+ENEMY+
-Yo... sé y te gusta Mimi-chan...-
No, ni hablar, ni de broma...
¿Quién se creyó él para decirme algo así?
Tú no me gustabas, siquiera me caías bien, persiguiendome a todos lados y siendo mi sombra.
Y sin embargo...
Cuando dijo aquello, lo noté muy seguro, cosa que era bastante rara en él.
Después de todo...
Horo Horo-kun era un despreocupado y nunca le prestaba atención a nada, al menos eso creí.
Y tantas veces me acusó, que hasta terminé creyendole o sólo lo hice para seguirle el juego.
Y aún así...
-Vaya...-me disgusté-¿Otra vez por aquí, Tachikawa-san?-me burlé fría-¿Puedo preguntar a qué debo el honor?-hice una reverencia
-No lo tomes a mal...-pediste entrecortada-Pero...-no te salía
-¿Pero qué?-me cansé
-¡QUIERO INVITARTE A CENAR!-gritaste a los cuatro vientos
-¿Eh?-el corazón se me detuvo
-A casa...-te correguiste-Creí y sería una buena idea...-te enrredaste entre líneas-Pero...-guardaste distancia-No tienes que responderme ahora...-sonreíste-Tomate tu tiempo para pensarlo...-y ahí, acabaste
Y desde ese día...
Sí que lo había estado pensando, tanto que me saltaba las clases y ni salía de casa.
Porque estaba evitandolos, a ambos...
A TI Y A ÉL...
Porque...
Mi vida venía bien, hasta que llegué aquí y ambos destruyeron mi universo.
TÚ CON TU PERSECUCIÓN Y ÉL CON SU CALIDEZ...
No quería...
No, no quería y me siguiesen todo el tiempo, no quería y me custodiasen la sombra.
Porque...
Si no eras tú era él y si no era él eras tú, iban y venían de mi lugar hasta el punto de cansarme.
Y no lo toleraba, yendo y viniendo siempre en el mismo lugar, cambiandome de mano como de interiores.
Y ya no quería esto, esta indecisión en mi interior, quería hacer como si no los conocía y olvidarme de todo.
PERO NO PODÍA...
-Supe y sales con Horo Horo-kun...-dijiste eso con algo de tristeza
-Sí-me hice la dura-¿Y con eso, qué?-te miré mala
-¿De veras lo conoces?-me cuestionaste-¿De veras y sabes quién es?-quisiste advertirme
-¡POR SUPUESTO QUE SÍ!-gruñí harta-Si no, no estaría saliendo con él-me hice la interesante
-S-Sí...-asististe algo turbada-Pero...-llegaste a un punto que me cansaste
-¡YA ME TIENES HARTA!-me puse de pie enfurecida en tanto golpeé fuerte el pupitre
-¿Eh?-te tomé de las muñecas y te arrinconé contra el muro
-¡SIEMPRE ES LO MISMO CONTIGO!-reclamé a punto de golpearte-¡VIENES AQUÍ PARA DECIRME Y ROMPA CON ÉL!-impusé más fuerza-¿¡QUÉ DEMONIOS QUIERES DE MÍ!?-grité fuera de mis casillas
-Yo sólo...-alcanzaste a balbuciar
-Cielos...-te solté sin delicadeza-No sé por qué pierdo mi tiempo contigo-me di vuelta y comenzé a avanzar
-¿Eh?-
-A fin de cuentas...-seguí el camino-Siempre serás una mocosa-y concluí, dejando el aula
Y aquello, sí que había sonado feo, pero te lo merecías.
Te lo habías buscado y ahí lo tenías, el desprecio que yo sentía por tí y que cada día se hacía más grande.
Al menos, eso creí por un tiempo, hasta que...
-¿Anna-san?-me reconociste al salir de la ducha-¿Qué estás haciendo aquí?-procuraste y esa toalla te tapase todo
-N-No te hagas ilusiones-balbucié cerrando los ojos-Y-yo no estoy aquí por ti-me cruzé de brazos
-Está bien...-sonreíste-Ya sé...-te acercaste a mí
-Mejor así-me hice la dura y cuando bajaste sentí tu aire rozarme-¿Q-Qué haces?-me estremecí
-Tomo mi ropa...-cogiste todo entre tus manos-Está a tu lado...-sonreíste como si nada
-Cielos...-me quejé-Eres una tonta-que ganas de golpearte
-Por cierto...-sacaste tema-Anna-san...-me llamaste viendome de nuevo
-¿Q-Qué?-temblé por tenerte cerca
-Estás toda roja...-notaste tocando mi mejilla-¿Acaso estuviste con Horo Horo-kun?-sacaste a la luz mi noviazgo
-¿¡QUÉ!?-me puse nerviosa con ganas de matarte
-¿Acaso has estado besandote con él?-sonreíste traviesa-¿O será que ha querido tocarte un poco?-parecía una victoria para ti
-¡ERES UNA IDIOTA!-grité tirandote al suelo
-¿Eh?-te quedaste turbada
-Pensé y querías ser mi amiga-recordé lo pasado-Pero...-no me tardé en pensar-Si sigues así...-tenía que hacerte pagar-Jamás conseguirás nada-corté helada
-Perdona...-otra vez con lo mismo-Creí y podía hacerte reír...-le diste vueltas al asunto-Yo no quise...-no te dejé seguir
-¡CONMIGO, NO CREAS!-te advertí
-¿Eh?-te hiciste la tocada
-Yo no soy como cualquier otra-presumí de mi encanto-Conmigo, no puedes suponer-y me fui, agotada de tu mala conducta
Y ese día...
Había pensado en darte una oportunidad y sólo una, pero lo arruinaste, como siempre.
Tuviste que decir esas idioteces para hacerme enfadar, tanto que la ternura se me fue al diablo y tú también.
Y a él...
Le dije todo, todo lo que tú me habías hecho y sin embargo no pude sacarle ese pensamiento de la cabeza.
Seguía repitiendo lo mismo cada vez que me veía y hacía preguntas que no me gustaban nada, menos si se referían a ti.
Estaba harta de oír tu nombre y que te relacionases conmigo, estaba harta de que existieses y justo conmigo...
ESTABA HARTA Y FUESES ALGUIEN PARA MÍ...
Porque sí que eras alguien, esa que me fastidiaba todo el tiempo y le divertía estorbarme.
Y mil veces dije estaba cansada, que ya tenía sombra y no necesitaba otra.
Te eché tantas veces como pude y regresaste siempre, con el mismo cuento y las mismas excusas.
-Quiero... ser tu amiga...-
Y yo...
No quería volver a escuchar eso, la cabeza se me hacía trizas y estaba exhausta de tanto pensar.
De oír siempre lo mismo en mi cabeza y no poder silenciarlo, de estar pensando en ti y en tu molestía...
DE ESTAR PENSANDO Y EN REALIDAD ME GUSTABAS...
-No toques ahí...-quise poner resistencia-Por favor...-imploré-No lo hagas...-lo movía poquito para quitarmelo de encima
-Ya te he preguntado si estabas lista...-me recordó acariciando mi punto débil-Te hubieses negado antes...-me condenó atrapado en mi cuello
-Por favor...-repetí-Si me quieres...-lo dí como posibilidad-No lo hagas...-eso llegó y detuvó todo
-Por supuesto que te quiero...-sonrió-Pero...-se rascó la cabeza-Llevamos rato saliendo...-concluyó-Y pensé que...-se vino abajo
-Prometo y lo haré contigo...-le acaricié el rostro-Sólo esperame un poco, ¿sí?-fue increíble pero sonreí
-Está bien...-entre dientes-¿Y qué tal lo hice?-se ilusionó
-¿Eh?-no caía
-Lo poco que duró...-puso entre términos-¿Lo hice bien?-le brilló el rostro
-S-Sí...-miré hacia la nada algo triste
-No pongas esa cara...-me tomó del rostro para que lo viese-¿Acaso pensabas en alguien más?-me miró decidido
-¿Eh?-
-Pensabas en Mimi-chan, ¿no?-sacaste de una-En esa chica, ¿verdad?-le dolió, en el fondo
-¿En esa mocosa?-me hice la superada-Por favor...-resongé-Sabes y ella lo estropeó todo...-te lo merecías
-Pero...-se excusó-¿Piensas decirme y no confías en ella?-dio en el blanco
Era cierto...
No me gustaba nada lo que hacías, pero...
Cuando dijste aquello, de veras confié y me lo creí todo, aunque te rechazé sin piedad.
Aunque dije no, aunque dije y jamás te dejaría...
AHORA, SÍ QUERÍA DEJARTE...
Y parada a tu puerta, estuve a punto de tocar, pero...
-¿Anna-san?-al abir la puerta, no entendiste nada
-H-Hola...-me apené
-Qué sorpresa...-sonreíste feliz-No te esperaba por aquí...-volaste de alegría
-Yo...-pensé en decir muchas cosas-Lo siento...-me costó horrores
-¿Eh?-de veras y había sido bajo
-¡LO SIENTO!-grité sujetandome la falda
-¿Por qué te disculpas?-te hiciste la tierna-Tú no hiciste nada...-quisiste consolarme
-Es que...-caí de rodillas-Es que...-ya no me importaba, estaba vulnerable-Por poco y lo hago con Horo Horo-kun...-me arrepentí-Pero...-me justifiqué-Pensé en ti...-eso fue confesión-Y no puede continuar...-eso dolió y mucho-¡ME DETUVÉ PORQUE ME ACORDÉ DE TÍ!-las lágrimas salpicaron todo
-¿Pensaste en mí?-te hiciste pequeñita para quedar a mi altura-Gracias...-sonreíste tierna
-¿Por qué?-te pedí-¿Por qué tienes que ser así?-lloré por tu sonrisa-Aún en una situación así...-no me dio para seguir-¿¡POR QUÉ SIGUES SIENDO LINDA CONMIGO!?-pedí algo que tal vez no tenía respuesta
-Porque...-abriste los ojos-Yo... te quiero...-me miraste enternecida
-¿Eh?-el corazón me salió fuera
-Y no me importa que haya pasado antes...-revelaste-Que estés aquí, me basta...-volviste a gestar
Y me hice agua...
Por esas palabras, me conmoví como jamás, con mi mundo llevando tu nombre.
Parecía y al fin se te había cumplido el deseo, eras parte de mí y lo feo era que no podía sacarte.
Y cerré los ojos, porque hubiese mandado todo al infierno...
Me tiré a tus brazos, en tanto te abrazé como pude y desaté mi dolor.
Ese por tenerte lejos e inalcanzable, ese lleno de distancia que provoqué y que busqué.
Ese que a mi pasado me ataba y no me liberaba, ese del que tú me habías liberado y para siempre.
Con una sonrisa en el rostro y tocada por mi llanto, me confortaste tierna, esa que yo tanto desconocía.
Y fue delicada, la manera en que me rodeaste y tus dedos apenas tocaban mi espalda.
Porque...
Sabías y tenía muchas heridas, que aún no habían sanado y estaban más que abiertas.
Y mi llanto te lo decía, que aún me condenaban y estaba amarrada a algo que jamás se iría.
Pero...
Tú sí creías y eso podía cambiarse, tú sí confiabas y podrías hacerlo...
TU SÍ SABÍAS Y ERAS LA INDICADA...
-Tachikawa-san...-quise callarme-No...-me correguí-Mimi...-te llamé como era debido
-¿Hmm?-te tembló la voz-¿Qué pasa?-me pareció y lloraste
-Si dijese y quiero quedarme contigo...-estaba segura pero no me arriesgué-¿Te molestaría?-
Y en ese momento, me hice trizas...
Me abrazaste tan fuerte que hasta me quedé tonta, cosa que hacía rato y no pasaba.
Creí y al decir eso, se te iluminaría el rostro y saltarías de alegría, no todo lo contrario.
Porque...
Llorabas en silencio, bajo pero lo suficiente para que yo te escuchase, en tanto el cuerpo entero te tiritaba.
Y yo...
No sabía que hacer, no quería pensar y había hecho mal, no quería creer y lo había entendido todo al revés...
YO NO QUERÍA VERTE LLORAR...
-No...-susurraste-Para nada...-
Y cuando dijiste eso...
Mi gesto se vino abajo y ya no me quedaba nada, era como si te lo hubieses robado todo y de una.
Porque...
Habías comido de mi ser y sin preguntar, tanto que hasta nuestras almas eran las mismas y nos necesitabamos mutuamente.
Y por primera vez, en mucho tiempo...
Estaba feliz, tanto que los labios me temblaron y forjé una verdadera sonrisa.
Sincera, tal como nada mío.
Dulce, tal como todo tuyo.
CÁLIDA, COMO TODO LO NUESTRO...
Y atrapando tu cuerpo, recosté la cabeza en tu hombro, tranquila y sin temor.
Porque...
Contigo estaba "MI TODO" y no quería volver a "MI NADA", porque recién te había descubierto y no quería dejarte.
Ni pensar en romper el abrazo, que nos mantenía unidas y tan cercanas, compartiendo lágrimas y recuerdos.
Porque, inevitablemente, para seguirte...
Me había echado a llorar, despacio y tragandome los gritos, pero lloraba por saberte ahí y con esta que era yo.
Que lejos de ti, no tenía nada.
Que tardó en darse cuenta y te necesitaba.
QUE NUNCA SUPO Y SIEMPRE TE QUISO...
-Gracias...-declaré con mi más sincera emoción
Y ahí me quedé, aferrada a tu cuerpo y contigo siendo mi elegida.
Porque ahora y sí veía cuán mal había estado, cuán mal había hecho al decir tales cosas y despreciarte tantas veces pude.
Y por mi cabeza no pasaba nada, nada que no fueses tú o que no se refiriese a ti, nada en lo que no estuvieses involucrada y que no formases parte.
Y al final, con este llanto siendo mi dueño...
Acabé aquí, contigo como mi salvadora y él como mi pasatiempo, prendida a tu abrazo y esperando que nada acabase.
Y me arrepentía de todo, de lo que finjí ser frente a tus ojos y lo que aparenté ser estando a su lado, de esta yo que aparentó ser...
TU ENEMIGA...
+THE END+
+BY: AT+
