Hace tiempo que me apetecía hacer un fanfic sobre Edward Elric y Winry Rockbell, de FMA.

Espero que os guste, y, como siempre,

disfrutarlo.


SIGO ESPERÁNDOTE

"La paciencia es un ejercicio de amor, fe y humildad que hace crecer a las personas"

[Winry Pov]

Era tarde el día en el que me maldijeron. No fue una maldición en concreto, pero yo me sentía así. Maldecida. Maldecida por él, por la fatídica noticia, por estar sola, o, mejor dicho, por haberme dejado sola.

Era noviembre, el frío calaba en mis huesos a través de mi suéter, y la última hoja cayó al suelo junto a las otras, señal de que el otoño terminaba y empezaba invierno. Yo estaba feliz. Feliz porque me prometiste volver por Navidad. ¿Qué ilusa, no?

Un soldado de Central vino a picarme a la puerta el día en que me enteré de todo. Me acuerdo como si fuera ayer, y eso que ya habían pasado tres años. Me explicó lo sucedido lentamente y con cautela, eligiendo las palabras exactas para no hacerme el más mínimo daño. Que equivocado estaba el soldado. Sus palabras me llegaron directas al corazón, como si de una flecha afilada se tratara. Asentí, le di las gracias y se marchó. Un segundo después de que la puerta hubiera sido cerrada, me precipité al suelo sollozando como una tonta, mientras las primeras lágrimas empezaron a caerme, anunciando que no cederían durante meses.

Aún recuerdo tu sonrisa. Esa magnífica sonrisa que me dedicabas cada vez que te girabas para marcharte y dejarme nuevamente sola, a tu espera. Pero no me importaba, no sentía rencor hacia ti. Sé que era lo correcto, que no podía hacerle nada, y que eran tus decisiones. Al fin y al cabo, siempre que te proponías algo lo conseguías. Pero esa tarde de invierno, te saltaste la única condición que te daba antes de irte: que volvieras.

Pero esa tarde no lo hiciste. Ni siquiera te despediste de mí.

Aún recuerdo tu pelo dorado volar en el sentido del viento. Me encantaba verte sin trenza, con el pelo suelto volando libremente, mientras nos pasábamos horas y horas estirados en la hierba hablando, riendo y leyendo los miles de libros que encontrábamos por la biblioteca. ¡Cómo adoraba esos días de verano!

Pero hoy era todo diferente. Ni una pizca de felicidad notaba en mi ser. Solo amargura y tristeza. Tristeza por ti, por abandonarme. ¿Dónde estaban las palabras que me decías cada vez que te marchabas? Quedaban en el aire y, sí, se las llevó el viento, bien lejos.

Pero aun así, aquí estoy yo. Sentada en el porche de nuestra casa, ahora solo mía, recordándote. Cada día que me levanto intento recordarte. Recordar tu rostro, tus gestos, tu ropa, tu olor, tus sentimientos, incluso suspirar tu nombre cada vez que por la mañana me toca el primer rayo de luz del sol. Me recuerda a ti. El sol, tan fuerte, lleno de luz, calor, alegría, fuerza, del color de tus ojos y de tu pelo dorado…No quiero olvidarte, por mucho que pase el tiempo. Siempre quiero que estés en mi corazón, esa es mi manera de no dejarte ir de mí.

Al fin y al cabo, es bueno recordarte, y más, cuando han pasado tres años desde tu desaparición.

Pero aquí sigo yo. Esperándote, manteniendo las esperanzas de que algún día cruces el sendero de pequeñas piedras que lleva a nuestra casa, y atravesar la puerta, sonriéndome.

Por mucho tiempo que haya pasado, te sigo queriendo, Edward.


Pienso terminarlo, ya que presiento que le falta algo (soooorpresa ;D)

Demasiado cortito, ¿No? Es que no tenía tiempo para subir más. ¡Sorry! El segundo cap será más extendido.

Tener paciencia,

gracias por leer y,

¡Nos leemos!