+MORE THAN BEST FRIENDS+
-Nee, Tea...-rompiste en tanto disimulabas
-¿Hmm?-me quedé pensando-¿Qué pasa?-quise sacarte
-Si te dijese y quiero acostarme contigo...-me estremecí-¿Me dejarías?-
¡KONO BAKA SUBARU YO!
¿Cómo pudiste decir eso tan de repente?
Sin declarte, sin siquiera saber de mí...
SIN HABERME PREGUNTADO SI YO TAMBIÉN QUERÍA...
Y desde ese día, había estado nerviosa, esquivandote en tanto podía y me escabullía cada noche.
No era que te tuviese miedo, pero...
Con esa propuesta que me habías hecho, era probable y me acorralases una de esas tantas noches, para pedir mi "SÍ".
Y por eso, yo...
-Subaru...-quise dar contigo
-¿Hmm?-volteaste-¿Qué pasa, Tea?-te hiciste la tonta
-No te demores hoy...-te puse horarios-Yo... te estaré esperando...-me di la vuelta avergonzada
-¿Tea?-te salieron signos por todos lados
-¡SÓLO VEN!-grité avergonzada-¡¿DE ACUERDO?!-salí corriendo
Y no me quedé...
No, no me quedé a ver que decías, no me quedé a esperar tu "¡SÍ!"...
NO ME QUEDÉ A ESPERAR POR TÍ...
Tenía muchas cosas que hacer, antes de que llegase la noche y se diese nuestro encuentro.
Aún no estaba lista para eso, pero si te hacía esperar más...
PODÍA Y TE FUESES A BUSCAR A OTRA...
Y yo, sin dudas, quería ser tu primera, tu primera y tu única.
Quería fuese conmigo y con nadie más, quería y sólo me quisieses a mí...
QUERÍA Y SÓLO TUVIESES OJOS PARA MÍ...
Porque...
Estaba harta de ser tu compañera y nada más, sabiendo y tú despertabas más en mí.
Si cada mañana que me despertabas, manoseandome los senos...
Había tenido la suerte y siempre te golpeaba a tiempo, mandandote a volar y luego me levantaba a pisotearte.
Había tenido suerte, de no quedarme tiesa y dejarte hacer, salteandonos nuestros deberes y demás.
Y ahora estaba ahí, esperando a que llegases y pensando que decir, pensando que hacer...
PENSANDO Y POR QUÉ TE CITÉ AQUÍ...
-¡Nee, nee, Tea! Nosotras siempre seremos las mejores amigas, ¿verdad?-
Y cuando me dijiste eso...
Me hubiese gustado corresponderte, fiar ante tus ojos un "SÍ...", que yo siempre iba a estar ahí.
Y nunca pude, me quedé muda tantas veces lo repetiste y ni alcanzé a asistir con la cabeza.
Porque...
No me daba, yo no era como tú y no podía gritar a los cuatro vientos mis sentimientos.
Y aunque costase admitirlo...
TÚ Y YO ERAMOS DIFERENTES...
-Nee, Subaru...-te llamé tendida
-¿Hmm?-volteaste-¿Pasa algo?-
-Ano, nee...-quise asimilar-¿Por qué me has traído aquí?-te miré
-Porque Tea es mi mejor amiga...-sonreíste feliz
-¿Eh?-me quedé tonta
-Y quería compartir esto contigo...-te revelaste-¿Acaso tú no?-me buscaste
-Yo...-te esquivé
-Está bien...-de vuelta a las estrellas-No tienes que decir nada...-te relajaste
-¿Eh?-me deposité en ti
-Yo... sé lo que sientes...-clavaste tus ojos en mí-Tú sientes lo mismo que yo...-me miraste enternecida
-Subaru...-alcanzé a pronunciar-¡KONO BAKA!-y de ahí, te mandé a volar
Y en ese momento...
Había sido obvio, que yo jamás podría decirlo así como tú, en eso te parecías tanto a Nanoha-san.
Que sin temores siempre se le confesaba a Fate-san y lo raro era que ella le sonreía, feliz y alagada por su sentir.
Y a mí...
Me hubiese gustado ser como ella, de aceptar tan fácilmente la realidad y que yo no tenía ojos para hombres.
MÁS LOS TENÍA PARA UNA MUJER, PARA UNA COMO TÚ.
Y ahora, no podía ni mirarte, porque me daba pena y muchas ideas se cruzaban por mi cabeza.
Habías sido tan expontanea aquella vez, en tanto creí y nunca superaría mi silencio.
Y por arte de magia, ese día, en que te cité...
Lo había hecho, me había armado de valor para ir a buscarte y corresponderte, para ya no huir de ti y de lo nuestro...
PARA YA NO TENERTE LEJOS...
-Gome...-te disculpaste al entrar-¿Me tardé mucho?-te rascaste la cabeza
Y mis ojos, como siempre, clavaron su atención en ti y en tu vaga expresión.
En las disculpas que pedías a medias y en lo nerviosa que estabas, cosa que se notaba y mucho.
Dado estabas parada en la entrada y ni habías avanzado, hasta esta cama donde yo tendida estaba.
Y aunque fuese increíble...
Yo ya me había acondicionado, aunque para no apresurar tanto me había cubrido con la cobija y ahí me había quedado.
Me había tomado la libertad de prepararme para ti, tanto que me desnudé sola y te esperé tal como tú querías verme.
TAL COMO TÚ QUERÍAS TENERME...
En tanto cerraste la puerta y te acercaste a mi lugar, a lo que yo me moví lenta y te hice un espacio.
Porque...
Tampoco era cosa de ser tan apresuradas, yo no tenía ni idea y me confié tú podrías enseñarme.
Y formal, como nada de ti...
Te sentaste a mi lado y miraste hacia la nada, cosa que yo seguí automática y aferré las manos a mi pecho.
-Nee, Subaru...-me hice la tierna-¿Podrías... comenzar tú?-pedí a tus instintos
-¿Eh?-volteaste a verme-Tea...-musitaste
-Creo y ya debes saber...-tiré de una-Por qué te dije que vinieras...-revelé mis oscuras intenciones
-Sí...-asististe-Pero...-pusiste excusas-Tú... no eres así...-hiciste como si me conocieras
-¡¿QUÉ ESTÁS DICIENDO?!-me incorporé enfurecida-¡ERES TÚ LA QUE QUIERE ACOSTARSE CONMIGO!-gruñí lastimada-¡¿RECUERDAS?!-a ver si caías
-Sí...-obvio, no lo negaste-Demo...-iba a callarte
-¡ENTONCES, ADMITELO Y YA!-lloré frente a tus ojos
-¿Eh?-
-Después de todo...-me quedé meditando-Eso... es lo único que quieres conmigo...-aparté la vista de tu rostro
Y esperé, a ver que decías, que excusa metías.
Porque...
Era obvio y eras culpable de todo esto, de mi agonía y de mi manera de ser, esa tú tanto desconocías.
Todo lo había hecho para no defraudarte, para esta vez ser quien tú querías...
PARA SER ESA QUE TÚ QUERÍAS Y YO FUESE...
Y sin embargo...
No conseguí nada, ahora estabamos peor que antes, cuando yo me escapaba de ti y de lo nuestro.
-Debiste decirme y no estabas lista...-hallaste la razón-Yo... lo hubiese entendido...-si, claro
-Demo...-me secé las lágrimas-Tú dijiste y querías hacerlo conmigo...-me justifiqué-Y como yo también he estado pensando en ti...-el rostro se te iluminó-Creí que...-me callé, mejor
-¿Has estado pensando en mí?-te pusiste contenta-Arigato...-sonreíste
-¿Eh?-me sonrojé
-Ureshii...-quebraste sonriente
-¿Nande?-te cuestioné
-Porque Tea siente algo por mí...-resaltaste festiva-Y al fin se ha dado cuenta que...-error, yo no era tonta-Somos más que amigas...-finalizaste con una linda sonrisa
Y fue instantaneo...
Apenas me dijiste eso, me tiré a tus brazos, buscando tu pecho y tu abrazo.
Ya no podía más, estar así contigo estaba matandome y si me tiraba de una acabaría más rápido.
Porque...
No quería hacer previa contigo y ni que te reprimieras, no quería y pensases yo no quería...
PORQUE YO, SÍ QUE QUERÍA...
Pero...
No sabía que hacer y era obvio que tú tenías que enseñarme, al menos creí y sabías algo.
Y con tu respuesta, con tus brazos confortandome, lloré con ganas y el mundo se me vino abajo.
Aún, en una situación así...
Seguías siendo tierna conmigo y me tratabas como una niña, que no podía defenderse y rogaba por tu ayuda.
Pero...
Yo ya no era esa, había cambiado, para bien o para mal.
Yo ya no quería que me protegieses, yo ya no quería que me cuidases...
YO NO QUERÍA Y ME VIESES DE ESA MANERA...
-Nee, Subaru...-corté con el llanto reprimido-¿Crees y voy muy ràpido?-miré hacia la nada
-¿Eh?-caíste recorriendome la espalda y sentiste un escalofrío-Tea, ¿cuándo...?-te quedaste muda
-Espero y no te moleste...-pedí disculpas-Que haya anticipado un poco las cosas...-estaba decidida-Creí y sería más fácil así...-que error había cometido
-No...-sonreíste lagrimosa-Gome...-te tiritó el cuerpo entero
-¿Eh?-corté el abrazo
-Es cierto y te dije eso...-te pusiste a pensar-Pero...-te excusaste-No sé cómo hacerlo...-estabamos en la misma situación-Me da gusto y hayas hecho esto por mí...-sonreíste tan carismatica
-Entonces...-saqué-Hoy no será, ¿verdad?-me dio pena
-No puedo desmerecer lo que has hecho...-acertaste-Creo y debo darte algo, después de todo...-esa sonrisa fue victoriosa
-¿Eh?-
Y sin avisar, sin decir nada...
Te prendiste a mis labios, intentando profundizar el beso, en tanto habías tomado mi mano.
Y mis ojos flaquearon, por la sorpresa o por el gusto, por la tristeza o por la rabia.
No supe bien pero mis sentidos se encendieron, tanto que cerré los ojos y di espacio.
Lenta fuiste profundizando el beso, en tanto te esmerabas en rozar nuestras lenguas y estremecerme de una.
Y te acercaste a mí, soltando mi mano y tomandome del cuello, con una delicadeza que hasta me sorprendía.
Y cuando te sentí venir...
Me fui echando hacia atrás, sin cortar la unión y sin perder tu cercanía, esa que al fin te habías decidido a darme.
En tanto hacía marcha atrás, ibas siguiendo mi camino, sujeta a mi boca y a mi entero sabor.
Y de a poco...
Ahí quedé, tendida en esa cama y contigo encima, devorando mi gusto y mi piel.
De una, tus manos habían ido bajando, tanto que soltaron mi cuello y se mandaron a mi vientre.
Y acariciaste con suavidad, para hacerme vibrar y delirar de una, para estremecerme y encenderme.
Sin piedad, te quedaste haciendo circulos con uno de tus dedos, que de vez en cuando le hacía una visita a mis pezones.
Y aún me tenías sellada, con ese beso que cada vez se hacía más largo y me costaba mantener.
Y cuando quisiste llegar al paraíso mío...
Rompiste la unión, que sin querer te ató a mí con un hilo de saliva, que dejó tu lengua y la mía fuera.
-¿Está bien, Tea?-balbuciaste algo dudosa-¿Está bien que haga esto?-no entendía mucho
-Sí...-asistí sonriente-Está bien...-tenía miedo pero disimule
Y fue extraño...
Que no me besaste y bajaste la mano, que anteriormente se había detenido.
Ni mirabas lo que ibas a hacer, seguías fija en mi expresión, esa que a ojos cerrados demostraba mis miedos.
Por arte de magia, me quitaste las bragas con paciencia y lentitud, para que yo no saliese corriendo.
Y a pesar de que sabías, de que sabías y estaba aterrada...
No me retenías con nada, ni me habías tomado de las muñecas forzandome a quedarme...
SIMPLEMENTE, NO HABÍAS INTENTADO NADA...
Y primero, acariciaste, pasando la mano por mi punto débil.
Y yo te aclamé, te felicité con un ronco suspiro y el alma fuera.
En tanto te movías y te concentrabas en el espacio entre sus labios, que sin querer yo había hecho más grande al abrir las piernas.
Cada toque, cada roce...
Me erizaba por completo y el fuego estallaba en mi interior, en tanto el cuerpo se me estremecía y moría por tu continuación.
Si así habías empezado, me pregunté y con que seguirías después...
Metiste un dedo en mi interior y despacio lo ibas haciendo más profundo, en tanto los demás se encargaban de hacer fricción con el exterior.
Y yo grité como tal mujer adulta lo hubiese hecho, porque dolía y gustaba al mismo tiempo.
Y era difícil de explicar lo que sentía en esos momentos, cuando jugabas a perforar mi intimidad y te entretenías viendome gozar.
Y por un momento el miedo se había pasado, en tanto me sentía un poco más cómoda y te dejaba hacer de mí.
Pero eso había estado claro desde un principio, que yo lo único que quería era entregarme a ti.
-¿Ittai?-decías eso y aún te esmerabas en entrar del todo
-Sí...-asistí cortada-Y mucho...-maldita boca
-Entonces...-concluiste-Me detendré...-quisiste salir pero no te dejé
-Hie...-me negé-Onegai...-imploré por tu continuación-No lo hagas...-sujeté tu muñeca para no dejarte ir
-Demo, Tea...-te arrepentías
-Dije y lo haría contigo...-te recordé-No dejes y me eche atrás...-confesé en tanto pude
Y fue largo rato el que te quedaste confundida, a ver si seguir o no, a ver si acabar conmigo o no.
Y ahí cerraste los ojos, en tanto sacaste el dedo y misteriosamente te fuiste para abajo.
Seguro con intenciones de atacarme ahí y quebrar mis defensas, mis barreras que no te dejaban pasar tanto como querías.
E inevitablemente, me mojé por primera vez, con el anterior vaivén de tu dedo y las ardientes caricias.
Pero...
No alcanzé a tomar aire ni a derramar tranquila, abriste en su totalidad mis piernas y sin paciencia te fuiste a la tierra sagrada.
Que en su húmedo interior, metiste tu intrepida lengua y comiste de su sabor, con rapidez y lujuria.
Y gritando alcanzé a incorporarme, para sujetar tus cabellos y felicitarte más cerca.
Para ver bien que hacías y que tanto me gustaba, para aprender un poco y quitarme esa idea "TÚ NO SABÍAS".
Porque...
Era obvio y sí sabías, era obvio y esta no era tu primera vez...
ERA OBVIO Y YO NO ERA TU PRIMERA...
Y ahí me pregunté, si alcanzaría a ser tu única, si tenía lo necesario para serlo.
Con todo esto que me callaba y que revelaba tras mis gemidos, que esperé y te dijesen cuánto te quería.
Porque sí...
A pesar de todo yo te quería, siempre te había querido, desde el instante en que me combertí en tu compañera y aliada.
Y por el sentimiento, eché la cabeza hacia atrás, en tanto tiraba de tu cabello y agradecía tu esfuerzo.
Ninguna de las dos esperabamos que esto pasara, que acabaríamos así algún día...
NO IMAGINAMOS Y TERMINARÍAMOS HACIENDOLO...
Pero...
Era obvio y se estaba dando, era obvio y eres tú quien tenía la cabeza entre mis piernas...
ERAS TÚ QUIEN SE ESTABA ROBANDO MI VIRGINIDAD...
Y era increíble, que yo gozase por la caricia de una mujer, eso si que sonaba bastante raro.
Nadie había dicho y este sería mi destino, que acabaría enamorandome de ti, una chica tal como yo.
Y ahora me dejaba manipular por tu encanto, por lo bien que hacías tu trabajo y el gusto que a mí me daba.
Y cuando empezaste a succionar mi sexo...
Me dejé caer de nuevo y estimulada arqueé la espalda, en tanto me sujeté de la cobija y gemí tan exitada como me salió.
Tus labios, tu lengua, tocandome ahí...
Creí y estaba en el cielo, que ya me había llegado la hora y moriría contenta contigo.
Porque...
La sensación era increíble, hacías todo tan bien y hasta me dieron ganas de darte mis felicitaciones.
Pero...
Los sonidos roncos que salían de mi boca no paraban, uno tras otro se hacían cada vez más altos, en tanto tú aumentabas el goce.
Y no sabía por qué, era cierto y me gustaba lo que estabas haciendo, más bien era algo que me hacía delirar...
Pero, si hubiese estado con alguien más...
No hubiese sentido lo mismo, no hubiese sentido lo que contigo...
NO HUBIESE SIDO LA MISMA QUE CONTIGO...
Y me dejaste boquiabierta, en tanto saliste de mi interior y te quedaste ahí viendome suspirar.
Era inutil, no podía tomar aire de ninguna manera, por tanto gritar se me habían acabado los recursos.
Y te quedaste tiesa, viendome subir como tambien bajar, en un vaivén en que mi pecho no cesaba.
No podía ni pensar en moverme, estaba pegada a ti por el constante sudor y por mis piernas prendidas a tus caderas.
Y sin embargo...
Ante lo que mirabas, no me tocaste, ni uno de tus dedos rozó mi piel y pretendió erizarme.
Te quedaste bien cerca de mí y con las manos apoyadas en la cama, rodeandome los hombros, para ver de cerca mi expresión.
Y era obvio, pero...
Te sentía respirar, en cada entrada tu aliento se mezclaba con el mío, que sin esfuerzo seguía mi ritmo.
Y un calor subió desde mis pies hasta mi cabeza, sólo por sentirte tan ahí y la fricción de nuestros cuerpos.
Alcanzé a calmarme largo rato después y clavé mis ojos en ti, en ese gesto desconsertado que mostraste para mí.
-Nee, Subaru...-te hice reaccionar
-¿Hmm?-te hiciste la tonta-¿Qué pasa?-
-¿Quién fue tu primera?-quise sacarte tu experiencia
Y pareció mi pregunta no te había molestado nada, al contrario sonreíste tal y como yo te reconocía.
Y yo...
No sabía que significaba eso, ese grato gesto tuyo que mostraba tu felicidad, que tan así dejaba expuesta y yo estaba celosa.
Y con la sonrisa presente, apoyaste la cabeza en mi hombro, quedandote ahí por largo rato.
Y yo...
Cerré los ojos, impulsada por el deseo y el placentero rose de nuestros cuerpos, que de cierta manera me enloquecía.
Y jamás había imaginado yo sería tan fácil, que me entregaría a ti como si nada y me derretiría por tenerte...
JAMÁS HABÍA IMAGINADO Y DE TI, SERÍA PRISIONERA...
-Fue Tea...-susurraste en mi oído
Y aquello, si no hubieses estado tan cerca...
No lo hubiese oído, puesto fueron tus últimas palabras antes de que cayeses dormida y muerta de cansancio.
Y mis ojos...
Sí, mis ojos flaquearon, fuera de eje y lejos de lo que mi cuerpo sentía.
El corazón me latía acelerado y casi se me salía del pecho, en tanto respirabas bajo y pausado.
Y por un momento, por tan sólo un momento...
Lloré, lloré por tu confesión y por tu regalo, lloré por lo que ahora sabía y por lo que esperaba...
LLORÉ POR SABER Y HABÍA SIDO TU PRIMERA...
Y sola, sin mucho estruendo...
Moví lenta los brazos para alcanzarte y te abrazé con todas las fuerzas que tenía, que me habías dejado disponibles.
Y en ese instante...
Sí, en ese instante, me sentí extremadamente feliz, como si mi mundo llevase tu nombre y el tuyo el mío.
Las manos me temblaron por el contacto e intenté no perforarte la espalda, te tomé tan delicada como pude y mordí mis labios.
Porque...
Quería llorar a gritos tu ternura, esa habías confesado segundos antes de caer y me dejaste a mí conmovida.
Y lloré, bajo y pausado pero lloré, en tanto me tragaba las lágrimas y te estrechaba lo más que podía.
Porque...
Esas palabras me habían hecho feliz, porque mi entrega no había sido en vano y no me había equivocado contigo...
PORQUE TÚ ERAS LA ÚNICA PARA MÍ...
-Arigato...-murmuré estando a tu lado
Y apenas dije eso...
No quise saber más nada, ni de la noche ni del día, ni de Nanoha-san ni de Fate-san.
No quise ni pensar si esto acabaría en boca de todos o sólo sería nuestro secreto, que orgullosa estaba dispuesta a guardar.
Porque...
No quería y nada arruinase esto, esta sensación de saberte sólo mía y para toda la eternidad.
No quería y llegase el instante en que tuviese que soltarte, para que fuesemos a hacer lo debido.
No quería y te despertases preguntandome algo, no quería ni pensar en que te lamentarías o pedirías perdón.
Sólo quería pensar, con estas lágrimas de testigos, que tú y yo éramos...
MÁS QUE MEJORES AMIGAS...
+THE END+
