Renuncia de derechos: Harry Potter y todo su universo son propiedad de J. K. Rowling, empleo parte de ello sin fines de lucro. Por otra parte, la trama sí es mía, por lo que me reservo su uso.
El presente texto participa en el Mini Reto de octubre de "La Copa de la Casa 2017–2018", del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Personaje seleccionado: Laura Madley.
Palabra sorteada: sudor.
Ya está.
La concentración era tal, que Laura se había olvidado por completo de todo a su alrededor.
El aula de Pociones estaba en silencio; por lo menos, todo el posible. Los calderos estaban llenos de contenidos burbujeantes, en los cuales se añadía uno que otro ingrediente tardío.
A Laura, por alguna extraña razón, preparar pociones le recordaba a cocinar. Seguías una receta al pie de la letra y podías obtener el resultado deseado. Solo los muy osados se atrevían a modificar lo establecido, ateniéndose a las consecuencias.
La diferencia entre lo que estaba por hacer y un platillo cualquiera es que en la poción, el más mínimo error podía matar a quien la ingiriera.
Respirando hondo, con una gota de sudor resbalando por su nuca, Laura añadió una gota de su "ingrediente secreto" al caldero.
Nada sucedió. Ni bueno, ni malo.
Lo tomó como una señal y releyendo sus notas, agregó poco a poco el resto de las gotas que había medido. Echando un vistazo a su alrededor, comprobó que nadie le prestaba atención: aparentemente, Quirke le pedía a Baddock que prestara atención a lo que añadía a su caldero.
Cuando el tiempo acabó y vio que su poción presentaba el color y el espesor del libro de texto, Laura suspiró de alivio. Era un cambio mínimo, pero para ella todo un logro. Lástima que no pudiera probarlo en persona.
—Gracias por su colaboración, mis queridos alumnos de ÉXTASIS —dijo Slughorn, sonriendo de esa forma orgullosa que a Laura no le gustaba—. Las muestras más viables se enviarán a San Mungo para ser probadas. Les diré su nota en dos semanas.
Mientras no hiciera daño a nadie, a Laura le importaba poco su nota.
Había logrado cambiar una poción sin hacer estallar el caldero.
Quería ponerse a cantar.
–&–
Bienvenidos sean a octubre en la Copa. Dudas, comentarios, alguna que otra queja… Ya saben cuál es el medio habitual.
Este mes tocaba escribir de brujas. Solo de brujas. Eso y una palabra sorteada relacionada con el Terror. Como no se obligó a que uno de los géneros fuera precisamente Terror, no lo he usado (eso y que soy pésima en ello). Así, mi bruja elegida fue Laura Madley (Hufflepuff sorteada en 1994) y la hice, literalmente, sudar la gota gorda en Pociones. En mi canon mental, a Laura se le dan medianamente bien la materia porque cocinar le sale fantástico… aunque quizá dicha analogía solo la haga yo.
Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
