Spatha

Clasificación: NC-17
Advertencias: Yaoi, Lemon, Universo Alterno.

Tipo: Fic multichapter en drabbles (capítulos cortos)
Pareja Principal: Aioros x Shura

Razón: Un capricho, nada más. Desahogo de lo necesario. Espero lo disfruten y conocer sus opiniones.

Spatula

Otro día más, apenas es martes y siento que ya no puedo soportarlo. ¿Por qué siempre te sientas delante de mí? Ya había elegido sentarme detrás de Milo, pero él te cedió su lugar.

El profesor, parloteando de sus extraordinarios viajes, de las maravillas de la química vegetal, pero realmente no me importa. Intento que me importe, pero tu espalda esculpida en mármol, tus hombros que dejas al descubierto con tu camiseta sudada; casi siento el deseo de que te quites esa camisa de basquetbolista, y así poder deleitarme.

No estoy seguro de cuánto tiempo ocurrió, pero te levantas de tu silla y le preguntas al profesor si puedes quitarte la camiseta; je, tus comentarios dichos con tanta seriedad siempre confunden a los profesores, nosotros tus compañeros ya estamos acostumbrados.

Ante la confusión y aprobación del profesor, alzaste tus manos para tomar la prenda y pasarla por tu cabeza. Ese movimiento encorvado hizo que abriera estúpidamente la boca, tus cabellos alborotados, de un negro tan profundo que me pierden en todo lo que está frente a mí; en cada línea que traza cada músculo de tu blanca piel, es un mármol esculpido por los dioses, recto y fijo como una columna, una columna que crece entre mis pantalones que oculto cuando Saga me codea.

Trago saliva y bajo mi mirada al cuaderno lleno de rayas y círculos sin sentido, pero de reojo observo cómo te colocas otra camisa que cubre tus hombros, aunque creo que realza más tu figura, si es posible.

Intento concentrarme, pero mi mirada se pierde en toda tu espalda, podría dibujarla con los ojos cerrados y cada línea definida quedaría donde debe ir; mi mano comienza a hacer garabatos en las hojas, hasta que Saga me distrae sosteniéndome del brazo y me dice: "Eres mi pareja de trabajo." Reacciono y libero mi brazo mirando a Saga con reproche, y rápidamente quiero decirle lo mismo a Shura. Al querer hacerlo me doy cuenta que ya está volteado, viéndome, aún sentado en su silla, con un codo enfrente y otro atrás. Levanta una ceja, viéndose más irresistible, preguntándome: "¿Te pasa algo? Si no quieres trabajar conmigo no tienes que ponerme esa cara de asustado." Me odio por no poder controlar mis gestos faciales, y sigo sin hacerlo. Agito mis manos nervioso y me disculpo, diciéndole que ese no era el caso, sólo me había sorprendido, y que sí quería trabajar con él, como siempre, no podía ser de otro modo, "Somos la mejor pareja" dije sin pensarlo, nervioso, asustado por cómo había sonado esa última frase, y más asustado a su seriedad tan inamovible.

"¡Ya bésense!" gritó Milo, a lo que recibió un codazo de Camus. Y todos mis compañeros nos tiraban frases y nos seguían molestando. Pero no importaba qué fuera lo que nos decían, Shura regresó a ponerle atención a sus anotaciones.

Eso era lo que menos entendía. Conmigo reía, platicaba sin parar, discutíamos sobre el por qué y para qué de cualquier cosa, hacíamos las tareas juntos (aún las individuales), él me ayudaba mucho académicamente, porque he de confesar que soy un poco holgazán. Pero poco a poco, lo que he estado sintiendo por él es muy diferente a lo que he sentido con otros amigos y amigas. Es más que admiración, es un aura llena de emoción, ¡es como un tsunami de emociones! Antes podía estar tranquilo y pacífico con él, viendo las estrellas y las nubes en nuestros viajes de campo, pero ahora, cuando compartimos una carpa, mi nerviosismo llega a niveles que nunca imaginé. Pero lo que más delata, creo que es mi descarado amigo, ese que cada vez que miro a Shura semidesnudo se despierta y exige mi atención. Le he dado mucha atención, pensando en Shura.

Los comentarios, las directas e indirectas de nuestros amigos y compañeros, parecen no causarle efecto alguno. Eso me confunde, y no sobre lo que él piensa, sino en si debería o no decirle lo que me ocurre cada vez que le veo.