Disclamer: De Jo, Jo Rowling (la rubia y rica) son los personajes, el resto supongo que es mío.

Advertencias: Incesto (que ya viene con el pack de la 3º generación, vamos) y femslash.

Participa en drabblethon de vrai_epilogues.


Entre sábanas

(Cuando una duda le entra a Rose, hará lo que sea por resolverla).


—¿Lily?

La pelirroja se voltea lentamente, tiene el cabello demasiado alborotado y el rostro adormilado (no de jugar ajedrez mágico, precisamente). Se encoge contra la cama de Rose, demasiado estrecha pero deliciosamente cálida, y se cubre con las sábanas.

—Cinco minutos más —dice, antes de bostezar y apretar fuertemente los ojos. Rose frunce el ceño, pero no le dura mucho porque sabe persuadir a su prima cuando lo desea, así que se gira hasta quedar justo sobre Lily.

Entonces sonríe.

—¿Lils? —baja un poco el tono, un susurro casi inaudible. Acerca los labios a su oído y lame, suave y lánguido, provocando a la pequeña de los Potter. Lily se deja hacer, sin sospechar nada, y la besa: demasiada lengua y excesivo sentimiento. Abre primero un ojo y luego el otro, para fijarse en el óvalo color crema con un nido encima que es la cabeza de Rose.

—¿Hum?

—¿Alguna vez has...? —se queda con las palabras en la punta de la lengua, con algo de miedo a pronunciarlas. Se muerde el labio y la observa, apenas unos segundos. Pero vamos, cabezonería Weasley y valor Gryffindor, dice—, ¿has deseado besar a James?

Espera que le diga que no, que está loca. Espera que le diga '¡por merlín, es incesto!' porque ya tiene la respuesta preparada ('¿y lo nuestro no?', ceja alzada y tono crítico), porque ha pensado varias de las múltiples posibilidades pues es así de planificadora.

Pero, realmente, nunca consideró que le respondiera lo contrario.

—Cuando era niña, sí —se encoge de hombros—. Era mi héroe, ¿qué esperabas? —Se pierde unos segundos en recuerdos llenos de abrazos a medianoche y un gamberro, 'bien, pero no puedes contarle nada a Albus sobre la broma' antes de volver a mirarla—. ¿Tú sí?

Y Rose sabe que decirle, pero no cómo hacerlo. Y se pone nerviosa y le sudan las manos y de pronto ya no parece una adolescente de quince años enrollada con su prima sino una chiquilla con un libro abrazado a su cuerpo y una pesadilla horrible donde mamá no está para leerle.

—No lo he pensado —y es premeditado, porque la pregunta era deseado y eso sí le ha sucedido, pero Lily no se fija en los detalles y sólo se pone a servirse un vaso de agua—, pero sí lo hice.

Suena horrible cuando Lily se ahoga con el líquido y lo escupe de un tirón.