"Detalles"
•MomoJirou•
Jirou solía ser considerada una persona un tanto desinteresada o incluso fría con algunos, ya sea por mantener a esas personas a la raya o defender a quienes apreciaba. Pero en realidad, ella solía ser una chica que necesitaba de mucho contacto físico y amaba dar cariño a quienes quería. Nadie podía saberlo mejor que Yaoyorozu Momo, porque era a quien Jirou más quería y apreciaba, cada parte de ella.
Ellas solían pasar mucho tiempo juntas, ya sea saliendo de compras por la plaza, o pasando el día escuchando música acurrucadas mientras Momo leía. Las cosas eran simples, y los detalles sobraban.
Cuando salían, bien podían ir a ver ropa que Yaoyorozu amaba ver puesta en Kyoka, riendo y echando un vistazo a todo lo que encontrarán; o pasar a una tienda de música para ver accesorios o instrumentos que le hacían falta a la más baja. Pese a no tener el mismo estilo, ambas compartían un gusto musical, ellas de vez en cuando iban a cafés con esa temática también. La música clásica de Momo era más melodiosa y el rock de Jirou era más movido.
Cuando estaban en la calle, Yaoyorozu se tomaba la libertad de entrelazar sus brazos, para que fueran juntas y no se perdieran entre el gentío. Jirou no podía evitar sonrojarse por ello, pero la sonrisa de Momo es lo que más lo provocaba. Le gustaba cuando ella sonreía.
Otras veces, pasaban tiempo en la habitación de la otra, a Jirou le gustaba ir al cuarto de Yaoyorozu, tenía una cama espaciosa, donde la más alta comúnmente leía pacíficamente, mientras Kyoka se acurrucaba sobre ella.
Momo era realmente muy suave, no sólo con su actitud servicial, sino también en lo físico, ella amaba sentir la tersa piel de sus mejillas, adoraba acostarse en sus piernas o sobre su pecho. Sentir su calor era simplemente reconfortante, y Creati tenía la costumbre de interrumpir su lectura para acomodar el pelo corto de la otra y de vez en cuando hacerle algunas trenzas.
Incluso cuando Kyoka se ponía a afinar sus instrumentos, Momo se las arreglaba para peinarla mientras pasaba el rato, ella siempre le decía que su cabello era muy lindo, sin embargo, Jirou pensaba que el de la más alta era incluso más hermoso que cualquiera que haya visto antes. La joven con afición a la música no podría decirlo en voz alta, pero amaba acariciar el cabello de la otra, amarrarlo y probar distintos peinados en él, era largo y sedoso, con adornos se veía aún más bello de lo que ya era.
Jirou amaba tantas cosas de ella, cosas que se formaban a través de detalles que para otros son insignificantes.
Y ahora, junto a la luz del brillante sol de verano, podía dar gracias de tener su compañía, de poder ver hermosos y cotidianos paisajes junto a ella. Aunque en realidad, su sola presencia era suficiente para hacerle embelesar.
—¿Sucede algo, Jirou-san? —el tacto de la morena se desliza por su mejilla, Kyoka no puede evitar sonreír.
—Sólo estoy pensando en lo feliz que estoy ahora, YaoMomo —,baja la mirada a la flor que tenía en sus manos.
Era una flor silvestre de color rosa. Kyoka podía parecer poco femenina a la vista de sus otros compañeros, no obstante, cuando estaba con Yaoyorozu ella le hacía recordar que también era una chica linda, por la forma tan dulce que le miraba, como un tesoro o una bella pintura.
Jirou extiende su mano hasta la más alta, aparta un poco el cabello de ésta con cuidado, para depositar aquella pequeña flor sobre su oreja. Contrastaba de una forma preciosa con su piel, resaltaba el hermoso color oscuro en sus ojos. Momo le toma de la mano, y le sonríe de vuelta.
—Yo también soy feliz de estar contigo, Jirou-san.
Ella cierra los ojos, y siente los suaves labios de la muchacha sobre los suyos. Son suaves, como los pétalos de una rosa, quisiera poder mantener esa sensación por siempre. Sin duda, estaba completamente enamorada de cada insignificante detalle de Yaoyorozu Momo.
