Advertencias: Este fic está basado en el anime yaoi llamado Ai no Kusabi, sus personajes no son de mi propiedad al igual que los personajes de Gundam Wing. Solo están tomados prestados para realizar este fanfic. Su contenido puede resultar ofenso para personas que no le gusten el Yaoi, por lo tanto abstenerse de leerlo, su contenido es para mayores de edad. Aprovecho para agradecer el apoyo que siempre me habéis dado, gracias de todo corazón y espero que disfrutéis con esta nueva historia.

PREMIUM

Cap. 01 Una civilización que no comprendo

Planeta X-Gundam.

La civilización como fue concebida desde la evolución moderna ya no existe. Con el transcurso del tiempo diversos conflictos políticos y demográficos provocaron sendos enfrentamientos entre los países, debido a ellos el Planeta Tierra como lo conocimos sufrió graves cambios, la vida en la Tierra fue mermada considerable mente producida por las guerras químicas, cambio climatológicos y el hambre. Solo los más fuertes pudieron sobrevivir, la población se redujo un 70 siendo las mujeres, niños y ancianos los que más perecieron, sobretodo al descubrir una extraña y letal enfermedad que se desarrollaba casi exclusivamente en mujeres, siendo perseguidas y exterminadas. La escasa población femenina junto con los hombres supervivientes se vieron obligados a viajar al espacio como única posibilidad de existir, pero aún y así no todos lo lograron. Solo unos elegidos fueron autorizados a ser colonizadores del espacio, en busca de nuevos planetas para colonizar dejando a los demás a su suerte o desgracia.

Uno de esos planetas colonizados fue el Planeta X-Gundam, donde una sociedad elitista emergió bajo unos nuevos valores, el planeta fue colonizado casi exclusivamente por una población masculina desde sus inicios, se gobernaba bajo unas leyes estrictas y de jerarquía puramente genética. Aquel que nacía con los genes perfectos tenía el derecho a pertenecer a la clase de Élite, disfrutando de los lujos y privilegios que gozaban y que se les negaban y degradaban a aquellos por nacer con genes no privilegiados. A causa de la escasez de mujeres, los primeros colonizadores se vieron obligados a investigar una técnica de reproducción asistida para poder concebir artificialmente fetos exclusivamente masculinos por miedo que la enfermedad femenina que arrasó la Tierra pudiese perjudicar la nueva colonia. Los embriones creados genéticamente se concebían en el laboratorio central del planeta, llamado NOVA donde de forma controlada, según las necesidades de la ciudad Eron, capital donde la gran mayoría de los Blondies (la elite del planeta) vivían en la abundancia, creaban embriones de clase privilegiada para asegurar sus posiciones y su poder sobre los Darkers, clases no-privilegiadas, quienes se encargarían de los trabajos no "aptos para los Blondies", también se les utilizaba para las tareas domésticas y sobretodo para el entretenimiento de los de clase alta, como esclavos sexuales entre otras cosas.

Los Blondies, mejorados genéticamente, eran hombres de gran estatura y complexión fuerte, su fuerza física y su nivel intelectual superan ampliamente a los Darkers. Físicamente se diferencian por su cabello rubio y ojos claros, de carácter frío llegando a ser insensibles a la hora de demostrar los sentimientos propios. Dentro de su misma clase social se rigen por el estatus de sus familias, siendo los más poderosos los que gobiernan ya sean a los Blondies de menos categoría o al resto de Darkers, que son considerados como meros objetos para su satisfacción. Dentro de los Darkers se podrían diferenciar en tres castas regidas por la genética de sus genes, por lo general son de complexión más pequeña con el cabello oscuro y ojos oscuros, entre ellas se diferencian en rango según si su cabello y ojos eran más claros, gozando de ciertos privilegios según su casta. La primera casta, los Pets y de inferior nivel social eran los especimenes que tenían el pelo y los ojos negros, estos estaban destinados casi obligatoriamente a ser un Pet (mascota o esclavo sexual) o trabajos marginales; la segunda casta, los

Housepets y que gozaba de algunos privilegios eran los especimenes castaños con ojos marrones, podían aspirar a un trabajo, ya sea en las empresas de los Blondies como mano de obra o en sus casas para llevar tareas domésticas o de mantenimiento; y por último la tercera casta, los Freepets los más privilegiados dentro de las castas Darkers eran los especimenes de cabello pelirrojo, estos gozaban de una relativa libertad, podían tener sus propios negocios dentro de X-Gundam. siempre y cuando no interfirieran dentro de Eron pero siempre eran vigilados por los Blondies. De manera extraoficial también se conocía a un extraño espécimen que le llamaban Premiums, estos eran especimenes que no se les podía incluir dentro de raza de los Darkers, los premiums conservaban ciertos rasgos que les hacían únicos y muy deseados por su rareza sobretodo en el planeta X-Gundam., debido a la escasez de estos ejemplares. Blondies envidiosos y crueles les solían denominar como intentos fallidos de Blondies, ya que alguna característica propia de un Blondie como los ojos claros o el pelo claro, les distinguían como premiums, solo unos pocos Blondies tenían el poder y el dinero para conseguir o comprar uno de estos ejemplares para sus harenes.

En la ciudad de Eron, en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad, en concreto en la casa de los hermanos Winner.

-Buenas tardes Winner-sama – saludó tímidamente Omi, un joven de pelo corto y castaño como sus ojos, a su señor en el pasillo de la Mansión al verlo salir de su estudio leyendo unos documentos - ¿necesita algo Señor? – preguntó complacientemente el joven de 24 años, 1'85m, y cuerpo delgado.

-Ah! Hola Omi, no te había visto – le dijo al no percatarse de su presencia – ahora que lo dices, ¿has visto a mi hermano?, tengo que hablar con él antes de irme – le preguntó con la seriedad con la que acostumbraba.

-Me parece que Winner-san, está en su habitación leyendo alguno de los libros que sacó ayer de la gran biblioteca, Winner-sama, ¿quiere que le mande avisar? – preguntó Omi sonrojado ante la imponente presencia de Winner-sama, uno de los Blondies más poderosos de todo X-Gundam. 26 años, muy alto, 2,10m., larga cabellera rubia casi platina y unos ojos azules como el cielo en primavera, de facciones masculinas y muy atractivas. Vestía su usual traje compuesto de camiseta de cuello alto blanco y manga larga, unas mallas también eran blancos y ambas prendas se ceñían a su perfecto cuerpo conjuntado con sus guantes y medias botas blancos, en su cintura descansaba un cinturón azul con el emblema de su familia en la hebilla. Sobre sus hombros caía su elegante abrigo de hombros blancos y el resto en azul, de anchas hombreras de caída recta, siendo largo por la espalda hasta casi a sus pies y por delante se cruzaba de tal modo que dejaba la parte inferior de su cuerpo a la vista. Winner-sama era la envidia de todos y a diferencia de muchos, era amable con sus criados aunque estricto y recto en su conducta ejemplar.

-No te molestes Omi, tenía pensado ir a verle de todas maneras. Por cierto – le dijo antes de desaparecer por el lujoso pasillo – esta noche llegaré tarde, asegúrate que mi hermano cene como es debido, mañana tenemos una "inevitable recepción" en casa – comentó con desgano - asegúrate de que todo esté preparado, prepara las habitaciones de los invitados y la sala de recreo para los Pets, que esté todo listo para mañana a las ocho de la tarde – le ordenó Winner-sama a Omi, su hombre de confianza.

-Como ordene Winner-sama, lo tendré todo listo para esa hora, ¿se le ofrece algo más? ¿algún Pet nuevo para su harén o para Winner-san?

-No déjalo, por ahora no hacer falta, si hay algún cambio ya te avisaré, ya sabes como le disgustan estas reuniones a mi hermano – le dijo sabiendo la reacción que tendría al enterarse que mañana habría una de esas reuniones que tanto detestaba.

-Como ordene, si me disculpa me retiro para ultimar la reunión de mañana – dijo algo perturbado por lo que significaban esas reuniones.

-Perfecto, ahora me marcho y no olvides de la cena de mi hermano – le recordó el Blondie, sabiendo lo despistado que era su hermano.

-Sí Winner-sama – le respondió caminando en dirección contraria a la que había tomado el Blondie.

Toc Toc.

-Hermano ¿estás ocupado? – preguntó el Blondie entrando a la habitación de su hermano que lo encontró tumbado en el diván de su habitación leyendo un gran libro. Era tres años menor que él, su pelo no era tan platino como el suyo pero era de un rubio intenso y sedoso que le llegaba hasta la cintura, sus ojos azules brillaban según su estado de ánimo.

-¡Hermano! ¿ha ocurrido algo? – preguntó alarmado reincorporándose al ver allí a su hermano con un semblante más serio de lo normal.

-Pequeño, no te alarmes – le respondió sentándose al lado de su hermano revolviéndole el pelo rubio en una caricia poco usual en un Blondie, por mostrar tan abiertamente los sentimientos – es solo que quería avisarte una cosa antes de irme a NOVA – le comentó.

-¿Pues de que se trata? – le preguntó curioso el hermano pequeño.

-Mañana por la noche habrá una recepción en casa, vendrá la cúpula de Eron con sus Pets, ya sabes lo que eso representa – le dijo seriamente a la espera de la escandalosa reacción de su hermano que no tardo en escuchar.

-¡¡Pero hermano, sabes que no me gustan esas asquerosas reuniones!!. Lo único que hacen es presumir de su estatus intentando humillar y pisotear a quien se ponga delante con tal de conseguir más poder – le dijo molesto poniéndose de pie para caminar delante de su hermano como una fiera enjaulada.

-Eso ya lo sabemos, no les tomes en cuenta – le aconsejó Winner-sama.

-Eso es imposible, tú lo sabes mejor que nadie. A demás no me gustan los espectáculos que montan con sus Pets, es denigrante, ¿no sé como lo permites? Es humillante y encima siempre están sus estúpidos comentarios respecto a mi persona. Por favor hermano cancela la reunión, aquí no – le suplicó Winner-san.

-Sabes que eso es imposible, ya no lo puedo retrasar más, tienes que entender que nuestra familia es la más poderosa de Eros y como tal debemos comportarnos según el código social de nuestra categoría, ya hemos hablado de eso muchas veces, ¿es que quieres darles más motivos para señalarte? No te estoy pidiendo que te comportes como ellos pero intenta dar lo menos que hablar. Intento protegerte hermano pero no me ayudas, con la edad que tienes ya tendrías que tener en tu posesión al menos a un Pet – le dijo preocupado por la situación de su hermano.

-¡¡Eso jamás sucederá!! No compraré la vida de nadie para mi propia satisfacción, eso debería de estar mal, no se puede jugar con la vida de las personas ¡No lo haré! Y la verdad hermano me disgusta que tú lo hagas, son tan personas ellos como nosotros – le dijo muy molesto, siempre se ponía así cada vez que se tocaba ese tema.

-¡¡Ya es suficiente!! Yo no juego con nadie, los Darkers son creados para nuestro disfrute personal, tenlo muy en cuenta, eso es así y por mucho que te pese lo seguirá siendo por el resto de los tiempos. Sé que hay Blondies que son muy crueles con ellos pero te prohíbo que me compares con ellos ¿¡me entiendes!? Yo trato bien a mis Pets, jamás abusaría de ellos y ellos están completamente de acuerdo en lo que hacen – le gritó molesto poniéndose de pie para encararlo – ya estoy harto de esta conversación, siempre acabamos igual. Te guste o no mañana se realizará la reunión y tú estarás a mi lado para recibir a los invitados con una sonrisa y sobretodo con el comportamiento que se espera de mi hermano menor, ¿entendido? – le ordenó molesto.

-¡No lo haré! – le respondió furioso – me niego a seguir con esta farsa, esos Blondies me dan asco y no voy a tolerar que me analicen y saquen conclusiones sobre mí, y sin conocerme.

-Ooooohhh si que lo harás, por las buenas o por las malas de eso me encargaré yo – le dijo amenazándolo, cogiéndolo del brazo para apretárselo.

-Me haces daño, ¡suéltame! – le dijo dándole un manotazo para que le soltara.

-Mira Quatre, se me hace tarde y no puedo perder más tiempo con tu cabezonería, tienes el resto del día y mañana para que te vallas haciendo la idea de que deberás asistir a la reunión y no quiero oír ninguna queja más. Asistirás Quatre ¡PORQUE YO LO MANDO! Y punto, si no apareces te las verás conmigo hermano y hablo muy en serio. – le dijo sumamente enfadado.

-No iré – le desafió con algo de miedo, jamás había visto así a su hermano.

-Jeje claro que irás, ya lo verás – le dijo controlándose lo mejor que pudo, dándole la espalda para salir de la habitación de su hermano – ahora me voy, llego tarde a NOVA. Hasta mañana – se despidió Winner-sama dando un fuerte portazo.

-Baka – dijo molesto cayendo sentado sobre el diván recordando todo lo que le había dicho su hermano.

-Baka testarudo – dijo de mala gana Winner-sama caminando por el pasillo hasta la salida de la Mansión mirando los papeles que había estado arrugando por el enfado que había tenido durante toda la pelea con su hermano – es que no te das cuenta que es por tu propio bien – pensó en voz alta.

-Winner-sama, ¿va todo bien? – preguntó Omi al ver a su Señor de tal mal humor – su coche está listo – le anunció abriéndole la puerta en mariposa del lujoso auto para que entrara su amo - ¿no se lo tomó muy bien, no Señor? – se atrevió a preguntar el muchacho?.

-Ese baka que tengo por hermano no se da cuenta del peligro que corre con esa actitud suya – le comentó a Omi, que era consciente de toda la situación – pero me da igual si tengo que hacer que me odie para que se comporte como se espera de él, lo haré. Te dejo Omi llego tarde – le dijo poniendo en marcha el auto.

-No se preocupe Winner-sama, seguro que Winner-san entrará en razón, es solo cuestión de tiempo, hasta que encuentre a alguien de su agrado – intentó dar esperanzas a su amo.

-Pero es justo eso lo que no tenemos Omi, tiempo. La cúpula de Eron ya tiene en la mira a mi hermano y no creo que tarden mucho en poner sus mecanismos en marcha. Soy poderoso pero no puedo abarcarlo todo Omi y temo por mi hermano – le confesó – vigílalo.

-Sí Señor, lo haré – le respondió despidiéndose de él.

Las siguientes horas que transcurrieron en la Mansión Winner fueron muy tranquilas, Winner-san seguía encerrado en su habitación sin intención en salir ni siquiera en cenar cosa que ocurría cada vez que los hermanos discutían por algo.

A pesar de la tranquilidad, la Mansión era un continuo ida y venida de personas, Omi ordenaba a los Darkers domésticos que preparasen todo para la reunión de mañana, los Pets se dedicaron a su aseo y preparación personal para la ocasión. Omi se encargó de contratar el bufete con la mejor comida y bebida de todo X-Gundam., los músicos, la animación, incluso se atrevió a solicitar nuevos Pets para los invitados, como siempre los mejores que se podrían encontrar.

A la hora de la cena, como Winner-san no había bajado aún para cenar Omi ordenó que le preparasen la cena para el Señor, él mismo se la subiría.

Toc Toc.

-Adelante – se oyó la voz seria de Winner-san.

-Le subo la cena Winner-san – le comentó al ver a su joven señor tumbado aún sobre el diván sin la menor intención de hacer nada, solo mirándolas sombras del techo.

-No deberías molestarte Omi – le dijo con una sonrisa triste al mirarle como le acomodaba su cena sobre el escritorio.

-No es molestia Winner-san, es mi deber además sabe que no debe saltarse ninguna comida, ¿no querrá dar motivos sobre su apariencia al circulo de conocidos de Winner-sama? – le preguntó sabiendo lo que opinaba al respecto.

-La verdad me importa bien poco lo que digan esa gentuza, no los soporto, no entiendo como pueden pensar de esa manera ¿es que soy el único que ve que esta sociedad es abusiva y esclavista? – se preguntó molesto.

-No todo el mundo piensa igual Winner-san, solo los que son del grupo de Élite de Eron y fundaron esta colonia – le comentó con una sonrisa triste – he oído hablar que en otros planetas donde gente de la Tierra viajó, tienen una manera muy distinta de vivir a la nuestra – le dijo Omi mientras arreglaba la mesa del escritorio para que su amo pudiese cenar.

-¡¿A sí?! Explícame – le pidió con curiosidad y con su usual sonrisa.

-Se lo explicaré si se come la cena – le dijo con naturalidad sabiendo que su joven amo se lo tomaría a bien.

-Eso no vale – dijo haciendo un puchero gracioso que provocó la risa del Housepet – siempre me tratas como un niño pequeño ya me estoy cansando de ello, soy lo suficiente mayor para cuidarme solo – le dijo fingiendo enfado a la vez que se acercaba al escritorio para ver la cena que le había preparado.

-Jeje, eso no es verdad, solo me preocupo por Ud. debe entender que todos nos preocupamos por su bienestar – le comentó con una sonrisa.

-De acuerdo cenaré, pero tú te sientas ahí me cuentas sobre eso que te explicaron sobre otros planetas – le dijo ilusionado.

-No es mucho pero se lo contaré. Aya, el mercader de Pets me comentó que un día fue de viaje al planeta Wing para un asunto de negocios, allí dice con convivió en una civilización totalmente diferente a la nuestra – le fue relatando mientras veía a su Señor comer sin perder la atención a lo que le decía – según me contó, allí la sociedad no se rige por la genética, sino por un gobierno igualitario entre Darkers y Blondies, allí se pueden ver parejas mixtas sin ser ningún escándalo, todos pueden tener sus propios negocios y hay una igualdad de poderes, a diferencia de aquí, allí eres importante por lo que logres y no por como naces.

-Eso sería fantástico Omi, ¿te imaginas? Se acabaría los abusos a tu gente, nadie se sentiría superior por haber nacido Blondie, no más humillaciones ni presiones de ningún tipo, ¿tu crees que sería posible imponer ese método en X-Gundam? se lo podría proponer a mi hermano para que... – quiso decir Quatre pero fue interrumpido por Omi.

-¡No Winner-san! No debe de decírselo a nadie – dijo asustado Omi – sabe que está prohibido hablar sobre otros planetas, si los Blondies de Eron se entera de que propone instalar una sociedad como eso estaría en graves problemas, por favor no diga nada – le pidió preocupado por su joven Señor – no debí contárselo.

-Maldición Omi es que siempre van a estar ellos de por medio – le dijo molesto por los su casta – estoy viviendo en una jaula de oro y no lo soporta más, yo... lo siento Omi, no diré nada no te preocupes pero es que de verdad esto no lo soporto, me ahogo en este lugar – le dijo con tristeza.

-Debe ser fuerte Winner-san, es demasiado bueno con nosotros y eso le está trayendo muchos problemas, pero debe seguir a delante, por su hermano y por Ud., además el saber que podemos contar con su bondad nos da aliento para seguir adelante – le dijo con sinceridad sujetando las manos de su Señor.

-Perdóname Omi me estoy comportando egoístamente, yo preocupándome por vivir entre lujos y miles de Darkers lo pasan infinitamente peor que yo y ni siquiera se pueden quejar, lo siento, no tengo derecho a quejarme – le respondió agachando la cara.

-No diga eso, Ud. más que nadie tiene derecho a estar molesto, gracias a su bondad y a la de Winner-sama mucho Darkers han podido salir de la miseria en la que vivían, ya porque los han acogido en su casa o porque los han quitado de los los mercados de los Pets.

-¿Y de que me sirve si no puedo cambiar la situación? – le preguntó desesperanzado.

-De mucho Señor, más de lo que se piensa, ahora lo que tiene que hacer es ser feliz, haga ver que las presiones de la gente de Eron no le dominan, demuestre que es poderoso así nadie le podrá objetar nada aún sabiendo que no es como ellos, demuestre que su forma de pensar es correcta, pero sin imposición, ellos mismos se deberán dar cuenta de ello. Pero para que eso funcione debe de apoyar a su hermano en todo, él solo busca su bienestar. – le sugirió.

-Pero él es como los demás – le dijo molesto al recordar la reunión de mañana que había planeado – él humilla a los Darkers con la misma facilidad, él cree que fuisteis creados solo para servirnos.

-Winner-san, no sabe como lamento oírle lo que acaba de decir, como puede decir una barbaridad como esa – le criticó con dureza – Winner-sama no es como los demás ni mucho menos, él es un hombre ejemplar, jamás ha humillado a ninguno de nosotros sino muy al contrario, parece mentira que hable enserio – le dijo poniéndose de pie para encarar a su Señor – por el aprecio que le tengo dejaré pasar esas duras palabras.

-¿Y que me dices de los Pets que tiene? – le dijo para defenderse – primeros los usa y luego se deshace de ellos sin ningún remordimiento.

-¡Eso no es verdad Winner-sama! – le exclamó – todos los Pets que posee Winner-sama lo son porque ellos lo desean voluntariamente, Winner-sama es un hombre sumamente atractivo y deseable, jamás ha obligado a nadie para que sea su Pet, ellos lo hacen gustosos. Y para su información Winner-san los Pets que se supone que se deshace son Pets que por su edad tendrían problemas para salir a delante fuera del mercado de Pets, a ellos en concreto se molestó en sacarlos de Eron para buscarles un lugar seguro y fuera del alcance de los Blondies, ¿es que no lo sabía? – le preguntó molesto.

-Yo... no, no lo sabía, mi hermano nunca me ha hablado de eso, yo pensaba que simplemente se deshacía de ellos – respondió avergonzado.

-Ve porque le dijo que apoye a su hermano Señor, desconoce muchas de las cosas que hace su hermano y ya va siendo hora que esté a su lado. Hay muchas cosas que le están sucediendo y que estoy seguro que no se ha dado cuenta – le comentó Omi.

-¿Cómo que? – le preguntó sin saber a lo que se refería.

-¿No se ha dado cuenta de que se siente solo, como Ud.? ¿y que está realmente preocupado por su futuro? Aunque no lo parezca Winner-sama tampoco está muy de acuerdo en según que cosas con los Blondies de Eron. Pero para conseguir algún cambio se ve obligado a aparentar que es uno de ellos, si se enfrentase directamente a ellos ya lo habrían matado hace tiempo – le comentó con algo de preocupación.

-¿Los de Eron serían capaces de matarle? – le preguntó sorprendido y preocupado.

-Me temo que sí, la familia Winner es la más poderosa de todo Eron pero no es la única, si ellos se vieran amenazados por tu familia buscarían la manera de sacaros del medio, lo sé porque he oído hablar de un caso parecido que ocurrió hace mucho tiempo. Por eso Winner-sama está tan preocupado por Ud. Winner-san. Su hermano está en continua observación, buscado la mínima oportunidad para echársele encima.

-¿Tan mal están las cosas? – le preguntó más preocupado aún.

-No debería decirle esto pero... hay mucha gente que envidia la posición que tienen y eso no les gusta, hasta ahora no han podido obtener ningún punto débil a Winner-sama, siempre se ha comportado como esperan y cuando no lo ha ocultado muy bien dándoles a entender que se comportaba según su categoría hasta ahora... Desde hace unos años han conseguido encontrar un punto débil en la organización Winner, ellos están esperando un error lo suficientemente grave para tomar represalias – le explicó angustiado – por eso Winner-san debe...

-Debo comportarme como ellos esperan ya que yo soy el punto débil de mi hermano – le comentó con dolor – por mi culpa pongo en peligro a mi hermano y a vosotros, si yo cometo un error más, vosotros pagaréis las consecuencias ¿no?.

-Por nosotros no se debe de preocupar Winner-san, sabe que gustoso daríamos nuestras vidas por Uds., pero el que me preocupa es su hermano y Ud.– le confesó ruborizado.

-Le aprecias mucho ¿verdad? – le preguntó acariciándole la mejilla y retirándole un mechón de pelo que le tapaba la cara – le quieres.

-Yo... yo... claro que le aprecio, más que eso pero soy conciente de mi posición y me conformo con estar a su lado para servirle, a él y a Ud. Winner-san.

-Valla, el fiel Omi enamorado de mi hermano, jeje, ¿por qué no me sorprende?.

-¡Winner-san, no diga algo así! – le dijo avergonzado.

-Pero si es la verdad, jeje – se rió al ver lo abochornado que estaba Omi – pero tranquilo no diré nada, jajaja.

-Prométamelo que no se lo dirá – le pidió asustado – Winner-sama se merece a alguien mejor, estoy seguro que conocerá a alguien tan especial como él – le aseguró al rubio.

-Te lo prometo, pero debería intentarlo al menos, a lo mejor te llevas una sorpresa, jeje. Antes comentaste que mi hermano se sentía solo, ¿por qué lo dices? Él está rodeado siempre de los mejores Pets

-A si es pero lo que su hermano desea no es un Pet hermoso y sumiso sino alguien con quien compartir su vida a su lado ¿No lo desea Ud. también, Winner-san?.

-Claro que sí pero dudo que lo encontremos aquí, al menos a lo que a mi se refiere – le dijo con tristeza – no soporto a los Blondies y a los Darkers no nos está permitido tomarlos como nuestras parejas, ya lo sabes.

-Lo sé, pero no pierda la esperanza, conocerá a alguien, lo sé. Ahora si me disculpa me retiro, mañana será un día ajetreado y tiene que estar todo perfecto para la reunión. Supongo que acudirá, ¿no? – le preguntó con intención.

-Que remedio me queda – le respondió sin ningún entusiasmo – no quiero que por mi culpa mi hermano tenga problemas, tendré que aprender a fingir delante de ellos. A demás le debo una disculpa a mi hermano, quiero que se sienta orgulloso de mi a pesar de las habladurías.

-Lo está eso seguro, ahora descanse, mañana será un día muy largo – le dijo antes de despedirse – buenas noches Winner-san que descanse.

-Buenas noches Omi y gracias por ayudarme con mi tozudería, jeje – le dijo rascándose la cabeza de manera infantil.

-No tiene porque dármelas, lo hago encantado, que descanse – se despidió tras cerrar la puerta del dormitorio de su Señor.

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A la mañana siguiente todos estaban muy ocupados en sus quehaceres, Winner-sama estuvo ocupado en su despacho revisando su trabajo para poder estar libre para la noche, Winner-san con la ayuda de Omi ayudó a preparar los últimos detalles para la reunión queriendo tomar más partido para que su hermano estuviera orgulloso de aún aunque la idea aún no le gustaba para nada. Se encargó de atender a los Pets que Omi había escogido para la reunión, ordenó el tipo de decoración que quería para los diferentes salones y también la comida y la bebida que se serviría.

Una hora antes de lo previsto, los primeros invitados comenzaron a llegar con sus exclusivos Pets, como siempre vestían sus mejores galas y joyas para intentar impresionar a los demás, demasiada altanería para su gusto. Omi avisó a sus Señores de los primeros invitados para ir a recibirlos.

-Bienvenidos a la Mansión Winner – saludó Winner-sama a los Blondies que iban llegando. Su presencia era como siempre impecable con su exclusivo traje de mallas y camiseta de cuello cisne negro ceñido descaradamente a su cuerpo resaltando su increíble melena rubia y sus profundos ojos azules, su cinturón, guantes, botas y chaleco largo hasta las rodillas eran blancos.

-Zech Winner, valla valla, ya iba siendo hora que fueras tú el anfitrión de una de nuestras entretenidas veladas, jeje, ya se empezaba ha rumorear que no eras el tipo de Blondie que se esperaba de ti, jeje – le espetó con doble sentido y con gran envidia, unos de los cinco más poderoso Blondies de Eron. Un Blondie de la misma altura que Winner-sama, 35 años de un rubio más oscuro sin dejar de ser un dorado intenso largo hasta los hombros, sus ojos eran azules con tonos verdes. Era corpulento pero no tanto como el anfitrión ya que se le comenzaba a notar la barriga de holgazán. Vestía unas mallas y una camiseta de cuello alto verdes oscuro muy ceñido como suelen usar la mayoría de los Blondies, sus botas y cinturón eran negros, su traje era cubierto por un abrigo negro con una gran capucha y de grandes hombreras.

-Pues ya ves Touya, esos rumores son totalmente falsos, lo que ocurre es que mi trabajo me absorbe demasiado y no he podido tener la oportunidad de realizar una celebración como es debido – le respondió Zech con seriedad sabiendo con seguridad que ese Blondie era uno de los que disfrutaba esparciendo esos rumores para querer hundirlo.

-Me alegro oírlo y verlo, jeje, por cierto veo que has metido en vereda a tu hermanito – le dijo con malicia Touya al ver a Quatre al lado de su hermano con una mirada dura sabiendo que ahora le tocaba ser él el centro de burlas - ¿ya has decidido convertirte en un Blondie verdadero? – le preguntó con burla sabiendo como odiaba eso.

-Yo soy tan Blondie como tú Touya, no lo olvides, el que no comporta tus gustos perversos no me... – le dijo con odio haciendo que sus ojos azules brillasen molestos. Quatre vestía un traje igual que el de su hermano pero de color gris claro con los accesorios en negro y a diferencia de su hermano él cubría su traje con una blusa ancha sin mangas hasta sus muslos luciendo su cinturón sobre la camisa negra sin cuello.

-Ya es suficiente Quatre – le cortó con seriedad el reclamo por miedo que dijera al no debido – Touya no hemos reunido aquí para divertirnos y no para que insultes a mi hermano, espero que muestre respeto a tus anfitriones – le recordó molesto Zech.

-No era mi intención molestarles solo puntualizaba algo que se comenta, pero tranquilo no comentaré nada más, con permiso iré al salón a esperar a los demás. Ah! Zech he traído a mi Pet Ian – les comentó señalando al joven que estaba detrás de él, un joven de unos 20 años, delgado con el pelo negro corto en capa y dos largos mechones que le caía por las mejillas, sus ojos también eran negros de mirada triste, vestía un pantaloncito negro muy corto tapando a penas lo justo y una camiseta de tirantes también negra que conjuntaba con unas botas altas también negras, sobre sus hombros descansaba una capa con capucha también negra. En su cuello lucía la gargantilla de cuero negro que indicaba su categoría como Pet donde brillaba el dije en el centro con el emblema de su dueño - ¿dónde los dejo? – le preguntó como si se tratase de un objeto.

-Yo me encargo de él – respondió Quatre con molestia por el tratamiento que le daba a su propio Pet – Ian ven por aquí – le dijo Quatre guiando al Pet hacia la sala donde se reunirían todos los Pets hasta la hora del espectáculo.

-Bienvenido Max – saludó Zech con un apretón de manos a otro de los Blondies más poderosos y gran amigo suyo que entraba en su casa justo después de marcharse Touya – me alegro que vinieras, así me ayudarás a controlar a esta muchedumbre y a mi hermano – le dijo con una sonrisa a su viejo amigo, un Blondie un poco más alto que él y un año mayor, con su traje blanco con botas negras y abrigo negro, su pelo rubio oro con mechas platinas y ojos azul turquesa.

-Sabes que esta reunión no me la perdería por nada del mundo amigo – le respondió abrazándolo con cariño. Max era uno de los pocos amigos de confianza que tenía y que se preocupaba de él y de su hermano - ¿has traído a Wufei? – le preguntó refiriéndose a su Pet al no verlo junto a él.

-Sí ha venido conmigo, ahora estará en el coche, es que quise adelantarme para saludarte y ver como de peligroso estaba la cosa, jeje – se rió.

-Pues como siempre, sabes que los que vienen siempre están dispuestos a desollarme vivo si les dejo, ¿has dejado solo a Wufei? ¿no deberías, ya sabes que...?.

-No dejé solo, jeje, no estoy tan loco para hacerlo, lo dejé con Relena, ella cuidará de él hasta que esté junto a mi. Sé perfectamente que sin protección Wufei sería secuestrado o algo peor, la envidia es muy peligrosa en Eron – le dijo con tranquilidad a su amigo.

-Bueno Max pasa en cuanto llegue Wufei y Relena los haré pasar, Omi se encargará de llevar a Wufei con los demás Pets, ahí no le pasará nada – le respondió sabiendo lo protector que era con su Pet.

-Te lo agradezco Zech pero ya sabes que no dejaré a Wufei que participe en la orgía – le informó a su amigo.

-Ya me lo imaginaba, pero tranquilo, si no quieres no ocurrirá por algo es tu Pet – le dijo guiñándole un ojo – pasa Touya y sus amigotes ya están dentro, mantenlos controlado hasta que yo llegue – le pidió a su amigo.

-Descuida – le respondió dirigiéndose hasta el gran salón donde se iban reuniendo los Blondies.

Zech fue saludando a los demás invitados, en total unos 25 Blondies y unos 45 Pets de propiedad donde los fue guiando a las diferentes salas de estar. Unos de los últimos en llegar fueron el Pet de su gran amigo y Relena, una de las pocas Blondie femeninas que existían en Eron, a pesar de la inusual existencia de una fémina Blondie, la vida de Relena no había sido fácil, ya que le había traído más problemas que beneficios aún siendo una Blondie. Como todo Blondie era rubia y de ojos azules, su complexión era fuerte pero femenina, de gran altura para ser mujer 1'95m. de 23 años. Desde su nacimiento se vio casi excluida y rechazada de la selecta sociedad debido a su condición de mujer, aún poseyendo éxito en su trabajo y poder económico ganado por su persistencia y por no dejarse avasallar, la reticencia y la desconfianza era palpable en cualquier lugar a donde fuera.

A pesar del poco interés que despertaba entre los Blondies, Relena llegó radiante como siempre, su larga melena rubia la llevaba recogida en un laborioso moño adornado con cordones de oro y planta. Su traje plateado de lycra compuesto por una blusa y una mini falda ceñida delineaba su perfecta cintura, unas altas botas también plateadas marcaba su paso con un contoneo insinuante y grácil.

-Buenas noches Quatre – saludó cariñosamente Relena al menor de los hermanos Winner – veo que tu hermano te ha dejado solo para recibir a los últimos invitados, jeje.

-Pues me temo que si Relena, por cierto luces tan hermosa como siempre, jeje – se rió el rubio con alegría por ver a su vieja amiga – menos mal que ya todos ya han llegado sino no sé si hubiera tenido tanto estómago para aguantar las ganas de vomitar que me da esta gente, jeje – se rió con malicia.

-Sé a lo que te refieres – le dijo complicidad y susurrándole al oído - opino lo mismo que tú. ¿Ya han llegado todas las víboras? – le preguntó la Blondie refiriéndose a los demás invitados.

-Sí vosotros sois los últimos. Oh! Wufei, perdona no te he dicho nada – le comentó viendo como detrás de Relena venía el Pet del amigo de su hermano – buenas noches Wufei, no pensé que vendrías ya que ha Max no le gusta que te veas implicado en estas reuniones – le comentó.

-Buenas noches Winner-san para ti también, no te creas que me resultó fácil convencerle para que me dejara venir, pero sabes que adoro ver lo envidiosos que se ponen esos Blondies puros cuando me ven con Max-san, jeje – se rió con malicia el Pet.

-Valla y luego dices que somos los Blondies los que son crueles y maliciosos, jeje – se burló Relena del Pet.

-Jeje, no lo soy con todos los Blondies y eso lo sabes – le dijo Wufei con total confianza a la Blondie - ¿cómo está en ambiente? Para mí también me parece extraño verte por aquí, suponía que habrías buscado una excusa lo suficiente convincente para hacer que Winner-sama te mantuviese al margen de este lamentable espectáculo – le comentó al anfitrión.

-El ambiente es el de esperarse en una situación como esta y sobre buscarme una excusa lo suficientemente convincente pues... estuve tentado, pero la verdad no quiero crearle más problemas de los que ya tiene mi hermano – les confesó a los dos.

-Por lo que dices veo que ya estás al tanto de la situación – le comentó Relena poniéndose seria – a veces me avergüenzo de ser yo una Blondie, aunque para lo que me sirve – les dijo con dolor – pero bueno no nos dejemos llevar por los problemas y vamos a divertirnos, jeje, porque no les damos un poco más de que hablar, jeje – les instó con malicia.

-Por mi perfecto – comentó Wufei – adoro darles de que hablar, jeje.

-Entonces vamos aunque no sé si podré acostumbrarme a esto – les dijo con algo de reparo.

-No te preocupes solo síguenos la corriente a Relena y a mí, jeje. Les dejaremos con la boca abierta, jeje. Por cierto ¿cómo me veo? – les dijo a Relena y a Quatre a la vez que se abría la capa de capucha negra para mostrar su cuerpo.

-Simplemente pecador, jeje – se rió Relena al joven de 24 años 1,85m. vistiendo un pantalón chino adornado con dos telas que le caían por delante y por detrás, simulando una falda sobre puesta que quedaba abierta por los costados, siendo la tela tanto del pantalón como la del faldón, holgada de lino negro y con unas sandalias negras a juego. El pecho lo llevaba desnudo mostrando tan solo las muñequeras negras y su gargantilla de cuero negro con el dije del emblema de propiedad de Max Asato. Su piel estaba bronceada marcando sus firmes músculos y su espléndida complexión, su pelo negro largo hasta la cintura lo llevaba en una cola baja sujeta con una cinta negra escapándosele varios mechones de pelo escalado sobre su cara que le daban un toque salvaje y sensual a sus rasgos y su mirada penetrante de ojos negros.

-¿Vas a ir con el pecho al descubierto? ¿no se molestará Max? – preguntó sorprendido Quatre al ver la tranquilidad con la que exhibía su cuerpo, mientras caminaban por los pasillos directos a los salones principales.

-Puede que se sienta un poco receloso a mostrarme como solo él quiere verme, pero estoy seguro que disfrutará a ver las caras de envidia de los demás Blondie, jeje – se rió Wufei.

-¿Te habían dicho alguna vez que eres un vanidoso, cariño? – le aseguró Relena – y eso en un Pet no está bien visto querido, puedes tener problemas.

-No soy vanidoso Relena, solo soy objetivo con lo que pasa a mí alrededor. Por mucho que me critican y me recriminen las cosas, sé lo que pasa a mí alrededor aunque no por ellos estoy conforme. Soy muy consciente que si no fuera por mi rareza exótica, ningún Blondie se acercaría a mí, sé como piensan los Blondie, a ellos les gustan coleccionar especimenes poco usuales y el saber que soy por decirlo de alguna forma, casi exclusivo les hacer verme con deseo. La vanidad que crees Relena que yo poseo no es para mi sino para Max-san, quiero que se sienta orgulloso de mí, aunque sea solo porque soy único en Eron, por eso hago y admito todo este montaje, quiero que vean los que Max-san posee y ellos no podrán tener jamás – les explicó orgulloso.

-Me parece bien Wufei, pero eso también puede ser peligroso – le advirtió Relena.

-Pero de todas maneras Max-san ya está muy orgulloso de que seas suyo, ni siquiera te trata como un Pet aunque tenga que disimular frente a ellos – le comentó Quatre a Wufei.

-Lo sé, o eso me gusta creer, pero no me gusta perder la oportunidad de molestarles, jeje y sobre posibles problemas, sé hasta donde puedo llegar, no olvido mi posición de Pet, sé que dar a entender que soy algo más que eso sería peligroso para Max-san y para mi – les aseguró.

-Esto... Wufei, ¿vas a entrar ya al salón? Los demás Pets están en la sala de ocio, ¿si quieres te acompaño? – se ofreció Quatre.

-Me parece bien Quatre. Relena nos vemos luego ¿vale? – se despidió de la Blondie.

-Perfecto, así voy viendo a quien podemos molestar, jeje – se rió la chica.

Relena se dirigió al uno de los salones principales mientras que Quatre y Wufei se dirigían a la sala de recreo donde los Pets esperaban a ser requeridos por sus dueños o por cualquier otro Blondie. Al llegar a la Quatre se despidió de su amigo para regresar con su hermano y con sus "estimados invitados" antes de que pensasen que ya se había vuelto a escapar de aquellas reuniones.

Al entrar en el salón principal, una marejada de cabelleras rubias de diferentes tonalidades le impidió localizar a su hermano, pero concentrándose e ignorando ciertas miradas posadas en él pudo distinguir a su hermano que charlaba muy animadamente con Max y un par de Blondies más.

-Hermano – le llamó al Zech al ver como se acercaba su hermano hasta ellos - ¿ya han llegado todos? – preguntó a Quatre al ver la cara de pocos amigos que traía su hermanito muy poco disimulada.

-Por suerte, ya llegaron todos, Relena y Wufei fueron los últimos en llegar – le respondió ignorando a los demás Blondies.

-¿Wufei y Relena ya llegaron? – preguntó ansioso Max - ¿dónde están? – quiso saber de inmediato intentando ocultar su incomodidad.

-Relena estará por aquí, la dejé antes de acompañar a Wufei y Wufei está en la sala de ocio a la espera que le llames, ¿necesitas algo de él?. Los Pets se están acabando de arreglar para la celebración – le preguntó sabiendo que no le gustaba estar lejos de Wufei para poder controlarlo de manos envidiosas – Zech, ¿los hago llamar? Pensé que los requeriríamos después de la cena – le comentó a su hermano.

-Había pensado para después pero a lo mejor los invitados los quieren elegir ahora – le respondió Zech - Quatre ¿A qué se debe tu cambio de actitud? – le preguntó sorprendido en voz baja a su hermano por el cambio inesperado del benjamín Winner.

-He comprendido que mi actitud solo traería problemas, no quiero causarte más problemas auque sigo sin estar de acuerdo, solo voy aparentar lo que quieren que sea, nada más, espero que lo entiendas. Quiero que estés orgulloso de mí – le susurró para mostrarle una sonrisa aunque algo triste.

-Me alegra saber que al fin lo comprendes, ¿Omi tiene algo que ver en ti cambio? – le preguntó sabiendo lo persuasivo que podía llegar a ser su Housepet.

-En parte – le comentó escuetamente ya que se había dado cuenta que uno de los Blondie con el que hablaba su hermano estaba intentando escuchar su conversación privada.

-Será mejor que valla por él, quiero tenerlo controlado, ya sabes estos Pets a que tenerlo siempre bajo vigilancia – comentó de pronto Max a los demás Blondies disimulando desconfianza de Pet – el otro día lo vi tonteado con un Pet sin mi consentimiento.

-Tienes razón Max, a los Pet hay que tenerlo amarrados en corto, hay que hacerles saber quien es el amo y quien la mascota, jaja – se burló uno de los Blondies.

-Jaja tienes razón, no sé porque no te deshaces ya de ese Pet, ya es demasiado mayor para ello, si lo vendes seguro que te darán para dos Pets jóvenes y sumisos, jaja -comentó el otro Blondie.

-Puede que tengas razón – le respondió controlándose para no decirle ciertas cosas – pero resulta que ya lo tengo domado y la verdad ahora no tengo tiempo para amaestrar a otro, aunque es un poco obstinado sabe hacer muy bien su trabajo, jeje – les insinuó con una sonrisa lujuriosa – Sí me disculpan iré a buscarlo.

-No te molestes Max, yo iré por él dentro de un rato, por ahora no tengo nada interesante que hacer – le sugirió Quatre para poder escaparse de aquella tensión.

-Joven Winner, ya que va a la sala de ocio donde se encuentran todos los Pets deberías escoger uno para ti y divertirte ya que has decidido reunirte con nosotros, al ser anfitrión tienes la posibilidad de escoger a los mejores para tu disfrute, jeje, ya verás como un buen Pet te hará olvidar ese excesivo pudor y te hará olvidar los problemas, ¿a que tengo razón Zech? – le comentó a los hermanos Winner – yo al principio estaba nervioso y no sabía que hacer cuando tuve que elegir mi primer Pet, pero luego fue algo inolvidable, jeje. No es tan malo como lo pintas además seguro que cualquier Pet estaría halagado al elegirlo, te has vuelto un joven muy atractivo y sensual – le coqueteó sin reparo.

-Puede que lo haga – le respondió Quatre para que dejase el tema – pero quizás más tarde, tomaré el consejo – le respondió con una sonrisa forzada.

-Shoyo, más vale que controles tu lujuria amigo, no olvides que tratas con mi hermano y no con un Pet cualquiera – le dijo molesto por el coqueteo a su hermano.

-No te enfades Zech, solo estaba alabando a tu hermano, no quería ofenderte ni a ti ni a tu hermano – comentó nervioso al ver la mirada amenazante de Zech por su coqueteo, para evitar cualquier enfrentamiento Shoyo y sus acompañantes se retiraron para conversar con otros invitados.

-Eso espero. Quatre ordena que traigan a los Pets, aquí se está concentrando un nivel peligroso de hormonas alteradas, tenemos que tenerlos entretenidos en algo si no queremos que pase alguna desgracia – comentó con burla ocultado parte de su preocupación, ya que ya había observado ciertos comportamientos acalorados entre los invitados, seguramente más de uno ya iba bien servido de Tropax (potente afrodisíaco).

-En seguida Zech – dijo Quatre al percatarse también del aumento de la temperatura de la sala y eso que no hacía ni una hora que había dado inicio la celebración.

-Puede que lo que ha dicho el idiota de Shoyo sea verdad después de todo – comentó Max al ver alejarse a Shoyo con su amigo y a Quatre – quizá lo que necesite Quatre es un buen Pet que le dé la tranquilidad que necesita.

-Eso es muy fácil decirlo Max, pero olvidas de quien estamos hablando, mi hermano no aprueba el usar a un Pet para su goce personal, jamás aceptaría comprar uno ni aunque se lo regale, ya lo he intentado y por poco me mata – le dijo recordando la súper pelea que tubo en día del 22º cumpleaños de Quatre al haberle regalado un precioso Pet de 18 años – por muy guapo que sea no lo aceptará.

-Eso ya me lo imagino, pero por lo que he visto ahora está poniendo empeño en aparentar ser un Blondie aceptable para esta sociedad. Es solo cuestión de buscar el Pet adecuado, no uno cualquiera – le sugirió a su amigo.

-No lo sé Max, Quatre es muy tozudo para según que cosas, ¿dónde puedo encontrar un Pet de esas características que pueda ser aceptado por mi hermano? No creo que sea posible – le dijo desesperanzado.

-Solo debemos enfocarlo de una manera diferente, tú conoces a tu hermano y sus gustos tanto para buscar un buen físico como espiritual. Tú hermano no desea un Pet, pues eso le daremos, buscaremos a alguien que no sea un Pet, a alguien que le atraiga por su persona, una pareja – le dijo Max dedicándole una sonrisa satisfecha por su idea.

-No estarás insinuando que le busque un Blondie como pareja, ¿no Max? Esa es la peor idea que he oído Max ¿te has vuelto loco, ¿es que olvidas el detallito que mi hermano odia a los Blondies de Eron? pareces tonto – le dijo decepcionado.

-Claro que lo sé baka, no me refería a eso Zech, me refería que dentro de dos días viene a Eron Daisuke Himura – le comentó Max.

-¿Daisuke Himura? ¿quién es ese y que tiene eso que ver con mi problema? – preguntó desconcertado Zech.

-¿No sabes quien es Daisuke Himura? Valla ahora si que me has sorprendido Zech. Himura es uno de los mercaderes más conocidos de todo X-Gundam y de los planetas más cercanos a nuestra órbita, su fama es debida a la excelente calidad de los Pets con los que comercia. Los contactos que tiene con otros planetas le sirven para comerciar con los especimenes más exóticos y poco comunes, de ahí su gran fama y éxito – le explicó a su amigo.

-Ahora que lo mencionas creo que he oído hablar de él pero no recordaba su nombre, ¿y dices que vendrá a Eron dentro de dos días? – le preguntó.

-A si es, dentro de dos días hay un gran mercado en el sector L8 de Eron, allí se concentrará un congreso anual del comercio y Himura será uno de los que exponga su mercancía, por decirlo de alguna manera. Estoy más que seguro que allí encontrarás lo que buscas para tu hermano – le sugirió a Zech – si quieres te puedo acompañar y te presento a Daisuke Himura – se ofreció Max.

-No no te preocupes, iré solo con Quatre con la excusa de que quiero un nuevo Pet así no sospechará tanto – le respondió agradecido a su amigo.

-Perfecto, entonces ya me dirás que tal te fue – le comentó Max para finalizar su conversación ya que vio desde lejos a Touya que se acercaba a ellos seguidos de dos Blondies más.

-¡Zech amigo! – gritó fuera de lo esperado Touya que se acercaba a él seguido de Kai Mitsuroda 30 años y Shishio Masato de 32, los otros dos hombre más importantes de Eron.

-Touya – dijo Zech sin muchas ganas de aguantar el carácter ácido el Blondie que juraba desbancarle en lo profesional y sentimental si le dejaba - ¿necesitas algo? ¿bebida? ¿comida? ¿un Pet?.

-Por partes amigo, jeje – le comunicó – hace un momento mis amigos y yo estábamos comentando que como esta noche es una noche especial, podríamos hacer algo diferente, algo original y que no hemos hecho en otras reuniones, o al menos cuando hemos estados todos juntos, jeje – se rió con una sonrisa estúpida debido en parte por el exceso de licor que ya llevaba encima.

-¿De que se trata? – le preguntó Zech sin hacerle pizca de gracia esta novedad de la cual no tenía control ninguno.

-No es nada del otro mundo, espera que regrese tú hermanito y lo anunciaré, no es justo que uno de nuestros anfitriones no esté presente, jeje.

-No es nada de lo que no hallamos echo antes Zech – le comentó Kai al ver la incomodidad de Zech – a tu hermano Quatre lo le ocurrirá nada si es lo que te preocupa.

-Eso espero porque mi hermano no está en el menú – les dijo a los tres con seriedad – por lo demás si la mayoría lo acepta no podré negarme, ¿no Max? – le comentó a su amigo que sabía que a él tampoco le haría gracia las perversas ideas de Touya y de su grupito de amigos.

-Lo sé jeje – se rió Touya – espera a que llegue Quatre y lo sabrás.

Por otro lado Quatre se acercó a la sala de ocio a la cual entró para avisarles personalmente. El ambiente en aquella sala le sorprendió, al igual que en la sala principal, el ambiente en aquella sala también estaba bastante caldeado. Docenas de cuerpos semi desnudos se calentaban para el ejercicio que a continuación iban a ejercicios, calentamiento en todos sus sentidos. En numeroso grupo de jóvenes de entre 16 a 20 años recostados en divanes, cojines o camas improvisadas, se prodigaban caricias y besos apasionados sin reparo alguno, incluso alguna más osado se entretenía haciendo sexo oral a alguno de sus compañeros.

-Cierra la boca si no quieres que te entre una mosca Quatre – le dijo una voz burlona a su derecha.

-Wu... Wufei – le dijo shockeado al ver el espectáculo - ¿qué... que está pasando aquí? Esto no debería suceder en la otra habitación? – le preguntó a su amigo que estaba sentado en una de las esquinas bebiendo una copa y observando la escena con total tranquilidad.

-Jeje que inocente eres Quatre, jeje – se rió de su amigo – esto son solo los juegos preliminares, así les resulta más fácil hacer su trabajo, si van ya excitados todo se da más natural, jeje olvidaba que eres nuevo en estos temas – le explicó al Blondie.

-No soy nuevo ya he visto varias celebraciones como estas, pero es solo... que esto no lo había visto antes. Wufei, ya es la hora, las cosas allí afuera están candentes, creo que a parte de bebidas han consumido Tropax, crees que es necesario que vallas Max pidió que fueras antes pero puedo decir que te has sentido mal, seguro que Max te cubre – le dijo preocupado por su amigo.

-Tranquilo no pasará nada, sé lo que me hago – le dijo agradecido por su preocupación -Será mejor que les demos a estos Blondies pervertidos lo que quieren si ni quieres que violen a tu hermano, jeje – se burló Wufei.

-¡¡Wufei!! No digas eso – le increpó sonrojado.

-Jeje inocente – se rió - ¡¡Chicos!! – gritó Wufei para que todos los escucharan – la hora ha llegado, la flor y nata de la sociedad de Eron nos reclaman, no les hagamos de esperar – les anunció Wufei a los demás Pets quitándose la capa para dejar al descubierto su perfecto cuerpo. Su coleta de balanceo por espalda acariciando el gran tatuaje que ocupaba por completo su espalda con la figura de Dios Nataku, una figura a color de un dragón que se enroscaba en su espalda que era el Dios protector del planeta de origen de Wufei.

-Tenéis dos minutos – les informó Quatre – después mi Housepet Omi os guiará hasta la sala principal. Os comunico que afuera se os exigirá el 100 quien no esté en condiciones que no abandone la sala, no se os castigará ni nada por el estilo, por lo demás ya sabréis a lo que os enfrentáis – le dijo sin querer dar a entender su incomodidad a esa clase de reuniones, decirlo abiertamente sería muy peligroso.

-Entonces vámonos, mi Señor Max me está esperando – comentó en voz alta Wufei saliendo al pasillo que le llevaría a la sala principal.

Mientras iban caminando charlaron animadamente como solían hacer hasta que unas voces de varias personas hablando en la esquina opuesta del pasillo les hicieron detenerse para escuchar lo que decían.

-¿Has oído los planes de Touya-san que tiene para deshacerse de Winner-sama y Asato-sama? – preguntó uno de los Blondies que allí hablaba con la tranquilidad que se suponía que tenían al no ser escuchados por nadie.

-Sobre Winner-sama si había oído algo pero de Asato-sama no. ¿Que es lo que quiere de él? O mejor dicho ¿qué es lo que le molesta de él? – le preguntó el segundo Blondie.

-Jeje en serio no te lo imaginas, tonto – le respondió el primer Blondie con voz juguetona y sensual en una clara insinuación de conquista y seducción – que va ha querer sino a ese Pet que tiene, jeje – se burló el rubio.

-Malditos desgraciados – dijo furioso Wufei al escuchar lo que decían de su amo y de él mismo. Iba a salir dispuesto a enfrontarse a esos Blondies pero Quatre se lo impidió.

-Espera Wufei, no te puedes enfrentar a ellos, están hablando de algo muy serio, dejarles hablar a ver que dicen y después informaremos a Max y a mi hermano de los supuestos planes de Touya. Si te enfrentas ahora a esos Blondies o a Touya les darás la oportunidad que quieren para hacerte daño o para separarte de Max, a demás hay que averiguar primero lo que planean – le sugirió Quatre a Wufei estando tan molesto como él – espérate aquí, me asomaré para ver de quien se trata – le dijo asomándose con cuidado para descubrir a dos Blondies que trabajaban con Touya y que eran de su confianza, estando en actitud más que cariñosa entre ellos – Los conozco – aseguró Quatre a Wufei – el primero es Kato, brazo derecho de Touya y encargado de la seguridad el en Sector Este de NOVA y el segundo es Set, ese dirige la mayor parte de burdeles de Eron. Estoy seguro que lo que puedan saber es verdad, todos los trapos sucios de Touya los conoce Kato – le explicó a Wufei.

-Muy bien esperaremos a saber que traman pero esto no me gusta nada – le advirtió Wufei.

-Puedo entender la obsesión de Touya por ese Pet, es delicioso – comentó Set relamiéndose los labios – yo en miles de ocasiones siempre le he hecho astronómicas ofertas a Max para que me lo vendiera y hasta ahora no he obtenido resultado, es una lastima, ganaría una fortuna con él – comentó decepcionado mientras acariciaba provocativamente a su compañero.

-Pues lamento oír eso ya que por ahora solo me tienes a mí – le respondió Kato en tono molesto – no me digas que tu también eres de los que se acuestan con los Pets – le comentó con cierta repulsión – esas criaturas por muy bellas que parezcan son indignas de estar en nuestras camas, me decepcionas Set – le dijo separándose de él.

-Ey, ey precioso, yo jamás he dicho que lo quiero para mi cama, yo no comparto ese gusto lindura – le dijo volviendo a abrazar a su compañero – eso lo dejo para otros. En Eron no está bien visto esas relaciones tan íntimas con los Pets pero aún y así los hay que pagarían una fortuna por estar una noche con ese Pet. Mi uso de Pets es como el de todo los demás, me entretienen viendo como copulan entre ellos, como mucho me hacen algo de sexo oral pero nada más, mis deseos los sacio contigo ya lo sabes encanto – le respondió, oyéndose después una serie de gemidos y besos apasionados.

-Mmm Set – gimió.

-¿Sabes como tiene previsto quedarse con el Pet? ¿Y como se deshará de Winner-sama? – le preguntó Set mientras besaba el cuello de su amante.

-Mmmm ahhh, con Max mmm quiere provocarlo hasta que admita alguna relación o comportamiento que esté fuera de contexto relación Amo-Pet, una vez que lo ponga en evidencia alegará que ese Pet es ya demasiado mayor para ejercer de Pet y si no funciona eso, pedirá que se revoque el contrato comercial que le une a él como Pet ya que este superó los dos años que tendría un contrato ordinario, de ese modo el Pet de Asato-sama pasaría de nuevo al mercado libre aaaahhhh – le explicó entre gemidos.

-¿Y con Winner-sama? – le preguntó fregándose contra la cadera de Kato.

-Uffff Set, con Winner-sama es más sencillo todavía, solo hay que poner en evidencia a su pequeño e inocente hermano. Todo el mundo sabe que ese chico no merece ser catalogado como Blondie, no es un Blondie completo y tarde o temprano se verá descubierto y ni Winner-sama ni nadie podrá hacer nada por él, con suerte será expulsado de X-Gundam eso si Touya-san no pide la pena capital por considerarlo un traidor a nuestra raza – le comentó a su amante - ¿porque no dejamos de hablar y aprovechamos el tiempo en algo más productivo Set? – le sugirió con picardía.

-Mmmm me parece perfecto, seguro que por aquí habrán habitaciones preparadas, vallamos a buscar una libre antes de que los demás se apoderen de ellas – le dijo arrastrándolo a lo largo del pasillo hasta desaparecer por una de las tantas puertas que habían en aquel pasillo.

-No me lo puedo creer – comentó atónito Quatre tras escuchar lo que había oído.

-Esos hijos de perra – dijo furioso Wufei – hay que avisara a tú hermano y a Max cuanto antes, no voy a permitir que me separen de Max, si acepte este tipo de vida es por Max y nada más y sobre ti...

-Sobre mi no te preocupes, mientras me comporte como ellos esperan estaré a salvo, yo ya había tomado la decisión de convertirme en un Blondie completo como ellos dicen para evitar que puedan dañar a mi hermano, no dejaré que ellos lo lastimen, si he de convertirme en alguien despreciable como ellos lo haré, al menos delante de ellos – le informó – ahora será mejor que regresemos cuanto antes, Max y mi hermano estarán preocupados por que no llegamos.

La música de la sala principal flotaba en el aire hasta que como si de un hechizo de produjera se dejó de oír al hacer su entrada en ella a Quatre y a Wufei. Todas las miradas se posaron en ellos, con envidia y deseo ante aquellas bellezas inalcanzables. Cada movimiento de sus cuerpos eran seguidos con creciente interés, sobretodo en el cuerpo semi desnudo de Wufei que llegó frente a su dueño.

-Amo Max, disculpe mi tardanza, me han avisado que me reclamaba – le dijo apoyando una rodilla en el suelo y con la cabeza agachada en gesto de sumisión total a su dueño.

-A si es Wufei, levántate – le ordenó mirándole fijamente a sus ojos – cuando te llame te quiero de inmediato – le dijo con cierta molestia sujetándole de la nuca para acercarlo hacia él para besarle salvajemente.

-Mmmmm, lo siento no volverá a pasar – dijo jadeantes ante la muestra de pasión de su amo - ¿desea algo de mí? – le preguntó sumiso.

-Que no te separes de mi lado – le respondió sujetándolo por las nalgas para acercárselo a su cuerpo.

-Hermano – llamó Quatre a Zech – me gustaría hablar contigo un momento es importante – le comentó para romper el ambiente tenso que se había creado con su entrada, parecía que poco a poco todo el mundo continuaba con lo suyo aunque numerosos mirones no apartaban la mirada envidiosa de Max y Wufei.

-Espera un momento Quatre, en estos momentos Touya nos que quería proponer algo para esta noche – le dijo mirando fijamente a ese Blondie que no quitaba la vista del Pet de Max.

-Pero es importante – insistió Quatre.

-No te preocupes Quatre – le dijo Touya con cinismo – no me llevará mucho tiempo, solo estaba esperando que llegaras para que participaras con nosotros, ya que es rara vez que te unes a nosotros para estos menesteres.

-Habla de una vez Touya – le ordenó molesto Max sin dejar de sujetar por la cintura a Wufei como signo inequívoco de su posesión.

-Como mencioné antes, habíamos comentado mis compañeros y yo que podíamos hacer algo diferente. Propongo que elijamos a un Pet distinto al que solemos utilizar, para cambiar de compañero de juegos, jeje. Creo que la mayoría estarán de acuerdo, ¿qué decís? La rutina es algo aburrido – les sugirió con malicia.

-Eso sería estupendo – secundó un Blondie emocionado.

-Sí apoya la idea – comentó otro.

-Hagámoslo – gritaron un grupo de Blondies que no dejaban de mirar a Wufei.

-¿Qué dices Max? ¿aceptas? – le preguntó sabiendo que no se podía negar sin dejarse en evidencia – creo que todos nos divertiremos mucho, jeje.

-Amo Max – dijo Wufei controlando el miedo que eso le producía, apretando la mano que le sujetaba la cintura.

-Que puedo decir – le respondió con doble sentido – puede que sea interesante – dijo al fin sin poder negarse – ¿cómo piensas repartir a los Pets? – le preguntó ocultando su odio.

-Que cada uno escoja al que más le guste y en el caso de que halla varios interesados en un mismo Pet pues el Blondie de más rango que decida, es lo justo ¿no creéis? – tubo que decir para no delatar sus planes – espero que tu también participes Quatre.

-Amo Winner-sama – llamó el Housepet al entrar en el salón – Los Pets – anunció abriendo las puertas para dejarlos entrar.

Una gran expectación se levantó al ver como los Pet iban entrando para dirigirse a una pequeña tarima elevada donde se expondrían todos ellos. Prácticamente iba casi desnudo, cortos pantalones boxes cubrían escasamente sus partes púdicas, eran las únicas prendas que vestían, esa y el collar identificativo de Pet.

-Valla, valla, valla, ya tenemos aquí a nuestros juguetitos – comentó lujurioso Touya mirando a los diferentes Pet.

-Yo escojo al jovencito de pantalón gris y coleta y al que tiene al lado – dijo Kato relamiéndose los labios, sabiendo que no tenía oportunidad para escoger al Pet Wufei.

-No seas impaciente Kato, jeje, creo que los anfitriones deben de ser los primeros en elegir – comentó sabiendo que como amigo de Max, Zech no escogería al Pet de este y Quatre no se atrevería a escoger a ninguno – después de ellos lo más justo es que vallamos eligiendo según importancia de rango.

-Eso te deja en quinto lugar Touya – se oyó la voz burlona de Relena que se acercaba a ellos – ¿crees que obtendrás lo que deseas? – le preguntó con ironía.

-Confío en mi surte – le respondió molesto, ya que no había contado con esa Blondie que estaría encantada de hacerle la vida imposible como él la hacía.

-Pues entonces empecemos – dijo sin ganas Max, estando más que preocupado por su Pet – lo siento Wufei – le susurró al oído con dolor por haber expuesto así a Wufei – no debí haberte permitido que me convencieras de venir – le dijo mirándole con tristeza sin que le viesen los demás.

-Es culpa mía – le respondió también con dolor Wufei – perdóname Max pero yo no quiero ser de nadie más – le dijo en voz baja aferrándose a su mano para evitar que se alejara de él.

-Haré lo imposible para que eso no suceda – le dijo con esperanza Zech.

-Zech, eres el primero – le comunicó Touya con impaciencia.

-No estoy de acuerdo con esto, a mí me gusta tener mis relaciones con gente de confianza, pero como lo aprobó la mayoría no objetaré nada – le dijo a Touya y a sus amigos para después acercarse a la tarima para señalar a dos Pet muy guapos y con cierta timidez – tú y tú – les dijo señalándoles – esta noche me serviréis a mi.

-Buena elección – comentó Set – el siguiente es Quatre Winner.

-Yo... – dijo con inseguridad que produjo varias sonrisas en Blondies – que elija Max primero.

-Me imagino que no podré elegir a Wufei – le dijo con odio a Touya.

-No, jeje eso no se vale – dijo alegremente Kato – tiene que ser con un Pet con el que no hallas estado antes.

-Je me lo temía, entonces elijo a Ian, ¿no te importa verdad Touya? – le dijo burlón Max – ven aquí – le ordenó sujetando al muchacho tímido por la cintura para sujetarle por el cuello despalda a él para darle un mordisco en el cuello sin dejar la mirada molesta de Touya por osar a tocar a su Pet – pero creo que con él no tendré bastante, tú chico – le dijo al chico que se mostraba orgulloso en un lado de la tarima – creo que con estos me divertiré lo suficiente, jeje.

-Ahora si que te toca a ti Quatre – dijo Set de nuevo.

-Yo solo elegiré a uno... – le informó.

-Como quieras pero todos habrán que aportar una prueba de su noche de pasión, jeje – comentó Touya, para obligar al benjamín de los Winner a acostarse con un Pet si no quería revelarse ante todo el mundo.

-Yo... de acuerdo, yo elijo a Wufei – dijo avergonzado Quatre.

-¡¡¡ Quee!! – exclamó sorprendido y molesto Touya.

-Pero él es el Pet de tu amigo Max – dijo sin poder contenerse Kato.

-Acaso tu ibas a tener esa consideración – dijo sin reparo Max a Kato – de elegir a otro Blondie que toque a una propiedad mía prefiero a que sea Quatre que no otro, al menos sé que lo dejará servible para mí – se burló con ironía.

-¿Estás seguro? – preguntó Zech a su hermano también sorprendido por el cambio que estaba dando su hermano, estaba seguro que se negaría a participar en una locura como esa – ¿sabes lo que tiene que ocurrir? – le comentó.

-Lo sé hermano, no es esto lo que se espera de mí – le dijo con toda la tranquilidad que podía tener – Wufei será mío esta noche, ¿algún problema? – les preguntó a los que se atrevían a reclamarle siempre.

-Creo que está todo muy claro – respondió Touya apretando los dientes furiosamente, su plan había fallado. No se explicaba la extraña actitud el joven Winner, no era normal en él.

Así consecutivamente el resto de los Blondie fueron eligiendo a los Pet conforme iban quedando, una vez todos adjudicados, se dirigieron a las diferentes salas de ocio donde la cena estaba dispuesta en bajas mesas rodeadas de cojines y almohadones. Los mejores manjares, vinos y licores estaban preparados en aquellas mesas. Cada Blondie fue tomando lugar situando a su Pet cerca de su amo de esa noche para servirle y proporcionarle atenciones.

En el comedor principal Zech, Max, Quatre, Relena con sus respectivos Pets ocuparon la mesa principal y su alrededor las demás mesas con otros Blondies. Los Pets se encargaban de servir las bebidas a sus amos, proporcionaban caricias y se dejaban acariciar por sus dueños. Las mesas estaban dispuestas de forma circular quedando en el centro una pequeña superficie elevada y acolchada donde una pareja de Pets animaba la vela mostrando un espectáculo erótico para ambientar la velada.

Sus cuerpos desnudos de frotaba y se acariciaban al compás de una armoniosa música de fondo, en un principio el contacto era simplemente erótico pero conforme pasaban los minutos esos besos castos y caricias inocentes se volvían más atrevidas y provocativas. Los Blondies no perdían detalle de su cena y del espectáculo que estaba proporcionando esos Pets. Uno de los Pets del espectáculo, el más mayor sujetó al más joven de cabello negro y largo que lucía en cascada, para obligarle a ponerse de rodillas lentamente mientras recorría su cuerpo con su lengua, una vez arrodillado, el Pet dominante le ofreció su miembro excitado para que lo tratase pasionalmente. El chico de larga melena, sacó tímidamente su lengua para recorrer el tronco del sexo de su compañero con lentitud, poco a poco fue recorriendo toda su extensión concentrándose en su glande para juguetear con el, arrancándole diversos gemidos de placer. Los movimientos de vaivén del joven iban acompañado por sus manos que le masturbaban al unísono con una mano mientras que con la otra masajeaba los testículos de su amante. Un tercer muchacho se unió al grupo del espectáculo situándose detrás del joven que hacía la felación, el mayor de ellos en cual disfrutaba de esas atenciones se sujetaba del cabello del más joven saliendo al encuentro de aquella boca con sus caderas. El nuevo integrante comenzó a acariciar la espalda del chico arrodillado para centrarse a amasar las nalgas prietas con sus manos y su lengua hasta que se dedicó a atender su sensible entrada que le provocó un descontrolado gemido.

La temperatura del comedor estaba subiendo por segundos, gran parte los Pets ya estaban desnudos y pedían las atenciones de sus dueños que les acariciaban complacientes, o les obligaban a complacerse con otros Pets.

El chico que se había unido al espectáculo comenzó a preparar al chico para ser penetrado, primero introdujo un dedo bien lubricado cuando la presión ejercida en su dedo fue menor introdujo un segundo y así hasta tener tres dedos en su interior, esos provocaba que el muchacho lamiera con más énfasis y apremio haciendo jadear más a su compañero que le lamía el sexo. Con un rápido movimiento el Pet dominante sujetó al chico que le estaba dando sexo oral para tumbarlo en la mullida superficie, abriéndole las piernas para penetrarle de una sola estocada.

-Ahhhhhhhhhhhhhhh síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii – gimió el chico sintiendo la profunda penetración – ohhhhhhhhh.

-Mmmmmm como aprietas – jadeó el chico dominante.

-Mmmmm delicioso... yo también quiero participar – dijo el tercero situándose sobre el pecho del más joven para ofrecerle su miembro para que se entretuviera – venga precioso hazme disfrutar.

Los tres consiguieron sincronizar sus movimientos haciendo un vals de los más erótico, las miradas de los Blondies no se despegaban de ellos sintiendo sus propias excitaciones. Algunos Blondies cansados de las atenciones de sus Pets y los cuales no eran partidarios de tener sexo con ellos se había apartado del conjunto para desahogarse entre ellos, los jadeos y gemidos comenzaban a oírse por toda la sala, los más recatados se ocultaba tras los biombos dándoles mayor privacidad.

El espectáculo seguía su curso, el momento del clímax estaba por llegar, el Pet dominante penetraba con más fuerza llegando lo más profundo que podía al igual que el Pet que estaba sobre el más joven. El primero en llegar al orgasmo fue el más joven seguido por el chico que tenía encima para segundos después eyacular el dominante.

-Oooohhh siiiiiiiiiiiii – jadeo el Pet dominante.

-Aaahhhhhhhh – secundó el Pet que tenía enfrente para oír después el gemido ahogado del más joven al recibir la descarga seminal en su boca escurriéndose hilillos de semen por la comisura de sus labios.

Max y sus Pets se retiraron a una habitación privada al igual que Relena, Zech y Quatre. El más inseguro y asustado era Quatre, que tenía que enfrentar una situación bastante desagradable para él.

Continuará...