Disclaimer: Harry Potter y sus personajes no me pertenecen.

Este fic participa en el Mini reto: "¡Feliz cumpleaños Ron y Remus!" del foro First Generation: The story before books.


James estaba preocupado, Sirius estaba inquieto y Peter… Peter estaba sufriendo un ataque de pánico. La torre de los leones vacía, a excepción de ellos, no les estaba ayudando a mejorar el estado de ánimo.

- Dijo que iba a volver para su cumpleaños ¿Verdad? – James comenzó. Los niños a su lado asintieron. – Entonces va a volver pronto. No hay que preocuparse, debe ser un pequeño retraso.

Aunque era más fácil decirlo que hacerlo. Su amigo había vuelto a su casa hace tres días por cuestiones familiares, pero les había prometido volver para su cumpleaños. Los pequeños Gryffindors habían estado esperando la llegada de Remus desde que se habían despertado en la mañana, pero él no había llegado.

El regalo envuelto en las manos de Sirius se movía de un lado a otro, rebotando cada vez más a medida que la impaciencia del niño que lo sostenía aumentaba.

- Solo un pequeño retraso – Peter murmuró en voz alta, más para convencerse a sí mismo que una afirmación real.

Media hora pasó, James comenzó a caminar por la torre ida y vuelta. Otra hora se sumó, y Peter mordía las uñas de sus manos sistemáticamente. Dos horas más y Sirius finalmente soltó en un grito lo que todos ellos habían estado pensando durante toda la espera.

- ¡No puedo más! Algo le pasó a Remus y estamos aquí sin hacer nada – El rostro de Sirius estaba lleno de preocupación.

James negaba con la cabeza una y otra vez. Aunque con cada segundo que transcurría, su determinación en no creer en las palabras de Sirius iba disminuyendo. Remus había prometido volver temprano, y él siempre cumplía sus promesas. Algo no estaba bien.

- El director… - Peter comenzó a hablar – El director debe saber si algo le ocurrió a Remus.

Esas palabras fueron las que impulsaron a los tres niños a las afuera de la oficina de Dumbledor. Los tres conocían la contraseña actual, y era fácil de recordar cuando apenas ayer habían estado en esa misma posición debido a una pelea con los Slytherin. Sin embargo, el sonido de una conversación paró a James de tocar la puerta.

- ¿Remus está en la enfermería? – la voz de McGonagall se escuchaba fuerte y claro desde el otro lado de la puerta - ¿Cómo…

Ninguno de los tres se quedó a escuchar el final de la pregunta, estaban demasiado ocupados corriendo hacia la enfermería en busca de su amigo. Sus preocupaciones habían sido justificadas, algo le había pasado a Remus.

- Señor Lupin, la licantropía no es broma – El tono severo en la voz de Poppy fue lo primero que escucharon al entrar.

- Lo sé – Los tres niños se paralizaron al escuchar la respuesta de su amigo. – Hace varios años que…

La sentencia de Remus fue cortada al notar las tres figuras inmóviles en el otro extremo de la habitación. Sus ojos se abrieron horrorizados. Ahora ellos creerían que era un monstruo, ahora ellos…

- Hey – Remus no tenía ni idea de cuando sus amigos se habían acercado, pero ahora se encontraban frente a él – Siempre supe que tu olfato no era normal, no era posible que encontraras mi reserva de chocolate escondida con tanta facilidad.

La pequeña risa se escapó antes de que pudiera detenerla. Remus vio las sonrisas de sus amigos y los paquetes que ellos traían en sus brazos.

- ¡Feliz Cumpleaños Remus! – Cuando los ojos amables de James se reunieron con los suyos, Remus no pudo evitar que algunas lágrimas se escaparan.

- Gracias – Porque ellos le habían dado el mejor regalo… su amistad.