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Esta historia es muy preciada para mí. Formalmente es el segundo fanfic que hice, que resultó del primero —un drama/comedia de Naruto ambientado en la secundaria; seguramente una de las primeras ideas que se nos vienen a la mente con fanfics, sobretodo de Naruto—. Antes era "¡Akatsuki, Organización de Enfermos Mentales!", y luego "Akatsuki: Organización de enfermos mentales". En serio que no soy bueno para títulos .-.
Con esta última versión planeo darle cierre a la historia, y se lo daré de la mejor manera. No se dejen engañar por el primer capítulo, como el nuevo título expresa es una historia algo seria; pero siempre con su lado cómico. Y también, aunque Akatsuki sí es el protagonista principal, los demás personajes de Naruto se involucran bastante en la trama, que a partir del cuarto capítulo se va dando a conocer.
De último, será larga. Con capítulos entre 1500-2500 palabras, quizá unos… 30.
Se necesita haber visto Naruto hasta la pelea Naruto-Nagato para entender todos los chistes, los de Pain principalmente.
Palabras del capítulo: 1856.
Disclaimer: La obra de Naruto pertenece a Masashi Kishimoto, no a mí.
Cuando no queda nada
Capítulo 1: Akatsuki, lectores; lectores, Akatsuki
Es una constante lucha vivir en Konoha. Los precios suben, el trabajo escasea. Desde el golpe de estado al Presidente y el Consejo la ciudad se emonizó: el comercio con las demás naciones, no, la entera red de comunicaciones con toda cultura extranjera desapareció. ¿Quién querría venderle sus papas a gente tan revoltosa? Eventualmente la sociedad se reformuló en una pautada por el crimen; algunos desertaron añorando un nuevo comienzo…
—Y el Pito Award para la Organización Criminal Favorita de este año es para… ¡Akatsuki!
Estaban en una buena racha, era su segundo gane consecutivo y ya eran temidos por muchos. Para haberse fundado de un momento a otro Akatsuki prometía ser grande. Quizá no congenien en su vida cotidiana, pero en el trabajo encuentran la manera.
Era tiempo de parranda ahora. Montaron la camioneta y dieron marcha, Pain al volante. Es el líder. Poderoso, sabio, darks. Aporta ese aire de maldad en las pancartas publicitarias con su expresión severa.
—Recuerden firmar el contrato —comentó al resto antes de subir al vehículo.
Hidan tomó una de las 8 hojas.
—¿Era en serio eso?
—Primer párrafo, tercera línea.
Le dio una ojeada. "Sí, era en serio".
—¿Contrato? —se unió Kakuzu. Hidan le pasó una copia.
—Que no se responsabiliza en caso de suceder algún accidente, y nos causara heridas graves, o la muerte.
Pain era todo un caso a veces. No es que fuera un mal conductor, es sólo que en sus momentos de lucidez trataba de alejarse del mayor número de situaciones problemáticas, en los momentos que su personalidad piloto estaba en conciencia. Pain padece de un trastorno de personalidad múltiple, seis personalidades en total. A un lado del Pain que vela por el éxito de la organización contrastan sus demás álter egos: Troll Pain es el más problemático; unas pocas veces al día se ve a Pain Paranoico, amigable, pese a todo; Forever Alone Pain es un renegado; Pain Payasa, pues... Y Pain con maestría en Administración y Dirección de Empresas Orientada al Manejo y Lavado de Dinero es fundamental como ninguno.
—Por favor, ¡ve más despacio! Sabes que estoy mareado.
—Te dije que cambiaras esa agua de tu pecera. Llevas casi una semana con ella —resopló Konan, la hembra del grupo. Y tenía razón, de hecho. Kisame nunca aprende. En Akatsuki es de los mejores para el combate cuerpo a cuerpo y muy bueno con las armas también, pero es el centro de bromas en el equipo, y cómo no, es azul y tiene un cristal en la cabeza cargado de agua a manera del casco de un astronauta; ¡sus ojos son unos diminutos círculos blancos con un punto negro en su centro, por Dios! Y de paso nunca cambia el agua del casco-pecera y termina toda llena de mugres que salen de sus orificios.
Deidara giró hacia la cabina del conductor. —¿A dónde vamos, por cierto?, ¿a Ichiraku's Burger de nuevo? Porque te lo digo, me estoy cansando de esa comida.
Pain esperó un momento para responder. Así, en veces, se creen ignorados y dejan de esperar una respuesta.
—¿Pain? —persistió.
—Comerás lo que te imponga, Deidara.
Pain a veces se sentía como una madre viuda y frustrada cuando trataba con Deidara. Nunca acata sus órdenes, quizá porque él mismo se acostumbró a ser una autoridad. Era la cabeza del Escuadrón de Bombas en el Departamento de Seguridad Nacional Uchiha. Y si esa sección no se hubiera volteado al campo terrorista seguramente mantendría su puesto. Junto con Itachi han hecho historia con sus planes tan elaborados, son para muchos la razón del prestigio de Akatsuki.
"Si queda tiempo, y tiene cable rojo, se puede desactivar", es lo que siempre dice.
—¡Zetsu! —gritó Kakuzu exasperado. Desde que salieron de la casa Zetsu ha estado tarareando una tonada que a él le resultaba altamente irritable. —Para, ya.
Es insólito que Kakuzu conserve todavía algunos sentidos para la edad que tiene. O la vida, en todo caso. Aunque su éxito como actor se deba precisamente a su caducada apariencia. Comenzando con una actuación brillante como el zombi hambriento #38 en El Despertar de los Muertos se abrió paso a papeles más significativos, siendo el súper zombi líder en Soy Leyenda, o lo que sea que esos seres amorfos fuesen, uno de sus trabajos insignia. Es buen bancario, también.
Zetsu se detuvo. —Dicen que sólo los perros pueden escucharla.
Retomó su tarareo con una sonrisa. Kakuzu contuvo las ganas de tirársele encima, no es inteligente pelear en un vehículo.
—Sólo deja de silbar… —pidió, sin ánimos.
—Si me lo pides de por favor y gracias…
Se conoce poco de quién era antes de ingresar en Akatsuki. Su excelente capacidad de infiltración sugiriere que trabajaba como algún agente encubierto. Pero en definitiva, Zetsu es la excepción al dicho "las apariencias engañan". Lo ves y sabes que está perturbado. Te habla y lo confirma.
—Deberías parar, Zetsu —Itachi intervino.
Hidan se apresuró a tomar la palabra. —¿Por qué, Itachi?, ¿por qué tratar de evitar una pelea tan prometedora?
Itachi volteó a Hidan y dio un suspiro. Qué remedio. Se colocó de nuevo los auriculares y acomodó en su asiento.
Él siempre sabía mantener la calma, algo natural en todo buen neurocirujano. Claro, ahora ese título no significa mucho. Sin embargo su pulso y precisión no se quedaron en el manejo del escalpelo; Itachi con un arma es mortal, sobretodo si es una buena. Sigue el mismo camino de la farándula que Kakuzu como protagonista en la serie Itachi Shippuden, un éxito creciente de 10 temporadas.
Deidara sabiendo que sin importar el pretexto que pusiera Pain los llevaría a donde él quisiera, se decidió por cambiar de asiento e ir al fondo, con Sasori. Éste parecía estar leyendo, acercarse más se lo confirmó.
—Sasori —llamó. Tomó asiento a su lado, a una distancia moderada.
Su compañero le dio una corta mirada y reanudó su lectura.
—¿Qué lees?
—Un libro.
… Eso fue su culpa, Sasori ya le había dejado claro que fuera más específico con él. Reformuló: —¿Cómo se llama lo que lees?
—Libro.
Un leve grado de irritación se hizo sentir, pero de nuevo, fue su culpa. Más específico.
—¿Qué libro?
—Éste.
Y lo levantó unos centímetros, mostrándoselo, sin despegar su mirada de él para no perder la lectura.
Cuando al fin le pasó por la cabeza "¿Cómo se titula el libro?", seguir la conversación que acabaría en él enterándose de un dato que absolutamente no le serviría en nada y con Sasori harto del cuestionario no parecía tan agradable. Se asomó por la ventana y empezó a contar los perros que veía.
La interacción con Sasori es siempre complicada. Es temperamental y gusta sólo hablar lo necesario, evadiendo frecuentemente a los demás y sumiéndose en sus propios asuntos. Tiene su lado positivo, todo ese aislamiento, le da oportunidad y tiempo para desarrollar el armamento de Akatuski. No todo, tiende a requerir la ayuda de profesionales cuando se trata de maquinaria pesada.
Kisame, por su lado, estaba aburrido. El malestar ya había desistido notoriamente. Konan sentada a su lado, hacía figuras de papel. De papel higiénico, porque era el único que había en la camioneta.
—¿Sabías que más de 10,000 pájaros al año mueren por estrellarse en ventanas? —le dijo.
Paró de moldear la figura de ángel. —¿Tantas?
Konan es ese tipo de persona con la que puedes charlar de cualquier cosa libremente. Conocedora y agradable. Como primera ganadora en Konoha's Next Top Kunoichi, es un ícono para las adolescentes del país.
—Kakuzu, hazlo —incitaba Hidan desde el lado oscuro, del vehículo.
Hidan es todo un estereotipo. Ese amigo, que en cierto punto de nuestras vidas hemos tenido, y que está para causarnos puros problemas. Como cuando en tu vecindario hay una casa lúgubre y antigua que según se dice pertenece a una vieja bruja terriblemente poderosa y mala, y te reta a que entres y le jodas las rosas de su jardín. Tú, de carretón, aceptas y lo haces, pero eres descubierto por la vieja, y tomándote del brazo cuando menos atento estás te mete a su casa.
Aterrado e indefenso rezas a Dios porque la mate antes de que ella te mate a ti, en vano. Sin soltar su agarre te lleva a través de su casa y ves cómo fotos de niños tapizan las paredes, una tras otra. Tu miedo crece, según se dice, son los retratos de sus víctimas. Finalmente se detiene y toma algo de un pequeño armario. Te lo pasa, es una pala de mano y semillas puestas sobre ella. Con inocencia y sin mucha idea de qué hacer con ellas, te las metes a la boca y comes unas cuantas, pero la vieja te da en la cabeza y explica que son para sembrarlas. Serás tonto. Miras al suelo avergonzado y vuelves con ella a su jardín, donde hiciste de tus maldades. Ahí te enseña cómo sembrar correctamente, cuánta agua suministrar y qué tipo de abono usar. Al terminar te invita a comer y notas que no es tan mala como dicen.
Cuidar de sus nuevas plantas se hace algo diario en tus días. Siempre aprendes algo nuevo y te da de comer cada vez un platillo que nunca habías probado, gratis. Te cuenta de su vida, sus experiencias. Descubres que en el pasado se encargaba de dirigir un orfanato y lo mucho que eso le encantaba.
La vieja es parte de tu vida ahora; una segunda madre para ti, y una tercera abuela. Por años te aconseja y ayuda en cuanto puede. Te diviertes tanto con ella. Y es sólo entonces cuando te has encariñado con ella que te confiesa sobre su enfermedad. Es terminal y ya no hay nada que hacer. Te explica que le quedan apenas un par de meses, y tú no puedes creer nada del asunto. Con el tiempo lo asimilas, claro, y tratas de darle significado a cada segundo que pasas con ella.
Eventualmente su momento llega y te das cuenta de lo tarado que fuiste al proponerle que jugaran Twister. Tus padres deciden pagar los costos del funeral y el orfanato en el que ella puso su alma y dinero se presentó y le rindió tributo con un número musical que llenó de júbilo a los dolidos, incluyéndote. Comprendes más que nunca la gran persona que fue y lo mucho que valía; pero el dolor que sientes es grande, demasiado. Te pasas los días en ese jardín, recordando, y llorando. Tu madre no lo comprende. Persiste en llevarte al asilo a que escojas una nueva vieja, pero nadie jamás podrá reemplazarla... Ella era tu mejor amiga.
… Sí… Hidan es de esos amigos… que te hacen esas cosas…
—Llegamos —avisó entonces Pain, desde el volante. Kakuzu crujió sus nudillos, y Zetsu al fin calló, cagado por lo que venía. Los Akatsuki abandonaron sus asientos y congestionaron la puerta de la camioneta hasta que un empujón de Itachi los hizo salir. Pain arrancó, y huyó del lugar.
Konan dio una mirada al panorama. Una carretera desolada y oscura. Alumbrado público tiritando y frente a ellos un edifico abandonado al borde del colapso.
—Troll Pain nos trolleó.
Que levante la ceja izquierda y guiñe el ojo derecho a la vez al que no le gustó este fic.
¿Nadie…?
Bien.
Actualización semanal los sábados, ya adelanté un poco la historia para posibilitar esto. Espero haber interesado a suficientes lectores con la última línea :B.
