No podía librarse de aquella sensación de estar reviviendo algo. Simplemente la vio salir por la puerta de la que había sido su casa, su hogar, el lugar dónde ellos siempre habían logrado recordar quienes eran. Esta vez, con esa marcha, ella había profanado su hogar.
En cualquier otro momento él habría ido tras ella, pero no esta vez. Esta vez ella había cruzado demasiadas líneas rojas. No iría tras ella, no. Esta vez él no va a ser el que primero ceda, esta vez se da por vencido.
-Lo he intentado hasta la extenuación, llevo más de ocho años intentando entenderla, intentando demostrarle que la vida hay que vivirla y ser feliz, intentando que baje todas sus defensas. Debí entenderlo hace años, cuando la discusión por haberle ocultado lo de Smith, debí entender entonces que ella es así y que nunca cambiará- Se decía mientras él también preparaba una pequeña bolsa de viaje. Si ella se permitía el lujo de marcharse él también.
Revisaba su documentación, su cartera, móvil, cargador de móvil, portátil… tras todo eso salía de la casa. Él tampoco miraría hacia atrás.
El coche le esperaba en la entrada del edificio - ¿Me vas a contar qué ha pasado?- Rick apoyó la cabeza en el respaldo y cerró los ojos, esa fue su contestación- Vale, pero sólo espero que no estés cometiendo el mayor error de tu vida.
-Ha sido ella la que ha decidido irse, ella no yo – Alexis se sorprendió al escuchar aquello y se sorprendió por el tono de voz usado por su padre. Sonaba a estar totalmente vencido.
-Aun así, espero que tu marcha no sea un error – Rick tan solo le preguntó si estaba todo listo- Te espera en el aeropuerto, se ha sorprendido bastante.
Alexis veía como el avión despegaba, suspiraba sin tener muy claro que debía ella hacer ahora. Kate se había ido de casa, su padre también y Martha estaba en casa con su novio. Odio el no tener una pareja en la que refugiarse en ese momento. Salió del aeropuerto y tras recoger su coche puso rumbo al único lugar en el que parecía que su vida tenía sentido, la agencia de detectives.
-Hogar, dulce hogar – Fue lo único que dijo dejándose caer sobre el sofá del cuarto de atrás.
Cada una en un lugar, y nadie en lo que era el hogar. Mientras Kate lloraba amargamente en la cama de un hotel, Rick bebía en el interior de un avión y Alexis intentaba entender qué había pasado en aquellas 48 horas que habían logrado destrozar la que era su familia.
Su compañera de viaje tan solo le miraba y de vez en cuando negaba con la cabeza - ¿Qué? – preguntó de forma bastante brusca él.
-Tonterías las justas, no tenía ninguna obligación de recogerte – Rick asintió.
-Lo siento, siento mi contestación.
-Deberías dejar de beber o mañana tendrás una gran resaca – Rick se bebió de un solo trago el contenido de su vaso- Y tenemos que trabajar.
-¿Trabajar? – Preguntó bastante confundido.
-A ver Rick, yo trabajo para ganarme la vida. Tengo un nuevo caso, si tú vienes conmigo entonces tú también tienes un caso y tendrás que trabajar – Le dijo sonriendo- Conmigo la buena vida a terminado – Rick alzó una de sus cejas y tras unos segundos asintió y tiró su vaso y la botella a la papelera.
-¿Y de qué va el caso? – Preguntó al tiempo de sentarse al lado de su acompañante.
Habían pasado dos días desde que tomó la decisión de dejar el loft, momentáneamente, como se repetía a cada segundo y le sorprendía no tener ni una sola llamada de su marido. Cierto que era ella la que había salido huyendo, pero acaso a él ¿no le importaba?
-Beckett ¿todo bien? – Kate levantó la vista de los documentos y miró a su compañero.
-Sí Espo no te preocupes- El latino intuía que algo no estaba del todo bien, pero no iba a preguntar más.
Cuando Javi se alejó estaba decidido a llegar al final del asunto y para ello nada mejor que llamar a Lanie y preguntarle. Pero aquello resultó ser un fracaso, la forense no hablaba con Kate desde hacía dos días. Lanie le contó que lo había intentado pero todas las veces Kate había rechazado su llamada.
-Brother, ha pasado algo gordo – En el Old Haunt alrededor de una mesa se encontraban Lanie, Espo, Ryan e incluso Jenny.
-Cierto, Castle tampoco nos contesta a las llamadas –Intervenía Ryan.
-Ni Alexis, es como si todos se hubiesen puesto de acuerdo- La puerta del bar se abrió y se sorprendieron cuando vieron aparecer a Beckett.
-No hay que ser de la unidad de análisis de conducta para darse cuenta por su forma de andar de que está totalmente perdida – Todos se giraron al escuchar la parrafada que Jenny terminaba de soltar- Claro, los hombros están hundidos y arrastra los pies- Continuaban mirándola totalmente sorprendidos.
Kate se acercó hasta la barra, sin tan siquiera mirar las mesas ocupadas, habló durante unos segundos con el camarero. Ninguno sabía de que hablaban pero todos veían como él negaba. Kate se giraba para salir y entonces les vio, antes de comenzar a caminar hacia dónde ellos se encontraban llenó sus pulmones de aire.
-Pensé que te irías sin saludar – Fueron las palabras con las que fue recibida por parte de Lanie, ganándose con ello una mirada de reproche del resto del grupo- Venga ya, todos pensabais lo mismo, no os hagáis ahora los tontos – El resto agachó la cabeza, ese gesto confirmaba lo dicho por la forense.
-¿En serio? – Kate les miraba uno por uno - ¿Por quién me tomáis?
-Por alguien que lleva más de dos días ignorando las llamadas y preguntas de sus amigos, por ese tipo de gente te tomamos – Lanie no estaba dispuesta a ponérselo fácil a la capitana.
- Estaba ocupada – Espo y Ryan negaron al escucharla- Será mejor que me marche ya veo que no soy bien recibida.
-No te equivoques, si estás dispuesta a contarnos que sucede y en que podemos ayudar siéntate. Pero si vas a seguir mintiéndonos, pues mira sí será mejor que te marches- Kate miró a su amiga intentando saber el por qué de esa dureza.
-¿Has hablado con Castle?- Esa conclusión es a la que había llegado, su amiga y si marido debían haber hablado y por eso ella le estaba atacando.
-Sabía que esto era por él. No, nadie ha hablado con tu esposo porque él tampoco contesta a las llamadas, ni Alexis, ni Martha es como si toda la familia se hubiese puesto de acuerdo.
La conversación no dio para más, Kate se marchó pero Lanie salió corriendo tras de ella - ¡Kate! – El grito dado por su amiga hizo que la capitana se parase y se girase- ¿Qué ha pasado? Dime que no habéis terminado – Kate intentó ocultar sus lágrimas pero éstas decidieron escapar de su cárcel.
-Sólo necesitaba aclarar algunas cosas, pero Castle se ha ido. No está en casa, ni en el despacho, no contesta a mis llamadas. Es como si se lo hubiese tragado la tierra – Lanie la miró con dureza.
-¿Necesitabas aclararte? – Kate se derrumbó en los brazos de su amiga intensificando el llanto.
En otra ciudad dos personas brindaban por el trabajo bien hecho. El caso se resolvió con mucha rapidez. Debía reconocer que tener a Castle a su lado había reducido el tiempo que habitualmente tardaba en cerrar un caso.
-Teniendo en cuenta que no cobro por días sino que mi cuota es cerrada, el que resolvamos antes los casos, hace que gane más dinero- Castle sonreía.
-Y yo ¿qué gano?
-La oportunidad de divertirte un rato en uno de los peores momentos de tu vida- Rick se iba acostumbrando a la falta de filtro de su acompañante.
-En eso tienes razón – El móvil volvió a sonar y como todas las veces que lo había hecho en esos dos días, al ver la imagen de la persona que llamaba canceló la llamada.
-Rick, en algún momento deberás hablar con ella – Rick guardó el móvil en su chaqueta.
-De momento no, no fui yo el que decidió poner fin a nuestro matrimonio – Dolor era lo que reflejaban sus palabras.
-Ni ella tampoco, por lo que me has contado sólo pidió tiempo – La miró con dureza- Mejor me callo. ¿Nos vamos a cenar? –Rick se disculpó y tras ello se marchó a su hotel.
Tumbado en la cama de su habitación miraba el móvil contando las llamadas que ella le había hecho. Lo lanzó lejos de él. No estaba listo para hablar con ella. Ella necesitaba su tiempo pero él también el suyo.
-Yo también te quiero pero ahora debo pensar en mi – Le dijo a la nada antes de cerrar los ojos vencido por Morfeo.
