Disclaimer: Ningún personaje me pertenece, sólo mi imaginación. Espero que les guste.
Capítulo Uno
Desearía poder tener aquella misma oportunidad que tuvo aquella noche de invierno cuando él le pidió que lo eligiera por sobre el pobretón de Weasel pero ahora esa oportunidad sólo era un recuerdo que era de ellos y ella lo guardaba con un gran amor. Sí, entre ellos dos había habido ese sentimiento que nunca antes había experimentado a pesar de que en cuarto año había estado con Viktor Krum. A pesar de que ahora estaba con Ronald Weasley. Draco era el único que lograba que ella tuviera la sensación de aquel fuego abrasador que sentía con cada una de sus caricias, con cada uno de sus besos, con cada una de sus miradas. Su cuerpo se estremeció con el simple recuerdo de él.
FLASH BACK
Cansada por las constantes y desvergonzadas miradas mal disimuladas del Slytherin Hermione se planteó la idea en la cabeza que esa misma tarde se le enfrentaría. Y cuando a la castaña se le metía una idea en la cabeza no había nadie que se la sacara, ni aunque se le apareciera el mismísimo Voldemort. Luego de que la clase de pociones acabará Hermione guardo los pedazos de pergamino rápidamente en su mochila y salió en busca de Malfoy . Al buscar con la mirada hacia los pasillos de Hogwarts no se le dificultó hallar aquella rubia cabellera ya que el Slytherin sobresalía fácilmente por sobre el alumnado. Suspiró un par de veces y salió a su encuentro. Se esperaba que estuviera junto a Sabini y sus guardaespaldas Crabbe y Goyle así que suspiró un par de veces más y lo llamó.
-Malfoy-
El grupito con el que se encontraba Malfoy se giró rápidamente hacia la persona que llamaba al príncipe de Slytherin. Malfoy fue el que habló.
-Qué quieres sangresucia?- Fue su saludo
Hermione no hizo caso a su insulto y prefirió terminar rápido su objetivo.
-Necesito hablar contigo-
-Vaya, vaya. ¿Al fin te has dado cuenta que soy el que roba tus sueños y te has decidido a contármelo? - Dijo con una risa burlona asomándose a su boca.
-Ya quisieras- se defendió Hermione. Aunque aquellas palabras hicieron que sus mejillas se encendieran de un rojo intenso. –Te espero en la biblioteca a las 4:00 de la tarde- añadió, dio media vuelta y se alejó lo más rápido que pudo sin darle tiempo a Malfoy de responder.
En el transcurso de la tarde Draco se encontraba en su sala común pensando en el coraje que había tenido la sangre sucia inmunda para primero hablarle en público y segundo ordenarle semejante cosa. Estaba chiflada si pensaba que el gran Draco Malfoy iba a ceder ante su petición. Pero esa era una de las causas por la que le gustaba. ¡Joder! ¿Estaba acaso admitiendo que le atraía una impura? ¡Ja! Si su padre supiera lo que estaba pensando, por suerte sus pensamientos estaban seguros. Miraba el reloj de bolsillo a cada instante pero al percatarse de que Zabini había estado observándolo de reojo dejó de hacerlo. Irritado se puso a pensar en lo que sentía, ¿acaso estaba emocionado? Ni siquiera sabía lo que era estarlo, eso era nuevo para él que nunca en su puta vida había experimentado dicha sensación.
¿Qué coño le estaba pasando? Dio su última mirada al reloj con disimulo y ya faltaban cinco minutos para la hora estipulada. Se levantó sobresaltado y sorprendido por su misma acción. Mintió:
-Iré al gran comedor- mirando a Crabbe y Goyle y por último a Zabinni no sin antes dedicarle una mirada amenazadora que a cualquiera hubiera dejado helado pero no a él. Salió de la sala común para encontrarse en el pasillo que siguió recto hasta que llegó a un cruce que daba a la biblioteca. Llegó hasta la puerta y miró por la ventanilla y se dio cuenta de que ella se encontraba de espaldas en una de las primeras mesas. Se puso pálido. ¡Pero qué diablos! ¿Tenía miedo? Hasta la pregunta parecía ridícula. Tenerle miedo a una persona inferior a él, sí, definitivamente era una total ridiculez y, sin embargo, ¿Por qué estaba temblando? Con cara de hastío trató de tranquilizarse.
Hasta que tuvo una apariencia relativamente normal-relativamente Malfoy- abrió la puerta de la biblioteca con tanta fuerza que en el acto se cerró tras él.
Hermione con el ruido de la puerta giró su cabeza y vio a Draco Malfoy. Una ola de inseguridad y desconfianza la invadió pero se mantuvo serena.
-Malfoy- dijo a modo de saludo.
-Sí ya sé quién soy- le dijo con algo de cinismo impregnado en su voz
-Pensé que no ibas a aparecer- puntualizó la castaña
-Sí, pues bien hoy andas con suerte come libros.
- Prefiero no andarla a verte la cara- respondió al instante.
-Te recuerdo que yo no fui el que nos citó aquí- dijo triunfante.
-No creas que me agradó hacerlo- chilló Hermione.
-Pues tampoco creas que a mí me agrada respirar tu mismo aire- contraatacó
Silencio total. Draco hizo una mueca de satisfacción al saberse ganador de la pelea hasta que Hermione rompió el silencio.
-¿Quieres saber la verdadera razón por la que te hice venir aquí?
-Si eso hará que me vaya de aquí más rápido no me queda otra opción- respondió malfoy
Hermione tragó saliva y tomó aire para hablar.
-Emm….pu..pues….- fue lo único que pudo gesticular, los nervios la habían traicionado.
-Vaya, y dicen que eres la alumna perfecta, ya veo que estudiar y tragarte los libros con la mirada te ha dejado tan bruta como Crabbe y Goyle….y aún así ellos te ganan- se rió con una sonora carcajada que hizo que Hermione se enfureciera y tomara el valor necesario para decir lo que iba a decir.
-Mira Malfoy, no estoy de humor para tus estupideces. Lo único que te quiero preguntar es que bueno…es que me he dado cuenta que me miras….y eso me incomoda, sólo quisiera saber ¿por qué lo haces?-
Draco abrió los ojos como plato, sin saber qué hacer y como una reacción se levantó de la mesa y caminó hasta una de las estanterías repleta de libros. Hermione desconcertada ante su repuesta lo imitó. Draco paró en seco al igual que Hermione.
-Granger, Granger- dijo- Sé que soy el más guapo y deseado del colegio pero deberías saber que nunca me fijaría en una sangresucia- dijo dejando odio en cada palabra.
-Y tú deberías saber que nunca me fijaría en un tipo soberbio, elitista y egocéntrico como tú- preferiría mil veces al cabeza hueca de Goyle-
-Ambo sabemos-dijo Malfoy -que eso es mentira- acercándose peligrosamente a Hermione que retrocedió un poco hasta toparse con el costado de la estantería.
-¿Qué haces?- le preguntó al darse cuenta de que la tomaba por los hombros posesivamente a pesar de que ese contacto de sus hombros con las manos del Slytherin hicieron que las piernas le temblaran y sintiera esa sensación de la que hablan las personas enamoradas, esa sensación de mariposas en el estómago.
Malfoy la soltó como si se hubieran repelido pero no apartó su vista de los ojos de Granger.
-¿quieres saber por qué te miró? Te miro porque me das asco, porque cada vez que te miro pienso en que las personas como tú no deberían existir en el mundo mágico y que deberían ser exterminadas como las ratas que son…y créemelo, yo mismo acabaré con los de su clase- Y sin más, se dio media vuelta y se fue. Draco siempre había disfrutado humillar a la sangre sucia pero esta vez hacerlo lo hizo sentir como la persona más miserable del mundo, sin contar que era una total mentira.
Escuchar esas palabras de parte de Malfoy ya era una costumbre para Hermione pero esa vez la habían destrozado, quizás muy en el fondo de su corazón existía esa esperanza de que por alguna extraña razón Malfoy se hubiera fijado en ella pero las palabras crueles habían matado de golpe esa opción y sin pensar más se puso a llorar.
Continuará...
En un primer momento pensaba hacer mi primera historia como un oneshoot pero no me di cuenta a qué hora la historia se me enredó y esto fue lo que salió como un primer capítulo. Espero que les haya gustado y me digan qué les gustó y si no les gustó también espero que me lo digan en un review.
Y ahora pasando a la historia ven que es un Dramione porque resulta que me encantan las historias entre estos dos...no puedo contarles mucho porque esto a penas empieza.
Nympha
