Disclamer: De Rowling, supongo que se sobreentiende lo que quiero decir.
Advertencias: Incesto, femslash, ligero lime/lemmon, supongo que palabras malsonantes.
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Simple y directo
(Estar con él es indudablemente prohibido, pero estar con ella también. Y lo último no le importa).
—No entiendo porque tanto escándalo —señaló Dominique con tranquilidad, sin siquiera voltearse a ver a su prima. Frunció el ceño justo después, al encontrar un nudo entre las delicadas hebras de su cabello que tanto se esforzaba en desenredar.
—Es mi primo —recalcó, como si eso fuera a cambiar el mundo (aunque en realidad, sí cambiaba su mundo). Tenía un sabor agrio en la boca por haberle confesado todo a Dominique, no es que estuviera nerviosa de que lo diría, pero sí de que haría.
—¿Y? —Siguió peinando su melena, quizás con demasiada fuerza, mientras trataba de deshacerse del maldito nudo—. Tú eres mi prima también y eso no nos ha frenado en ningún momento.
Al menos tenía que admitir que Dominique tenía un punto, pero no era fácil decírselo si ella la miraba de ese modo (como si quisiera follársela allí mismo, justo antes de la gran celebración por su cumpleaños. Como si quisiera lamerla, acariciar y rozar sus cuerpos hasta que todo ardiera).
—Me sabe mal —admitió con reticencia—. James es... diferente.
—¿Diferente bueno o diferente malo?
—No lo sé —Y era la verdad. Se sentía rara estando con James puesto que cada cosa que hacían cambiaba en un instante, en un momento podía tener la lengua de James dentro de su boca, sintiendo que se derretía y al siguiente estar discutiendo a gritos en medio de la sala común. Dominique chasqueó la lengua con impaciencia, dejó el peine a un lado y la besó.
Así, simple y directo, como es ella. La besó con fuerza, atrayéndola por la camisa para así compartir el mismo espacio y respirar el mismo aire. Mordió su labio inferior, como le encantaba hacer y sonrió en medio del contacto.
—Me estoy hartando de hablar de James —dijo, demasiado bajito para provenir de ella. Dijo, al enredar sus piernas. Dijo, al empujarla hacia la cama y caerle encima—. Si quieres tener sexo con él, hazlo, que no puede ser peor que lo que hacemos siempre.
Rose sabía que Dominique era diferente malo, lo sabía y debía ser así porque algo bueno no debe sentirse tan bien. Lo sabía porque su voz era seductora y su cabello demasiado rubio (tan brillante como una snitch), porque la forma en que se acerca y rozaba su piel con sus dedos y la veía y la tocaba... Nada de eso podría ser definitivamente bueno.
