Soul Eater no me pertenece, la Historia es toda mía.

Subrayada: Pensamientos

No era demasiado temprano, la luz del sol sobre salía por las cortinas de la ventana dándome un poco brillo que entraba directamente a mis ojos. Que pesado. No quería levantarme, no estaba de muy buen humor, todas las mañanas eran exactamente iguales… me levantaba con las pocas ganas que me quedaban de vivir y tomaba una ducha tan desganada como solo mi alma podía estarlo, me arreglaba no demasiado, solo un par de jeans y una vieja camisa, con el pelo albino desordenado y un par de Tennis. No comía nada como desayuno pues tenía el estomago demasiado revuelto, la otra noche había sido pésima, no había podido pegar ni un ojo y el sueño era inconsolable, aun tenía ganas de vomitar cuando de repente recordé tomar mi mochila antes de salir para emprender mi viaje. Como siempre el paisaje era el miso, solo veía un par de arboles no muy grandes Que lastima pues de ser más abundantes no tendría que pasar por debajo de los rayos del sol cuando podría caminar plácidamente bajo la sombra de alguno de ellos, Death City no ha cambiado nada Maka Suspire intranquilo y seguí con mi camino. Pase cerca de la florería y del local de videojuegos, ambas estaban cerradas, tal vez mi reloj estaba mal colocado y después de todo si era demasiado temprano, pero no, no podría serlo, pues la luz del día era demasiado brillante, deberían de haber sido la am, y ya tenía retraso en las primeras 2 horas Que aburrido. Fui sacado de mis pensamientos cuando Maka mi mejor amiga desde el jardín de niños paso a mi lado con su bicicleta saludándome con una enorme sonrisa –Te has quedado dormido- Me dijo muy animada. Maka no solo era mi mejor amiga, también era mi compañero de toda la vida, aun recuerdo el día que lo conocí en aquel cuarto donde penosamente me pidió que le tocara una canción, jamás había tocado el piano para alguien que no fuera para mí y a ella, a ella simplemente le pareció de lo más hermosa, incluso si la nota era triste y desolada para ella era bellísima. Era un poco más baja que yo de complexión pequeña pero muy fuerte, de rasgos y cara fina, con ojos alargados y de un hermoso color verde y como olvidar su cabello rubio cenizo que siempre estaban hechos en dos coletas que le caían por los hombros, en realidad en estos 17 años Maka no había cambiado nada, Solo era yo el que parresia crecer y envejecer, acercándose a su fin cada vez mas –Solo me he tomado una siesta de mas- Conteste complacido, pues de todas las personas solo a ella podía hablarle con ese porte de elegancia y alegría. Como contestación ella solo rio una vez más antes de dejarme en la entrada del Shibusen para después salir a toda velocidad en busca de quien sabe qué cosa, en fin ya la vería al final del día como era de acostumbrarse, creo que de mi vida monótona el ver a Maka, también el amor de mi vida incluso si es solo una ilusión de lo que un momento llegue a inventar, era lo más placentero de todo…incluso…si acaso…Si solo tal vez, era yo el único que podía verla.

Notas de la Autora: No se si les gusto y quisieran que siguiera, por favor comentarios (: