-atención, todos los sistemas inhabilitados, abandone la nave-

una luz roja intermitente iluminaba lo que parecía ser un centro de control de una nave a la vez que se escuchaba una alarma

frente a este se abrió una gran compuerta de metal, dejando a la vista una ventana grande, que permitía ver a el conductor lo que pasaba frente a el

pero ahora no mostraba eso, no había nadie manejando y se lograban como la nave atravesaba varias nubes a gran velocidad, negando la vista a algo mas haya de ellas

detrás del centro de control había una puerta, mas bien una abertura, de la cual, una mano se asomó

esta se sujeto a la primera pared que pudo, hizo un esfuerzo y una mujer apareció

en su cabeza había sangre seca, pero no había ni una herida en ella, estaba despeinada y manchada de lo que parecían ser cenizas en su cara y tenía unos hermosos ojos verdes, parecían que brillaban

en su cuerpo tenía algo parecido a un chaleco antibalas con varios impactos en el y una camisa blanca rota de la zona del abdomen

tenía un pantalón de vestir negro y no llevaba ningún tipo de calzado

-amo- dijo en voz baja mientras buscaba con la mirada algo

no parecía importarle que la nave estuviera cayendo

sus ojos se abrieron al máximo al ver a un hombre tirado frente a la ventana

-¡amo!-

ella trato de correr pero una de sus piernas estaba herida, por lo cual dio un salto acompañado de un gesto de dolor

pero a pesar de el dolor ella seguía avanzando hacía el y cuando estuvo a escasos pasos, sus piernas cedieron haciendo que caiga

el hombre tirado no abría los ojos y parecía que no respiraba

la mujer se dio cuenta de eso y comenzó a arrastrarse hacía el, parecía que cada centímetro que avanzaba era un gran dolor para ella, pero no se detenía

cuando estuvo prácticamente a su lado, la mujer metió una mano a su bolsillo y sacó una pequeña jeringa con un liquido verde brillante

le clavo la aguja directamente en el cuello e inyectó el liquido verde

unos segundos después, el hombre abrió los ojos y dio un gran respiro

tenía unos ojos de un color azules oscuro, y al igual que la mujer, tenía la cara con sangre seca, vestía igual que su compañera, con la diferencia de que no llevaba un chaleco antibalas

-amo- la mujer abrazó al hombre entusiasmada

-Jade- dijo el hombre levantándose

el hombre era notablemente mas alto que la mujer, casi quince centímetros mas

-Jade, ¿donde estamos?- el volteó a ver la ventana y, ya no habían nubes, en vez de eso, solamente se veía un inmenso bosque

-ehh, disculpe amo, no sabría decirle donde estamos, al ver nuestra comprometida situación decidí dar un salto aleatorio en el espacio- dijo Jade

-maldición, bueno, hiciste lo mejor que pudiste, pero, ¿aun tenemos el objeto?-

Jade agachó la cabeza

-no señor, lo siento, usted estaba herido y, preferí salvarlo a usted antes que a el objetivo de la misión-

-aaaah, bueno, no hay problema Jade, se que eres algo débil para esto, a demás, no era mucho dinero-

el seguía viendo esa ventana y algo llamó su atención, el bosque acabo y ahora lo mas visible era una gran montaña, pero había algo en ella, había un castillo que salía de la montaña y estaba suspendido en el aire

-vaya, mira eso, Jade, ¿algo de la nave aun sirve?-

-no señor, todos los propulsores estan destruidos y no nos quedan escudos-

-bueno, según mi criterio, si seguimos en este rumbo vamos a chocar contra ese castillo de ahí-

-maldición, tendremos problemas-

-mas bien ellos son los que los tendrán, si llegamos a golpear en un lugar clave, ten por seguro que habrá muchas bajas-

Jade no dijo nada mas, sabía que era verdad, pero no podía hacer nada, solo le quedaba rogar para que no fuera así

ella estaba viendo por el cristal y vio algo que le llamo la atención

-eh amo, mire, hay caballos ahí- dijo señalando el suelo

a pesar de la inmensa distancia con el suelo se podían distinguir varias formas de caballos mirando hacia ellos

-oh, eso es extraño, al parecer hay una forma de vida aquí que logro domesticarlos, pero, son extraños-

-si, parecen tener colores extraños en sus pieles y crines-

-en cuanto lleguemos a tierra los examinaremos mejor, solo espero que esa forma de vida no sea hostil-

un sonido parecido al de una bala pasando cerca de ellos les llamo la atención

-¿nos están disparando?- preguntó Jade sin preocupación

-no creo, no parece haber un lugar de donde nos puedan disparar-

el hombre estaba buscando bien en la tierra alguna estructura que pudiera disparar, pero algo mas le llamo la atención

logró ver la silueta de algo que paso velozmente frente a ellos

-¿viste eso Jade?-

-eh, no amo, lo siento, estaba viendo el suelo-

entonces el decidió buscar en el cielo, y encontró algo

-ahí Jade, mira- señalo con su dedo a la distancia, se lograba ver las siluetas de lo que parecían ser caballos pequeños con alas

-son, ¿pegasos?-

-¿pegasos?, son una criatura mitológica Jade, pero, tal vez es un experimento aquí-

Jade asintió

ellos estaban tan enfocados en eso que no notaron que ya estaban a una distancia muy corta de ese castillo

-maldición, amo, estamos muy cerca del castillo, la colisión es inminente- Jade tomo el brazo del hombre, pero el no hizo nada

-tranquila Jade, si vamos a caer, sera mejor que caigamos juntos, si nos llegan a apresar, sera mejor que sea juntos- el sonrió

Jade lo pensó un poco y asintió

a escasos metros del castillo algo llamó la atención del hombre, en algo que parecía ser una habitación al lado de el castillo

uno de esos caballos salió corriendo de esta, para ver la nave a punto de estrellarse, pero este era diferente, tenía un gran cuerno, unas alas que parecían ser grandes, era de un color oscuro y su crin, su crin se movía de forma ondulante, como si tuviera vida

pero antes de poder decir algo, su nave se estrelló contra el castillo, provocando una explosión y sin que el lo supiera, había comenzado una gran aventura para el y su acompañante