Disclaimer: Todo lo reconocible es de J. .
Esta historia participa en el reto Más de 3.000 historias del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Con el Reto "Espejo de Oesed"
Como es característico de Theo se encontraba en la biblioteca leyendo un libro para una tarea que le había mandado de Historia de la Magia. Nada fuera de lo común ni sumamente interesante hasta que leyó acerca de aquel espejo. Al leer la descripción de aquel espejo y las palabras que profesaba la parte superior del mismo supo que tenía que verlo. Además de querer saber lo que le aparecería tenía una lave sospecha y si era aquello no podía esperar por verlo.
Cerró su libro y no volvió en el resto del día a aquel lugar.
Días más tarde, una noche bastante solitaria en Hogwarts se encontraba un castaño en una habitación con la única compañía de un espejo que mostraba su mayor deseo. Desde que había llegado había evitado verse en él, simplemente se quedó mirándolo, intentando descifrarlo como todo lo que no lograba entender su funcionamiento, a pesar de ser mago.
Después de unos diez minutos más se fue acercando al espejo, el cual al principio se notó solo su reflejo pero lentamente mientras más se acercaba aparecía a su lado una mujer adulta, muy parecida a él y que él ya había visto antes; era su madre. La reconocía por la foto que su tío le había dado de ella y la cual guardaba bajo llave y magia en un lugar que solo el conocía.
Apretó su mandíbula sintiendo un nudo atravesarse en su garganta mientras veía a su madre, como siempre la había imaginado. Lo miraba con ternura de madre y preocupación por su inexpresivo rostro. A pesar de no estar allí, creía sentir su presencia y cuando su madre en el espejo le acarició su cabello no aguantó más.
Cayó al suelo de rodillas frente al espejo con tímidas y lentas lágrimas atravesando sus mejillas. Vio como el reflejo lo abrazaba y él solo se limitó a llorar en silencio, como hace años que no hacía y no le permitían, rompiendose e miles de pedazos. A pesar de ser solo un reflejo el ver a aquella mujer que intercambió su vida por la de él, que sabía que no le juzgaría ni le regañaría por mostrarse débil lo afectó.
Perder a tu madre a una corta edad pero recordar como era, es algo triste.
Pero...
Perder a tu madre cuando eres un bebé, con solo una foto de referencia y que todos sus conocidos se negaran a hablar acerca de ella, eso era una tortura para alguien que fue criado como un soldado.
