Los personajes no me pertenecen, solo la historia es mía, hago estas historias como pasatiempo y sin ningún ánimo de lucro…

El amor es la única guerra en la que vale la pena morir…

SORTILEGIO DE AMOR

JanneST

CAPITULO 1

*CAYENDO EN DESGRACIA*

Escuche como abrieron la puerta principal –han llegado –pensé entonces entraron en la sala donde yo miraba la tv- Akane tienes visita, te espera en el dojo –le dije sin mirarla, apagué la tv y las mire Akane se soltaba del abrazo de Kasumi pero no fue eso lo que me sorprendió, fue su cara, bueno sus caras pues la de Kasumi no mostraba mejor aspecto que la de Akane, la única diferencia es que mientras que el rostro de Kasumi parecía preocupado, el rostro de Akane parecía deprimido, sin vida, sin esa chispa que caracterizaba a mi hermanita y de la cual no había el más mínimo rastro –algo malo pasa- pensé y me acerque a Kasumi mientras Akane se alejaba en dirección al dojo.

Algo está mal Nabiki, muy mal- me dijo con suavidad mirando mi preocupado semblante

Lo sé, lo he notado en cuanto las vi ¿Qué pasa Kasumi? –pregunte

No lo sé, no quiso decirme nada, dijo que hablaríamos más tarde –respondió

Kasumi crees que estaría bien, que fuéramos… –no continúe, la verdad es que la preocupación me estaba dejando sin habla.

Supongo que si después de todo le cuenta todo a él y dudo mucho que quiera decirnos algo hoy estoy segura de que nos esquivara- me dijo Kasumi, me había comprendido, yo solo asentí levemente y comenzamos a caminar hacia el dojo, nos asomamos cuidadosamente para evitar ser descubiertas y entonces me quede helada, Akane corría hacia él lanzándose a su brazos mientras lloraba-ohh por Dios-pensé, jamás había visto a Akane llorar de esa manera ni siquiera cuando mama murió…

***RyA***

Leía atentamente un libro cuando escuche la puerta del consultorio abrirse, aparte la mirada del libro y mirando hacia mi hermanita que acababa de salir, sonreí esperando buenas noticias pero…

La sonrisa me duro poco, en cuanto vi a Akane supe que algo andaba mal recuerdo que pensé "cielo santo".

Akane- la llame pero ella no me contesto- Akane- insistí —estas pálida y llorosa, ¿Qué pasa?, ¿Qué te ha dicho el médico?

Solo quiero irme a casa Kasumi, por favor no me preguntes nada, solo llévame a casa—pidió susurrante

Pero Akane—insistí yo

Por favor no quiero hablar solo quiero ir a casa, más tarde hablaremos—me dijo de una manera suplicante así que decidí desistir por ahora, para no agobiarla, me acerque a ella y abrazándola emprendimos juntas el camino de vuelta a casa.

Lo primero que oímos al entrar en casa fue a Nabiki –Akane tienes visita, te espera en el dojo-no necesite más para saber quién era la visita de mi hermanita, la sentí separarse de mí y la vi dirigirse al dojo, Nabiki se acercó a mí y vi en su rostro la cara de preocupación que estaba segura asomaba a la mía.

Algo está mal Nabiki, muy mal—le dije suavemente

Lo sé, lo he notado en cuanto las vi ¿Qué pasa Kasumi? – me dijo

No lo sé, no quiso decirme nada, dijo que hablaríamos más tarde – respondí

Kasumi crees que estaría bien, que fuéramos… –no continúo pero no era necesario, sabía a qué se refería, quería que los espiáramos.

Supongo que si después de todo le cuenta todo a él y dudo mucho que quiera decirnos algo hoy estoy segura de que nos esquivara- le dije, ella se limitó a asentir y entonces nos encaminamos al dojo, nos asomamos con cuidado para evitar ser vistas y justo entonces vimos a nuestra hermanita correr hacia él y lanzarse a sus brazos llorando, un escalofrió me recorrió la espalda y entonces comprendí que lo que le habían dicho a Akane era verdaderamente horrible… "ohh Kami auxílianos" pensé asustada.

***RyA***

Lo siento señorita Tendo pero me temo que hemos hecho todo lo que podíamos hacer, su problema ya es demasiado grave, mi consejo es que busque a su familia y pase con ellos los últimos meses que le quedan –las palabras del médico me cayeron como un balde de agua fría – ¿ya no podía hacer nada? –Pensé incrédula – ¿acababan de decirme que me iba a morir? ¿Qué me resignara?, no eso no podía ser así, esta no es la respuesta que me esperaba cuando una semana antes mi mejor amigo me había traído al hospital tras sufrir un desmayo camino a casa, mis ojos se llenaron de lágrimas nunca había pensado que algo así me pudiera ocurrir a mí –doctor de verdad no puede hacer nada, ¿no hay más que hacer? –suplique desesperada

Es lamentable pero así es señorita, su enfermedad está ya muy avanzada según revelan los estudios –asustada me levante del asiento y salí del consultorio más que deprimida, mi hermana Kasumi me esperaba fuera con una sonrisa, segura de que no habría malas noticias, sonrisa que perdió al verme.

Akane –me llamo pero yo no conteste –Akane –insistió –estas pálida y llorosa, ¿Qué pasa?, ¿Qué te ha dicho el médico?

Solo quiero irme a casa Kasumi, por favor no me preguntes nada, solo llévame a casa –pedí susurrante

Pero Akane –insistió ella

Por favor no quiero hablar solo quiero ir a casa, más tarde hablaremos –le dije, no sé qué denotaba mi tono de voz, pero mi hermana me abrazo, sin preguntar más y así nos dirigimos hacia la casa…

Akane tienes visita –dijo mi hermana Nabiki tan pronto nos vio llegar –te espera en el dojo –completo, no necesite que me dijera su nombre, sabía quién era, me separe de Kasumi y me aleje, de reojo vi a Nabiki acercarse a ella, con el mismo semblante preocupado que Kasumi tenía pintado.

Me dirigí aprisa al dojo ansiosa y huyendo de mis hermanas, quería evitar por ahora las preguntas que Nabiki me exigiría responder, entre en el dojo y ahí estaba él, mi mejor amigo, el hombre del cual yo estaba profunda y secretamente enamorada, sonriéndome.

Sé que hoy te daban los resultados de tus análisis, lamento no haber podido acompañarte, pero he venido para saber cómo estas –me dijo y hasta ahí llego mi autocontrol, mis ojos se llenaron de lágrimas y antes de darme cuenta me había arrojado a sus brazos llorando desconsolada…

***RyA***

Cuanto tiempo tendría de haber llegado al dojo Tendo? –pensé, sin duda alguna no habrían sido más de 10 minutos, cuando había llegado al dojo Nabiki me había abierto la puerta y antes de darme tiempo siquiera a preguntar... –Akane no ha regresado todavía, Ranma –me informo, yo asentí y entre me dirigí al dojo a esperarla, mientras su hermana se dirigía a la sala desde donde se oía el sonido de la tv, si definitivamente no habrían pasado más de 10 minutos cuando Akane entro al dojo, mi mejor amiga como siempre estaba preciosa o al menos eso fue lo que vi en primera instancia un segundo después note su palidez, ¿no podía haberse enojado porque no había podido acompañarle, no?, después de todo yo no le había asegurado que la acompañaría, ni ella me lo había pedido –Sé que hoy te daban los resultados de tus análisis, lamento no haber podido acompañarte, pero he venido para saber cómo estas –le dije avergonzado por no haberme preocupado más, después de todo yo mismo le había llevado al médico una semana atrás cuando se había desmayado de repente, en ese momento me preocupe bastante hacia días que se veía mal pero ella insistía en que solo tenía malestares leves, solía decir incluso que probablemente solo era el preludio de un catarro, pero ¿los catarros no ocasionan desmayos no?, incrédulo vi como sus ojos se llenaban de lágrimas – ¿Cómo puede haberle afecto tanto el que no haya ido con ella? –pensé, pero Akane hizo algo que no me esperaba, en lugar del golpe que estaba seguro me propinaría, corrió hacia mí y me abrazo mientras lloraba estrepitosamente, yo me limite a devolverle el abrazo sin decir nada, repentinamente consciente de que algo muy grave le pasaba, nunca la había visto así y yo que tontamente pensé que esa palidez se debía a que estaba enojada, ¡ja! Que idiota –ya tranquila bonita, todo estará bien–le dije intentando consolarla, pero en mí, una inquietud que no llegaba a comprender me helo el alma y me detuvo el corazón...

***Ranma y Akane***

…Por siempre…