Continuación de mi historia. Si no han leído el inicio busquen en el perfil de Elliot Tena Rickman y si lo han leído y no entienden por qué lo continuo con otro nombre, visiten mi perfil.

Una vez aclarado eso creo que os debo, después de que esperéis nuevos caps durante meses, ser muy clara ahora. Cuando acaben las navidades estaré ocupada así que es probable que tarde bastante en actualizar pero como muy tarde para agosto estará la historia colgada al completo. De una manera u otra, los que me conocen ya lo saben. Y ahora, a disfrutar.


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Clarisse's Pov

-¡¿Qué se a ido a dónde?!- Deben de haberme oído gritar hasta en Marte.

Me da igual, estoy furiosa porque el maldito hijo de Poseidon ha decidido irse a una misión de un día para otro.

-Ya te he dicho que está en una misión, no lo ha decidido él, no puedes ponerte así sólo porque tengais pendiente un combate- Protesta Silena.

-Ha huido porque es un cobarde ¿Entiendes?- Me paso la mano por el pelo y doy vueltas para no ponerme a gritar de nuevo- Y si se muere en la misión te juro que arrasaré con todo el maldito campamento y después buscaré su tumba y la arrasaré también- Pateo el césped con rabia.

¡Joder! ¿Qué más le daba esperar a que le matara antes de irse al inframundo? Habría llegado más rápido.

-Ese es tu problema, que no soportas pensar que le puedan hacer daño- Silena me mira burlona- Admite que te has pillado, no pasa nada- Esta vez me pone una mano en el hombro y me sonrie tranquilizadora- Me ofrezco a ayudarte, me resultáis enternecedores con todo ese rollo de no tener ni idea de cómo trataros el uno al otro-

Me quedo atontada unos segundos.

-Lo que estás diciendo es absurdo- Levanto el índice de mi mano derecha.

Tenía ambos puños cerrados pero hasta entonces no me había dado cuenta.

Con los músculos tensos y la mirada fija en sus ojos debo de darle miedo porque no me dice nada más.

Me marcho a paso ligero para acabar dándome cuenta de que no sé que hacer.

Intento convencerme de que Percy va a volver así que lo mejor que puedo hacer es recuperarme físicamente de las lesiones que me quedan y ponerme a entrenar como una loca.

- 7 Días más tarde -

Al principio fue bien, en serio, resultaba divertido volver a las rutinas e ir probando que límites podía ampliar y cuales tendrían que esperar un poco más. Pero después empecé a desesperarme, miraba cada 20 hacia el árbol de Thalia y cada vez que salía a correr mis pies me llevaban a la playa.

Por no hablar del mal hábito que cogí de leer poesía. Lo hacía a escondidas , me iba al bosque, a una zona cercana al mar (como no) desde la que se podía ver el árbol de Thalia, porque desde luego no era algo que quisiera que se supiera de mi. Yo simplemente había encontrado un libro de Thomas Hardy en griego en mitad de la cabaña nº 5 y lo había cogido para reírme de aquel de mis hermanos que leyera poesía pero al abrirlo para buscar un nombre en la cara interna de la tapa había notado un ligero olor a agua salada (¿He comentado ya lo sensible que me he vuelto a ese olor?) y no había podido evitar echarle un vistazo a los primeros versos. El problema fue que a esos le siguieron otros y otros y me leí unos 150 poemas en 3 días. Pero para ser sinceros he de admitir que hubo uno que me leí más de 5 veces:

On Monday night I closed my door,

And thought you were not as heretofore,

And little cared if we met no more.

I seemed on Tuesday night to trace

Something beyond were commonplace

In your ideas, and heart, and face.

On Wednesday I did not opine

Your life would ever be one with mine,

Though if it were we should well combine.

On Thursday noon I liked you well,

And fondly felt that we must dwell

Not far apart, whatever befell.

On Friday it was with a thrill

In gazing towards your distant vill

I owned you were my dear one still

I saw you wholly to my mind

On Saturday – even one who shrined

All that was best of womankind

As wing-clip sea-gull for the sea

On Sunday night I longed for thee,

Without whom life were waste to me!

(Thomas Hardy. A week)

No sé que clase de atracción tengo por ese poema pero hace que quiera leerlo una y otra vez mientras el sol se pone.

Porque ahora también me he vuelto aficionada a las puestas de sol. Como al principito parece que me calman, pero yo sólo tengo una al día y la horas se han vuelto densas y nadar en ellas se ha vuelto difícil como andar por la miel.

El caso es que en ese estado de desesperación sería totalmente comprensible que me hubiera colado en la cabaña de Poseidon. Sólo para echarle un vistazo al estilo de vida de mi rival, para comprobar que probabilidades tiene de sobrevivir, se sobreentiende.

Pues sí, al 6º día convencí a Travis para que me ayudara a colarme por la ventana en el cuarto de Percy. Puse la excusa de que era para gastarle una broma y en 2 minutos ya estaba dentro.

Él no entró. Meterte en una cabaña que no sea la de tu padre olímpico sin el permiso de uno de sus hijos es una estupidez. La mayoría de las cabañas tienen sus sistemas de seguridad y sólo los que viven en ellas saben burlarlos. Así al menos pude curiosear por mi cuenta todo.

Descubrí que el hijo de Poseidon no es mucho más ordenado que mis hermanos o que yo misma.

Dispersos por la habitación había montones de ropa, de los cuales no me quedó muy claro cuales eran de prendas limpias y cuales no.

Todo estaba lleno de conchas y piedras de la playa color blanco. En cierto modo me recordó a las fotos de los libros sobre Grecia.

En un ricón había una fuente llena de dragmas, una cajonera azul cerca de la única cama que parecía haber sido utilizada alguna vez, varias estanterías prácticamente vacías o con adornos de motivos marinos, cañas de pescar, un escritorio con un par de lapiceros encima, cajas de madera cerradas, un tablón donde sólo había una foto de Percy con una mujer mayor que debía ser su madre (se me encogió el estómago al pensar en lo que había dicho de ella pero procuré olvidarlo rápidamente), una puerta que daba a un amplio cuarto de baño y una radio cutre cerca de la ventana que miraba al mar.

Empecé a buscar sin perder el tiempo. ¿El qué? No lo sé. Supongo que una caja que tuviera un letrero grande del tipo "Cosas personales de Percy. No abrir", en griego a ser posible.

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Elliot