Los personajes pertenecen a Toru Fujisawa.
GTO-Great Teacher…Onizuka.
"Donde hay luz seguramente habrá sombras…y la noche es la tierra de las sombras. En este momento me siento como un mudo pidiendo auxilio en una convención de ciegos.
¿Sabes?, es curioso cómo funciona la mente de algunos."
Nunca me han gustado los sepelios, es una forma absurda de perder líquidos, al fin y al cabo un par de lágrimas no le devolverán la vida. No es un cuento de hadas donde la princesa llora y una lagrima le devuelve mágicamente la vida al ladrón que se redime y se convierte en príncipe, no, esta es la vida real…aunque en realidad, me gustaría que así fuera.
¡Vaya!, al final se han reunido todos, hace años que no los veía…es una lástima verlos en una ocasión como esta…han venido todos, Miyabi sigue siendo tan bella como la recuerdo y ahí está Kunio, siempre supe que terminarían juntos, su hija es muy hermosa; por ahí deben estar Anko y el pequeño Noboru, hasta yo me sorprendí cuando ese par se casarón, realmente eran jóvenes; espero ver al maestro, tengo tiempo de no verlo…pero quizá este muy lejos, esto ha sido tan repentino, Urumi…rayos, ¿por qué demonios nunca te lo dije?, es verdad siempre fui estúpidamente cerrado al momento de dar a conocer mis sentimientos. Urumi…pensar que fue apenas hace una semana que te encontré de nuevo.
Te veías tan hermosa como siempre, quizá ayudo un poco que tenía ya un par de años que no veía esos bellos ojos, se que jamás te lo dije pero durante el último año del instituto nunca logre concentrarme del todo. Esa tarde mi corazón salto dentro de mí…tras una larga espera pude ver tu rostro de nuevo. Ni siquiera lo pensé me acerque y te invite a salir, fuimos a cenar a un restaurante y conversamos sobre los poco más de dos años en que no tuvimos contacto…una bella conversación.
Finalmente llego el Maestro, la maestra Fuyutsuki ha sido tratada bien por el tiempo, no parece que el tiempo pasara sobre su rostro. Es extraño, todo esta tan serio, nunca vi al maestro Onisuka tan serio, ni siquiera se parece a él; pero bueno…la situación lo amerita.
Urumi…esa noche decidí acompañarte a casa, aun era temprano, conversaba muy amenamente contigo, ni siquiera me di cuenta de cuanto tiempo había pasado, tus ojos me extasiaron desde el primer momento en que los volvía a ver, caminamos un par de cuadras. Un paso lento, tranquilo, relajante, honestamente nunca me sentí así. Caminaste un par de pasos por delante de mí, esa silueta me hipnotizo, sumido en un bello sueño que a partir de hoy podría ser la más bella de mis pesadillas recurrentes…sonreí bobamente. Repentinamente un ruido me saco del transe en el que me encontraba ahí estabas tu, frente a un enorme camión, intente cuanto pude, salte hacia ti…un nuevo sonido cubrió mis oídos, fue extraño…hueco. De alguna forma chillante, y después te vi ahí, en el suelo, con esos bellos ojos llenos de lagrimas…no llores, golpéame cuanto queras, al final…jamás tuve el valor de decirte cuanto te amo…sí, te amo. Al menos tengo la satisfacción de decir y gritar a los sordos "¡yo si di mi vida por ella!" Urumi, no llores.
Es curioso cómo funciona la mente de algunos, vivimos dentro de una caja que selecciona lo que queremos escuchar; pero desgraciadamente no nos permite abrir nuestros corazones…hasta los lobos cantan sus penas a la luna; pero yo, yo solo soy un mudo tratando de ser escuchado por los sordos…buscando ayuda con los ciegos….
"Aquí yacen los restos sin vida de Yoshito Kikuchi. Gran amigo, Alumno y sin duda gran héroe"
Y un gran idiota…
