Disclaimer: Inazuma eleven no me pertenece, es propiedad de Level-5. Elena Greenway, Saly Withingale, Sara Foster y algunos de los personajes que irán apareciendo son de mi propiedad o necesarios para la trama. Nuria Álbarez pertenece a LovelyGirl84.
Consecuencias de amor
Y ocurre… en ese momento quieres detener el tiempo, rebobinar todos y cada uno de aquellos dolorosos recuerdos hasta llegar al más feliz… No pensar, que por un momento todo puede acabar…. Los pensamientos se agolpaban en su mente como las lágrimas en sus hinchados ojos. Sentada en uno de los bancos del hospital, esperaba a que el médico que había desaparecido tras la puerta del quirófano, saliera a dar señales de vida. Dos largas horas con la mirada perdida en las baldosas del suelo, sin decir palabra alguna.
El incesante sonido de sus zapatos como el continuo paseo, ida y venida, de sus piernas desquiciaban a su esposo, que esperaba recostado sobre las paredes del hospital lo mismo que las dos jóvenes que ocupaban la sala. Una joven pelirroja de unos veintiséis años, se mordía las uñas nerviosamente en el continuo paseo, mientras sus verdosos ojos detonaban preocupación. Camino hacia la joven peliazul que se encontraba sentada en el banco y la abrazo con su brazo derecho, acariciando su mano con el otro.
― Todo va a salir bien. ¿Ya lo veras?
Beso con ternura su frente, susurrándole aquellas palabras. No se movió, continuo con la mirada perdida sin decir palabra. Esperando a que el tiempo se llevara los recuerdos de lo que horas antes había sucedido…
Flashback
La noche caía en la ciudad de Japón. El golpeteo de los zapatos sobre el asfalto de la ciudad salpican los charcos que la lluvia había formado horas más tarde. Dos jóvenes de veintiséis años corrían con insistencia, uno más adelantado que la otra, persiguiendo al joven que habían pillado infraganti en un asalto. La joven, llevaba su castaño cabello suelto bajo su típico sombrero de colores oscuros. Mientras que más adelante un agente de policía de ojos grisáceos se afanaba en la insistente carrera. El joven se adentró en un callejón sin salida momento en el Bryce Withingale, le daba alcance y se afanaba con él en una pelea cuerpo a cuerpo. La poca resistencia que lograba reunir el asaltante no sirvió para nada, bloqueándolo de manos y agarrándole por el cuello logro colocarlo delante de él en el momento en que la joven de castaños cabellos llegaba al callejón y levanta el arma que traía en sus manos.
― ¡Nuria!― grito haciéndole entender que necesitaba ayuda.
La luz de una farola cercana ilumino la cara del asaltante al que tenían inmovilizado. Por un momento los ojos de la castaña se iluminaron de preocupación haciendo que un temblor recorriera su cuerpo.
Lo último que aquella noche se escucho fue un sordo disparo que inundo la ciudad Inazuma...
Flashback
El médico apareció al fin tras la puerta del quirófano. Vestido con una bata blanca y unos guantes que traía llenos de sangre. Las dos jóvenes que se encontraban sentadas en el banco se levantaron de golpe, lo mismo que hizo el joven que se encontraba con ellas, acercándose los tres a él. El médico comento algo que solo Jordan logro entender y negó varias veces con la cabeza.
― Saly, lo siento― susurro Elena, que en ningún momento dejo de abrazar a su amiga.
La joven no dijo nada, solo comenzó a negar con la cabeza gritando que no era verdad aquello que estaba sucediendo. Se soltó de un fuerte golpe de su amiga y echo a correr hacia quirófano dejando que sus ojos que inundaran. Levanto con sumo cuidado la manta azul que cubría el frío cuerpo de su esposo, dejando que las lágrimas brotaran de sus ojos sin control, abrazándose a una pesadilla que se había hecho realidad.
―O―
Y lo asumes, todo ha acabado…. El cielo de Miyako amenazaba tormenta, el sol se había ocultado tras las oscuras nubes. Los tres jóvenes del hospital se encontraban en el cementerio dándole sepultura a su mejor amigo. Después de haberlo traslado a la isla donde vivía desde la secundaria. Jordan vestía su traje negro mientras las dos jóvenes, Elena y Saly, lucían un vestido del mismo color, la peliazul había escondido sus hinchados ojos tras unas negras gafas de sol, dejando reposar su cabeza en el hombro su amiga que la abrazaba por la cintura.
El cura termino de recitar la misa y tras dar por acabado el acto, se retiró de allí dando su más sincero pésame a la joven. Jordan se acercó a la tumba y deposito en ella las flores que le había dado su esposa, para alejarse de nuevo. Saly llevaba entre sus manos una rosa azul que ella misma había recogido.
― Puedo quedarme un momento a solas― pidió a media voz.
― Claro― Elena beso con ternura su mejilla y la abrazo bien fuerte― Estaremos afuera ¿vale?― antes de alejarse junto a Jordan.
El frío comenzó a soplar fuertemente agitando sus azulados cabellos. Se arrodillo con cuidado frente a la tumba, contemplando el retrato que había colocado en ella. Donde se apreciaba a Bryce y a ella abrazados, sonriendo felices antes de que todo aquello sucediera. Se quitó las gafas y dejo la rosa encima de la lápida, sin poder contener de nuevo las amargas lágrimas.
― Esto no quedara así…― susurró.
Acariciando con las yemas de sus dedos los pétalos de la rosa, mientras en el cielo estallaba el sonoro relámpago de tormenta. Se incorporó del suelo al tiempo que las gotas de lluvia comenzaban a caer, mezclándose con las lágrimas de sus mejillas. La tormenta se hizo más y más fuerte mientras, sin decir nada, contemplaba el retrato de su esposo, observando como la lluvia resbalaba por las mejillas de la foto. Sus puños se cerraron con fuerza hasta volverse blancos, templando por el frío ocasionado en su cuerpo.
― Pagaran por lo que han hecho… te lo prometo…― fueron las últimas palabras que dejo caer en su tumba dejando que de nuevo, otro relámpago estallara en el oscuro cielo.
Elena se acercó a ella, contemplándola bajo su paraguas, segundos antes de acercarse para taparla. A partir de ahí, las cosas no volverán a ser la mismo. Pues sus manos se mancharían por la sangre de un corazón herido, tras descubrí lo que le llevo a aquel principio. Una promesa… ¡Una promesa de venganza!
Continuara…
