Hola esto es algo que ha estado rondando en mi mente por un tiempo espero les agrade ah por cierto….
DISCLAIRMER: HP y sus personajes, lugares y demás son propiedad de la señora J.K Rowling yo solo los uso para diversión sin fines de lucro… aclarado esto comencemos
Chapter 1: ¿Y ahora que?
Y ahí estaba mirando la que fue su habitación durante toda su vida, eso hasta que ha su abuela se le safo un tornillo y decidió que ella y su abuelo merecían otra oportunidad, abras he visto "otra oportunidad" ¿a su edad? …. Era de risa, ¿Cuántos años tenían? ¿100? ¿120?, Que importaba, el caso es que como ellos decidieron se mudarían a vivir con su abuelo al otro lado del mundo, dioses todopoderosos, ¿como iba a sobrevivir entre personas que se habían quedado atoradas en la edad de los carruajes y las lechuzas?, y lo mas gracioso era que ella no podía vivir sin su cell y su laptop.
Ahh! Pero no, su abuela quería que fueran una familia feliz de nuevo y eso que ella nunca veía a su padre salvo por navidad y a veces ni eso, y ahora tendría que convivir con ellos todos los santos días sin mencionar que tendría que dejar su vida, su escuela, sus amigos y… a John, sobretodo a John, no lo amaba, pero era lindo y el si estaba enamorado, mmm una lastima era bueno en la cama, en fin... Ya que.
Un ruido de la planta baja la saco de sus cavilaciones, al parecer su abuela quería que su nueva casa tuviera todos los viejos recuerdos y eso solo podía significar una cosa... no iban a volver pronto. Termino de ordenar su maleta y bajo, vio gente corriendo de aquí para allá, y es que su abuela había contratado a muggles lo que significaba nada de magia,.
Dejo la maleta en la puerta y el mayordomo la saco junto con las demás que se encontraban esparcidas por la entrada, mientras ella daba una ultima mirada a esa casa que a pesar de ser una casa modesta a comparación de otras en las que vivían personas de su condición, a su abuela le gustaba, pues era justo el espacio requerido para ellas dos, levanto la vista hacia el salón y ahí estaba, el cuadro de su madre quien le sonreía con calidez y se mantenía quieta para no asustar a los muggles.
Nunca la conoció siempre fueron solo su abuela y ella, según escucho ella fue la razón por la que se mudaron a América, segun escucho un seguidor de ese loco, el tal Voldemort. La asesino en batalla, o algo así, nunca quisieron contarle, y su abuelo junto con su padre las habían mandado lejos para protegerlas.
Vio la hora, solo cinco minutos y tendrían que tomar el traslador, corrió a la cocina donde de seguro su abuela se encontraba al entrar la vio sentada sosteniendo una taza de plata algo vieja, de seguro el traslador.
-vamos querida es tarde, se activara en minutos ¿estas lista?- pregunto su abuela Jane ofreciéndole la taza
–si Abuela, ya voy… es solo que no se hasta donde esto es una buena idea. Odio Londres, odio lo húmedo y frió –dijo ella tomando el asa de la taza.
-no te preocupes queridas veras que te acostumbras, además solo estarás en Londres unos días hasta principio de curso- dijo su abuela con evidente cansancio sobre el tema, "dios solo quiero lo mejor para ti Amelia".
- peor aun viviré en Escocia, abuela… ¿por que no puedo vivir aquí hasta terminar mis estudios?, en serio esto es ridículo…- su abuela la miro con reproche –no lo digo por ti y el abuelo, lo digo por mi y mi padre, es inclusive tonto que lo llame de ese manera, cuando es prácticamente un desconocido- termino ella exasperada por quererse quedar.
-Amelia ya hablamos de eso, tu padre merece una oportunidad para conocerte y tu también, además ya todo esta listo- dijo jane dando por zanjada la discusión en cuanto la taza comenzó a brillar.
Ambas sintieron el tirón y todo comenzó a brillar, aterrizaron en el hall de la mansión que era por así decirlo bastante tétrico, oscuro y frió "dios yo solo traigo unos jeans y una playera ¿Dónde demonios deje mi sweater?", la "casa" era grande muy grande, el techo de la entrada estaba por lo menos a unos cuatro metros del suelo y daba a entender que era de otra época, todo era viejo, pero no por estar feo y en desuso, al contrario todo se veía limpio "seguramente los elfos", ellas nunca habían tenido elfos en la casa pero si sabia que en las demás propiedades de su familia tenían, Micka por ejemplo era la elfina de su abuela, y Sonja había sido la de su madre pero fue enviada a casa de su padre cuando esta murió, 'su padre' otro de los temas que tendría que tratar con su abuela.
Honestamente ella odia a ese hombre, le disgustaba sobremanera el modo en que la veía y como le hablaba como si el fuera superior "jodido Snape". Si, ese era su padre Severus Snape, profesor de pociones, ex-mortifago, mano derecha de Dumbledore, un idiota que tuvo la suerte de contar con el amor de su madre y aun así la desprecio por el recuerdo de una muerta.
Oh si... lo sabia, el amaba a una muerta y el que fuera ese el hecho que su madre fuera infeliz los últimos años de su vida solo aumentaba el odio que le tenia a Snape. Como lo detestaba, su sola presencia la enfermaba hasta el punto de tener que abandonar la habitación, y ni que decir cuando hablaba por que entonces abandonaba la habitación no por temor a vomitarle en la cara si no por no írsele encima a los golpes, la enfurecía su modo de "yo dueño del mundo, tu inmunda cucaracha" , el sonido de una aparición la hizo salir de sus pensamientos.
- Micka les brinda la bienvenida ilustres señoras- la elfina hizo una exagerada reverencia – Micka tiene todo listo para la comida y también todo listo para que las señoras se sientan en casa, todo como a la ama le gusta- termino la elfina con ojos brillantes.
- muchas gracias por todo Micka es muy agradable verte- la elfina veía con adoración a su ama – bueno eso quiere decir que tu padre y tu abuelo aun no llegan de Hogwarts así que comeremos las dos solas, ah gracias Micka ya puedes retirarte- la elfina asintió y desapareció en un plop
-bueno supongo que no puedo negarme a comer contigo ¿verdad abuela?- pregunto con cierta nota de sarcasmo que a Jane ya no le hacia ni cosquillas, no después de casi veinte años de soportar a Severus Snape o por lo menos convivir con el de vez en cuando.
-no querida solo hay que esperar a que los que faltan aparezcan y después te puedes ir a donde quieras- ella solo rodó los ojos y movió la cabeza en un gesto de negación, pero que mas quedaba que esperar a "los que faltan" pufffs si como no?
-oye abuela puedo ir a ver mi cuarto- pregunto - solo quisiera saber como es- agrego rapidamente al ver que Jane la miraba como sospechando.
-si, supongo que si- dijo finalmente, pues su nieta tenia su mejor cara de poker no por nada era hija de quien engaño al "que no debe ser nombrado".
No espero dos veces, salio corriendo como chiva loca a su recamara, intuyendo cual seria, y dio en el clavo, se quedo parada en el umbral observando. Era como dos veces su antiguo cuarto parecía mas bien como un pequeño departamento, muy similar al departamento que John compartía con su amigo Dan en la universidad…o Dan otro a quien extrañaría pues fue por el que conoció a John.
Y es que la verdad era que a ella le gustaba el sexo… mucho. Ella no miraba posición, nombre, ni edad cuando de follar se trataba, "si esta follable y sabe como usarlo…Bienvenido sea" ese era su lema.
Pensando en eso le surgió una idea, se ducho y busco un GPS que guardaba en su bolsa "nunca sabes cuando lo puedes necesitar" le dijo su abuela la navidad que se lo obsequio, busco un banco en Londres cogio una buena cantidad de billetitos verdes y desapareció.
Ya en Londres cambio el dinero por moneda local, rento un auto lindo y lujoso ya que el suyo llegaría en días y fue a comprar un atuendo lindo y sexy, las chicas de la tienda la trataron como reina y le recomendaron un salón donde la dejarían espectacular, ya vestida y arreglada pregunto por un buen Púb. Donde divertirse.
Llego al lugar ataviada en un sensual vestido hecho de lycra, rosa pálido casi blanco que se enfundaba como un guante en ella, de cuello alto pero tenia un escote en corte diamante que dejaba ver sus dos grandes senos y en la mitad de estos tenia un broche de diamantitos, debajo del busto tenia otro pequeño falto de tela en forma de diamante también que dejaba ver su abdomen, le llegaba a los muslos solo una palma mas debajo de donde una tanga a tono con su vestido resguardaba sus pliegues y unos tacones blancos bastante vulgares (tenia que admitir) pero para la ocacion iban perfectos, su cabello negro que le llegaba hasta donde la espalda perdía su nombre lo llevaba levemente ondulado y desordenado dándole un aire salvaje y sexy, llevaba unos aros de platino bastante grandes y una pulsera del mismo material y diamantes en la mano izquierda.
Parecía una golfa pero esa era la idea, quería a alguien para follar esa noche y ese atuendo le conseguiría a el mejor tipo para tal propósito.
Entro con aires de diva al lugar, el cadenero la dejo pasar sin siquiera parpadear comiéndosela lascivamente con los ojos y no era para menos tenia un buen trasero y caderas anchas, era curvilínea orgullosamente talla 6 y es que sus nalgas no cabían en un jean talla 4, se quedo parada al entrar al local y recorrió con la mirada el lugar las personas bailaban en la pista como locas y alrededor de esta estaban "los bebedores" como ella les solía decir, gente que no bailaba y solamente se dedicaba a cotillar y beber, algunos mas lo segundo en realidad.
Siguió observando con esa actitud obscena de quien sabe lo que quiere, hasta que lo encontró estaba parado hasta el otro lado muy cerca de la barra sentado en un banco alto con semblante aburrido mientras una morena flacucha aun que bastante bonita le hablaba, mas bien le reclamaba por algo, no basto pensarlo dos veces en cuanto sus ojos conectaron se dio cuenta que lo quería, como lo hizo? Fácil el no aparto la mirada si no que la vio, la detallo y todavía tuvo el descaro de alzar una ceja, el era hermoso rubio y de cara bella como un ángel oscuro, y tenia una actitud que gritaba buen sexo a todo volumen y esos ojos color tormenta solo lograban mantener su atención.
Se dio cuenta que el ya no escuchaba a la chica que seguía gesticulando como loca y se ponía cada vez mas roja, aparto a la chica de un manera poco gentil y se puso de pie así ella pudo apreciar su muy buen cuerpo, espalda ancha, bíceps fuertes, pectorales marcados y caderas afiladas todo un monumento, además de alto "por lo menos uno ochenta" se dijo mentalmente.
El se acerco a ella con una sonrisa torcida y sin decir nada le extendió una mano, ella la tomo sin vacilar y el la guió entre la gente mientras miraba por el rabillo del ojo al grupo de chicos que estaban con el, que no dejaban de mirarlos y poniendo especial atención en la chica con quien el había estado "hablando" que los veía con clara molestia y parecía a punto de estallar en gritos, dejo de mirar y vio como el la llevo al centro de la pista mientras una canción altamente provocativa y sensual sonaba, le paso la mano por la cintura y la atrajo asía el mientras centraba sus ojos en ese par de tetas que se veían suculentas en ese vestido apretado.
Ella le paso los brazos por el cuello y se apretaba contra el, juntando sus cuerpos y comenzando a balancearse al ritmo, mientras el la detallaba facialmente, era bonita muy bonita estaba claramente bronceada, tenia los ojos grandes y de un azul eléctrico intenso adornados por pestañas largas, negras y espesas sin gota de rimel, nariz afilada y larga pero no fea y una boca llena, carnosa de color rosa que tampoco llevaba mas que un gloss con un apetitoso olor a fresas.
Ella no parecía intimidada de estar bailando con un tío con el que no había cruzado ni media palabra, se veía relajada y parecía estar divirtiendose, un nuevo movimiento lo hizo concentrarse en el cuerpo de la chica que se restregaba contra el, apoyo sus dos manos en la curva de su cadera con los dedos en la posición exacta para notar la carne de sus nalgas y se dio cuenta de lo grande y delicioso que tenia el trasero, estaba bastante excitado, ella por su parte se deleitaba sintiendo la clara y dura erección que sus movimientos habían provocado en el chic, ella se canso del teatro y paro de bailar, el la miro confundido pero cuando ella se acerco mas y le susurro si deseaba salir a tomar aire, el entendió y asintió con la cabeza.
El no lo podía creer, se dirigieron a un hotel no muy lujoso pero a el no le importo, podrían haberlo hecho en el baño del pub y a el le hubiera dado lo mismo. Solo quería tocar mas de ese delicioso cuerpo y aliviar el gran problema que se oprimía contra la tela de sus pantalones, subieron en el mas absoluto silencio y entraron a la habitación, no era nada opulenta pero estaba limpia, y había una cama que era lo importante.
Ella cerro la puerta y se volteo a verlo, le sonrió como una leona lo hace con su presa y el se sintió un poco cohibido, eso hasta que ella se abalanzo sobre sus labios medio segundo después y el le correspondió con ímpetu se besaban como locos, succionaban y lamían, entre beso y beso el logro decirle su nombre "Lucius" y ella el suyo "Jane". Amelia no pensaba decirle su verdadero nombre a un chico que probablemente no volvería a ver en su vida así que, que mas daba.
Ella se canso de jugar con sus bocas y lo empujo a la cama, el cayo sentado y agradablemente sorprendido por la fiereza de la chica, sonrió. Ella se acerco a el, y el puso sus manos en los muslos de la chica comenzó a subirlas notando la tostada y suave piel, la acaricio con deleite mientras ella se inclinaba y lo besaba succionando su labio inferior entre los de ella, lo mordió ligeramente antes de enderezarse para mirarlo con los ojos brillantes y claramente excitada, el entendió la indirecta y le levanto el vestido hasta la cintura dejando ver la ya húmeda tanga rosa, se detuvo solo un segundo a pensar en como se sentiría entrar en esa humedad caliente.
Siguió alzando el vestido y pudo ver un abdomen curvo y delgado, una cintura bonita y un diamantito que adornaba el ombligo de la chica, continuo y se topo con dos bien grandes y redondas razones para quitar de una vez ese molesta prenda.
Ahí estaba ella semidesnuda solamente cubierta por un sostén de media copa y una tanga del mismo color del vestido, no espero nada ella se sentía arder entre las piernas y necesitaba desahogarse de inmediato, así que lo empujo y se subió en el a horcajadas dejando que el pusiera sus manos en su trasero y masajeara levemente sus nalgas, eso solo logro que ella llevara sus manos a la camisa del chico que hasta ese momento noto que era de seda negra, paseo sus manos por todo el torso notando los duros músculos bajo la tela hasta llegar a la orilla de la misma y jalar reventando los botones de la prenda asiendo que el riera por tan desesperada acción, a ella no pudo importarle menos solo se limito a ver ese hermoso torso que parecía esculpido en mármol. Mientras el seguía entretenido con el gran trasero de la chica y con la visión de esos jugosos y redondos senos, cosa que ella noto y sonriendo felinamente enderezandose y llevando sus manos a su espalda hasta dar con el broche del sostén abriendolo, puso una de sus manos a la mitad de sus dos senos y con la otra deslizo los tirantes sosteniendo las copas con sus manos.
El no podía creerlo, ella estaba a punto de quitarse lo único que le impedía ver en plenitud esas maravillosas tetas, ella dejo caer la prenda revelando un par de pechos grandes y redondos con pequeños y endurecidos pezones color caramelo, que dieron un pequeño rebote a caer de manera natural y el sintió que se correría en ese momento, ella lo miro lascivamente y el decidió que era tiempo de demostrarle a esta chica quien era, así que la hizo caer de espaldas al colchón quedando el arriba, se quedo soportando su peso deleitándose con la visión que se le ofrecía, mientras ella sonreía feliz por haberlo sacado de sus casillas con tanta facilidad. Eso era lo que lograba siempre con sus "chicas" y no era para menos con una copa C que le tiraba mas a D que otra cosa.
El comenzó a rozar las piernas de la chica mientras besaba su cuello y he iba esparciendo besos en por toda la clavícula, bajo a los pechos que lo tenían idiotizado para succionar los pezones y amamantose de ellos asiéndola gemir de placer, mientras ella oscilaba las caderas queriendo encontrar contacto con el quien al ver la urgencia de la chica, bajo por el vientre esparciendo besos y caricias hasta llegar a el pequeño triangulito de tela que cubría la vagina de la chica el cual se encontraba totalmente húmedo y pegado a la piel, recargo su nariz justo en el centro y paso su lengua sobre la tela logrando que ella se estremeciera, hizo a un lado la tela y por fin pudo ver los sonrosados y brillantemente humedecidos pliegues de la chica.
Ella estaba chorreando y el sentir el aliento de el en su centro solo la hizo desesperar alzo las caderas y el arranco la estorbosa tela para luego hundir su cara entre las piernas de la chica mientras lamía y succionaba todo a su paso, ella estaba que desfallecía de placer con la boca abierta y la cabeza asía atrás mientras masajeaba sus pechos, el comenzó a succionar el hinchado clítoris de la chica y metió un dedo dentro de la húmeda cavidad sorprendiéndose de lo apretado que se sentía un solo dedo dentro de ella, comenzó a sacarlo y meterlo con velocidad tortuosa después otro dedo mas se unió al primero y le dio mas velocidad a las penetraciones mientras ella seguía gimiendo a todo volumen y comenzaba a estimular sus pezones con un poco mas de rudeza. Hasta que en un punto el comenzó a succionar con fuerza y curvo sus dedos localizando el punto G de ella haciendo que explotara y se corriera con fuerza, mientras el recibía gustoso los jugos de ella y los bebía con avidez , levanto la cabeza y la vio tratando de jalar aire, todavía temblando por el orgasmo, se acerco a su cara intentando besarla pero ella lo detuvo con una mano en el pecho y con la otra se deshizo del cinturón, los pantalones y el bóxer, dejando ver una impresionante erección, el era grueso y bastante grande.
Ella comenzó a acariciarlo rítmicamente, el no aguanto mas le separo las piernas y la penetro de golpe fue algo rudo y ella por ser estrecha sintió una pequeña molestia mezclada con el placer de sentirse llena y dilatada por semejante polla. El no podía creerlo era caliente… mucho y condenadamente estrecha por segunda vez esa noche creyó corredse antes de tiempo, comenzó a embestirla con lentitud pero ella no quería eso así que alzo sus piernas y lo rodeo por la cintura apretándolo contra ella, el acelero mientras ella gemía mas y mas fuerte demostrando todo el placer que sentía.
Sin mas ella se corrió otra vez y el pudo sentir sus paredes cerrándose alrededor de el como un cepo, y tuvo que apretar los dientes para no correrse y poder seguir embistiendo, acelero el paso mientras se agarraba al respaldar de la cama, quería que ella se corriera de nuevo.
El sonido de su orgasmo y el sentirla punzando alrededor de el era increíble, ella gimió y grito su nombre mientras le enterraba las uñas en la espalda xorriendose con muchísima mas fuerza que la vez anterior arrastrándolo con ella al abismo del placer.
Se quedo tendido contra ella soportando su peso en un brazo para no aplastarla, rodó y se tendió a un lado tratando de recuperar el aliento y ella no estaba mejor seguía con los ojos cerrados disfrutando de su orgasmo, cuando bajo de ese maravillosos lugar y logro controlar su respiración abrió los ojos, volteo para verlo con los ojos fijos en ella y con una sonrisa que se le antojaba bastante arrogante, ella solo sonrió con inocencia, había descubierto con los años que lo mejor que funcionaba con los hombres era hacerse la tonta hasta cierto punto
- que?- dijo con voz cantarina – pasa algo?- mirándolo con lo que parecía genuina curiosidad – no te gusto?- y el la miro con incredulidad.
- no, no es eso, solo que… no se como pase de estarme aburriendo en el pub a estar aquí… contigo- le contesto el con voz increíblemente sexy, varonil y algo ronca por la excitación
Ella rodó los ojos mentalmente mientras le brindaba una sonrisa picara y el se tragaba su actuación de muggle inocente ella solo pensó "muggle o mago los hombre son todos iguales"
Cuando despertó tardo solo unos segundos en notar que no estaba en su cama y ciertamente no estaba sola, el calor a sus espaldas y el brazo que tenia rodeando su cintura era suficiente para darse cuenta, se pregunto que horas serian y con mucho cuidado alzo el largo y fuerte brazo que la rodeaba tratando de ver la hora en el reloj del hombre que la acompañaba "4:30?, demonios! es tarde debo llegar a casa" salio con cuidado de la cama y el chico abrazo la almohada que ella acababa de desocupar, con sigilo se vistió y le dio una ultima mirada al chico muggle con el que había pasado una magnifica noche, la verdad es que era bastante diestro en las artes amatorias, y ella no podía sentirse mas satisfecha, después de casi seis horas de sexo no tenia queja.
Llego a casa dando las seis y espero honestamente que su abuela no la hubiera esperado, se apareció en su habitación directamente para no molestar con ruido, se sentó en la cama, con la intención de quitarse los zapatos cuando una luz en la estancia la hizo sobresaltarse y caer de nalgas al suelo
- buenos… días Amelia- y ahí estaba Severus Snape con su mejor aspecto de murciélago elegantemente sentado en el sofá de la estancia esperando lo que seguramente seria una buena mentira.
¿Y? que les pareció… esto es lo primero que escribo espero que les guste y que me dejen comentario.
Ah por cierto la historia como pudieron notar es de un OC y la pareja final de la historia la decidirán ustedes
Así que espero sugerencias… con quien se quedara Amelia?
Un besote y gracias
DRAGONCITA
