Historia de temática homosexual basada en la serie de anime/manga Kamisama Hajimemashita.
Disclaimer: Kamisama Hajimemashita y todos sus personajes no me pertenecen, sino que a su autora Suzuki Julietta.
Y a él, quien creía fervientemente que su amor por la Diosa de la Tierra era real, se halló pensando en que las lágrimas de ella, aquellas que le aseguraron a su corazón que estaba enamorado, le recordaban en realidad a las tristes lágrimas de Suirou y ante eso, ante ese pensamiento tan fuera de lugar, su corazón latió con tal fuerza que creyó podría estar enfermo.
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—Suirou, creo que tengo fiebre.
—¿Mh? ¿En verdad? —El platinado cuervo le miró interrogante y se acercó a chequear su temperatura con su propia frente contra la ajena, lo cual no hizo más que aumentar la temperatura del rostro de Jirou—Efectivamente tienes la cara algo caliente e incluso un poco roja, espera aquí, buscaré alguna medicina.
Se levantó de su lugar para ir por lo dicho, mas un agarre a su muñeca le detuvo la marcha. Suirou volteó el rostro, viéndole con cierta confusión plasmada en su mirar azul, pero Jirou no pronunció palabra ni mostró intención de querer soltarle. Así durante largos minutos.
Para Suirou aquello era inesperado, extraño por decir lo menos.
Para Jirou aquello era un experimento.
Aquel cariño que creyó sentir por Nanami se desdibujaba en un sin fin de latidos rápidos y ensordecedores que hicieron que el Cuarto Jefe decidiera soltarle al fin y voltear la mirada hacia cualquier otra parte lejos del rostro del más bajo, dejando que el grácil tengu siguiera su camino en busca de la medicina, totalmente embargado por la extrañeza.
Jirou sintió que nuevamente la cara le ardía mientras pensaba en como las miradas de Suirou no se parecían a las de la joven diosa, sino que eran, a su juicio, más hermosas y significativas. El tengu más fuerte de la montaña Kurama no podía entenderlo, ni los latidos rápidos, ni el calor concentrado en sus mejillas.
Si, definitivamente debía de estar enfermo.
