¿Tienes temores?
¿Por qué debería tenerlos?
¿A qué es a lo que le temes?
A nada.
¿Le temes al rechazo? ¿A la soledad? ¿A qué te olviden?
… Demasiado…
¿Por qué?
No lo sé.
Se encontraba sentado en el piso de la habitación, sosteniendo su cabeza entre sus manos, revolviéndose el cabello con frustración. Qué era esa sensación que solía envolverle y convertirle en un ser frágil. Le era imposible no sentirla, siempre se sentía rodeado de esa aura que le impedía pensar de manera clara, a pesar de estar rodeado de personas, su cuerpo se sentía vacío, era no más que un contenedor para su alma, que por momentos se sentía en otros lados.
Trataba a todos de la misma forma, sólo quería que le dejasen y a la vez no. Quiso sollozar en silencio pero simplemente las lágrimas no salían, le era imposible. Por qué repentinamente se sentía así. No lo entendía.
Cerró con fuerza los ojos, queriendo simplemente desaparecer, enterrando las uñas en su cuero cabelludo. Escuchó lejanamente alguna voz que le llamaba y simplemente la ignoró. Se sintió perderse en la adversidad y dejar todo al destino que corriera como éste quisiera.
Entreabrió los ojos descubriéndose en un lugar desolado, un lugar conocido. Definitivamente era su habitación pero con una bruma fúnebre, espesa, densa, asfixiante, sombras por doquier rodeando su posición. Tal vez era uno de esos delirios que sufría ocasionalmente.
Llevó la mirada hacia su cama donde se encontraba sentada una figura cuyo rostro era imposible vislumbrar por la niebla que le rodeaba, sumado a las sombras que extendían por toda la habitación. Frunció los labios, podría haber tenido muchas alucinaciones producto de la fatiga mental pero aquello jamás lo había visto, y, hasta cierta forma, le preocupaba. Una sonrisa se dejó entrever. Qué se supone que era.
Ignorar a aquellos que te rodean parecería una forma para evitar la soledad. Aunque no es una estrategia muy sensata, más que nada sería dolorosa ¿no lo crees?
Esa voz. Definitivamente la había escuchado antes, pero debido a su borrosa memoria le era casi imposible recordar.
Lastimar a los demás con indiferencia no es más que una manera de protegerse ¿eh? ¿No sería mejor conservar aquello que más aprecias, evitar que se fuese?
Pero cuando el momento llegase, sería doloroso.
El espectro soltó una seca risa ante las palabras del muchacho.
¿Qué pasa? ¿Le tienes miedo al contacto humano?
No.
Si no te vuelves cercano a alguien entonces no serás herido o traicionado.
Prosiguió, ignorando así la respuesta que le había sido dada por parte del muchacho.
Reflexionando, el muchacho tomó en cuenta lo que decía, lo cual le resultaba cierto. Demasiado cierto. Algo dentro de sí se oprimió.
Pero no puedes olvidarte de la soledad.
Jadeó ante la mención. Era su terror, lo que aborrecía desde lo profundo desde su ser. Era una de las razones por su comportamiento tan cortante y poco comunicativo. Quería evitar el amor y calor, quería evitar encariñarse, junto con ello, evitar que le dejaran cuando llegaran a cansarse de su persona, porque, siendo sinceros, era obvio que eso sucedería pronto pues no era alguien tan interesante.
Los humanos nunca podrán deshacerse de la soledad. Los humanos son seres solitarios. La gente sólo puede seguir viviendo, olvidando.
Olvidar, eso es lo que quiero, simplemente saber que nada de esto sucederá. Estar con tranquilidad, pero es imposible. No puedo olvidarlo. Y duele.
La mayoría de los humanos siempre siente dolor en su corazón. Y por ese dolor, es la dureza del vivir.
La dureza del vivir.
No es necesario que tú sientas ese mismo dolor. Olvida. Déjate olvidar. Sólo haz eso. Y vive. Que el vivir no se torne en una pesadez imposible de soportar.
Pero, cómo seré capaz de olvidar.
Con la determinación viene la respuesta, date una respuesta con la cual podrás vivir sin problemas.
No es que no disfrute del vivir…
Entonces conviértelo en un paraíso.
¿Eh?
Imagina, la imaginación da la fuerza para que aquello se cumpla, da paso a la imaginación, piensa en un futuro y hazlo tuyo, hazlo una realidad. Cualquier lugar puede llegar a ser un paraíso, simplemente porque tienes la fuerza para seguir en pie y vivir. Todo estará bien.
Y se esfumó de entre la bruma. Observó con los labios entreabiertos y con una expresión consternada hacia lugar donde se suponía debía seguir aquel ser. Sintió su barbilla temblar y sus ojos escocerle. Suspiró pasándose las manos con fuerza por el rostro.
Entonces volvió a escuchar aquella voz llamándole. Alzó la cabeza y parpadeó acoplando su vista que se diseminaba para dejar de ser borrosa.
—Amigo, es la segunda vez que me sacas tremendo susto, deja de forzarte —alterado, le mencionó el joven que le sostenía por la nuca y espalda mientras lo mantenía recostado en el suelo. Cómo había terminado así. —¿Ya estás mejor? —le dijo preocupado inclinándose hacia su persona. Los expresivos ojos color zafiro le miraron penetrante, asintió haciendo que se alejara para poder incorporarse lentamente del suelo dejando al muchacho sentado sobre sus rodillas, todavía con su expresión de preocupación. Giró sobre sus talones, quedando frente al muchacho y observó hacia la puerta de la habitación donde se encontraban otros seis chicos observándole con la misma expresión que llevaba el otro. Entonces sus ojos se aguaron incontrolablemente. ¿Lágrimas? ¿Por qué?
—¿Craig? —se levantó de un salto el muchacho que yacía en el suelo, y los demás entraron rápidamente para intentar socorrer al otro por cuyas mejillas rodaban gruesas lagrimas cristalinas. Soltó un hipido frunciendo el entrecejo alzando su dedo medio con la mano diestra mientras con la otra cubría su rostro. El muchacho de ojos color zafiro soltó una tierna sonrisa acercándose al muchacho para pasar sus brazos por su cuello haciendo que éste escondiera su rostro en el hueco que formaba entre su hombro y cuello, dejándose hacer. Los demás se sonrieron entre sí acercándose para rodear a los otros dos.
¿Le temes al contacto humano?
Sí.
¿Por qué?
No lo sé.
¿Y aun así, quieres perder a ellos que se dicen ser tus amigos?
No.
¿Por qué?
Porque se volvieron algo fundamental para mí.
En ese caso, todo está bien.
Todo estará bien.
