Hola! Y bienvenidos a "Toki no Byoushin" xD. Realmente me alegra verte por aquí :3...
Veamos... yo soy la autora loca de fics locos (como este). Principalmente escribo yaoi (como este) y normalmente hago sufrir a mis personajes preferidos (como este xDU)...
Aún no he terminado de leerme los mangas, ni tampoco de ver el anime... pero espero poder hacerlo pronto x.X... Esta historia es un poquito aparte de la historia real xD osea... me gusta ser coherente con la historia original, pero en la historia original no hay yaoi, ne? Por eso he intentado tomar muchos datos del manga, aunque lo más seguro es que se me queden cosas atrás TT pido disculpas por ello... Si ven cosas mal, les agradecería que me las comentaran n.n... (No me como a nadie xD).

En fin, si habéis leído el tomo 6, al final, en las aclaraciones de la traducción, sale la traducción precisamente de "Toki no Byoushin", "La Mano del Tiempo". Realmente la historia no tiene mucho que ver con todo ese rollo que se montó en el anime y en el manga xD pero es que de ese tomo saqué muchas ideas y además... Le quedaba bien de título xD!

Well... mejor corto ya, que si no me enrollo mucho x.o. Espero que les guste n.n. Nos vemos n0n!


TOKI NO BYOUSHIN


Capítulo 1. Fake Light. True Light.

-Otra vez frente a ti, Dark...

-No sé si es un halago o un tormento, Krad...

-Tómalo como reto, simplemente.

Dark.
El Ladrón Fantasma.
Las Alas Negras de Daisuke...
Las alas, obra del demonio With...

Daisuke es un chico normal de 14 años. Pelirrojo, adorable, malo para los deportes y un poco torpe... Pero con un gran secreto en su interior; un ladrón nocturno que se encarga de robar obras de arte y librarlas de su maldición.

Krad,
un ángel de alas blancas...
Un Hikari.
Satoshi Hiwatari...

Un chico adolescente, también de 14 años... Pelo azulado y ojos a juego, escondidos tras unas gafas, pero que aún así revelan sus pensamientos. Un chico demasiado inteligente y demasiado frío como para ser tomado en cuenta... Eso piensa la mayoría de la gente. La mayoría de la gentemenos Daisuke.
A diferencia de él, no puede permitirse el lujo de tener amigos... No quiere a nada ni a nadie. Su cuerpo es controlado a placer por esa infección, llamada Krad...

-Acepto tu reto.


Los relojes de la población no se habían detenido en su giro, apenas hacía unos minutos que habían dado la hora en punto,y Dark, en su acostumbrada puntualidad, habían aceptado la invitación de Krad.
El mar a cada momento se oscurecía más y más, fundiéndose con el gris del cielo desde la costa hacia los adentros del océano. Las olas se estrellaban contra las piedras del pequeño acantilado salpicando el salitre que cubriría las rocas cuando la marea bajara.

Las corrientes de aire silbaban entre esas rocas haciendo ondear las ropas holgadas del Hikari y agitando los flecos liláceos del Niwa...

El primero tomó la iniciativa: con gran rapidez saltó al aire y se lanzó sobre su contrincante. Pronto Dark se vio echado en el suelo y siendo bloqueado por Krad.
En un movimiento ofensivo de Krad, Dark propinó un golpe que logró liberarlo.

Krad retrocedió con agilidad y entre sus manos comenzó a formar una bola dorada que proyectó ambas sombras sobre el suelo pedregoso.

-¡No, Krad!. ¡Así matarás a tu domador!

-¿Crees que me importa?

La granesfera se desbordó las manos de su creador y alcanzó a Dark en un brazo. Éste flexionó las rodillas para recuperar el aliento mientras sentía cómo todo el brazo le ardía.

-¿Una simple bola de energía acaba con nuestro Dark?... -dijo a modo de burla- Estás perdiendo facultades.

-Más quisieras verme derrotado...

Se enfrentaban, primero con palabras, y luego de forma física... Se odiaban a muerte.
Dark se levantó de nuevo y volvió a tomar posición de combate. Quería usar su magia, pero sabía que Daisuke no le dejaría. Su domador llevaba toda la pelea en silencio, como si estuviera dormido, pero el pelirrojo estaba bien despierto, atento a la lucha.

-Dark, no uses conjuros...

Quería discutirle, pero fue sorprendido otra vez por Krad, que se le acercaba rápidamente.
Sin darle tiempo a reaccionar, se encontró de espaldas a una pared. Varias rocas se desplomaron a su alrededor debido al impacto.
Los ojos de Krad no se apartaban de él. Tenía las manos de Dark inmovilizadas y Dark sentía al mismo tiempo que le iba a costar bastante deshacerse del ángel de alas blancas aquella vez.

-¿Ahora qué dices, Dark?

Dark guardaba silencio, inmovilizado totalmente. Krad levantó una de sus manos, sin dejar de aprisionar conlaotra el cuello de Dark,y en ella volvieron a aparecer pequeños destellos brillantes.

-¡Daisuke, déjame usar la magia esta vez!

-¡No¡Puedes dañar a Hiwatari!

Los destellos cada vez se hacían más luminosos y Dark empezaba a sentirse preocupado. Si no usaba sus poderes, no podría proteger a Daisuke... No podía protegerse de Krad sin sus verdaderos poderes.
Daisuke empezaba a sentirse muy nervioso, sentía una extraña sensación. Se sentía decaído, pero tomó rápido una decisión; una solución le cruzó la mente con la velocidad de la luz, y no dudó en ponerla en práctica.

-Dark, déjame a mí- ordenó.

Dark dejaba de sentir la presión de Krad, sentía cómo su cuerpo abandonaba lo terrenal y en su lugar aparecía Daisuke para reemplazarlo.
Los ojos de Krad se desorbitaron, sus pupilas ardían de odio. Seguía sin bajar la mano en la que se encontraba la esfera brillante, fue a lanzársela a Daisuke. Éste cerró los ojos.

-Hiwatari, no lo hagas...

Niwa se encogió de miedo de espaldas a la pared del acantilado mientras Dark le gritaba que regresara, pero Krad no llegó a realizar su ataque; sus ojos comenzaban a volverse totalmente azules y Daisuke sentía cómo disminuía la presión sobresu cuerpo.

-No dejaré que dañes a Niwa...-resonó la voz de Hiwatari dentro de la mente de Krad.

El brazo del ángel blancoerró su puntería adrede, controlado por Hiwatari. La esfera destellante cayó en medio del mar, provocando una ola que rompió sobre las rocas momentos más tarde.

La presión sobre su cuello y su pecho se hacía cada vez más débil. Krad se alejaba de Daisuke con movimientos entrecortados. A una buena distancia de él, Krad empezó a gritar.

-¡Maldito Hiwatari!. ¡Soy mucho más fuerte que tú, no conseguirás arrebatarme la victoria!

Pero Krad perdía el control y lo retomaba Satoshi.
Daisuke seguía inmóvil en el mismo sitio. Su cuerpo magullado había resbalado por la pared hasta quedar medio sentado sobre el suelo lleno de piedras.

Las facciones de Krad desaparecían y volvían a su real apariencia: la de Hiwatari. Tras haber desaparecido todo rastro de cabello y ojos dorados, cayó al suelo de rodillas para luego desplomarse sobre el suelo, sin fuerzas.

-Ya está... Vámonos, Daisuke.

-¡No!. ¡Tengo que ayudar a Hiwatari!

Daisuke se levantó muy lentamente y con pesadez. Le temblaban las piernas considerablemente, y el dolor del brazo aún no se había extinguido. Se dirigió hasta un Hiwatari que yacía en el suelo y se arrodilló junto a él. Tomó su mano para comprobar su pulso y le giró hasta dejarlo mirando hacia el cielo nocturno.
Sangraba por la boca y tenía varias heridas superficiales en los brazos. El crucifijo seguía colgado de su cuello.

-Hiwatari... ¡Hiwatari, responde!

-Déjalo, Daisuke... Se lo tiene merecido.

-¡No!. ¡Hiwatari no tiene la culpa!... ¡Dark, tienes que ayudarme!

-Ni lo sueñes...

-Ayúdame a llevarlo hasta casa, por favor...

-Ni lo pienses, Daisuke... No lo haré.

-Dark... por favor...

Daisuke sacó la foto de Risa y la contempló, intentando por unos instantes dejar de pesar en Hiwatari y pensar en ella. Sabía que Dark no podía negarse, estaba casi seguro de que aceptaría. A fin de cuentas, era un favor, y Dark apareció de nuevo en el lugar de su domador.

-Daisuke,a Emiko no le gustará...

-Yo me encargo de eso.


Dark abrió la puerta lo más en silencio que pudo, pero cuando encendió la luz encontró a Emiko y a Kosuke enfrente suya. El abuelo estaba sentado en el sofá, haciendo un gran esfuerzo por no quedarse dormido. Kosuke sostenía una taza de café en la mano, y con unas ojeras enormes surcando sus ojos miraba al ladrón.

-¿Se puede saber qué ha pasado, Dark?- dijo Emiko en un tono más serio que amistoso.

-Ahora no, Emiko...

Dark entró a la habitación de Daisuke y dejó el cuerpo de Hiwatari sobre la cama. Cuando tuvo las manos desocupadas, sacó la foto de Riku, dispuesto a dejarle la discusión a Daisuke, como él le había propuesto.

-Gracias, Dark-murmuró Daisuke cuando se vio pisando el suelo de su habitación.

Salió de su habitación y cerró la puerta tras él, fue a la cocina y dejó calentando agua. Cuando iba a salir se cruzó con Emiko; De sus ojos salían chispas y parecía un perro rabioso a punto de atacar a otro.

-Quiero una explicación, Daisuke

-Ahora no, mamá

-¡Kosuke!. ¡Ven y habla con tu hijo!

Daisuke ignoró a su madre y al pasota de su padre, que parecía no tener ganas de discutir con su primogénito, y entró de nuevo en su habitación, cerrándoles la puerta sin darles tiempo a una objeción.
Hiwatari seguía echado sobre la colcha, en la misma posición en la que lo había dejado Dark, pero cuando el pelirojose acercóa su catre, le vio abrir los ojos.

-Niwa...

-Shh... No te preocupes por nada.

Daisuke introdujo un pañuelo en el agua humeante, seguidamente lo escurrió y comenzó a limpiar las heridas y los arañazos de Hiwatari. El chico no objetó nada, el cansancio le impedía mantenerse despierto, pero el escozor de las heridas le impedía dormirse. Permaneció largo rato quieto y silencioso, mirando a su practicante.
El agua había tomado un color rojizo cuando Daisuke terminó su tarea.

-Ya está, intenta dormirte ahora.

-Niwa...

-Dime, Hiwatari.

-Gracias.

Daisuke sonrió. De encima de una silla desdobló una manta y cubrió a Hiwatari con ella. El peliazul sacó su brazo derecho por encima de la manta y se deshizo lentamente del crucifijo que llevaba al cuello, dejándolo caer acompañado de un ruido metálico al chocar contra el suelo.
Cuando Daisuke abandonó la habitación cerró los ojos y se quedó dormido al rendirse en su lucha contra el sueño y el cansancio.


Al otro lado de la pared Emiko discutía con Kosuke. Daiki seguía roncando en el sillón, a veces sobresaltado por los gritos de su hija. Todos quedaron en silencio al ver pasar a Daisuke enfrente de ellos por segunda vez.

-Daisuke... ¿qué hace un Hikari en casa de un Niwa?

Daisuke ya veía imposible el poder evitar aquella discusión, por lo que se quedó frente a ellos, sin ninguna gana de discutir con su familia. El chico pelirrojo les explicó todo lo que había pasado aquella noche en el acantilado, pero aún después de explicar todos los pormenores, su madre no parecía de acuerdo con su decisión.

-Pero Daisuke... Hiwatari es... bueno, tú sabes... Él es Krad.

-No tiene nada que ver, mamá.

-¿Y si se convirtiera aquí en casa?

-No lo hará. Su domador no tiene fuerzas como para poder resistir su transformación, y además de nada le serviría que Hiwatari estuviera débil, porque de esa forma no puede hacer casi nada-explicó- Además, sabe que si lo hace, aqui tenemos métodos para poder mantenerlo a raya.

Daisuke acabó su explicación, más cansado de lo que lo estaba antes de empezar a hablar. Su familia no aprobaba de ninguna manera su decisión, pero no encontraba argumentos para convencerlos de lo contrario. El silencio se apoderó de nuevo dela atmósfera, sólo que aquella vez no era oscura ni ventosa, sino tranquila. O al menos, más tranquila de lo que lo había sido después de entrar en su propia casa.
Se sintió seguro.

-¿Puedo irme a dormir? Mañana tengo que ir a la academia.

-Sí, claro... Buenas noches, hijo.

Daisuke decidió dormir en el pequeño sillón que había en el pasillo, ya que su cama estaba ocupada. Se deshizo de los zapatos y se recostó. With, con sus pequeños saltitos, llegó donde él y se acostó a su lado.
Niwa estaba muy cansado, pero a pesar de ello no consiguió conciliar el sueño. Recordaba toda la lucha en su mente, reteniendo escenas clave... No podía quitarse de la cabeza a Krad y a Hiwatari. No podía olvidar el crucifijo que colgaba de su cuello...

-¡Duérmete ya, calamar! Que mañana tienes un exámen...

-¡Aah... el exámen!. ¡Se me había olvidado!... Voy a catear...- Daisuke se deprimió por un momento y dejó de pensar en sus rivales, luego suspiró y se giró sobre el sofá para intentar conciliar el sueño, aún sabiendo lo que le esperaba al día siguiente.


Well... el principio se me quedó cutre, lo sé o-O... espero que la historia vaya mejorando a medida que la avanzo xDU... Los comienzos nunca han sido mi fuerte TT... Espero que os haya gustado esta pequeña introducción x.x... aunque lo dudo T.T...
Pero si os ha gustado, me gustaría un reviewcito ;O; pliiiiiis!

Nãkemiin! Nire n-n