizada para algo mejor. Aunque sé que en el fondo lamenta que mi capacidad deductiva y mi persuasión no sean utilizadas para ayudar a resolver casos en la policía.

Pero, mi monótona vida dará un cambio radical cuando ella llegue a mi vida. Una molestia que conseguirá meterse en mi corazón para quedarse allí. Ella conseguirá cambiar mi mente.

...

Las vacaciones de invierno están por terminar, nos encontramos a pocos meses de terminar el año escolar. Me encontraba ayudando a Naruto a terminar sus deberes, los cuales yo terminé hace tiempo.

— Sasuke, ¿Quieres jugar videojuegos?— preguntó mirando con fastidio su tarea.

— Después de que termines tus deberes— respondí sin despegar la vista de mi libro.

— Odio esto— bufó— ni en vacaciones, puedo librarme de la odiosa escuela.

— Eso te pasa por dejar todo para última hora— le recordé.

— Las vacaciones son para divertirse— volvió a quejarse— pero no, los profesores no pueden dejar que uno disfrute su hermosa juventud.

— Si dejaras de quejarte podríamos jugar videojuegos— lo miré con fastidio a través de mis gafas.

— Está bien, ya no me regañes— volvió su atención a sus deberes, murmurando quién sabe qué.

— Iré por algo de comer— dejé mi libro sobre la mesa y me levanté— ¿Quieres algo?

— Lo que traigas para ti— masculló sin prestar atención.

— Hmp— fui a la cocina, tomé unas frituras y unos refrescos.

Le lancé un paquete de frituras en la cabeza, me miró enojado pero no me importó. Le tendí el refresco. Después de un par de horas más, por fin acabó con sus deberes.

¡Terminé!— gritó emocionado.

— Ya era hora— cerré mi libro y encendí el televisor.

Jugamos videojuegos hasta que llegó la hora de dormir.

Las vacaciones de invierno llegaron a su fin. Es lunes, me levanté antes de que salga el sol como de costumbre. Salí a correr como todas las mañanas, sin importarme mucho que estamos a mitad del invierno. Cuando llegué a casa, mi padre ya se había levantado. Estaba leyendo el periódico sentado en el sofá, tomando su café matutino.

— Buenos días, padre— saludé.

— Buenos días, Sasuke— devolvió el saludo, despegando su mirada del periódico— ¿A quién le corresponde preparar el desayuno hoy?

Desde que mamá murió, nos turnamos entre los tres para hacer el desayuno y la cena. Sólo almorzamos en casa los fines de semana y vacaciones, el resto del tiempo Itachi y yo compramos comida en la escuela, y papá en el trabajo.

— Itachi— contesté.

El mencionado salió del pasillo que lleva a las habitaciones, ya vestido con su uniforme. El cual consiste de un pantalón negro, una camisa blanca, un saco negro con la insignia del instituto y una corbata roja. El color de las corbatas es diferente para cada año, los de primero la usan verde, los de segundo azul y los de tercero roja.

— Buenos días, padre, Sasuke— dijo tapando un bostezo.

— Buenos días, Itachi— dijimos mi padre y yo al unísono.

Itachi fue hasta la cocina para hacer el desayuno.

Caminé hasta mi habitación, Naruto se había quedado a dormir, así que aún seguía durmiendo. Tomé mi uniforme y me fui al baño. Luego de quince minutos ya estaba vestido. Sólo me faltaba despertar a Naruto e ir a desayunar.

— Oye, dobe, despierta— estaba durmiendo en un futón junto a mi cama. Resistí el impulso de patearlo, el desgraciado sólo se movía, pero no tenía intenciones de levantarse— Mueve tu trasero, se nos hará tarde— volví a llamarlo, pero nada.

Mi poca paciencia se estaba agotando, mis opciones son patearlo, ir a buscar agua fría para tirársela en el rostro o tirarle una almohada en la cara. La segunda opción es demasiado problemática, después tendría que limpiar el desastre y nos estoy de humor para eso. Así que tomé mi almohada y lo golpeé de lleno en la cara. Se despertó de inmediato, un poco desorientado. Me miró enojado pero no le tomé importancia.

— Ve a vestirte, se nos hará tarde por tu culpa— ordené— te veo en el comedor para desayunar.

Me fui dejándolo solo con su mal humor. Estoy seguro que al rato estará con su buen humor de siempre.

El desayuno transcurrió en silencio como de costumbre. Como siempre, mi padre nos dejó a una cuadra de la escuela y se fue a la estación. Al llegar, comenzó la tortura y no me refiero a las clases, sino a otra cosa. En la entrada estaba el club de fans de Itachi esperando a que él llegara.

Buenos días, Itachi-kun— todas se inclinaron hacia él.

Hastiado, rodé los ojos, sigo sin entender cómo puede tolerar esas estupideces.

— Buenos días, chicas— contestó por cortesía.

Aunque él disfrute tener un club de fans, se fastidia tener que hacer esto todos los días. Todas chillaron emocionadas, algunas suspiraban soñadoras y otras incluso se desmayaban. Tan estúpidas como siempre. Seguimos nuestro camino sin tomarles importancia alguna. Iba a irme al salón como estoy acostumbrado pero Naruto e Itachi me arrastraron hasta la cafetería.

— No sé por qué te empeñas en llegar al salón tan temprano— dijo Itachi.

— Sabes que odio estar en ese lugar— dije refiriéndome a la cafetería.

Traté de liberarme del agarre de ambos, pero ellos no planeaban dejarme ir.

— Vamos, Sasuke, no seas aburrido. La primera clase es con Kakashi-sensei, él siempre llega tarde— añadió Naruto.

Llegamos a la cafetería, Itachi se fue junto a su grupo de amigos de último año. Ellos se hacen llamar Akatsuki. Y Naruto me arrastró con él a la mesa de sus amigos. A ninguno parecía agradarle mi presencia, pero a mí tampoco me agrada ninguno de ellos.

— Hola, chicos. Feliz año nuevo. ¿Qué tal les fue en las fiestas?— saludó alegremente Naruto.

Todos comenzaron a hablar de lo que hicieron en sus vacaciones y de lo tedioso que fue hacer los deberes. Me senté y saqué mi libro ignorándolos a todos, miré la mesa que suelo ocupar. Ésta se encuentra en el rincón más apartado de todos, nadie usa esa mesa, excepto yo, claro está.

— Uchiha— levanté la mirada para ver quién me llamaba, era Nara Shikamaru. Sus ojos marrones siempre muestran pereza y cansancio, tiene el cabello negro recogido en una cola de caballo— Si quieres huir de aquí, puedes hacerlo— habló en voz baja.

Miré que todos estaban entretenidos, Naruto no se percatará de mi ausencia. Me levanté con cuidado y salí del lugar seguido por el Nara.

— Te debo una, Nara— agradecí.

Él sacudió la mano restándole importancia, se llevó la mano a la boca para tapar un bostezo.

— Ni lo menciones, yo también quería escaparme desde hace rato. Todos ellos son muy problemáticos y yo sólo quiero dormir un rato— se llevó las manos a los bolsillos y caminamos en silencio hasta el salón.

El salón fue llenándose poco a poco luego de que sonó la campana de entrada.

¡Sasuke!— gritó Naruto con su voz chillona.

Traté de ignorarlo siguiendo mi lectura, sin embargo, me arrebató el libro.

— ¿Qué quieres?— pregunté con fastidio.

— Esperaste a que me volteara para huir ¿verdad?— me señaló acusadoramente.

— No me molestes— suspiré.

Me acomodé los anteojos y le hice una señal para que me devolviera mi libro, rápidamente obedeció. Naruto se fue a su lugar, volteó la silla y se recargó en mi mesa. Mi lugar está al final, junto a la ventana, el de Naruto es la mesa frente a la mía.

— ¿Escuchaste los rumores?— habló sólo para que yo escuchara. No me importaban los rumores, pero presté atención de todas formas.

— Sabes que yo sólo me entero de lo que pasa aquí gracias a ti— respondí.

— Se dice que hoy llegará un nuevo estudiante. Es una chica y dicen que es muy linda— comentó con una sonrisa bobalicona.

— Me sorprende que transfieran a alguien a estas alturas del curso, pero lo más seguro es que es igual a todas— dije restándole importancia al tema.

No me importa esa chica nueva. Todas las chicas que llegan a esta escuela son iguales, huecas, sólo se preocupan por su apariencia y lo peor de todo, es que quieren la atención de todos sobre ellas y ser populares. Visualicé el salón con rapidez, no vi ninguna cara nueva.

— Lo sé. Pero tal vez ella sea la chica que busco— suspiró anhelante.

Negué divertido y miré a la persona que se sentaba en la última mesa la primera fila. En ella había una chica que, en mi opinión, no es igual a las otras.

Su nombre es Hyuga Hinata, tiene el cabello azul oscuro, largo a media espalda, unos mechones que enmarcan su rostro y un flequillo que normalmente utiliza para cubrirse los ojos color perla cuando alguien la trata mal. Su peculiar color de ojos atrae constantes burlas por parte de la población femenina de aquí, es llamada la cieguita fea o algo así. Su piel es blanca y no se puede saber a ciencia cierta cómo es su figura, porque usa su uniforme unas tallas más grandes. Ella ha estado enamorada de Naruto desde que la conozco. No soy su amigo, ni nada por el estilo, pero he visto que cada vez que Naruto se le acerca ella se sonroja, tartamudea y algunas veces se ha desmayado. Sin embargo, Naruto es muy torpe para darse cuenta de los sentimientos de la Hyuga. Y yo tampoco meteré mis manos al fuego para ayudarla, sólo he hablado con ella a lo mucho un par de veces.

— ¿No crees que te estás haciendo ideas locas? Aún no conoces a esa chica— volví mi atención al libro— tal vez la chica que buscas, está en este salón...

— ¿De qué hablas?— preguntó intrigado.

— Hmp, sólo estoy divagando— finalicé el tema.

El profesor entró, tarde como de costumbre. Pero no venía solo, una persona entró detrás de él. Era una chica de mediana estatura, bonita figura, pero busto pequeño. Su cabello rosa le llega hasta los hombros, sus ojos son verdes jade. El uniforme de las chicas consta de una falda de cuadros azul marino, la mayoría de las chicas las usan demasiado corta, un poco más abajo de los glúteos. Otras como esta chica, la llevan unos diez centímetros por encima de las rodillas. Y otras chicas como Hinata, la usan hasta las rodillas. Una camisa blanca, un chaleco amarillo, un saco negro con la insignia de la institución. Unas medias negras que ellas pueden usar del largo que deseen, la mayoría las usan cortas para mostrar sus piernas, pero ella las usa hasta debajo de las rodillas, y chicas como Hinata, las usan hasta las rodillas. Y un moño que cambia de color por año. En el caso de ella, al igual que todos en esta habitación, es verde. No tengo idea sobre qué opinar de ella, sólo pienso que es linda, nada más.

— Lamento la tardanza, jóvenes— se disculpó el maestro, como siempre— pero tuve que escoltar a su nueva compañera hasta aquí, preséntate ante tus compañeros.

— Buenos días, mi nombre es Haruno Sakura— se presentó sonriendo enormemente— es un placer conocerlos.

— Buenos días, Haruno-san— contestaron todos, excepto yo.

No me importa ser cortés con ella, sólo es otro estudiante más al que tengo que ignorar y tal vez ella sea uno más, de los que me ignoran a mí.

— Haruno-san, toma asiento al final— indicó el asiento vacío en la fila siguiente a la mía.

Se acercó y se sentó. Me miró y sonrió amistosamente, pero yo desvié la mirada y presté atención a la clase. Al finalizar la clase muchos se acercaron a ella, principalmente Naruto.

— Sakura-chan— dijo.

Tan irrespetuoso como siempre— pensé.

— Mi nombre es Uzumaki Naruto— se presentó.

Yo sólo escuchaba lo que decían. No porque me importara, sino porque estaban aglomerados en el asiento a mi lado. Y tampoco podía irme del salón porque aún faltaba una clase antes del almuerzo.

— Mucho gusto, Naruto— saludó.

Todo el mundo comenzó a presentarse, algunos cambiaban números de teléfono con ella. Las únicas personas alejadas del bullicio eran Shikamaru, Hinata y yo.

La típica chica popular, que molestia.

Todos le hacían preguntas y ella amablemente las contestaba, pero yo no le presté atención a ninguna de sus respuestas.

Llegó la hora del almuerzo, siempre me ha gustado salir de último. Sentía que alguien me miraba fijamente, busqué al dueño de esa mirada y me encontré a la poseedora de unos grandes ojos jades. La ignoré y salí del salón, con ella siguiéndome de cerca, su presencia estaba comenzando a irritarme. Pero esperaré a que se canse de seguirme, sin embargo, no lo hacía. Me detuve de golpe, ella chocó con mi espalda y cayó de sentón en el suelo. No hice ningún ademán de ayudarla a levantarse, ni siquiera volteé a verla.

— ¿Se te ofrece algo?— pregunté a secas.

— Me intrigas— respondió confundida.

Volteé hacia ella, seguía tirada en el suelo.

— ¿De qué hablas?— volví a preguntar.

Le tendí una mano para ayudarla a que se ponga de pie, puede ser una molestia, pero sigue siendo una mujer al fin y al cabo.

— No lo sé— se encogió de hombros— sólo me intrigas.

— Hmp— me di la vuelta y entré a la cafetería— eres una molestia.

— ¡Sasuke!— llamó Itachi.

Lo único que quiero en esta vida es ser ignorado, pero gracias a mi hermano y a Naruto, a veces mis esfuerzos son en vano. Se levantó de su mesa y se acercó hasta mí, Sakura aún seguía detrás de mí. Pero de repente se quedó callada, tal vez mi comentario la ofendió. No es como si me importara sus sentimientos, en realidad.

— ¿Qué quieres, Nii-san?— pregunté irritado.

Iba a decir algo, pero reparó en la presencia de Sakura.

— ¿Cómo te llamas, preciosa?— pasó un brazo por los hombros de ella.

Ella dejó de mirar al suelo y le dedicó una sonrisa amigable.

— Haruno Sakura— contestó animada— ¿Y tú?

— Uchiha Itachi— se separó de ella, tomó una de sus manos y la besó, haciendo que ella se sonrojara— es un gusto conocerte, Sakura-chan.

Otro más— pensé fastidiado.

— ¿Qué hace tan preciosa flor con mi hermanito?

Tch...— rodé los ojos— al grano, Nii-san ¿Qué quieres?

— Sólo quería invitarte a sentarte con nosotros— dijo inocentemente. Sakura no perdía la mirada de ambos— ¿Vienes?— le preguntó a ella. Ella aceptó la invitación amablemente.

No, gracias— gruñí, me di la vuelta dejándolos solos.

Compré mi almuerzo y me senté en la mesa de siempre. Pude ver como se llevaba bien con los amigos de mi hermano. Definitivamente es otra más del montón.

El único lugar en donde puedo escapar de todos estos inútiles, es la biblioteca. Incluso tengo un duplicado de la llave que utilizo cuando me quedo a estudiar hasta tarde y la bibliotecaria se tenga que ir, así yo puedo quedarme un rato más.

Me senté en la mesa más alejada de todas, esa mesa ha sido mía desde que entré a estudiar aquí. Sentí que alguien se sentó enfrente de mí. Pero ignoré su presencia, ni siquiera me molesté en ver de quien se trataba.

— Eres un chico aburrido— dijo la persona después de un rato.

Era ella de nuevo, me estaba colmando la paciencia y sólo tengo mediodía conociéndola.

— Y tú, eres una molestia— contraataqué sin despegar la vista de los libros— ¿Por qué no vas a molestar a otro? Todos los imbéciles de esta escuela quieren ser tus amigos, ve con ellos. Vuélvete una insoportable presumida y a mí me dejas en paz, si no te molesta— a medida que iba diciendo lo que pensaba, ella iba frunciendo el ceño.

— Deberías dejar de ser tan antisocial y ser más como Itachi-kun— refutó.

Esa fue la gota que derramó el vaso.

¿Qué te importa?— rugí furioso.

Dejé mi libro a un lado y la miré fríamente. No pudo sostenerme la mirada.

Y no tuve que quitarme las gafas— pensé victorioso— Si tanto te gusta mi hermano, puedes irte con él. Yo no voy a detenerte— gruñí entre dientes.

Tomé mi libro y volví a ignorarla por completo. Se quedó sentada allí sin hacer ningún ruido, sólo mirándome. Como si tratara de ver más allá, me estaba comenzando a sentir incómodo. Afortunadamente para mí, la campana de regreso a clases sonó y tuvimos que volver a clases. Nunca en mi vida me había sentido tan incómodo, pero hoy definitivamente no era mi día. Estaba irritado, furioso y con ganas de estrangular a alguien y esa persona tiene nombre y apellido, Haruno Sakura.


Hasta aquí el capítulo de hoy

No quiero hacer que Sasuke sea un marginado que vive a la sombra de Itachi, bueno en realidad si lo hace porque todos lo ignoran por ser el nerd. Pero no es menospreciado por su hermano genio y tal, en realidad Fugaku los trata a los 2 por igual. Espero que les hay gustado el prólogo de la historia.

Espero que se tomen la molestia de dejarme su opinión por medio de un review.

Nos leemos en el próximo capítulo, hasta la próxima.

EAUchiha.