Nada de esto me pertenece, todo es propiedad de J.K Rowling
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Capítulo 1: Sospechas
-Y más te vale no tardarte ¿entendiste?!!!
El grito resonó en toda la cuadra y unos cuantos pájaros emprendieron el vuelo asustados, los vecinos acostumbrados a los gritos durante el verano cuando aquel chico de los Dursley regresaba de aquella escuela, y aunque algunos de ellos no podían culparlos por los gritos, después de todo lo que los Dursley hablaban del muchacho cualquiera odiaría tener semejante delincuente en casa, y bueno viendo al chico Dudley no era de esperarse que ese muchacho Potter fuese mucho mejor, la vecina de enfrente sacó su pequeña cabeza por la ventana y observó fijamente la pequeña figura que fue empujada hacia la calle, y frunció e ceño, eran más de las diez de la noche, y a pesar de la lluvia torrencial pudo ver que el muchacho no llevaba una sombrilla de echo sólo parecía traer puesta una camisa blanca extremadamente grande, lo vio poner sus brazos sobre su cabeza y correr doblando la esquina.
Harry Potter corría por la calle, ahora totalmente empapado y con la varita en su cinturón clavándose en sus costillas, no la podía poner en sus bolsillo pues al ser estos tan grandes podría salirse de ellos, por fin llegó a la tienda y sacando el dinero compró la gran botella de líquido rojo que "urgentemente" necesitaban en casa, y es que el pequeño Dudley acaba de ver un comercial en la tv anunciando la nueva soda bleede
-No deberías salir a estas horas y menos con este clima pequeño…
La mujer lo veía con el ceño fruncido
-No soy un pequeño….
-Si claro, ¿cuántos tienes 13?
-15…casi 16
-si claro…vives cerca?
-a seis calles….
Aún temblando del frió entregó las monedas a la mujer
-Espera!.... llévate esto…
La mujer tenía en la mano un paraguas grande y negro
-Pero…
-Pero nada, no voy permitir que camines seis calles sin nada, me lo devuelves mañana…..
-Gracias
Empezó el camino de regreso agarrando el paraguas con fuerza mientras el calor en su cabeza le hacía tambalearse, desde antes de la salida de clases había tenido esas extrañas fiebres y dolores de cabeza…pero había algo diferente esta vez, un extraño olor y esos brillitos….¿brillitos?
De la sombrilla caía un extraño polvo blanco, Harry estaba cubierto de él, dejó caer la sombrilla, esta empezó una caída en cámara lenta mientras el sonido y las formas se fueron perdiendo, tambaleándose y después cayendo de rodillas, sólo se mantuvo lo suficiente para sentir unos brazos sostenerlo……
~*~
-¿Cómo que no está?
-No Albus, salió cerca de las 10 y no ha regresado y la tormenta no parece parar….
-Espera un momento voy a mandar a alguien….no salgas de la casa por si regresa
-Bien
Unos minutos después un encapuchado llegó al número cuatro de Privet Drive, maldiciendo al-niño-que-le-gusta-pasear-en-la-lluvia, aporreó la puerta y una bola púrpura con bigote le abrió
-¡Ya era hora!! ¿Quién te has….
Se paró en seco al ver la figura parada frente a él, una piel pálida y un rostro duro, enmarcadas por un cabello ébano y con dos profundos y penetrantes ojos negros como la más pura obsidiana.
-Que…quien…q-que… ¡¿qué quiere?!
-Potter, el chico ¿dónde está?
-Ah eso….pero entre no quiero que los vecinos lo vean!….
El hombre levantó una ceja, no conocía a muchas personas que gustasen de espiar por las ventanas a media noche, además con lo espeso de la lluvia no hubiesen podido ver ni a un elefante bailando a media calle….
-Me decía de Potter….
-Ah si ese maldito niño…salió a un importante encargo y el tonto no ha regresado, debe de estar por ahí vagando y gastándose mi dinero!! ¡¿Por qué no se lo llevan de una buena vez?!!
Snape miró con curiosidad creciente al hombre y a la casa en cuestión, así que este era el recinto de Potter, y una mueca de disgusto vino a su rostro, la familia Potter era una de las más renombradas y encumbradas del mundo mágico y ¿el único heredero vivía en ese lugar?
El molesto zumbido en que se había convertido la voz del hombre lo trajeron de vuelta a la realidad, dirigiéndole una de sus mejores miradas fulminantes y levantando una mano para detener el discurso acerca de la bondad Dursley…
-Entonces…no está?
-no
-Y lo mandaron con este clima afuera?
-¡Usted no es nadie para…
-¿A dónde?
-Eh?
-¿A dónde fue? Vamos no tengo tiempo que perder…
-A una tienda a seis calles de aquí…
Con esto y poniéndose la capa de nuevo, la cual por cierto tenía un sencillo y práctico conjuro impermeable, Severus Snape salió en busca del chico, empezó a recorrer a paso veloz la calle, hacía un frío endemoniado y la lluvia parecía caer cada vez con más intensidad, las calles semi-inundadas semejaban ríos, empezaba a perder la paciencia cuando de pronto su pie topó con lago duro en medio del pavimento, una figura pequeña y mojada.
-¿Potter?
El hombre perdió el poco color de su rostro al ver al niño, estaba empapado y sus labios tenían un color azuloso, empezó a correr hasta llegar hasta el número 6 de Privet Drive, resistiendo el impulso de llevarlo directo a Hogwarts, y es que con la nueva y "útil" barrera era imposible aparecerse con el chico fuera de ahí…la señora Figg. Lo vio saliendo a su encuentro
-Severus! ¿Qué pasó?!
-No lo sé lo encontré así…¿quieres llamar a Albus? necesito que quite la barrera para llevarlo a Hogwarts….
-Claro
Dirigiendo su atención al muchacho le quitó la chamarra roja y lo envolvió en su propia capa, frotando su espalda para intentar hacer que ganase calor.
-Dice que ya viene…
-¡esto es ridículo necesita atención!, ¡¡mira nada más está más delgado que un grindylow!!
-Ah!
-¿qué pasa?
-No nada, es que juraría que Harry llevaba una camisa blanca no una negra….ni esa chamarra roja…es que……olvídalo me estoy volviendo vieja!
Con un suave Plop! Aparecieron Albus Dumbledore y madam Pomfrey de la nada, la segunda de inmediato se inclinó a revisar a su paciente más frecuente en los últimos veinte años.
-¿Se puede saber que hacía con este clima fuera?!
-Al parecer sus familiares lo enviaron a un importante encargo….
Media hora después un somnoliento Potter abrió los ojos, temblando incontrolablemente.
-No te muevas cariño…deja que la poción te haga efecto…
-Harry….
-Director?
-Si Harry, soy yo, ¿cómo te sientes?
-Mareado…
-Y se puede saber Sr. Potter que exactamente hacía saliendo a estas horas? Por no mencionar el espléndido clima
El chico lo miró aún confundido, la escena parecía casi irreal, al final susurró cansadamente-Los Dursley, Dudley quería una gaseosa-
-¿Eso es todo?
-Si
-Y porqué salió sin siquiera una de esas cosas que usan lo muggles para la lluvia?!!
El chico se limitó a encogerse de hombros y a dejarse caer de nuevo en el sillón, hasta una cara vieja y con barba inundó su campo de visión.
-Harry entiendo que hayas salido, pero, porqué estabas inconsciente?
-Yo….recuerdo que iba corriendo y me resbalé…..debió de haber sido la caída…
-Esta bien, duerme, nos has sacado un buen susto a todos…
Dejando al chico arropado en el sillón los adultos se fueron moviendo a la chimenea, con un muy enojado Snape cerrando la comitiva.
-¿Qué opinas Poppy? ¿Requiere más atención?
-Pues parece estar bien…pero me preocupa no parece muy bien alimentado y no creo que pase mucho tiempo durmiendo, además Albus el chico tiene unos golpes que yo diría tienen varios días…
-¿Crees que es necesario llevárnoslo?
-Si o al menos alguien debería venirlo a revisar periódicamente y me refiero a más que pasar frente a la casa, pero no recomiendo moverlo por ahora, tal vez en tres días, Albus no me fío de esta gente cada verano el chico se va sano y lleno de vida y siempre que llega de las vacaciones luce terrible, tú sabes que llevo un registro del chico, ya sabes por todos sus "incidentes", no me fío de esta gente Albus, simplemente hay algo que no me agrada….
-Bien lo llevaremos a Hogwarts, pero en una semana, tendré que hacer ciertas modificaciones para evitar que Voldemort se entere…
-Yo lo checaré
Todos se volvieron hacia el temido profesor de pociones recargado sobre la chimenea
-Disculpa Severus?
-Dijo que alguien debe vigilar al chico, no tengo nada que hacer esta semana, creo que puedo pasar en las tardes a verlo…
-Eso es muy amable de tu parte Severus….
Un extraño brillo en los ojos del director envió un escalofrío a su espalda, nada bueno sucedía con esa mirada.
~*~
Harry despertó la mañana siguiente, en la tarde regresó al número cuatro, siendo recibido por un furioso Vernon, ya que había sido informado de las visitas de cierto mago durante una semana
-¡Por favor el chico no tiene nada!!¡Lo que le hace falta es trabajar!!
-Vernon, tranquilo después de todo se irá en una semana….
-Al menos..¡¿De dónde salió esa chaqueta roja?!
-No se la trajo la Sra. Fig., pero es demasiado pequeña para ser de mi azuquitar…tal ves se la dieron ellos…
Harry bajó las escaleras y viendo fijamente a sus tíos preguntó: -¿Hay alguna tarea que deba realizar hoy?- Los aludidos le miraron fijamente, era cierto que el niño hacía las cosas que le ordenaban pero nunca iba por ahí pidiendo tareas por hacer. Al final Petunia alcanzó a murmurar
-La cerca…pintura…
Inclinando la cabeza levemente el chico salió de la casa.
-p-pero dijeron que no se iba a poder levantar…
-Te lo dije lo único que le hace falta a ese rufián es una buena jornada de duro trabajo.
Severus Snape frunció el ceño ante el jardín de los Dursley, ahí bajo el sol de la tarde se encontraba el objeto de su visita podando el césped.
-¡Potter!!!
A grandes zancadas cruzó la escasa distancia que lo separaba del muchacho y cogiéndolo de un brazo lo arrastró al interior de la casa
-¡¿No le dije que no se moviera?!! ¿Acaso no puede seguir una indicación tan sencilla?!!
Dejó caer al chico en uno de los sillones, e ignorando a la mujer con una sartén que acababa de entrar procedió a revisar al chico.
-No se debe de preocupar Señor le aseguro que estoy bien.
-Lo que usted asegure me tiene sin cuidado, o sigue mis indicaciones o le aseguro que de regreso al colegio pasará cada fin de semana limpiando calderos ¿entendido?
-Si señor.
El hombre miró extrañado al muchacho, su rostro calmado la simple cercanía del hombre generalmente causaría nerviosismo en él, sin embargo estaba ahí tranquilamente con las manos en el regazo escuchando dócilmente sus indicaciones, ni rastro del coraje Gryffindor que lo caracterizaban. Luego centró su atención en la mujer
-Y se puede saber ¿porqué lo pusieron a trabajar?
-Yo me ofrecí señor…
-¿Qué dijo Potter?
-Me ofrecí a ayudar, después de todo mis tíos me reciben en su hogar, es lo menos que puedo hacer.
Esta vez fueron cuatro las cejas que se levantaron. El silencio invadió la habitación.
-Puedo terminar el jardín?
-No quiero que suba a su habitación y se acueste ¿entendido?
-Si señor.
Dos pares de ojos observaron su ascenso, dejando a un muy confundido Snape, ¿dónde estaba el chiquillo obstinado y cabeza dura?.
La semana pasó sin mayores incidentes, llegó el domingo, y a las siete de la tarde un sombrío Snape y un Cansado Remus Lupin arribaron a Privet Drive vestidos en ropa muggle (por petición del Propio Vernon) el ex-mortífago enfundado en una camisa de vestir y un pantalón ambos negros y perfectamente planchados, y el licántropo en unos jeans deslavados y una camisa blanca de vestir. Tocaron el timbre y esperaron.
-Lupin hay algo que debo pedirte
-Si?
-Quiero que te fijes muy bien el comportamiento de Potter
-¿cómo dices?
-Hay algo extraño con el chico, no estoy seguro pero parece, un tanto….. diferente.
-Vamos Severus está en la etapa difícil es lógico que se comporte un tanto extraño.
Un gruñido fue lo único que recibió de respuesta y un extrañamente calmado Vernon les abrió y mostrándose inusualmente cortés les dejó paso sin siquiera mover un músculo de la cara.
-Buenas tardes Sr. Dursley venimos por Harry
-Muchacho ven aquí!
-Así que ha notado algo extraño en el chico?
-Aparte de todo él?
-Me refiero a su comportamiento
-Bueno eso si, parece que por fin ha empezado a mostrar un buen comportamiento, casi diría que me resulta agradable el muchacho, de no ser por su "problema" le aseguro que podría hacer algo de bien….
En ese momento y antes de que cualquiera de los dos hombres sucumbiese al impulso de lanzar un buen y doloroso maleficio, el oji-verde bajó las escaleras, luciendo algo parecido a un camisón azul y blanco, debajo del cual se adivinaba la forma de un pantalón extremadamente grande, se detuvo a un metro de los hombres.
-Muy buenas tardes, lamento que hayan tenido que molestarse en venir por mi…
Esta vez fue el turno de Remus de levantar una ceja, Harry poseía unos buenos modales, pero ese tono dulce y esa sonrisa ensayada no figuraban en ellos. Antes de que siguiera analizando sus movimientos, la mujer apareció de la cocina seguida de su hermoso ballen…ejem…hijo.
-Ya se va?
-Si tía Petunia, quiero agradecerles todo lo que han hecho por mí estos días, y lamento profundamente las molestias causadas por mí. Hasta luego.
-Eh…si, Adiós.
Después de recoger las cosas de debajo de la escalera, salieron de la casa y después de caminar varias calles en total silencio, entraron en un callejón vacío desde donde se transportaron al colegio.
~*~
Podrían haber sido las dos de la madrugada o las cinco de la tarde, de cualquier manera, él no tenía forma de saberlo, la habitación no tenía una sola ventana, ¿cómo había llegado hasta ahí? Ni idea. Miró el reloj descompuesto en su muñeca y luego intentó nuevamente y sin éxito levantarse, la única puerta de la habitación se abrió, dejando paso a una mujer, alta y delgada, de cabello negro y ojos color miel. La mujer depositó un frasco en la mesa al lado de la cama y luego se sentó suavemente.
-¿Cuánto….?......mm…¿cuánto….?
-Tiempo ha pasado?
-¿ lee mis pensamientos?
-Si, pero ahora están demasiado revueltos para que incluso yo pueda sacar algo coherente de ahí, ahora respondiendo a tu pregunta, dos días desde que despertaste, cinco desde que llegaste, y cuatro horas desde tu última poción, ahora bébetela….no me pongas esa cara, sabes que tengo mis métodos para obligarte….
La pequeña figura en la cama asintió levemente dejando que el cálido líquido dulzón se deslizase por su garganta, demasiado débil aún para dar alguna lucha, la cabeza le daba un constante dolor de cabeza que no le dejaba pensar claramente, sintió una mano posarse sobre su frente
-Mmm… parece que la fiebre ha bajado, no me sorprende que te sientas débil, si hubiese sido otra persona ahora estaríamos poniendo flores en su cripta….
-¿Dónde……que…aquí..?
-Mejor descansa, el ritual fue muy pesado para ti, les dije que estabas demasiado débil pero nadie me hizo caso, bien no te levantes y duerme, ya se que no tienes hambre….-añadió al ver la expresión del chico- te dejaré dormir…
La mujer salió silenciosa como fantasma de la habitación, de la cama salió un quejido, unos ojos adormilados se pasearon por la habitación, realmente viéndola por primera vez, es cierto que llevaba dos días consiente, si se le puede llamar consiente a un estado en el que no eres capaza de siquiera hilar una idea, la habitación totalmente decorada en tonos claros, dando una combinación realmente relajante, por lo que pudo ver estaba en una cama de grandes proporciones con colchas blancas y beige, con unos extraños bordados en dorado y rojo formando lo que parecía ser un león dormido, cuatro postes rodeado de cortinas del mismo color con las orillas en dorado formando complicados patrones, más allá se divisaba la puerta por dónde la mujer había desaparecido, y pudo ver al lado una especie de puerta cubierta por un velo y una tercera que tampoco había notado, regresando sus ojos al la habitación observó atentamente los muebles, eran diferentes de los que estaba acostumbrado, una especie de sofá largado pero sin respaldo se encontraba junto a una mesa con varios adornos de plata y cristal, el dolor de cabeza aumentó al intentar forzar su vista y entonces lo notó, una mano subió a su rostro para notar la desaparición de sus lentes, y sin embargo era capaz de ver claramente, un gemido de desesperación salió de su garganta..
-Y ahora en que me metí?
Cerró los ojos y se dejó llevar suavemente por el sopor del sueño, tantas preguntas. Nuevamente la puerta se abrió una joven casi una niña entró en la habitación, de escasa estatura, de figura delicada, una melena de pelo rubio platino casi blanco se movía con suavidad a su espalda, unos ojos casi blancos de no ser por unos pequeños tonos de gris, en resumen una criatura con más aspecto de fantasma que de otra cosa, con paso vacilante se acercó a la cama para ver al chico ahí dormido, vio su cabello azabache totalmente desordenado, una tímida sonrisa apareció en su rostro, la puerta se abrió de nuevo y la mujer de antes apareció de nuevo.
-Vamos, deja dormir a tu señor, ya habrá tiempo…
Asintiendo la niña salio lentamente, dando un último vistazo al-niño-que-vivió Harry Potter.
~*~
Confuso?, si un poco, ya saben dejen un review y hagan feliz a esta autora ^.^
