Disclaimer: Kagerou Project no me pertenece ni ninguno de sus personajes, esta es una historia sin fines de lucro, sólo para entretener. La trama de la historia es mía y solo mía, basándome en mis teorías del tiempo de Kuro y Ayano en el Daze juntos.. Todo KagePro es de Papi Jin.

Este fic participa en el mini-reto "El impacto de una frase" del foro "Bienvenidos al interior del vientre de Kuroha"

N/A: Hola pipul~ esta es la tercer cosa que escribo de KagePro :3 estoy emocionada porque lo hice de mi OTP, KuroAya *inserte corazones gays aquí* Aunque no hay romance :v

PD: Esto es para ti Maki-chan~ uvu

Título: Patética

Summary: El deje de burla al final de esa frase era algo que odiaba, sin poder evitarlo se giró para encararlo. Pero el enojo y el reproche murieron más rápido que la vez que el enojo duro.

Numero de palabras: 298


Ayano escucho el sonido hueco de las pisadas de aquel chico pelinegro acercarse a ella lentamente. Odiaba ese sonido más que nada ni nadie, porque ese sonido significaba algo, solo una cosa, una minúscula cosa.

"Él" venía a divertirse.

Apretó los labios con nerviosismo, casi podía sentir las lágrimas acumulándose en sus parpados. Soltó un suspiro cuando escucho el último paso a su espalda.

—A-ya-no-chan

Su nombre siendo pronunciado por esa voz le daba asco, quiso ignorarlo, como siempre trataba. Pero kuroha era más listo y comenzó a molestarla.

— ¿De nuevo lamentándote en completa soledad?

El deje de burla al final de esa frase era algo que odiaba, sin poder evitarlo se giró para encararlo. Pero el enojo y el reproche murieron más rápido que la vez que el enojo duro.

Aquella podrida, vacía, hueca y asquerosa sonrisa de oreja a oreja, la recibió solamente girarse.

Y entonces sólo pudo retroceder lentamente tratando de alejarse.

— ¿De nuevo vas a huir? Que patética.

Si, tal vez era patética, pero ella simplemente no podía con ello. Quería escapar, ver a Shuuya, Tsubomi y Kousuke de nuevo. Quería ver a sus hermanos.

— ¿De qué sirve tu inútil sacrificio? Si, simplemente te arrepientes de ello cuando te das cuenta que no ha funcionado.

Y entonces no pudo soportarlo más. Las lágrimas comenzaron a rondar por sus mejillas.

— ¿No crees que eres egoísta? Sinceramente me das asco.

Y ella también se daba asco.

—Simplemente he llegado al punto en que no sé qué hacer… —murmuro por primera vez.

Y entonces una fuerte carcajada lleno el vacío que era acaparado por los sollozos de la chica.

—Sencillamente patética.

Y entonces el chico peli negro se alejó a paso calmado.

"Había algo de verdad en sus palabras".

Y eso era lo que más le molestaba.